¿Por qué a las personas cuando se enamoran les apetece vivir juntas? ¿Es el amor un pegamento? ¿Es un pegamento un buen contrato?
(No hace falta que contesten, claro)
Sobre el autor
Javier Moltó
Empecé a trabajar como periodista probador de coches en 1985, en la revista AutoHebdo. Después trabajé en Coche Actual y Motor16. Desde 1994 a 1999 informé de asuntos económicos tanto en Madrid como en Londres, donde trabajé en Bloomberg. En 1999 fundé km77.com, empresa con la que sigo empeñado en el objetivo de dar la mejor información de coches de la que somos capaces.
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Si se enamoran de verdad- sienten realmente lo que es el amor,y no me refiero a la pasion que se confunde en muchas ocasiones,para compartir las cosas juntos,vivencias,momentos,vida cotidiana,saber que siente esta persona en cada instante,
Si es un buen pegamento?Sí,¿es de buen contacto?Si las dos partes no aceptan bien el pegamento,no se pegará,pero como pegamento,es bueno.
Jeje acabo de volver a casa y me disponía a mirar la cartelera para mañana después de comer; como casi todos los que nos dejamos caer por aquí, no puedo abrir el navegador sin antes o después entrar en km77.
No se me vaya por los cerros de Úbeda, que si un Serie 3 que si tal, y conteste: ¿se ha enamorado usted o no? Bueno en realidad no sé por qué le pregunto… si ya lo sé desde hace tiempo =).
En cuanto a sus preguntas, amar es compartir Sr. Moltó. Y no es un contrato, pero sí una responsabilidad. Como pegamento he de decirle que el amor no es bueno. Cuando usted quiere pegar, lo hace una vez, pero cuando usted quiere compartir puede hacerlo toda la vida. Así, de venderse el amor como pegamento, habría que estar unta que te unta día sí día también; seguro que gustosamente, pero un fracaso como producto oiga.
Amar es compartir, buenas noches.
Amar es la forma más intensa de vivir. ¿Miedo a vivir?
En cuanto a su pregunta jurídica, prefiero tocar la teoría de obligaciones una vez sea de día. Mientras, ame.
Ah el amor!, o es oh el amor!.
Desconozco su edad, pero mi experiencia personal me dice que el pegamento cambia con los años.
Cuando eres muy joven quieres un pegamento intenso super rápido, un pegamento «pegajoso»,
como el famoso superglue ese.
A medida que pasan los años preferimos la cola de toda la vida, que requiere más tiempo, empapar el cuerpo (y en este caso el alma), de manera que sin prisas , sin los agobios propios del sexo adolescente y sin miedo a que se te peguen los dedos en un santiamen, puedas acoplar las partes (en el sentido más espiritual del témino).
De esta cola adhesiva, es en mi opinión, de donde salen los mejores contratos, generalmente firmados en blanco y con tinta indeleble.
El super glue debora lo que pega, lo corroe, lo quema.
Tuuu dame hueco (que decía el clásico).
¿Su sobrina, la del Serie 1 de empresa, se ha echado novio? 😀
Y de la pregunta, pues porque si quieres compartir el máximo de tiempo posible con otra persona, la solución es convivir. (Claro que no todos somos igual de guapos a las 7 de la tarde bien arregladitos que a las 7 de la mañana todos legañosos y con los pelos para arriba).
«(No hace falta que contesten, claro)»
Es Vd. un provocador 😀
¿Y no será que a la gente, cuando se enamora, le da miedo estar separada y de ahí que el ser humano se invente la convivencia -el pegamento- o el matrimonio -el martillo y los clavos?
Mucho me temo que al final, amar nos hace dependientes y la dependencia siempre da un poco de miedo pero, ojo, que tener miedo no es malo «per se». Lo malo es que el miedo te domine.
Hala, qué negativo me he levantado hoy para ser domingo…
Corrijo la conjugación de los verbos, no vaya algun@ a creer que yo estoy por encima. Más bien al contrario, estoy por debajo. Muy por debajo. 😉
«¿Y no será que a la gente, cuando nos enamoramos, nos da miedo estar separados y de ahí que nos inventemos la convivencia -el pegamento- o el matrimonio -el martillo y los clavos?»
