Estudios previos para ser el mejor chófer
El día en que iba a ser chófer de Rafa Nadal, me levanté a las 8:30 de la mañana para tenerlo todo bien preparado. Mi puerto no era el aeropuerto, sino el edificio de KIA. Me hubiera gustado soñar que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna y ser feliz por un instante en el sueño. En cambio, dormí poco porque había trabajado hasta muy tarde y salté rápido de la cama para prepararme a ser el mejor chófer del mundo.
Cogí la moto para estudiar el recorrido. Hace unos años había intentado ser chófer de otro tenista, por lo que ya había estudiado el camino. Por si acaso, lo repetí, para tenerlo fresco y llegué hasta la entrada de jugadores.
— Buenos días. Una pregunta.
— Que sea fácil.
— ¿Es esta la entrada de jugadores? Luego voy a traer a un jugador —Las explicaciones venían a cuento por la cara de recelo con la que me miraba
— Sí, es por aquí. Pero con la moto no pueden pasar.
— No, lo traeré en coche. Sólo quiero conocer bien el camino para no equivocarme.
— Es por aquí.
Di vueltas con la moto por las diferentes salidas de las vías principales y por los diferentes accesos. No quería tener ningún contratiempo. Incluso si cortaban una calle quería tener alternativas. Pero por más tiempo en el que estudié la zona, no encontré alternativas.
Feliz por mi trabajo, me fui a la redacción, para estar relajado para cuando llegara la hora de ir a KIA.
Encuentro sin peloteo
Nadal llega a la rueda de Prensa organizada por KIA y los fotógrafos empiezan a disparar. Nadal no facilita el trabajo, baja la mirada, se toca la cara, se echa hacia atrás en su silla. Parece incómodo. Luego, en la conferencia de Prensa, cuando el Director General de KIA habla de él, también parece incómodo y da la impresión de que querría esconderse y desaparecer.
(Llegué a la rueda de prensa preparado para ser chófer. No pensé en la cámara de video y utilicé como recurso de emergencia el teléfono móvil. La mejor forma de contarles lo que veo es traerles voz y sonido. Los resúmenes los pueden encontrar en los informativos. Sujeté, orienté y abandoné el teléfono a su suerte tras el cartelito con el nombre de Nadal, con la esperanza de que el encuadre sirviera para algo.)
Empieza la rueda de prensa. El Director General de KIA, Raoul Picello, anuncia la renovación del contrato. Es Rafael Nadal quien da el dato de la renovación por cuatro años. En el video se ve cómo, cuando hablan de él, Nadal parece querer esconderse. Le veo y me recuerda a la frase que leí de su tío, Toni Nadal: «Esto es un juego. Creerse alguien por jugar bien al tenis sería tan estúpido como creerse alguien por jugar bien al escondite». Rafa Nadal utiliza también la palabra juego cuando se refiere al fútbol y a la rivalidad entre el Barcelona y el Madrid. «El deporte, el fútbol, es un juego» dice, y muestra su disgusto por la tensión que produce. Éste es Nadal o, al menos, 15 minutos de su vida. De una vida que se toma el juego muy en serio.
Al final de la rueda de prensa Nadal atiende las peticiones de los periodistas, que le piden autógrafos. El jugador, responde, al resto, con enorme amabilidad. Dedica todo el tiempo que sea necesario a firmar camisetas, papeles y lo que sea. Escribe frases larguísimas para la dedicatoria. Me cuesta creer que yo aceptara peticiones de ese estilo. Dentro de la pista quizá sólo juegue, pero fuera de la pista trabaja a conciencia.
Después de atender todas las peticiones, entrega las llaves de un Picanto ganado mediante un sorteo cuyos beneficios se destinan a la Fundación Nadal. La risa y la cercanía con la mujer que ha ganado el coche es reveladora. Nadal parece comodísimo en la relación uno a uno y dedica a la mujer todo tipo de sonrisas, comentarios y tiempo para las fotos. Los dos parecen igual de encantados.
Después de todos los actos oficiales, Nadal comía en las oficinas de KIA. Un coche oficial del Torneo de Madrid venía a recogerle, pero de las oficinas de KIA iba a salir en un KIA. Me ofrecen la posibilidad de llevar a Rafa Nadal en coche durante esos doscientos metros. No lo dudo. Chófer de Nadal durante 200 metros. Mientras Nadal come, le espero en la recepción del edificio. Un chófer sobre todo espera. Yo sé esperar. El coche está fuera, al sol, pero no hace calor. Es blanco, no me preocupa. Abriré las puertas dos minutos antes de que llegue para que se airee. Todo controlado.
