(Relato de un viaje por etapas. Proviene de aquí)
En el trayecto Bilbao – Vitoria del que proviene este relato, he conducido sin miramientos con el consumo. No llevaba puesto el aire acondicionado porque no hacía falta, tampoco la calefacción, pero he acelerado todo lo que me apetecía por las pendientes de subida del puerto y no he escatimado adelantamientos ni diversión. Ha sido un recorrido normal, con un coche normal. Este es el resultado de consumo, que no lo incluí en la etapa anterior, que es a la que corresponde.
Después de este recorrido, con una media de 75,3 km/h por carretera nacional de doble sentido y con camiones, una media que incluye también la salida de Bilbao y la entrada en Vitoria, vuelvo a cargar las baterías al 100% y pongo en el navegador el recorrido hasta mi próximo punto de recarga en Palencia. Una vez más, según el ordenador del coche, la autonomía no es suficiente y me recomienda buscar puntos de carga, incluso con la batería al 100% y antes de empezar el viaje.
Mi destino es el cargador rápido más cercano del que tengo certeza que estará abierto por la noche. El navegador indica 219 kilómetros y el desnivel, eso lo sé yo, de unos 200 metros. Sé que llegaré, salvo que sople un vendaval frontal durísimo. Por mi experiencia en el trayecto Madrid – Lerma con este coche y con un desnivel parecido, sé que llegaré. Entre Vitoria y Palencia no tengo que cruzar «ningún Somosierra» y además voy a recorrer muchos kilómetros por carretera y por autovías desiertas, por lo que podré regular la velocidad tanto como quiera. Sin camiones alrededor no hay ninguna necesidad de subir a un ritmo mínimo, por lo que podré gestionar a mi antojo las velocidades si es necesario. Me pongo el jerséi porque voy a ir sin calefacción y dejo cerca un anorak, por si tengo que abrigarme. Para hacer esta distancia no puedo arriesgarme a poner calefacción en el coche. En el BMW i3 no hay termómetro de temperatura exterior, pero en Vitoria empieza a refrescar. Por el camino hará frío.
En modo de conducción «Comfort», el ordenador calcula una autonomía de 166 kilómetros.
En modo Eco Pro, de 186 km.
Y en modo Eco Pro+, de 214 km.
Empiezo el recorrido en modo Eco Pro+, que limita la velocidad máxima a 90 km/h y no permite llevar ni aireación. Si conectas el ventilador, pasa a Eco Pro. A los 20 minutos de marcha, la autonomía y los kilómetros restantes se acercan. Queda poco para que me ponga el anorak. Empiezo a tener frío.
A la una de la noche el sueño me vence y paro a dormir en el primer hotel. Llevo más de una hora conduciendo con el anorak puesto. Hace frío y no puedo permitirme ni un respiro con el consumo. Voy empatado y confiado porque sé que llegaré. Pero necesito dormir. No hago ni fotos de la hora a la que llego. No me queda nada (unos 30 km) para llegar a mi punto de recarga. Por la mañana todo lo veré mejor y haré fotos.
Sólo subirme al coche con el día y darle al contacto, me vuelve a avisar de que la autonomía es insuficiente.
Cuando me detuve por la noche sólo me quedaban 36 kilómetros hasta mi destino
Continúo el viaje. De día sí hay camiones. A esta velocidad, te adelantan.
Mi destino está ya muy cerca.
Con 19 kilómetros de autonomía, en el BMW i3 94 Ah se enciende la reserva. El consumo es bajo y ya llego.
Me quedan sólo 11 kilómetros.
Con 9 kilómetros de autonomía, el color del aviso de reserva cambia a naranja.
Estoy tranquilo porque me queda menos de un kilómetro para llegar.
Ya en la gasolinera, la cámara posterior del coche tiene el punto de recarga bien enfocado.
A la salida de Vitoria, la noche anterior, el navegador indicaba que el recorrido era de 219 kilómetros. En la llegada, el indicador del coche marca 220,6 km recorridos. Buena precisión. Es importante en un coche eléctrico.
Al detenerlo en el punto de recarga, el coche me avisa de que si no cargo la batería pronto, podría causarle daños. No tengo intención de demorarme nada.
El viaje empezó casi a las 11:00 de la noche y ha durado tres horas para recorrer 220 kilómetros, con una siesta larga entre medias.
Ahora toca respostarlo. Es decir, cargarlo. Identificarse para iniciar la carga es imprescindible.
Información sobre el coste de la recarga y sobre el crédito de la tarjeta.
El inicio de la carga es muy lento. Potencia de carga de 1,4 kW.
El coche estima para la carga total un tiempo de una hora y 21 minutos. Como no tengo reloj en esa pantalla, pongo el móvil para medir los tiempos.
Me alejo dos minutos para hacerle una foto al coche.
Cuando regreso al poste carga a plena potencia: 40 kW.
Dejo al coche trabajando y me voy a desayunar y a trabajar yo también un rato.A la vuelta ya tengo carga más que suficiente como para llegar hasta Valladolid. Detengo la carga.
Para confirmar que quien detiene la carga es la misma persona que quien la ha iniciado, me pide identificación con la tarjeta.
Pantalla de carga detenida.
La carga me ha costado 13,2 €
Con 13,2 €, el coche me anuncia una autonomía de 212 kilómetros. Es decir aproximádamente 200 km más de los que tenía. Esta carga rápida no es barata. El coste de energía en un coche movido por gasóleo no es significativamente mayor. El reloj del teléfono confirma los tiempos de carga anunciados por el equipo de suministro de electricidad.