Me gustan estas reflexiones en voz alta, señor Moltó. Creo modestamente que además son inteligentes. Yo me las hago desde hace tiempo, desde la perspectiva de alguien que no entiende ciertas cosas, especialmente a estas alturas (como por ejemplo eso del contrato a lo que acertadamente alude).
Con permiso, añado unas preguntas más: si dos personas se quieren ¿por qué hay que formalizarlo? ¿por qué se ve normal despilfarrar para formalizarlo? ¿por qué la gente que se acoge al contrato se le favorece en ciertos aspectos (fiscal, administrativo, …)?
¿Qué tipo de pegamento? Engrudo; indigerible… Y medio, infantil… De contacto, indisouble… Pegajoso siempre
Las personas, cuando se enamoran, no es que quieran vivir juntas, es que necesitan estar juntas. Todo el tiempo se les hace efímero para compartir con la persona amada. Todo el tiempo es necesario para mantener vivo ese sentimiento que debe alimentarse continuamente desde ambos lados.
Por otro lado, lo de formalizar ese sentimiento: no es necesario, pero sí práctico. Legalizar una relación simplifica muchas cosas, mejora otras muchas y quizás empeore o limite unas cuantas, pero tal y como está montada nuestra sociedad resulta más práctica tener un «contrato mercantil para enamorados» que trabajar por libre «y a mi bola que ya me buscaré los atajos».
¡Ale! Ya pueden ustedes fustigarme y reírse si les ha parecido cursi mi comentario.
Saludos.
Una observación.
Lo de «contrato matrimonial» no es un eufemismo ni una forma de hablar. El matrimonio era un puro contrato entre partes en donde el amor no aparecía en clàusula alguna.
Lo de formalizar legalmente relaciones amorosas es una cosa de puro pragmatismo y comodidad,
aunque haya quien lo aproveche y bien…
No se si me explico.
Por cierto.
Se me ocurre que ya que estamos tan contentos todos aquí, podríamos formalizar nuestra relación.
Admito sugerencias.
Jose GL, me niego a que nadie le fustige por decir lo que piensa. No dé usted permiso para hacer algo que está prohibido en este blog. si alguien quiere opinar sobre lo que dice, lo admitiremos (¿Qué remedio nos queda? 🙂 ) ¿Pero fustigarle? Por encima de mi cadáver. Qué sería de nosotros si no pudiéramos decir todas las cursilerías que pensamos y que tanto bien nos hacen.
(Se lo digo yo que sé mucho de eso)
Jose, le quiero. Su comentario número 13 gana por goleada.
¿Era esto una competición? ¿El premio era formalizar una relación amorosa con usted?
Creo que muchos le estimamos, pero no se pase que a tanto no llegamos. 🙂
Solo sé que una de las palabras que orbitan amor es apego.
EJ25MT5, no se habrá puesto usted celoso, ¿no?. No hay ni premio ni relación amorosa sólo conmigo. Lo que ha propuesto jose es todos con todos, para lo que hace falta mucho pegamento.
Lo que me ha gustado de jose es el «Admito sugerencias». Algo así como tengo mi libreta de baile disponible, vayan pidiéndome un baile que lo iré apuntando donde corresponda. Delicioso.
Q, buena aportación. No se me ocurrió al escribir y viene que ni pintada.
Sr. Moltó: Eso que usted propone es una guarrerída sesuar de tan pegajosas proporciones que mi beata condición me impide siquiera imaginar.
En todo caso y para hermanarnos de espíritu, usted sabe que siempre habrá en mi frigorífico una/s botellas de vino blanco burbujeante de cierta zona de un país vecino, acompañado de viandas de igual excelencia culinaria a fin de seducirle para la causa del Derecho Natural.
Por cierto, yo solamente estaría celoso de JM. 🙂
Yo no me vendo tan facilmente…mis principios son inquebrantables y mi fidelidad puede llegar a ser pétrea.
Esas viandas…y lo de la botella ¡la carne es débil!
Pd-lo de los principios, tengo varios y la fidelidad depende de cómo se entienda,en fin.
Pd2-pero como sólo se lo ofrece usted al jefe…
Por cierto lo de la condición beata tiene cura (lease cura en ambos sentidos), así que no preocuparse.
@ jose: tiene usted tanta retranca como yo. Jaja.