El centro del mundo
En la recepción del edificio, esperan dos chicas que trabajan en una empresa cercana. Están inquietas. Por fin, se atreven a preguntar. «¿Sabéis si va a pasar por aquí Nadal?» Preguntan a todo el mundo que pasa. Unos les dicen que sí, otros que no, otros que saldrá por el garaje, otros que tardará cinco minutos, otros que tardará una hora. Maite, una de ellas, empieza con las dudas a los diez minutos:
— Me quedo sin comer.
Diez minutos más tarde:
— Espero hasta y media, que ya no tengo 15 años.
Otros diez minutos:
— Me voy a comer. Él no se quedaría sin comer por mí —. No se mueve del sitio.
Pasa la mujer que limpia el edificio, con el cubo y la fregona. Le pregunta si lo ha visto, si sabe cuándo va a salir «porque tengo que comer».
— Claro que lo he visto. Vale la pena que te quedes sin comer para ver ese cuerpo —y desaparece por una puerta.
Al cabo de otros diez minutos vuelve a pasar por la recepción con el cubo y la fregona. Las dos chicas siguen allí:
— Lo que os puedo decir es que está guapísimo — y vuelve a desaparecer.
Las dos esperan con la incertidumbre de si Rafa pasará por allí o no pasará. No he mirado el reloj, pero pueden llevar casi una hora. Están con el bloque de «Post-it» en la mano, supongo que para que les firme un autógrafo en ese papelito amarillo. Efectivamente, ya no son unas niñas.
Me acerco a fotografiar el coche en el que teóricamente tendré que llevar a Rafa. Soy consciente de que, en el mejor de los casos, será imposible hacerle una foto al lado del coche. En la calle esperan más chicas. La noticia ha corrido por los edificios de oficinas cercanos. Les digo a las chicas que preguntan por Rafa que les voy a hacer una foto y que la voy a publicar. Todo les parece bien. Lo único que quieren es que llegue pronto, que tienen que ir a trabajar. Me da la impresión de que se arriesgan a reprimendas en el trabajo, pero no pueden separarse de esa puerta por la que esperan ver aparecer al tenista de sus sueños.
El KIa Sportage, blanco, espera al pie de la escalera.
Me avisan de que Nadal ya llega. Estoy en la calle. Creo que las dos chicas que esperaban dentro han conseguido lo que querían. Fuera, Nadal también atiende a las personas que esperan.
Poco después, un grupo más numeroso se acerca corriendo. El espanto se refleja en su cara durante un segundo. Con amabilidad y cara de fastidio que interpreto por no poder satisfacer el deseo de quienes esperan les dice que se tiene que ir. Uno de sus acompañantes, que va con americana y parece el jefe de la expedición, lo arranca hacia el coche, que ya está con las puertas abiertas.
En los 25 metros que hay entre el edificio y el coche, Nadal ya ha conseguido contactar con alguien a través del teléfono. Quizá le estaban llamando. Sube, hablando, en el asiento trasero derecho. Su voz ha cambiado. Nada tiene que ver con la que he escuchado hace una hora en la sala de prensa. Habla con alguien de forma muy amistosa, como si se alegrara mucho de hablar con él. Oigo unas cifras, pienso que quizá pueda hablar de la tensión más adecuada para el cordaje de las raquetas.
Apenas salimos de las oficinas de KIA el chivato del cinturón de seguridad empieza a pitar. Sólo yo lo llevo puesto. Nadal y sus dos acompañantes no se lo han abrochado porque no van a estar en el coche ni doscientos metros. Llegamos inmediatamente al punto en el que les espera el coche de la organización. Sus acompañantes se bajan casi antes de llegar. Me giro y Nadal, todavía sentado, habla por teléfono con la puerta abierta. Estira el brazo derecho para darme la mano. Se la doy a medias, porque en escorzo resulta difícil. Me guiña el ojo mientras sigue hablando por teléfono.
Baja del coche, va hacia el maletero, coge sus raquetas y las cambia él de coche.
El otro de sus acompañantes, que no sé por qué me imagino que es su fisioterapeuta, se despide de mí desde la calle. Me saluda con la mano y se sube al coche de la organización.
Ni siquiera le deseé suerte. Tampoco estoy seguro de que a Nadal le guste que le deseen suerte.
Madre mía, tanta parafernalia para 200 metros… (sí, yo también habría accedido a ser su chófer).
