Tengo un partido registrado. Lo pongo a su disposición. Estoy convencido de que un partido como el que les cuento a continuación es imprescindible (No sólo en este país). Entre los lectores de este blog hay muchas personas con mucha capacidad. Este país necesita que ayudemos entre todos a gestionar con sensatez. Les cuento mi idea de partido. Estoy convencido de que si fuéramos capaces de ponerlo en marcha, sería en beneficio de todos. El PARA es un partido cuyo objetivo primero es la gobernabilidad. La única condición es el compromiso de una gestión transparente.
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El Partido Imaginario es el Partido PARA la Convivencia (PARA). Estoy convencido de que otra forma de convivir y de hacer política es posible. Quienes piensan diferente de nosotros son nuestros vecinos, nuestros familiares, las compañeras de trabajo, las profesoras de la universidad, nuestros compañeros de clase, de deporte. Quienes piensan diferente no son nuestros enemigos, sino las personas con las que tenemos que convivir, las que nos ayudan a formar una sociedad solidaria, quienes nos ayudan a pagar las pensiones para todos, quienes nos ayudan a pagar la sanidad, la enseñanza.
Todas las ideas son legítimas. Todas. Quienes estamos muy convencidos de que las nuestras son mejores, tenemos que esforzarnos por convencer al resto de personas de la bondad de lo que pensamos. Las ideas no son de nadie. Están al alcance de todo el mundo. No son una arma para que nos la arrojemos unos a otros, son una herramienta para hacer el mundo mejor. La discrepancia es beneficiosa, ayuda a pensar, a matizar, a mejorar lo que pensamos.
Por estos motivos, el objetivo del PARA no es ganar las elecciones, sino ayudar a la convivencia. Tenemos nuestras ideas y nuestros principios, cada uno los suyos, porque entre quienes formamos el PARA tampoco hay homogeneidad, no somos uniformes, pero sí tenemos una voluntad común. Trabajar por una convivencia mejor.
Somos conscientes de que tenemos ideas y convicciones profundas y una de ellas es que podemos estar equivocados. La verdad es cambiante. Una legislación laboral que funciona bien en Japón puede funcionar horrorosamente mal en Estados Unidos de América. No hay verdades inmutables. Una legislación laboral que funcionaba bien a mitad del siglo XIX, puede ser nefasta en el siglo XXI. Una de nuestras convicciones es que siempre existe la posibilidad de encontrar ideas y soluciones mejores.
Tenemos objetivos, tenemos convicciones y tenemos la certeza de que esos objetivos no son iguales para todos los españoles. En las elecciones, el principio de a la mayoría tiene algunas ventajas. La primera es que todo el mundo la acepta sin rechistar. La mayoría (que siempre es la más fuerte) gana y quienes se quedan en minoría, aceptan la derrota. La otra ventaja de este sistema de elección de gobierno es que produce alternancias en el poder. Cuando los ciudadanos nos hartamos de la corrupción y de la ocupación de los espacios públicos por unas pocas manos, hacemos ganar a los otros.
Es una forma muy primitiva de gestión. El ejército ganador (el de la mayoría) tiene unos años para fomentar su idea de país, hasta que los ciudadanos nos cansamos y buscamos una alternativa. No parece un sistema de gestión sensato.
Los votantes no cambiamos de ideología con tanta rapidez. En general, cambiamos poco de forma de pensar y sin embargo sí hay alternancia de gobiernos. Tenemos que buscar soluciones mejores para controlar a los gestores de la cosa pública. El PARA quiere romper esta dinámica perversa que nos lleva al enfrentamiento de unos contra otros como si la convivencia sólo pudiera resolverse como un “Madrid-Barça” en el que a veces ganan unos y lo único que esperan los otros es la revancha.
La convivencia del futuro no puede basarse en la ley del más fuerte, como ha ocurrido siempre en la historia de la humanidad. Tenemos que buscar otras opciones. Es cierto que hemos avanzado porque ahora vence el más fuerte sin derramar ni una gota de sangre, pero seguro que hay soluciones mejores.
¿Cuál es la solución perfecta y definitiva? La desconocemos. Pero tenemos que probar. Tenemos que deslegitimar el enfrentamiento y las descalificaciones personales en las instituciones públicas. Tenemos que elevar el debate a las ideas. Tenemos que convencer y no vencer. Tenemos que intentarlo. Tenemos que ayudar a la gobernabilidad del país, de las comunidades, de los ayuntamientos. Tenemos que aportar los votos de la cohesión, los votos de quienes entendemos que no hay soluciones perfectas, que la mejor solución es aquella que deja razonablemente satisfecha a un amplio porcentaje de la población, aunque nadie considere que es la solución ideal.