Me entiendo con usted en la misma frecuencia.
Otrosí digo: Que usted también está invitado. 🙂
Y ya que hablamos de pegamentos, hablemos de disolventes para pegamentos. ¿Por qué son tan efectivos?
EJ25MT5: Acepto la invitación.
No sabe cuán feliz hace a este humilde corazón su tan generoso, humano y digno de loa ofrecimiento.
Gracias, gracias, gracias.
Álvaro, le contesto sin dudarlo. Yo sé que el amor no existe. Dicho esto y con el convencimiento que es una afirmación cierta le digo: Estoy enamorado desde los pies a la cabeza. Llevo muchos años locamente enamorado.
Chandler, eso mejor se lo pregunta a ella. Si quire que pase por aquí y conteste. Ya sabe que yo soy un chófer muy discreto.
Rasmien, lo decía en serio 🙂
Jaime, es posible. Pero la distancia física no tiene nada que ver con estar separado, a mi juicio.
PagoPago, la pregunta me surgió ayer cuando vi un coche de gran lujo y de gran cilindrada aparcado delante de una iglesia, adornado con chiriflús blancos y rosas. No tenía cámara de fotos, que si no la hago y la publico. La novia estaba enfurruñada cuando pasé por ahí después de cortarme el pelo. Mientras a mí me cortaban el pelo esta mujer y algún hombre 8supongo9 decidían pegarse, contratarse, no sé bien por qué motivo. La mujer estaba enfadada y pensé en las ilusiones que se ponen y las ganas que se juntan en un día así para que todo sea un cuento de princesas. Para mí es una cosa rara, aunque sé que el raro soy yo.
soleton, el pegamento que tú me des me sirve.
asierito. Hablemos de disolventes. Como decía jose, admito sugerencias 🙂
(Un día de estos me voy a negar a escribir más caritas de estas con sonrisa. no nos las merecemos)
Este tema es conflictivo porque realmente no estamos preparados para dar una respuesta con un mínimo rigor científico. Seguramente un sociólogo le diría que el hombre es un animal social y que, como tal, necesita relacionarse con otros animales de su misma especie, así como que cuanto mayor y más intensa es la relación más realizado se siente.
Luego están las experiencias personales. Cuando le pregunta a un ignorante sobre un tema del que no conoce nada, tiende a formarse una respuesta en función de su entorno y sus vivencias recientes.
Seguramente, si le preguntara a un ignorante musulmán y residente en Arabia le diría que el amor es lo de menos y que las señoras tienen la obligación de estar junto a sus esposos. Su entorno está influenciado por una religión y costumbres que haría que se escandalizara si le comentara que, tal vez, una de sus mujeres podría querer abandonarle.
Seguramente, si le preguntara a un ignorante católico le contestaría que es necesaria la convivencia y que es necesario presentar la unión de la pareja ante Dios y, así mismo, que la unión de esa pareja estaría enteramente destinada a la creación de una familia en la que el amor sería un valor imprescindible.
¿Y qué hay del resto de ignorantes? Pues cada uno tiene su batallita. La del ignorante que ahora le escribe es sencilla y le lleva a dos conclusiones que considera innegables: El amor existe, por supuesto y es maravilloso. Las parejas deben estar unidas, por supuestísimo, porque si no sufren y si no sufren, es que no hay amor.
¿Puede haber amor en dos personas que no conviven? Sí, pero el sufrimiento sería tan insoportable que decidirían convivir. Y ¿Para qué sufrir pudiendo ser feliz? Es lo que tiene ser un animal social.
Yo creo que aquí partimos de una falsa apreciación por parte del autor.
¿Por qué estaba enfadada la novia en un dia tan especial?
Aunque no haya pruebas gráficas, si Javier Moltó nos describe el coche de gran lujo y cilindrada que transportó a la novia frente a la iglesia, puede que podamos dilucidar la razón de su enfado, ya que puede que el propio coche o el color de los chiriflús sean la causa raíz del problema.
A veces las apariencias engañan.
Ráfagas, GTO.