Curiosa crónica. pero me gustaría destacar una cosa, y es la humildad de las grandes gentes. Mi padre decía que los mediocres (en su profesión y en su personalidad) se creen por encima de todo, y la grandes personas saben ser cercanas en todos los sentidos. En el mundo de la música, al menos la aficionada, que es la que yo conozco, los novatos tocan con cualquiera, porque quizá sean inconscientes. Los «mediocres» no dejan que nadie toque con ellos. No se arriman a los mejores, porque les quedan grandes, pero tampoco dejan que los nuevos colaboren con ellos, porque se creen por encima. Lo «grandes» de verdad, tocan con cualquiera, con los buenos en los conciertos, pero también saben tocar con los niños a pie de calle, porque en el fondo no se creen más que nadie.
Y esto es lo que me gustaría sacar de esta crónica. Rafa estuvo dos minutos en el coche, podía no haber mirado con quien iba, quien le llevaba, pero, humildemente, supo agradecer a quien le hizo servicio por dos minutos. Y eso es lo que quiero poner de relevancia, que realmente las «grandes» personas son aquellas que saben ser agradecidas. La soberbia no lleva a ninguna parte, y supongo que si eso se lo aplicara mucha «grande gente» se convertirían en «gente grande» y todo iría mejor.
Saludos
Hola a todos.
En mi opinión, ha «teletransportado» a un ejemplo para la sociedad durante 200 m. (parafraseando su artículo anterior).
Gracias por compartir sus experiencias -fugaces o no- con nosotros.
Saludos desde Zgz.
Sr. Moltó, gracias por compartir su experiencia, breve pero intensa.
Aparte, precisamente ese coche que usted a conducido 200m, es el que le proponía para la prueba de 100.000Km. ¿que le pareció?
Charles, ni siquiera sé decirle si era manual o automático.
Un Lujo que conlleva un sacrificio. Pero al final su recompensa «»compensa»». Un Abrazo.
Gracias por compartir tu experiencia y especialmente por transmitir los pequeños detalles. Son esas pequeñas acciones y gestos los que nos hace sentirnos especiales, nos genera grandes dosis de felicidad y en la mayoría de casos cuesta poco, y da la sensación de que Nadal lo practica con bastante naturalidad.
Felicidades por tu crónica. Merece la pena su lectura.
Mi abuela que tiene 94 años tiene autentica adoración por Nadal. Dice que hacía tiempo que no veía a un chico que representase tantos buenos valores como él y creo que esta crónica es clar ejemplo. PD: No sé si es el espacio indicado pero a mi también me gustaría ser por una vez chofer, bien de gente vip como usted o bien de un coche famoso, como va a ser el de la prueba de larga duración de km77….. (ahí lo dejo…)
Hay un dato sobre Nadal que a mí me parece de la mayor importancia: paga sus impuestos en España (debe de ser el único deportista de élite que lo hace, o casi). Si no es una estrategia para meterse a político en breve, es muy digno de elogiar.
Hay otros muy simpáticos (y otros poco simpáticos) y muy «solidarios» y muy «españoles» que prefieren «vivir» en paraísos fiscales.
@Jota.- A mí no me parece mal tratar de pagar menos impuestos, ¿a usted sí?, ¿por qué está mal que uno fije su residencia donde le convenga?. Que pague sus impuestos aquí o allá no lo convierte en mejor ni peor persona de lo que es ni hace su tenis más o menos formidable.
Rafael Nadal es, al decir de quienes le conocen, una persona normal, huída de divismos, que se gana la vida haciendo lo que sabe: jugar al ténis. Que mire por sus intereses me parece sanísimo.
Si le apetece pensar en términos impositivos, pregúntese por qué es frecuente que muchos sitúen sus residencias fiscales fuera del territorio nacional. Reflexione: si el panorama impositivo español fuese razonable o equilibrado, ¿habrían fijado sus residencias fiscales aquellos a los que alude en otras latitudes?. Y más allá de los impuestos ¿qué pasa si a uno le gustan más los lagos de Escocia, o la tranquilidad de centro europa?.
Qué manía con amoldar al personal a las manías resentidas de cada uno, oiga, qué pesadez.
JM
Los que mas ganan tienen perfecto derecho a librarse de pagar impuestos cambiando de residencia, faltaria mas. Los demas tenemos perfecto derecho a saberlo, y evidentemente a que nos parezca muy bien, medio bien o mal. Curioso que todos los paises tienen sus ejemplos: los rockers ingleses en Suiza, la Vicario en Andorra, Google en Irlanda. En todos los paises siempre hay quien le parece mal pagar impuestos, aunque sean razonables o equilibrados.
Los que mas ganan tienen perfecto derecho a librarse de pagar impuestos cambiando de residencia …
Error. No se libran de pagar impuestos; es sólo que al residir en otro lugar, pagan los impuestos en el lugar en el que residen.