No queremos fanáticos del PARA, igual que no queremos fanáticos de ninguna idea. En el Partido PARA la Convivencia cabemos todos los ciudadanos, tengamos la ideología que tengamos. Basta con que estemos de acuerdo con unos principios básicos y que estemos dispuestos a trabajar para mejorar la convivencia, para evitar que haya vencedores y vencidos, para que no haya corrupción institucional.
No queremos a nadie en posesión de la verdad y no queremos a nadie convencido de que llegar al poder es la única forma de cambiar la sociedad. Esa es la mayor mentira de todas las que se escuchan habitualmente.
Los profesionales de la política defienden que su objetivo es alcanzar el poder porque sólo gracias al poder conseguirán modificar la sociedad y convertirla en una sociedad mejor. Es mentira. Las leyes no hacen una sociedad mejor. El proceso es exactamente el contrario: una sociedad mejor produce mejores leyes.
Una sociedad mejor se consigue con mejor educación, con menos prejuicios, con menos prepotencia, con menos vanidad, con la duda perenne, con el escepticismo como bandera, sin fe en milagros y con el convencimiento de que todas las ideas pueden tener su sentido en diferentes momentos y que las personas que defienden unas u otras no lo hacen por maldad o solamente en beneficio propio, sino porque están convencidas de que lo que defienden es bueno para los objetivos que consideran adecuados para el conjunto.
Todos podemos estar equivocados. De hecho, los estamos. Aceptémoslo. Apliquemos el método científico para aprender a convivir y a mejorar el conjunto de la sociedad. Seamos humildes. Aceptemos los errores que cometamos y empecemos de una vez a evitar este modo de gestión política de vencedores y vencidos. Sacar adelante un país requiere una visión a largo plazo. No podemos permitirnos estas políticas cortoplacistas en busca de votos urgentes. Levantemos la vista, tracemos un plan entre todos. Caminemos juntos en busca de un futuro mejor para el mayor número posible de ciudadanos. Sin guerras partidistas. En las guerras perdemos todos. Necesitamos construir y no destruir. Para construir, necesitamos todas las manos.
Gran propuesta, y muy bien argumentada.
Estando de acuerdo en prácticamente todo, el gran problema que veo sería cómo «protegerse» de las manzanas podridas que inevitablemente intentarán infiltrarse y reventar o señorear el invento. Por no hablar del huracán mediático que se desatará contra el PARA en cuanto empiece a hacer ruido y ganar adeptos…
Pero como dices, esta es una labor a largo plazo, hace falta cambiar la mentalidad del enfrentamiento y el odio por la de la colaboración y la amabilidad, y empezar a aplicarnos el cuento. No sólo con los conocidos, sino con todos los que nos rodean a diario, aunque no sepamos ni su nombre.
Espero que la propuesta tenga buena acogida y se difunda. Y si no se llega a un partido PARA, al menos sirva para que reflexionemos un poco y hagamos la vida más agradable a los que nos rodean, y de paso, la nuestra.
Un saludo.
Gracias, Angelitto. Muchas gracias por tu mensaje, me ayuda a ver que he expresado exactamente lo que quería y que lo has entendido perfectamente. Gracias por decirlo.
Tendremos que tener cuidado para que nadie reviente nada, pero es un riesgo que estoy dispuesto a correr. El riesgo no nos puede dejar inmóviles. De lo contrario no emprendemos nada de nada.
Efectivamente, es una labor a largo plazo en la que todas las manos con voluntad de cambiar esa mentalidad de enfrentamiento, convencidas de la bondad de sustituir el odio por la colaboración, son bienvenidas.
Cualquier idea, crítica, puntualización o propuesta de mejora seguro que ayudan a avanzar, aunque sea poco.
¿Se imaginan que hubiera elecciones diferenciadas para conformar cada uno de los tres poderes del estado (Ejecutivo -gobierno, secretarias de estado, direcciones generales,…-; Legislativo -parlamento, senado,…-; y Judicial -CGPJ, Tribunales Supremos,…-); que el valor del voto de cada diputado fuera equivalente al número de sus votantes; y que sólo se pudiere votar a favor de las distintas alternativas (ya sean candidatos a cierto cargo público, o iniciativas legislativas) propuestas por cada partido, pero nunca en contra?