El amor es una cursilada. Hay gente que no sabe afrontar sus miedos en soledad, hay gente que se siente obligada a reproducirse y de no hacerlo se siente vacía, hay gente que se aburre muchísimo, hay gente que no sabe cómo llenarse la vida y en qué ocupar el tiempo, hay gente que necesita someterse a otros, hay gente que necesita imponerse a otros, gente que necesita sentirse protegida, gente que se siente inútil si no satisface un instinto de protección…
Todos ellos acuden a la teoría del enamoramiento y acaban emparejados.
Pero morir.
Morir morimos todos en soledad.
Como cuando vinimos.
Porque nacemos y morimos solos.
Nada hay más íntimo que la soledad.
Lo demás, conveniencia, practicidad, capricho o lujuria.
Placebos para disimular lo que somos.
JM
He visto recientemente nacer y morir ante mi. No fue en soledad.
Una vez leí que no se puede ver más belleza ni sentir más amor que el que uno lleva dentro.
BN
Qué valientes (o inconscientes) son todos uds que se atreven a hablar sobre «el amor».
A los que preguntan el porqué de un contrato, de formalización, de beneficios ecomómicos y demás, solo les citaré (además de «son uds demasiado jóvenes») un concepto: «necesidad social»
Hasta luego.
EJ, lo que dice es mera poesía y su frase es todo lo bella y vacía que puede llegar a ser la poesía.
El sol sale y se pone con independencia de que usted lo contemple maravillado o no. Lo mismo sucede con lo que usted ha visto. A usted le parece bonito decir que ha acompañado el nacimiento y la muerte, pero usted no lo ha hecho: simplemente estaba ahí con la salida del sol y estaba ahí en la puesta, pero las persona, cruzan solas las vaginas de sus madres y se precipitan solas al vacío de la inexistencia. Yo también he despedido a alguien hace unos días y le puedo decir que el que haya mucha gente alrededor no hace menos aterrador saber que solo uno cruza la línea hacia el fundido en negro. Los demás, nos vamos luego a casa.
JM
Amor y muerte. Yo no pretendía tanto. Gracias.
JM, la soledad es la ausencia de compañía. Los humanos solemos estar acompañados dada nuestra necesidad de socializar. Entiendo perfectamente que usted no se refiere a esa soledad que se cura con tener a alguien cerca en el aspecto físico. Pero también es cierto que uno puede estar acompañado en un grado íntimo, interior, emocional, y compartir la vida en unión íntima a otra persona, viviendo casi al unísono los avatares de la existencia.
Hoy mismo sufro una especial adversidad profesional. La decisión de actuar de una u otra forma depende solo de mí, así como la responsabilidad, usted sabe como funciona nuestra profesión tan bien como yo. Eso no significa que esté solo, tengo almenos una persona que vive mi preocupación y aunque no pueda hacer nada me acompaña.
En cuanto a lo que afirma de la soledad en el nacimiento y la muerte, basandose en que uno realiza ambas sin que otra persona viva lo mismo, me parece una hábil interpretación para cualificar el momento de solitario por naturaleza. No me convence al ver nacer mellizos y morir ,en multitud de ocasiones, muchas personas a la vez. Estar acompañado no es tener a alguien físicamente viviendo lo mismo que uno.
Siguiendo con su bonito, pero vacío poerma, le comento igualmente que mi vida desde que nací hasta hoy no ha sido «conveniencia, practicidad, capricho o lujuria» ni lo será mientras dure. Igualmente, le digo que las personas que creemos y tenemos fe en Dios no estamos solos nunca. Si usted no cree en la existencia de este lo puede interpretar como un amigo imaginario, o como le venga en gana. Es usted muy libre de hacerlo. Pero yo no estoy solo.
Le doy mi pésame por su pérdida.
Que tenga una buena semana.
Se ponen todos ustedes de un dramático que se le atraganta a uno el cruasán.
Miren, el amor es técnicamente como la amistad, la frustración, el sentido del humor o el mal carácter: el resultado de un proceso neuroquímico. Se puede racionalizar, situar en el centro de una mitología (como sucede, por ejemplo, en la literatura o las pelis), despreciar… o se puede vivir y punto.