Los demas tenemos perfecto derecho a saberlo y evidentemente a que nos parezca muy bien, medio bien o mal.
Error. A usted no le ampara derecho alguno a saber dónde reside nadie. Faltaría más que usted tuviese el derecho de conocer dónde vive la gente. La gente vive donde le da la real gana y -en eso sí le doy la razón- a usted eso le puede parecer bien, mal o medio pensionista.
Curioso que todos los paises tienen sus ejemplos: los rockers ingleses en Suiza, la Vicario en Andorra, Google en Irlanda.
Me acaba de mezclar usted a personas físicas con instituciones, ¿es que tampoco las empresas pueden establecerse donde les convenga?.
En todos los paises siempre hay quien le parece mal pagar impuestos, aunque sean razonables o equilibrados.
Estoy seguro de que habrá gente a la que le parecerá mal pagar impuestos, sólo confío en que su broche no haya sido la consecuencia de un entendimiento deficiente de mi mensaje y por tanto no haya querido atribuirme un pensamiento que me es tan ajeno como su comprensión lectora sobre el alcance de lo manifestado.
JM
No me parece mal tratar de pagar menos impuestos.
Me parece mal si se hace defraudando o si se es ciudadano español para lo que conviene (recibir ayudas, subvenciones…) y ciudadano andorrano para pagar impuestos.
Y me parece mal que alguien se pase toda la vida recibiendo ayudas públicas (salidas de los impuestos que yo pago) para luego irse cuando toca contribuir. Y lo que peor me parece no es eso, sino que encima salgan con discursitos patrioteros o dando moralinas.
No conozco a nadie de los que hablamos que se haya domiciliado en Nigeria o Marruecos, pese a la belleza de su paisaje. Ni tampoco se van a países «normales». Se van a paraísos fiscales, que son una cosa muy distinta (algunos casi no son físicamente, como Andorra, Gibraltar y algún otro de nombre más germánico).
Y, en efecto, soy un resentido fiscal. Pero no es raro que lo seamos los cuatro idiotas que pagamos impuestos en España. No esperarán que además de sufragar los cheques bebé, los neumáticos y las bombillas de los defraudadores que ganan más que nosotros pongamos una sonrisa de anuncio, ¿no?
Y, en relación con los impuestos en general, y con España en particular, un artículo de un catedrático de economía aplicada:
http://elcomentario.tv/reggio/la-importancia-de-los-impuestos-de-xoaquin-alvarez-corbacho-en-la-voz-de-galicia/26/09/2010/
Np hay que confundir elusión fiscal, con evasión fiscal. Los deportistas, empresas, etc, afincados en otros lugares, hacen lo primero. Los que defraudan hacen lo 2º.
Otro planteamiento es el siguiente. Pau Gasol, trabajando para un equipo americano, cotiza y paga impuestos en EE. UU. Nadal u otros atletas de élite que juegan torneos internacionales, ¿representan a nuestro país o juegan como individuales? Otra cosas son las Olimpiadas y demás.
La empresa para la que trabaja F. Alonso, ¿ es española o italiana? ¿Por qué nos debería llamar la atención donde reside F Alonso y no otros trabajadores del sector deportes, banca, automoción, medicina, etc que tambén trabajan en el extranjero?
¿Qué diferencia a F. Alonso por poner un ejemplo con otros personajes que salen en el Madrileños o Españoles por el mundo?
Ráfagas, GTO.
Sr. Moltó, si no sabe decirme si era manual o automátcio, es que confluyen 2 grandes frentes: el 1ª conduce usted muy fino cualquier versión, 2º el susodicho coche va de lujo.
Anímese y pienselo para incluirlo en su quiniela particular de opciones para los 100.000Km.
Igualmente y aunque sea repetitivo, agradezco siempre sus relatos y este en particular.
Yo lo tengo claro. Que paguen los impuestos donde les parezca bien pagarlos si cumplen con la norma. Pero, ninguno de los que paga los impuestos fuera de España debería formar parte de la selección española.
Yo no pagaría a los deportistas ingresos elevados (A ver cómo nos ponemos de acuerdo en qué significan ingresos elevados) por jugar en la selección española, pero este es otro asunto.
