Nunca he sido aficionado al fútbol. Es un deporte que no me creo. No sé exactamente por qué, siempre he tenido la sensación de que los partidos son un paripé.
No tengo una explicación de por qué. Seguramente porque no entiendo nada de fútbol, pero no sólo por eso, porque hay muchos otros deportes de los que no entiendo nada y no me parecen una pantomima. No lo sé explicar.
Sin embargo, como leo por inercia los periódicos, y algunos periodistas deportivos escriben muy bien, a veces leo crónicas de partidos, las declaraciones de algunos jugadores y algunas entrevistas.
Algunas entrevistas son muy buenas. El mérito de las entrevistas siempre es de las dos partes, del periodista y del entrevistado. Las entrevistas suelen interesarme mucho más que los partidos y seguro que mucho más que los resultados. Supongo que cuando hablan de estrategias, de preparaciones y de consideraciones técnicas entiendo conceptos que van más allá del fútbol.
En el fondo, supongo que como me parece irrelevante quién gane y quién pierda, todo esfuerzo me parece un desperdicio y le resto valor. En cambio, cada concepto debe tener valor por sí mismo para conseguir un objetivo. En fin, que no lo sé. Quizá sea que algunas personas me parecen más atractivas que el deporte.
Ayer, en el avión desde Valencia a Madrid, leí esta entrevista al futbolista Xavi, del Barcelona. Me parece excelente. El periodista que la realizó es Luis Martín.
Recuerdo que hace varios años leí otra entrevista buena a un futbolista que jugaba en el Valencia, pero no me acuerdo de quién era el jugador y tampoco de quién era el entrevistador. Quizá Cayetano Ros. No se me olvida el titular «Zidane te llena los ojos»
Me encantaría tener la facultad ver el fútbol así, para que me llenara los ojos. (Con Zidane me sucedía. Pero no era el fútbol. Era él.)
Tengo la misma sensación que tú. Es más, obsevo en el aficionado al fútbol algo que no ocurre en los seguidores de otros deportes: Quiere que su equipo gane sea como sea, no importa si el partido es malo, las decisiones del árbitro injustas o la victoria sea fruto de un golpe de suerte. Imagino que para la mayoría lo más importante es todo lo que rodea a ese mundo más que el deporte en sí, el espectáculo queda en segundo plano.
Llevo muchos años siguiendo el campeonato del mundo de motociclismo y nunca he tomado partido por ningún piloto concreto, aunque lógicamente haya unos que me gustan más que otros. Me gusta ver buenas carreras, adelantamientos espectaculares pero limpios y vueltas finales de infarto. Quienes ocupen las plazas del podio es meramente anecdótico, a veces el piloto que realmente te ha hecho disfrutar quizá ni termina la carrera. La Fórmula Uno sin embargo no me gusta, y además he observado que deseo que Hamilton pierda a toda costa, así que antes que acabar despotricando como un hooligan, prefiero no ver las carreras.