Eso de que nacemos solos y morimos solos es, me temo, una perogrullada que no merece los desvelos de nadie. La conciencia de nosotros mismos tiene inconvenientes y ventajas, a menudo disfrazadas con el mismo antifaz. Nuestra conciencia de la soledad, la mortalidad, el envejecimiento y otras cosas feas nos imponen la obligación (¿moral?) de llevar una vida lo más placentera y feliz posible. El hecho absolutamente fascinante de que seamos seres vivos con conciencia de serlo es algo que, personalmente, me llena de felicidad. Tengo poco tiempo para vivir este destello breve, raro y único. Voy a disfrutarlo todo lo que pueda. Vivir es sentir cosas, algunas buenas, otras malas. Las malas, si uno es emocionalmente hábil, le sirven para disfrutar de las buenas. Y ese disfrute no es ni más ni menos que otro proceso neuroquímico. Un proceso embriagador que contrarresta esa otra trampa facilona y burda con la que nuestro cerebro intenta amargarnos: el miedo a morir.
El miedo a morir es igual de cursi que el amor. Déjense embaucar por el amor, la amistad, las borracheras y los escotes generosos. Esa fantasía, ese descontrol neuroquímico, es lo único que tenemos. No hay «lucidez» fuera del amor. No hay «sabiduría» en la renuncia. Lucidez y sabiduría son el mismo espejismo que el amor y el disfrute, son la misma cadena de la que pretenden huir quienes se desentienden de la «cursilería».
PD: yo no tengo ni guarra de qué es el amor. No me hago preguntas. Las cosas me gustan o no me gustan. Cuando no me gustan, hago lo que puedo por cambiarlas. Cuando me gustan, hago lo que puedo por disfrutarlas y hacerlas durar. Yo venía aquí a leer algo mientras comía mi cruasán.
PPD: no quiero parecer insensible al duelo de aquellos de ustedes que han sufrido una pérdida dolorosa. Tampoco quiero banalizar su sufrimiento. Sólo pretendo ser optimista, aunque el optimismo (como el pesimismo) sea también un zumito neuronal.
Acabáramos, he ahí el quid de su cuestión, EJ. Usted tiene miedo de vivir solo, no es nada malo, de hecho le sucede a la mayoría desde el principio de los tiempos. Todos lo estamos, pero unos deciden afrontar la soledad más acompañados que otros. Usted decide acompañarse y rodearse en todo momento y circunstancia y para cuando se tercie, se acompaña de una divinidad de entre el amplio catálogo de divinidades en el mercado de la fe. Horror vacui existencial tocado de misticismo religioso.
No me dé pésames condescendientes, EJ, desde la imaginaria atalaya de saberse tocado con la gracia divina de la fe. Su fe es una apuesta con la que le resulta más sencillo vivir; su elección y la de muchos. Yo no tengo idea de si hay algo tras el telón o no y usted ha decidido suponer que sí y llamarlo gracia. No he decidido vivir una vida hedonista, pero tampoco una castrada al servicio de un envite. No me tenga lástima, que yo tengo los cojones de vivir sabiéndome mortal y no vivir engañado en una apuesta de ultravida.
Es tono duro el que empleo, porque me molestan las lecciones vitales, más aún las que se despliegan desde la insultante condescendencia de quien compadece al pobre hombre desprovisto de fe.
Podemos estar de acuerdo en muchas cosas, pero, EJ, no vuelva a compadecerme por afrontar la vida con mis propios cojones sin fiarla a los de una entelequia futura.
En bonito inglés, Don’t patronize me, ricura.
JM
Aclaración.- Entendí el pésame como referido a la ausencia personal de fe y ahí radicaba la condescendencia que creí ver. Fundado el mensaje antecedente en la comprensión deficiente de un equívoco, no hay motivo para la airada respuesta en consecuencia, ténganse por no efectuadas las manifestaciones construidas sobre el mencionado error.
En lugar y fecha indicados ut supra.
JM
JM. usted deforma grotescamente lo que he escrito, deforma la intencionalidad de mis palabras y asigna a una formula de cortesía una finalidad espuria sin haberle dado motivo alguno. Usted ve agresividad y ataque donde solo hay disentimiento y debate. Le leo y constantemente es usted el que imparte lecciones vitales, como si los demas no vivieramos o fueramos ineptos en nuestra percepción de la realidad. Yo no le compadezco, ni soy condescendiente con usted, todo lo contrario, le manifiesto habitualmente mi distinta opinión de forma razonada. Consulte el significado de «condescencia».