Resulta muy llamativo que personas supuestamente muy «ilustradas» políticamente, concedan mucha importancia a la independencia del Poder Judicial, respecto al Poder Ejecutivo y/o Legislativo, pero les resulte «natural» que la conformación del gobierno esté «condicionada» por el parlamento.
Comprendo que a los diputados, senadores, concejales,… de los partidos que «pierden» las elecciones, les resulta muy cómodo votar «NO» a un candidato para ocupar cierto cargo público, o a cualquier propuesta legislativa, ya que ese derecho a veto les exime de esforzarse en postular un candidato alternativo al «ganador», o desarrollar propuestas legislativas alternativas, así como negociar esas opciones con el resto de partidos minoritarios, para tratar de imponerse, democráticamente, a la opción mayoritaria.
Mientras los votos de los representantes políticos, tenga un valor tan excesivo respecto a sus capacidades intelectuales para conformar alternativas viables, de poco servirá repetir una o mil veces elecciones, ya que resulta harto complicado compartir proyectos de convivencia, con personajes cuyas cualidades principales son el engreimiento o la prepotencia.
Un saludo muy cordial, Javier, y espero que ya estés mejor de tus achaques.
Hola vicente gómez. Muchas gracias por tus buenos deseos. Ya estoy totalmente recuperado. En los últimos días he estado de vacaciones en La Palma y para confirmar la recuperación me he dedicado a caminar, por ver que nada fallara.
He hecho excursiones preciosas, he subido a picos altos, he caminado 25 kilómetros de un tirón por la caldera de Taburiente y el cuerpo me ha respondido perfectamente. Así que ya estoy oficialmente curado.
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Sobre la cuestión política:
Se puede modificar el ordenamiento jurídico español. en otros países se elige directamente al presidente, podemos terminar con la monarquía o conservarla… podemos hacerlo todo. Pero no tiene sentido intentarlo mediante el enfrentamiento. Cualquier objetivo que queramos conseguir tendrá que ser mediante el acuerdo y la colaboración.
Lo que se alcanza mediante el enfrentamiento es desbaratado al cabo de 4 u 8 años.
Caminar tantos km de un tirón, en un entorno natural tan bello (y espero que también con buena compañía), no sólo resulta saludable para el cuerpo, sino también para el alma. Está claro que estás «oficialmente curado» en ambos sentidos.
Estoy de acuerdo en que el enfrentamiento, el bloqueo o el veto, sólo sirve para demorar la solución de los problemas, agudizándolos. Y lo peor de todo es que a medida que los problemas crecen, las soluciones a adoptar necesariamente han de ser más drásticas, de modo que las posiciones más antagónicas, intolerantes e irracionales, cada vez ganan más adeptos.
Sólo si los ciudadanos más tolerantes, reflexivos, dialogantes,… toman el mando de las supuestas democracias, se puede prevenir su decadencia. De lo contrario, esas «democracias», al desvirtuarse paulatinamente, resultan indistinguibles de las demagogias, oligarquías, o tiranías clásicas.
Respecto al problema de adoptar soluciones políticas o económicas antagónicas cada 4 u 8 años, creo que bastaría con que fuera obligatorio acudir a referéndum en aquellos casos en que una iniciativa legislativa no consiguiere obtener más de un 60-70% de apoyo parlamentario, para evitar esa falta de consenso.
Un abrazo
Queridos Vicente y Javier,
Mi teoría del espectro político español es que tiene un problema enquistado. Es un tumor dificilísimo de erradicar, tanto que dudo que tenga cura.
Esto de abajo va para los partidos nacionales y algún gran partido ya caído de corte regional. Y de política no se mucho pero historia social y económica es mi lectura favorita.
En otros países los partidos políticos gobiernan y obviamente «favorecen» los intereses de sus patrocinadores, ojo, patrocinadores, no votantes, a los votante les quedan las migajas de sus políticas económicas y sociales. En ese entorno en cuanto un político se ve salpicado por un caso de corrupción dimite y espera su juicio. Así es posible negociar. Cuidado que hoy en día los populismos empiezan a cambiar este juego.