Javier
Charles, debía de ser manual. Casi seguro. Pero no lo recuerdo y ni me fijé. Tenía que prestar atención a demasiadas cosas y puse el piloto automático. Si lo pregunto, seguro que me lo dicen, pero tampoco va a servir de nada. No recuerdo si cambié de marcha, si pisé el embrague, si no había embrague… (No tengo ni la más remota idea. Lo siento. Soy hombre, sólo tengo capacidad para fijarme en las cosas de una en una 🙂 Puedo poner el piloto automático y no enterarme absolutamente de nada del coche, pensar en cualquier otra cosa y redescubrir el universo. Sólo recuerdo un instante de tensión al subir al coche ¿Dónde va la llave de contacto?
Gracias por su última frase.
Joder con el sargento chusquero.
Librar: desembararazar a alguien de un problema u obligación
Los que mas ganan tienen perfecto derecho a desembarazarse de la obligación de pagar impuestos cambiando de residencia. Tiene razón, deberia ser «tantos impuestos» o «de parte de la obligación». Porque me imagino que lo hacen para eso, ¿no? Y no niego que Suiza o Andorra tienen su encanto si te gustan las montañas y el esqui.
En lo del derecho, le doy toda la razón. Es cotilleo puro.
No recuerdo haber dicho que empresas (o personas) no puedan establecerse donde les convenga. Es mas, es obligación de las empresas hacer lo que les convenga, dentro de la ley o fuera, si no se entera nadie.
Si coincidimos en que en todos los paises hay gente que no le gusta pagar impuestos, ¿como me dice esas cosas tan feas, hombre? Pero le vuelvo a dar la razon, deberia haber escrito «En todos los paises siempre hay quien le parece mal pagar tantos impuestos, aunque sean razonables o equilibrados». Espero que su comentario no sea consecuencia de un entendimiento deficiente de mi mensaje que a su vez pudiera serlo de un entendimiento deficiente del suyo y por tanto no haya querido atribuirme el pensamiento o la intención de acusarle de querer pagar menos impuestos o de querer no pagarlos en absoluto. Ya se que no deja de pagarlos porque no puede evitarlo.
Por la frase no le voy a pagar derechos de autor, por si lo ha pensado. Esa frase se la oigo a Paco Martinez Soria en las peliculas esas en las que hace de alcalde de algun pueblecito a los pies del Moncayo. O parecida.
Y Nadal me parece una persona encantadora, un magnifico deportista y por una vez en un personaje con tanto protagonismo, un buen ejemplo para grandes y chicos. Y en el anuncio de Kia dice que no cambiaria de amigos, ni de coche, ni Baleares por Miami…
Como han explicado anteriormente en general se pagan los impuestos en el lugar en el que se realice la actividad económica. Eso significa que si Fernando Torres vive en Inglaterra y juega en un equipo Inglés paga los impuestos que le corresponden en el Reino Unido y por el dinero que gane jugando en la selección Española paga sus impuestos en España. Los impuestos se pagan allí donde se genere la actividad aunque luego haya acuerdos entre paises para hacer mas fácil las declaraciones.
Les pongo yo mismo como ejemplo aunque sea un simple informático. Trabajo para una empresa Española contratado desde España pero estoy temporalmente desplazado en el Reino Unido, pago impuestos Ingleses por mi sueldo porque mi trabajo lo hago en Inglaterra aunque se me pague en euros desde España y se me ingrese el dinero en una cuenta Española. Por el dinero que genera mi cuenta corriente en España pago impuestos Españoles porque ese dinero se crea en España.
Si hiciésemos que la gente pagase sus impuestos basándose en su ciudadanía tendríamos un caso mayor de evasión fiscal porque un país podría dedicarse a nacionalizar gente para que paguen sus impuestos allí aunque ni vivan ni trabajen en él generando gasto a otros estados sin que ingresasen dinero en él. Sería bastante injusto para los Suizos que Fernando Alonso viviendo allí y haciendo uso de las infraestructuras y servicios de Suiza pagase sus impuestos en España.
He de confesarle que la frase me ha gustado más que su propensión a colgarme etiquetas que me hacen de sufril y de sufril.
JM
Señor Moltó, no olvide poner a Rafa Nadal en su quiniela para hipotéticos presidentes de la III República. Dudo que le interese, dudo que el rebaño al que pertenezco merezca alguien como parece ser él; no me cabe duda de que necesitamos esa clase de persona.
Otra cosa Sr. Moltó:
Espero que no se enfaden en Kia al leer su relato, porque en él se afirma que el modelo de la marca sólo se usa unos 200 metros, suficiente para que el acto de promoción culmine «como es debido»… aunque ahora que lo pienso, no se menciona la marca del coche que «le relevó» en su encomienda de chófer.
Ya veo los titulares: «Nadal cambia Kia por ….. »
Agl.
Pobre Nadal. Ahí todavía no sabía la que le iba a caer con el Djokovich en Madrid… snif.