En ningún momento le he aleccionado, muy al contrario, le he dicho que si usted no cree podría interpretar que tengo un amigo imaginario y que a mi me daría igual. Pero a usted le ha molestado mi forma de existir, la mera exposición de un hecho que me afecta a mi y que hace que la realidad mi vida sea muy diferente a la suya.
Supongo que prefiere que le haga palmas y no le exponga mi opinión. Eso si sería condescendencia y compasión.
Es impropio de alguien con quien he debatido amablemente que me descalifique de forma tan visceral cuando no tiene motivo alguno. Si espera impresionar dando un puñetazo en la mesa: en el pico la lleva.
Desconozco las razones por las que usted ve ataques donde no los hay. Yo no le voy a contestar en su mismos términos, formas, ni fondo.
Tenga usted un muy buen día. Si, si, tal como lo lee.
Muack.
Recuerde tomar All-Bran o fave de fuca de esa que anuncian en la tele.
Cuando las manifestaciones se han realizado no cabe tenerlas por no existentes. Solo cabe la disculpa. (No el «mea culpa» que si no se me tira al cuello).
Por ser justicia que pido en mi ciudad a 4 de octubre de 2010.
Fdo. Lto. 74.XXX
Pues poco le puedo responder a sus mensajes; más allá de sacar tajada doliente sin oponerse al fondo, el resultado no hace buen caldo de debate. Me podría poner yo estupendo con lo espetado de las lecciones vitales pero, como usted, no responderé en sus términos, formas ni fondo y es que, colega, uno no puede elegir ser víctima si empuña el mismo puñal. A lo peor, tablas, pero para subirse al carro de los airados, no debe devolver la bofetada, cariñín, así que bájeme el mentón.
Y no me ponga el número ICAM, que me hace parecer mayor.
JM
Y porque vamos en mensajes a pares, y en respuesta a su segundo de los antecedentes le corrijo diciéndole que en derecho sí se pueden tener por no existentes manifestaciones realizadas, ¿o no le enseñaron el concepto de la renuncia, el desistimiento y el allanamiento?.
JM
Efectivamente conozco tales términos jurídicos, contenidos en los artículos 20 y 21 de la LEC. Pero no debe confundir usted la renuncia a los efectos jurídicos de unos hechos o al ejercicio de una acción con que estos sean inexistentes. En todo caso, los efectos de la renuncia y el desistimiento no dependen exclusivamente de quien los manifiesta, puesto que el demandado puede oponerse a los mismos y procederá la continuación del procedimiento si el demandado tiene interés justificado en que se resuelva el fondo del asunto. Existir, existen, y que yo quiera manifestar conformidad con la renuncia o el desistimiento es otra cosa.
Los civilistas somos porculeros por naturaleza, aunque con toda la intención de ser condescendiente con usted, dada su especial sensibilidad y avanzada edad, bajo el mentón para situarlo a la misma altura que el suyo y subirme junto a usted al carro de los airados. Así no estaremos en soledad.
Ahora pondría un dibujito con la lengua fuera en tamaño XXL, pero no se hacerlo. Imagíneselo.
Au revoir.
*Sonríe, de medio lado* civilista, lo sospechaba; el desistimiento en los tablones que pisamos son reales. Diga usted que se opone al desistimiento y que su señoría le diga que usted verá si quiere hacerle dictar sentencia y que a ver si no le va a gustar la que dicte, es todo uno; al fin y al cabo la valoración de la prueba es tan íntima y tan personal que casi parece una compresa de anuncio.
Y vuelva usted a mencionar eso de la edad avanzada y si lo anteriormente expuesto le pareció agrio, imagínese a la hermana mayor de Pandora con una caja más grande por abrir.
Tenga usted la edad que tenga, yo pareceré mucho mas joven, fijo.
Le invito a caña y bravas, segunda ronda suya, ¿hace?.
JM
Hace.
Pero después de tanto fuego cruzado esto está quedando baboso.
#¿Por qué a las personas cuando se enamoran les apetece vivir juntas?#
Buena pregunta Javier, y me hace gracia pues en mi caso fue justo el contrario, ya vivíamos juntos cuando surgió el enamoramiento..
Lo cual no cambia las cosas, simplemente las prorroga…