En el entorno español el bi-partidismo clásico convirtió a los partidos mayoritarios en empresas que pagamos entre todos. Estas empresas necesitan estar en el poder para tener colocados a todos sus «empleados». Con esto vamos jorobados. Además, y es historia no ficción, la derecha tradicional española (y desde tiempos de la república) ha repartido entre sus miembros de partido directamente y sus patrocinadores toda la riqueza posible, tanto en formato de obra pública como en formato de leyes, normativas y ordenanzas.
Y ahora que ya no hay bipartidismo la nueva izquierda y la nueva derecha solo han tardado 4 años en darse cuenta del juego y también quieren aprovecharlo, lo aderezamos con unos cuantos regionalismos / nacionalismos y ya sabemos porque no es posible un pacto de centro-izquierda y mas izquierda, o de de izquierda-izquierda + centro derecha y también sabemos porque es posible un pacto «centro»-derecha-extrema derecha.
Así que yo en las próximas votaré Vasco, que es lo mas comedido que he escuchado últimamente.
Saludos
Sr. Moltó.
Hace ud. al menos dos afirmaciones categóricas que son falsas.
«Todas las ideas son legítimas. Todas». Le parecen legítimas las ideas del KKK o del DAESH? Por citar solo dos ejemplo que, creo, no admiten dudas.
«No hay verdades inmutables.» Le voy a decir una, no tenemos un planeta de repuesto. Y otra, el capitalismo está devorando este.
Saludos y viva el buenismo.
@manuel xvi Estoy de acuerdo con Vd en que la palabra «legítima», en el sentido de «conforme a las leyes» o «cierto, genuino, verdadero…», aplicable a ciertas ideas abyectas, pueda resultar un contrasentido, ya que a muy pocos se nos ocurriría utilizarlas para fundar el ordenamiento legal de una sociedad «avanzada» como la actual.
Sin embargo, desde el punto de vista de la libertad de expresión, la Ley debería siempre ampararlas, y evitar su censura, de modo que todos podamos estudiarlas y criticarlas de forma abierta y transparente. «Prohibir» ciertas ideas, sólo consigue enquistar a los grupos marginales que las conservan y defienden en secreto, con el consiguiente riesgo de que esos «cánceres» crezcan en un futuro, si las condiciones socioeconómicas o geoestratégicas son favorables. La transparencia, la tolerancia, el diálogo, la crítica… y el sentido del humor, son las armas más eficaces para neutralizar las ideas menos fraternas o inhumanas.
Respecto a la frase «No hay verdades inmutables», creo que el ser humano inquieto intelectualmente, busca la Verdad, pero sólo podrá acercarse asintóticamente a ella, de modo que aún nos queda un camino muy largo de «cambio» intelectual.
Y respecto a que «no tenemos un planeta de repuesto», no pierda la esperanza. Basta con contemplar el universo, para darse cuenta que seguro que hay una inmensidad de planetas como el nuestro o mejores, capaces de albergar vida, tanto o más inteligente que la humana, de modo que a nivel galáctico, la Tierra tampoco sería una gran perdida. Y yendo más allá, ¿se imagina que en el universo hubiera vida inteligente capaz de crear materia a partir de energía, formar planetas con ella, o incluso crear nueva vida, a partir de materia inerte?
Lo dicho, Manuel, menos indignación, y más reflexión, y sobre todo, más esperanza. Un saludo fraterno.
Hola manuel xvi.
Discrepo de usted. Quizá quien haga una afirmación categórica falsa sea usted. 🙂
No es que me parezcan o no legítimas las ideas del kkk y del DAESH. Es que lo son, independientemente de lo que a mí me parezcan. Es legítima hasta su propaganda,o lo ha sido, en algunos lugares. Y, a mi juicio, pero es ya es a mi juicio, debiera ser legítimo proponer esas ideas (como dice vicente gómez) y es legítimo que triunfen si la mayoría las apoya. El Derecho Natural no existe. No hay ningún orden superior que diga qué ideas son legítimas y cuáles no. Las acciones que se derivan de esas ideas pueden ser ilegítimas en un ordenamiento jurídico determinado, pero esa circunstancia no quita legitimidad a la idea.
Le razono lógicamente el porqué de la legitimidad de todas las ideas y por qué no hay alternativa a esa legitimidad.
