Una aplicación de móvil permite enviarle un mensaje instantáneamente a una persona situada a veinte metros de ti y a diez mil kilómetros. En los últimos 30 años, la comunicación entre los seres humanos ha cambiado infinitamente.
En los coches, sin embargo, la única modificación en los últimos 60 años para comunicarse entre los conductores cercanos es la posibilidad de encender los cuatro intermitentes a la vez y la luz de marcha atrás. El resto, salvo por modificaciones de potencia y diseño, existe desde que me subí por primera vez a un coche (sin sillita, claro está).
Los coches circulan como burbujas prácticamente aisladas unas de otras, con sistemas de comunicación entre conductores equiparables a las señales de humo.
Las bocinas existen desde antes del automóvil, los intermitentes sustituyen a la indicación con el brazo. Cuando yo era pequeño todavía se estudiaba cómo indicar cambios de dirección con los brazos. Las luces de freno también sustituyen señales con el brazo. ¿Quíen no ha visto al comandante en jefe de un ejército levantar el brazo antes de gritar ¡alto! y detener a su caballo?
Buena comunicación entre vecinos
Todas las indicaciones actuales de comunicación entre conductores circundantes provienen de tiempos muy anteriores al automóvil. Son indicaciones que sustituyen a un gesto, nada más. ¿Existe la posibilidad y resultaría conveniente evolucionar?
Estoy seguro de que dentro de 200 años los coches autónomos se comunicarán entre sí y cada uno de ellos conocerá las intenciones de los que le rodeen. Conocerán sus destinos, sus objetivos de velocidad sus ganas o no de adelantar y de correr… Creo que me lo perderé.
A mí me gustaría recibir y dar más información de la que transita en la actualidad de un coche a otro. Ayer, por ejemplo.
Era ya de noche, sobre las siete de la tarde. Por una autovía, íbamos varios coches por el carril izquierdo con la intención de adelantar un camión. El coche que circulaba por delante de mí iba con las luces apagadas. Era negro «como los cojones de un grillo» (la frase más repetida que le he oído yo a José Antonio Díaz, fotógrafo, cada vez que teníamos que fotografiar un coche negro). El coche que me precedía estaba a un milímetro de confundirse con la noche. Era un peligro rodante. Y quería avisar a su conductor de que iba con las luces apagadas.
Lo probé de todas las maneras. Le hice ráfagas, apagué y encendí mis luces, puse los cuatro intermitentes, volví a hacer ráfagas con los cuatro intemitentes puestos, repetí la acción de apagar y encender mis luces con los cuatro intermitentes puestos justo después de darle una ráfaga de largas…
Se hizo la luz
Intentos inútiles. No conseguí que el conductor que me precedía entendiera lo que quería decirle. Sospecho que pensaba que le estaba diciendo que se fuera al carril de la derecha que yo quería adelantar (hay conductores que hacen eso, estás en fila para adelantar a un camión y quieren que te apartes para adelantar ellos primero. Algunos, incluso, te adelantan por la derecha).
Finalmente, después de adelantar al camión, se puso en el carril de la derecha. Me puse en paralelo y le vi que hacía gestos (supongo que me recriminaba mis juegos de luces multicolor). Aproveché que me miraba y le hice un gesto con el brazo, como de encender y apagar las luces. Lo entendió de inmediato y encendió sus luces.
Es poco frecuente encontrar un coche con las luces apagadas hoy en día. Antes era mucho más frecuente. Hay otras situaciones en las que la comunicación entre conductores evitaría riesgos e ineficiencias.
Por ejemplo, también en autovía. Vas a adelantar a un camión y por detrás del camión circula un coche. Te gustaría decirle que no frene, que adelante por delante de ti. Que no hay problema en que te haga frenar un poco porque de lo contrario él va a tener que frenar mucho más. Me ocurre en todos los viajes por autovía varias veces. ¿Cómo se lo digo? Normalmente, me cambio al carril derecho cuando veo que tienen la inteción de adelantar, para que entiendan que les sigo. Pero en otras ocasiones eso no es posible porque viene otro coche por detrás que nos haría frenar mucho a los dos.
