El mus del autobús
La cita era a las 12:30. Llego en punto porque me habían asegurado que ellos no serían puntuales. Viajan en una Mercedes—Benz Viano V6 de 204 caballos, siete plazas, con asientos de cuero. En la parte posterior llevan los asientos enfrentados. No me parece lo más cómodo para un viaje largo, pero no digo nada. Ellos sabrán.
El objetivo es estar a las 18:00 en Murcia. Hay tiempo, son 415 km, pero tenemos que parar a comer. Salimos sobre la una. Creo que antes de arrancar la Viano ya oigo, “sí, no, paso, paso, no, sí, lo veo”.
Álvaro Urquijo, el Jefe, líder de Los Secretos, va sentado a mi lado. Víctor, (el Manager del grupo) le avisa sólo salir de que le harán una llamada para entrevistarlo desde una radio de Majadahonda. En la M-30, poco más de un kilómetro después de la salida, el mus ya genera los primeros piques.
Álvaro enchufa y pone en marcha el navegador TomTom que llevan en la Viano. Avisa de los radares fijos pero yo no supero la velocidad máxima recomendada. Salimos por la carretera de Andalucía hacia Ocaña, para coger luego la AP-36 hasta La Roda. Voy al máximo legal continuamente. Ellos no me dicen nada, no se quejan y yo no pregunto. Parece que van cómodos, todos concentrados en el mus, salvo Ramón (guitarra) que duerme desde el mismo instante que el resto de la banda se ha puesto a jugar. Álvaro juega con su teléfono móvil, con los cascos puestos. Supongo que va escuchando música.
Cuando le llaman desde la radio, el griterío en la parte trasera es considerable. Ramón duerme o disimula y los otros cuatro gritan y se pelean. Álvaro habla cada vez más agachado, intentando que no lleguen los gritos que vienen de atrás. Imposible. Yo hago gestos, meto la mano entre los asientos, incluso me giro para que bajen la voz. Ni caso.
Finalmente, Álvaro, que ya no puede agacharse más entre sus piernas, se gira y agarra el brazo de Juanjo (bajo), que va sentado detrás de él, mientas responde a las preguntas. Por fin se apaciguan y Álvaro puede acabar la entrevista. No se queja al acabar.
Víctor, que está pendiente de todo, lleva el control de cada detalle, me pregunta cómo vamos de “caldo” y me dice el punto exacto en el que está una estación de servicio para repostar. Vamos en reserva, pero llegamos bien. Lleno el depósito y caben 77 litros (76,88). Intento llegar a los 77 exactos, pero no cabe más. Cuando vuelvo a subir, ya están de nuevo jugando al mus. Han interrumpido la partida durante unos segundos, para estirar las piernas y ya están de nuevo enfrascados.
Paramos a comer en La Roda (todo planificado por Víctor) y durante la comida hablamos de economía y política. También de música. En la discusión sobre política, como en cualquier lado, surgen las tensiones. Llega la hora de pagar y se niegan a dejar que pague mi parte proporcional. Dividen a partes iguales, menos uno.
Después de la comida, abundante para todos (no para mí, que tengo que conducir) pensé que se impondría una siesta de furgoneta. Ramón, que ha pasado todo el viaje dormido (no me dejáis dormir) tiene más necesidad de sueño. Su respaldo reclinado le acoge y le oigo roncar antes de girar la llave. Los demás, envidan.
En esta segunda parte del viaje, con más confianza, hablamos mucho Álvaro y yo. De política, de economía, de música y derechos de autor. Álvaro tiene claras sus ideas políticas y también que internet upone un cambio para el negocio de la música. “Esto acaba de empezar. Es inevitable un cambio de modelo de negocio. Las discográficas han ganado mucho dinero con la música, mucho más que los músicos. Hay que luchar contra la piratería, pero no a favor de las discográficas, sino de los músicos”.
Llegamos a Murcia. El mus se acaba poco antes de entrar a la ciudad. La paliza ha sido tremebunda según oigo desde el puesto de chófer. Llegamos al hotel. También me invitan. Intento pagar pero ya está pagado. Todos me tratan con mucho afecto.
Después viene el ensayo, con la puesta de sol, y aprovecho para hacerles fotos. La cita para el concierto es a las diez. Víctor me deja pasar con ellos.
Se me acerca un hombre, con pinta de mandar mucho. Me ve cerca de los músicos. Me saluda afable:
—Hola, soy xxx—(no pude retener su nombre. Era un apodo)
—Hola. Yo el chófer— le contesto con su misma amabilidad
—Imprescindible— me dice con una sonrisa.