Es imposible impedir pensar. Si es imposible impedir pensar, es imposible impedir que se tengan unas ideas u otras. Si es imposible impedir que se tengan unas ideas u otras, no queda más remedio que aceptar que cualquier idea ha de ser legítima y legal, porque nadie tiene capacidad de impedirse a sí mismo tener unas ideas u otras. (La ley que no puede hacerse cumplir no es verdadero derecho, decía rousseau)
Podemos hacer que sea ilegítimo hacer propaganda de las ideas, podemos penar la exposición pública, pero no existe ninguna forma de penar la idea en sí. En ningún ordenamiento jurídico se pena una idea. Se puede penar la apología, se puede penar la libertad de expresión, se pueden penar acciones. No se puede penar tener ideas y, por tanto, todas son legítimas.
Sobre las verdades inmutables.
Usted sabe perfectamente que me refiero a ideologías, pero acepto el reto.
«No tenemos un planeta eterno» no es una verdad inmutable. Es una verdad hoy, pero yo he escrito inmutable. Usted utiliza el verbo en presente del indicativo. Para afirmar lo que afirma tiene que demostrar que esa afirmación no puede cambiar con el paso del tiempo.
¿Está seguro de que puede demostrar que no habrá planetas de repuesto en el futuro? Si no puede demostrarlo, no está demostrando que su proposición sea inmutable.
Yo no hablaba de ciencia física, obviamente. Hablo de política, de ideologías, de ciencias sociales. Si usted quiere limitar su pensamiento a las ciencias físicas o a «falsedades anecdóticas» está en su derecho.
No me parece la mejor forma de elevar la mirada, de buscar fórmulas para pensar mejor.
No sé ni qué es el buenismo, ni el malismo, ni la equidistancia ni todas expresiones que a mi juicio no significan nada más que «no tengo argumentos, pongo barreras».
No me parece ni bien ni mal. Pero no me parece una posición fructífera para encontrar solciones que permitan hacer de este un mundo un poquito mejor.
Srs. Gómez y Moltó.
Legítimo significa conforme a la ley, pero también a la razón.
No voy a hablar de leyes (las hay para todos los gustos), sí de la razón.
Les parecen ajustada a razón la idea de que podemos asesinar y torturar a otras personas en función de su raza o religión? Pues esas son las ideas del kkk o de daesh.
Vicente, por desgracia los planetas que se parezcan tanto a la Tierra como para que pudiésemos habitarlos (que los hay a porrillo) están tan lejos de nosotros que son inaccesibles y, tengamos la tecnología que tengamos, lo serán en el futuro; no para una expedición científica, sino para trasladar la población de la tierra a ellos.
Sr. Moltó, el planeta de repuesto también es ideología. Los que hablan de buscarlo, o de crearlo, en realidad están diciendo: «no pasa nada porque nuestro sistema socioeconómico destruya este planeta, hay otros a los que los que lo podamos pagar podremos emigrar».
Vamos al fregao, no, no temos posibilidad de emigrar a otro planeta, tanto que esté terraformado antes de ir o que lo transformemos. Y no la tenemos no porque no existen, que seguro que sí, sino porque están a una distancia tal que son inalcanzables y lo serán en cualquier futuro para toda la población del planeta.
Para hacer este mundo mejor, lo primero es identificar los problemas y sus causas, luego, si estas causas nos lo permite, buscar soluciones.
@manuel xvi ¿De verdad no es Vd capaz de imaginar un futuro a medio plazo, en el que el ser humano pueda crear un sistema socioeconómico más sostenible medioambientalmente, basado en fuentes energéticas mucho más limpias que las actuales, así como en nuevos materiales mucho más reciclables y/o biodegradables? ¿De verdad cree Vd que el ser humano nunca podrá viajar por el espacio a velocidades muy superiores a la de la luz?
Y siendo algo menos optimistas, si en el universo ya existen una infinidad de planetas poblados por vida tanto o más inteligente que la humana, así como por una biodiversidad seguramente muy superior por variedad y evolución a la de la Tierra ¿por qué cree Vd que resulta tan importante, a nivel galáctico y universal, conservar la vida existente en nuestro planeta? Si los seres humanos esterilizamos la Tierra, lo único que ocurrirá es que pasaremos a la historia de la biología cósmica, como otra plaga más, que muere de éxito, por su carencia de auténtica inteligencia, así como por su exceso de vanidad y hedonismo.
Un saludo fraterno
Vicente, puedo soñar con ese mundo, pero sé que solo se conseguirá tras una gran catástrofe.