Con energía más que suficiente me dirijo hacia mi próximo destino, que está a menos de cien kilómetros: Valladolid. Desde Palencia no llego hasta Madrid. Podría cargar a tope e intentar llegar hasta el punto de carga rápida de Ibil en Galapagar, pero me da miedo apurar tanto con la sierra de Guadarrama de por medio. Además, si existe la posibilidad, es mucho más rápido hacer una recarga rápida en Valladolid hasta el 90% y otra en Galapagar. El último 10% de carga es demasiado lento.
Decido ir a Valladolid, que está a unos 65 kilómetros, con aire acondicionado y velocidad normal de autovía. Este itinerario y la carga en Valladolid los cuento aquí.
Gracias por la experiencia. Ahora entiendo mejor lo de la ansiedad con la autonomía… por ahora, si hay que viajar, es mucho menos estresante comprarse un i3 REX (con extensor de autonomía).
40 kwh son aprox. 200 km… demasiado poco para estar obligado a hacer paradas en trayectos largos, aunque hubiera cargadores en todas las gasolineras no se puede estar parando cada hora y media en autovía.
Mío no entender musa.
El cartel de la marquesina me promete que en un golf eléctrico podré recorrer 100 km por 1€, en cambio en este BMW 200 km salen por 13€.
Gasta casi 7 veces más que el VW o es que de nuevo VAG nos vuelve a engañar?
@2 Manolo, ese poste de recarga cobra 0.44€/kWh, mientras que en casa, con tarifa nocturna contratada, el mismo kWh puede salir por 0.06€. Además, casi 30kWh para recorrer 200km es un consumo elevado. En condiciones más favorables podrían bastar 20kWh.
J*der, que ganas tengo de viajar en coche eléctrico! Lo pongo en mi lista de deseos, después de:
– Revisión del Proctólogo
– Inspección de Hacienda
– Ver la repetición de Eurovisión
A ver si tengo suerte y me muero antes.
Gracias Iker, así ya me cuadra, si se paga el kWh 7 veces más, pues ….
Ayatolah, estoy con vd, ahora la pregunta es ¿por qué?
Por falta de conocimiento o por intereses económicos?
Porque hay que reconocer que el coche eléctrico no le interesa a la industria del automóvil, da muchísimos menos beneficios en el día a día (menos consumo, menos taller ….)
@4 Ayatolah: lo de no conducir coches eléctricos le ayudará a eso de morirse antes 🙂
(Se lo digo de broma, aunque sea cierto)
Hablando ya en serio, estos mismos viajes en un Bolt/Ampera-e serán bastante más rápidos, por la combinación de batería más grande y consumo algo menor (según GM/Opel). Aún así, es muy interesante ver que con i3 también se puede hacer.
#4 Ayatolah:
A lo mejor este eléctrico le satisface más:
https://www.youtube.com/watch?v=UuW9qYVBLB8
Record absoluto de Nurburgring: por delante de paganis, ferraris, porsches…. un coche a pilas.
«it’s the end of the world as we know it».
#4 Ayatola, no me toque la virola.
– Si tiene próstata, elija, detección a tiempo o cáncer diagnosticado demasiado tarde. Entonces no le vaya llorando a su dios con la desesperación de no llegar a conocer / seleccionar a los novios que se meterán en las braguitas de sus hijas. La fe y los tactos rectales se practican antes, no después.
– Hacienda no debería de darle miedo. ¿Acaso teme haber cometido un «error»? Dígame cuál es su CIF, que le busco el lunes en el CUC y el martes los apañeros de Aznar y Blesa, los inspectores de Hacienda se pasan por su casa para hacerle una visita de cortesía. Cuando esté expuesto en el cepo sus vecinos le dirán a la cara qué opinan sobre que no pague lo que ellos sí pagan y de que sí disfrute del magnífico asfalto de nuestras carreteras y de los 90 segundos que vivirán en la infamia escuchando los casos judiciales en que juzgamos y condenamos a quienes nos han robado y roban ese asfalto de calidad. (La corrupción empieza cuando alguien cree que nadie debería de saber cuánto gana, aunque ni robe ni defraude. Por eso en Dinamarca o Finlandia la renta de la gente se expone al público y a todos les va mejor, porque eluden la pobreza que aquí nos repartimos sin saberlo, egoístas como somos).
– ¿Ver la repetición de Eurovisión? ¿Es que la vio la primera vez? ¿Y se queja de la proctología? En el pecado tiene la penitencia, hombre.
Lo de morirse antes de usar coches eléctricos… Salvo que sea muy, pero que muy mayor… Pero no lo es, porque sigue siendo autónomo en activo y le quedan muchos, muchos, pero que muchos años de curro. Porque no quiere declarar más ingresos ni, claro, cotizar más. Y se dará cuenta tarde de que tendría que haber cotizado más y antes (les pasa a todos). Además de que en cinco años le / nos pillará la subida generalizada de impuestos (aparte de la S.S.) para pagar las pensiones de quienes sí pagaron lo que debían pero no se ocuparon de que los demás cotizaran más por tener sueldos mayores. La mentira tiene las patas cortas y el egoísmo es miope y no sabe a dónde va por más que crea ir por delante de los demás.
A menos que la próstata le dé una sorpresa, claro.