Acuerdos para adelantar
Yo lo que quiero es frenar un poco, o levantar el pie del acelerador, para que el otro no tenga que frenar y ponerse a 90 km/h, como el camión. A mí no me importa pasar de 120 a 115 km/h, si consigo evitar que el otro coche tenga que pasar de 115 a 90 km/h. Pero si me pongo a la derecha para que lo entienda, hasta que lo entiende, es posible que otro que vénía por detrás a 120 km/h acelere un poco al ver el carril despejado y nos haga frenar a los dos hasta obligarnos a ponernos a 90 km/h.
¿Cómo se le comunica al coche que va por la derecha que no se preocupe, que levantas el pie, que adelante tranquilamente y a su ritmo? Si le haces ráfagas, creerá que le avisas de que estás adelantando. Si levantas el pie del acelerador ostentosamente, hasta que se dé cuenta es casi seguro que ya haya empezado a decelerar detrás del camión, con lo cual perderemos mucha velocidad los dos y no se trata de eso, sino de variar todos la velocidad lo menos posible, que es la forma más eficiente de conducir.
Cuando el de enfrente está adelantando y se ha equivocado, ¿Cómo le avisas de que no se preocupe, que lo has visto, que frenas y te apartas, que termine la maniobra tranquilo y sin miedo? Lo mismo, si te has equivocado tú ¿Cómo avisas de que te has equivocado, que te ayuden, que necesitas ayuda?
En un semáforo, en la ciudad, te has colocado mal en el carril y tienes que girar hacia el lado opuesto en el que te has colocado. Pones el intermitente, pero no es suficiente.
Vamos a entendernos
El otro día una persona iba a aparcar en batería pero no puso el intemitente para que yo entendiera sus intenciones. Se paró muy por delante de su plaza de aparcamiento y cuando yo entendí qué era lo que quería hacer paré con un frenazo. El coche que venía por detrás de mí, también sorprendido, frenó pero no me dejó hueco para dar marcha atrás. Aunque inserté la marcha atrás para que el coche de atrás viera mi intención de retroceder, él no se movió ni un milímetro. Posblemente no tuviera espacio por detrás o no le diera la gana (también es habitual no facilitar las maniobras a otros, con la consiguiente pérdida de tiempo para todos).
En fin, la persona que no puso el intermitente me miraba de forma furibunda porque yo le dejaba poco hueco para su maniobra. Y era cierto. Pero para su tranquilidad me hubiera gustado explicarle que no era porque le tuviera manía, sino porque en ocasiones no hay alternativa. Lo de menos, al menos para mí, es que todo surgiera de un error suyo. Porque entiendo perfectamente que vio la plaza de aparcamiento en el último segundo, se apartó hacia la derecha, frenó, y cuando yo pude enteder qué ocurría ya era tarde. ¿Qué más da quién sea el responsable? Intentemos solucionarlo. Pero sin comunicación casi nunca es posible.
Más salud, menos cabreos
Hace unos meses, estaba parado en una calle porque más adelante había unos coches maniobrando en la puerta de un taller y lo mejor que me pareción para la fluidez de todos era dejarles mucho espacio, por lo que me paré unos 50 metros antes. La persona que estaba parada detrás de mí no paraba de pitar y de decir palabras soeces que yo distinguía a través del retrovisor. Qué facil hubiera sido poder decirle: «Un poquito de paciencia, por favor, que si les dejamos espacio para maniaobrar y sacar y meter coches con tranquilidad acbarán antes y todos terminaremos antes». Pero como no se lo pude decir, lo que debió de pensar es que yo me paraba por gusto, o por fastidiarla a ella, y se puso a soltar espumarajos por la boca.
Un interconector que se activara con el número de matrícula bastaría para decir: «Por mucho que me insultes, los coches que están atascando la calle no van a desaparecer. Si les dejamos espacio para maniobrar, terminaremos antes. Relájate y disfruta.»