Porque ud. sabe, supongo, la causa de los problemas medioambientales, no? Y de verdad cree que quien tiene el poder está dispuesto a dejarlo sin luchar? Y que esto no causará millones de muertos?
Por otro lado, no, la materia ordinaria de la que estamos hechos no puede superar c.
Además, no me importa el nivel galáctico, me importa el nivel terrenal; y a mi sí me preocupa mucho la «esterilización» de este planeta.
No debería ser esto, la protección de la vida en la tierra, nuestra mayor preocupación?
@manuel xvi Que yo sepa, los problemas medioambientales antropogénicos de la Tierra, surgieron hace mucho tiempo, con la dominación del fuego, y el desarrollo de tecnologías de caza y pesca cada vez más sofisticadas, que permitieron exterminar buena parte de la biodiversidad existente, para dar paso a la agricultura y la ganadería. Desde mi punto de vista, el problema no es tanto medioambiental (el calentamiento global actual, como mucho, sólo acortará el periodo interglaciar, antes de que se produzca la próxima glaciación -otra más, si nada ni nadie lo remedia-), sino de carencia de auténtica inteligencia por parte del vanidoso, y engreído Homo «Sapiens».
¿Estaríamos estos seres «inteligentes» dispuestos a abandonar el 90% de las tierras potencialmente cultivables, en favor del desarrollo de bosques, selvas, humedales,… así como a reducir los actual nivel de explotación pesquero en otro 90%, y convertirnos de nuevo en cazadores, recolectores, silvicultores,…? ¿Estaría el ser humano dispuesto a semejante sacrificio?
Cuando Vd habla de «protección de la vida» ¿a qué «vida» se refiere? ¿A la protección de una vida cada vez más artificial (ingeniería genética), o a la protección de la poca biodiversidad natural que ha logrado sobrevivir al ser humano?
Por cierto, «preocuparse» por los problemas resulta inútil, y sólo nos conduce a la melancolía. Hay que «ocuparse» de los problemas, y apostar por soluciones, estudiando cuidadosamente todas las variables y sus interacciones de las que seamos conscientes. Si no estamos dispuestos a hacer ese esfuerzo, es mejor olvidarlos.
Un saludo fraterno
@vicente gómez, creo que identifica erroneamente el problema.
No es correcto hablar de antropogénico, pues eso hace responsables por igual a todos los antropos, y ni hace 10.000 años, ni los yanomamis actuales tienen la misma responsabilidad que el yanki medio o las empresas petroleras.
Para identificar correctamente el problema hay que ponerle el nombre preciso: capitalogénico. Pues es el capitalismo el que está devorando el planeta tanto por su sueño de crecimiento ilimitado como por su absurda, y depredadora, teoría de los precios basados en la oferta-demana.
Y sé que los cambios necesarios no van a suponer el volver a las cuevas y ser cazadores, entre otras cosas porque para hacer eso sobramos más de 6.000.000.000 de humanos. Bueno, eso siempre y cuando queramos cambiar, porque sino Gea nos podría llevar a la situación que ud. describe.
Por cierto, olvidarse de los problemas no los hace desaparecer, sino más bien los incrementa.
@manuel xvi Estoy de acuerdo con Vd en que los problemas no desaparecen, y suelen incrementarse, si nos olvidamos… de «ocuparnos» de ellos, implementando soluciones de compromiso, a poder ser de consenso (aunque sean calificadas de insuficientes o exageradas por los sectores sociales políticamente más radicales).
Respecto al hecho de que la huella ecológica de determinado ser humano, o grupo humano, o de las empresas petroleras (o de carbón, de gas,… industria automotriz, de electrodomésticos, textil,… ) no sea o no haya sido exactamente idéntica de la de otro ser humano o grupo humano, u otro tipo de empresa, impida calificar como antropogénica al conjunto o suma de todas ellas, siento no comprender dicho argumento, por lo que le agradecería alguna aclaración adicional.
Incluso si no se hubieran inventado la máquina de vapor, los motores de combustión, los explosivos químicos, la electricidad, la energía nuclear,… estoy seguro que el ser humano, a base de fuego, hachas, picos, arados,… estaríamos ahora aniquilado los bosques y selvas ecuatoriales americanas, africanas, y asiáticas, que ahora tanto nos «preocupan», como ya hicieron las civilizaciones más «avanzadas» de la antigüedad (Mesopotamia, Egipto, Roma, China, India…), con su magnífico entorno natural, hasta llevar la agricultura y la ganadería hasta los lugares más recónditos. Estos inventos modernos, y estas empresas «capitalistas» (y «comunistas»), sólo han acelerado este desastre ecológico, nada más.
