Hace tres meses publiqué que buscaba coche para mi amigo Ambrosio. Siento decir que después de todo este tiempo, y de haber probado cuatro coches diferentes, no tengo claro qué coche recomendarles. Ambrosio y Mercedes nos dijeron que su preferido era un Audi Q3 y yo, con su ayuda, elegí tres coches más para compararlos: un Ford Kuga, un Mazda CX-5 y un Subaru Forester.
El primer problema que me he encontrado es que como Ambrosio y Mercedes querían un coche automático, no he conseguido probar ni una sola versión con el motor que ellos querían. Todos los motores que he probado eran más potentes, o alimentado por gasóleo cuando quería gasolina, o alimentado por gasolina cuando lo quería de gasóleo. En fin, que a pesar del esfuerzo por encontrar coches, no he conseguido unidades equiparables.
Lo que si he conseguido es que Ambrosio y Mercedes se suban en todos los coches. Los cuatro les han resultados cómodos para subir y bajar de los plazas delanteras, que son las que ellos van a utilizar y el maletero, que era otra de sus preocupaciones también es suficiente en todos los casos.
Tenemos las medidas de las alturas del asiento con relación al suelo y del espacio para las piernas. Lo tenemos tanto en las plazas delanteras como en las posteriores. Los gráficos con esas medidas también los publicaremos
Ha sido una comparativa frustrante. Mezclar en la comparativa motores Diesel con motores de gasolina convierte la comparación en un conjunto disonante, porque la suavidad y el consumo de unos motores no permite equiparar las referencias con el otro. Finalmente, no queda más que realizar una prueba de oído.
Los dos coches cuyo interior resulta más acogedor, para Ambrosio y para Mercedes y también para mí, son el Audi Q3 y el Mazda CX-5. Los cambios automáticos que mejor funcionaban eran el del Audi y del Ford y también el del Mazda, aunque no está al mismo nivel, si bien en el Ford Kuga el cambio no puede llevarse en modo manual y a Ambrosio le gusta recurrir al cambio manual para reducir en las frenadas.
De los dos preferidos, el Mazda CX-5 es mayor que el Audi Q3, pero el espacio de las plazas posteriores no es prioritario para ninguno de los dos protagonistas. El respaldo de los asientos posteriores del Kuga son reclinables. Todos son plegables. La la tapicería de piel no es de serie en ninguno de ellos.
Para quienes tengan niños que las ventanas bajen completamente o no puede ser importante. Cuando yo era pequeño quizá fuera más importante que ahora. En verano viajábamos siempre con la ventanilla abierta y como no cabíamos en los coche los dos hermanos de los extremos tenían que apoyar el brazo sobre la ventana para hacer sitio. El cristal se clavaba de forma inmisericorde. Entonces no llevábamos ni sillitas, ni cinturones. Ahora quizá no sea tan relevante, pero yo me sigo fijando.
Además de la ventanilla, en las plazas posteriores es importante el volumen que ocupa el túnel central.
También es importante en las plazas posteriores la altura del asiento con relación al suelo y el espacio para pasar los pies. Daremos los datos en otra entrada.
Una foto que nunca puede faltar en mis pruebas. El detalle de unión entre el salpicadero y la puerta.
Lado derecho:
Lado izquierdo:
Llegados a este punto, ya tengo una idea clara de cuál es mi recomendación para Ambrosio y para Mercedes. El problema es que no existe un Mazda con motor de gasolina, tracción delanteray cambio automático que sería el que más se ajustaría a sus necesidades y que mejor les saldría de precio. Como la versión de gasolina, cambio automático y tracción total cuesta 6300 euros más que la versión Diesel de dos ruedas motrices, mi recomendación para Ambrosio y Mercedes es el:
Mazda CX-5 Style 2.2 D 150 CV 2WD Aut.
Es la versión con motor Diesel. La versión de gasolina funciona con más suavidad y cuesta menos dinero, pero también es cierto que para sus recorridos habituales por autovía y por su forma de conducir, la diesel les puede resultar más satisfactoria.
Mi segunda opción, que es la que coincide más con el gusto de Ambrosio y de Mercedes es:
Audi Q3 1.4 TFSI CoD 150 CV S tronic
Una vez que he elegido las versiones que considero más ajustadas para las necesidades de mis amigos, me encuentro los problemas. Por ejemplo, ninguna de las versiones automáticas de tracción delantera admite añadir Cámara de visión posterior, que cada día más me resulta de ayuda impagable, especialmente a partir de determinadas edades en las que cuesta más girar el cuello. Esta cámara, además, ayuda mucho a detectar los bolardos asesinos situados por debajo del nivel de visión por munícipes de todas las calañas. ¿Qué hacer? ¿Compensa pagar un dineral más por la cámara de visión posterior? Probablemente no.
En el Audi Q3 que he elegido, que cuesta 5000 € más que el Mazda 5 con motor de gasolina, la cámara de visión posterior sí está disponible, pero a un precio de 900 €. ¿Compensa? A mi juicio no.
Tengo que decir que con esta comparativa soy una vez más consciente de las dificultades con las que juzgamos los coches los periodistas, porque probamos siempre versiones muy bien equipadas. Sin embargo, cuando bajas al parterre de la compra, te das cuenta de que en las informaciones no detallas con suficiente cuidado el precio y en qué versiones está disponible cada uno de estos detalles. Y, al final, te compras un coche a bulto, porque lo tienen disponible en el concesionario, aunque tenga más equipamiento del que yo quería o menos de lo que yo realmente necesitaba.
Sí, lo sabemos todos cuando hablamos de coches, pero ¿no podemos buscarle solución?
Porque la cámara de visión trasera es un problema probablemente menor comparado con la tapicería de cuero que también quieren Ambrosio y Mercedes, porque en este coche no está disponible en las versiones automáticas de tracción delantera y con motor Diesel. ¿Qué hacemos? O renunciamos a la tapicería de piel o nos decantamos por el Audi Q3, en el que sí está disponible, por 2000 euros más. Finalmente la conexión Bluetooth para el móvil y el puerto USB suman otros 600 €. El control de presión de los neumáticos, los faros de xenón y la regulación en altura de los dos asientos delanteros es de serie.
El Audi Q3 con motor de gasolina de 150 CV, con cambio automático y el equipamiento solicitado por Ambrosio y Mercedes tiene un precio de 35.590 €. Habrá que ver si conseguimos un precio mejor en los concesionarios.
Para encontrar un Mazda CX-5 automático y con tapicería de cuero tenemos que ir a la versión Mazda CX-5 Luxury 2.0 160 CV 4WD Aut que según nuestra base de datos tiene un precio de 34.235 € y que está mucho mejor equipada de serie que el Audi Q3. Además, por sólo 150 € adicionales, puede disponer de la tapicería de cuero blanco que tanto le gustaba a Mercedes.
El consumo por carretera de esta versión de gasolina es un 22 por ciento superior al de la versión Diesel de dos ruedas motrices y un 14% superior a la del Audi Q3.
¿Compensa la tapicería de cuero? Imposible de saber.