Ser el chófer es el mejor pasaporte. “Soy el chófer” le digo a los vigilantes de seguridad y me dejan entrar hasta el escenario. (Gracias a eso puedo hacer esta foto desde la parte de atrás del escenario que raramente hubiera tenido oportunidad como periodista)
Hay muchísimo público (casi 10.000 personas me dice Víctor al acabar) que les obliga a repetir varias canciones. Cuando termina veo a todos contentos y a mucha gente a la espera de recibir su autógrafo. Algunos han esperado mucho para estar en primera fila.
Me voy a dormir que a la mañana siguiente tengo que conducir. La cita es a las diez. Ellos tienen que llegar hasta Oviedo, donde actúan por la noche.
Después de un buen desayuno, salimos hacia Madrid, donde yo termino mi trabajo. Intento utilizar mis poderes mágicos y teletransportarlos, para que lleguen pronto a Oviedo. No soy capaz. Los llevo hasta Las Rozas, en Madrid, y ellos siguen por la carretera. Cuando yo me bajo, se quedan cortos para jugar al mus. Han comprado películas en la gasolinera y van a parar pronto a comer cordero. Los viajes son largos, pero lo tienen asumido. Tienen recursos para entretenerse.
(Las fotografías son de José Robledo. Están hechas durante la prueba de sonido de un concierto en Mahadahonda. Las dos fotografías con público son mías, hechas en Murcia)
**********************
Próximos conciertos de Los Secretos:
1 de octubre – VALLADOLID – centro cultural Miguel Delibes – 21:00
3 de octubre – SORIA – plaza mayor – 21:00
10 de octubre – ZARAGOZA – plaza del pilar – (s/c)
29 de octubre – GRANADA – Mae West – (s/c)
31 de octubre – MALAGA – Auditorio de la diputación de Malaga – (s/c)
6 de noviembre – MALLORCA – sala Assaig – 22:00
7 de noviembre – MENORCA – teatro Mahon – (s/c)
13 de noviembre – DONOSTI- teatro Victoria Eugenia – 20:30
28 de noviembre – BURGOS – Espacio Caja Circulo – (s/c)
18 de diciembre – MADRID – Palacio de los deportes – 21:30
**********************
Agradecimientos
Gracias a Mercedes—Benz y a su director de comunicación por ayudarme a conseguir este “trabajo”. Gracias también a Víctor García por su ayuda y a Los Secretos por dejarme ser su chófer. Ser el chófer de alguien entraña mucha responsabilidad, especialmente en viajes largos. Yo la asumo y agradezco enormemente que me den la confianza. Ha sido un placer. Espero que tengáis mucho éxito y muchas partidas de mus.
Yo siento curiosidad por una cosa, que me gustaría saber.
Cuando usted hace un servicio de estos, ¿se presenta a sus conducidos como su chófer, o como un periodista que hace de chófer?. ¿Sabe alguien más entre los conducidos que luego escribirá sobre ello?.
Es interesante este ejercicio que hace porque puede retratar a sus conducidos en la naturalidad de su propia salsa, como son realmente sin la distorsión de presentarse ante el foco de un periodista en la oficialidad de una entrevista tradicional.
JM
Hola JotaEme,
Depende. Por ejemplo, en el Festival de San Sebastián, los músicos no sabían que yo era periodista. Los Secretos sí estaban avisados.
Exactamente eso que dice era mi objetivo. Pero no le tengo pillado el truco a este reportaje. Creo que la idea tiene potencial, pero no le acabo de pillar la clave.
Para hacer este reportaje me declaro «mejor chófer que periodista». Intento ser el mejor chófer del mundo. Eso incluye no contar nada que no se pueda contar, evidentemente. Y esa parte es antagónica con el periodismo.
Imagínese que en el ejercicio de mi trabajo tengo que ir a buscar al novio de una actriz a su casa para llevarlo a casa de su amante. Pura prensa del corazón. Pues yo, lo haría, porque durante el tiempo que digo que hago de chófer hago de chófer, escrupulosamente (me visto como me tenga que vestir, abro las puertas, les dejo que elijan si quieren subir atrás o delante…), y obedezco a mi jefa, claro. Pero luego no puedo contarlo.
Aun así, me interesa mucho seguir experimentando, aunque no le haya encontrado el tranquillo para sacarle todo su jugo. En ello estoy.
Javier, ha tenido la suerte de conocer a un grupo de personas admirable.
Tengo la suerte de conocer personalmente a los Secretos, sobre todo a Alvaro y a Ramon, que tocaba todos los jueves en un local que yo llevaba, hace eoness. Organice un concierto en ese local en las rozas cuando aun estaba Enrique con ellos. Bajaron su cache para poder tocar como favor personal.
Que grandes son, les mando un fuerte abrazo.