Discúlpeme que insista, pero incluso si el sistema económico actual fuera perfectamente transparente, y democrático («capitalista», «comunista», «liberal-socialista»,…), dudo mucho que la mayoría social estuviera dispuesta a apostar por soluciones mineras, agrícolas, ganaderas, pesqueras, industriales,… mucho más ecológicas a largo plazo que las actuales, ya que seguramente eso supondría una reducción drástica del estilo de vida de las poblaciones de los países más «ricos», a corto o medio plazo. Y aunque fuera así, con la tecnología actual, tampoco se podría garantizar la supervivencia de la especie humana a largo plazo, ya que las amenazas no antropogénicas siempre estarán presentes (plagas, epidemias, terremotos, meteoritos, cambios climáticos naturales, tormentas solares, extinción solar,…).
Un saludo fraterno
@ vicente gómez.
Está claro que si el capitalismo es un creación de antropos todos los problemas que crea también son culpa de antropos. Pero decir esto tiene dos defectos:
1. Que no define exactamente al reponsable, por lo que he dicho antes, miles de millones de antropos con responsables de un 1% (tirando largo) en cambio unos pocos miles lo son del 99% restante.
2. Impide, o dificulta, el encontrar una solución a la crisis medioambiental que nos afecta (supongo que ud. sí ve esta crisis, en caso contrario poco podremos hablar).
Y lo hace por una razón muy sencilla, si el culpable es antropos no hay solución posible (porque el hacer desaparecer la causa no nos conviene); pero si el culpable es una creación de antropos se puede eliminar esa creación manteniendo a antropos.
Por otra parte, el problema no es la tecnología, el problema es la ideología y su economía. Hace más de 120 años que Arhenius describió el proceso por el que el CO2 genera efecto invernadero, y el capital lleva negándolo desde entonces (casi), aún en el presente, cuando ya no hay duda científica de ello, siguen ciertos grupos poniéndolo en duda.
La «mayoría social» hará lo que la publicidad le diga, somos seres sociales y un tanto borregos. Sino fuese así, cómo explica el auge de los SUV? por ejemplo.
Unha aperta (un abrazo)
@manuel xvi ¿De verdad cree que basta con que el «capitalismo» desaparezca de la mente de los «capitalistas», para que se reduzcan en un 99% las emisiones, residuos, y aguas contaminadas, generados por la actual y futura demanda de agua potable, combustibles, fertilizantes, piensos, minerales, madera,… requerida por los miles de millones de humanos que habitamos la Tierra, para mantener o mejorar nuestra calidad de vida?
Si eso ocurriere, estimo una reducción de un 5-10% de «ahorro medioambiental» anual, cómo máximo. Pero si la población sigue creciendo al ritmo actual, de poco serviría ese esfuerzo, ya que en pocos años se perderían esos «ahorros», y estaríamos en la misma situación.
Desde mi punto de vista, con la tecnología actual, sólo hay dos soluciones para restablecer cierto equilibrio ecológico: o se disminuye el número de humanos; o nos acostumbramos a vivir de forma cada vez más austera, a medida que crece la población mundial. En cualquier caso, mantengo la esperanza en la ciencia y en la tecnología, y en un futuro en el que los médicos, ingenieros, biólogos,… sean mayoría en los ámbitos del poder económico y político, y los abogados, economistas,… pasen a un segundo plano.
Un abrazo
Hola, y porque, no das el paso, o damos el paso, y ese partido imaginario, que comenta, empezamos a desarrollar, para unas próxima elecciones, se busca una base fuerte y empezamos a trabajar para ello. He visto en muchos foros, que piensa igual que tu, muchos la mayoría de una ciudadanía estaría de acuerdo con todo eso. Pero como siempre no hay un movimiento social para llevarlo acabo, todos los que opinamos así, decimos para que nos metemos en política, mas problemas. Pues eso que llamamos problemas nos afecta y se debería actuar.
Porque no empezar a actuar ya……..
De acuerdo contigo, Daniel.
A mí me gustaría dar el paso.
Espero que no sea demasiado tarde, visto lo visto.
¿Alguien más?