Yo paso de cohecho, yo talegos en un sobre o talón conformado y to pedo y palante a probar otro coche, con Don Javier de copiloto.
Don Javier (y demás parroquianos), si me permite que le recomiende para su próximo tránsito por la provincia de Albacete, por puro afán gastronómico y sin ánimo de hacer publicidad (no diré nombres) un buen sitio para comer en carretera, hay 15 km más adelante de La Roda (en dirección a Levante) un pequeño pueblo llamado La Gineta que tiene un buffet-barbacoa que es digno de visitar. Si alguna vez pasa por allí ya me contará que opinión le merece.
Por lo que he leido la mayoría le tratan de manera diferente a la que seria la relación habitual de un chofer, durante mi servicio militar fui el conductor de un Coronel y no se parece mucho a lo que nos cuenta.
Y qué tal va la Viano?
Hola a todos.
En Zgz. tendremos el placer de disfrutarlos el sábado 10 de Octubre a las 22:30 en la Plaza del Pilar ( están todos invitados, es gratis ).
Javier, creo que si le diese un enfoque médico al asunto en vez de periodístico, digeriría mejor la situación: imagínese que es usted el típico psicoanalista que recibe a sus pacientes en el típico diván. Desde este punto de vista se dedicaría a lo mismo que en la vida real: a conducir. A Los Secretos les lleva por la carretera y a los pacientes les transportaría a un estado de desahogo. Y siguiendo con el juego de palabras, recuerde que la confidencialidad debería respetarla tanto si es chófer de Los Secretos como si es médico (el famoso secreto médico que sólo puede derogarse en circunstancias concretas).
En fin, que me ha gustado el artículo, y que le envidio (me da igual que me incluyan en la lista de «balls of the year»).
Saludos desde Zgz. (Hasta que llegue con estos artistas le esperaremos con el cachirulo en el cuello y el porrón en alto).
Habiendo comido por La Roda supongo que no faltaron miguelitos de postre. ¡Qué envidia!
Ricardo LV, no se corte, diga nombre y localización. Eso no es publicidad. Es información si usted lo conoce y sabe que es digno de visitar. Diga exactamente de qué sitio se trata. Sin tapujos. Aquí no llevamos 🙂
Exeo, estoy de acuerdo con usted. Este reportaje es más provechoso como experiencia personal que como materia para ser relatada. A mí me sucede en ocasiones y me da rabia. Me gustaría ser capaz de trasladarlo.
svexup, yo también fui conductor en la mili. No tiene nada que ver. En la mili llevaba una pistola en la cintura cuando llevaba a oficiales. Era otra cosa, sí. Tuve un viaje memorable con un teniente, desde Málaga a Madrid en un Land Rover que no pasaba de 80 km/h, en el que discutimos de política. Discutimos de democracia, de la necesidad del ejérccito y de la obediencia debida. Fue después del 33 F. Un teniente que era un gustazo. Lástima que haga tanto tiempo y no me acueerde de su nombre. Si no lo incluiría en el chófer de…
David. No le sé decir qué tal va la Viano. Bien en términos generales. Los músicos estaban muy contentos con ella. Yo sé que tiene potencia suficiente y que el conductor va cómodo. Pero cuando hago este reportaje voy tan concentrado en cocnducir con suavidad y en fijarme en detalles de lo que ocurre en el interior, que casi no me entero ni de qué coche se trata. (Ayer fui a repostar en un reportaje del chófer, un coche automático, y cuando llegué al surtidor no sabía si era Diesel o Gasolina).
Gracias Altro71.
Tito, esta vez no hubo miguelitos. No los pidió nadie. A mí me cuesta dejar pasar esa oportunidad. Pero me contuve.
Me ha gustado el reportaje pero quizá esperaba algo más personal: la visión del chófer, no la del periodista. Supongo que pillarle el truco es difícil. Las fotos me han confundido al leer el reportaje. No son del chofer de Los Secretos. Son buenas, pero parecen de otro reportaje… Hubiese preferido alguna del restaurante de la Roda o de la Viano por las carreteras o gasolineras de Murcia.
También me hubiese gustado saber en qué momento al chofer le apetecieron unos miguelitos pero tuvo que contenerse porque nadie los pidió.
¿33 F? 😀
¿Tuvo tiempo de mirar si el Viano estaba matriculado como turismo o como vehículo mixto? Porque entonces el límite de velocidad es diferente, y los radares no perdonan.
Efectivamente Javeir, la mili era otra cosa, pero me referia mas a la relación que hay entre un chófer personal que uno esporádico para un viaje ocasional, esto último es parecido a la relación que uno puede entablar con un taxista a la relación de jefe-empleado que tiene un chófer de servicio.