(Relato de un viaje Madrid – Bilbao – Madrid en coche eléctrico por etapas. Proviene de aquí)
Como contaba en la crónica de la etapa anterior, en Palencia dudo de si arriesgar e ir hasta Galapagar o de si parar en Valladolid, volver a repostar «un chute rápido» para llegar de nuevo hasta el 90% y acercarme desde allí hasta Galapagar. Ya he visto que los más rápido es hacer cargas hasta el 90-95% y dejar el último 5% para las cargas lentas de por la noche.
En Palencia con la aplicación de Ibil, miro la dirección exacta y a cuántos kilómetros está el punto de carga de Galapagar. Este es el resultado que me da Ibil.
161 kilómetros son muy pocos. Según ese dato, llego a Galapagar sin problema ninguno. Pero cuando introduzco la dirección en el navegador del coche me da otra distancia.
226 kilómetros son muchos más que los 161 kilómetros que me indica la aplicación de Ibil. En Vitoria ya lo sospeché, pero era de noche y no me entretuve en comprabarlo. Ahora lo tengo claro. La distancia que aparece en la aplicación de Ibil es en línea recta. Un dato que puede suponer que la distancia real sea hasta un 40% superior a la indicada. Una diferencia muy peligrosa para moverse en coche eléctrico. Para confirmar que el navegador del coche me indica correctamente, miro también en google maps, con la dirección exacta.
El resultado es una distancia todavía mayor que la que aparece en el navegador del coche, que no me ha permitido introducir el punto kilométrico de la carretera y ha elegido un punto cualquiera de esa carretera.
En definitiva, que no me atrevo a arriesgar para 232 kilómetros con la sierra de Guadarrama por medio. Desde Vitoria a Palencia he hecho 220 km y me han sobrado 9 de autonomía. Pero ahora no he cargado a tope, no tengo ganas de esperar a que cargue a tope y con Guadarrama de por medio temo tener que ir demasiado despacio.
Voy a Valladolid que está muy cerca. Según Ibil a 47,8 kilómetros.
Según el navegador del coche está a 63 kilómetros, un 30% más.
No hay duda, puedo ir hasta Valladolid a velocidad máxima permitida por autovía y en Valladolid cargo hasta el 95 por ciento y sobre la marcha decido si me arriesgo a llegar hasta Madrid o me detengo en Galapagar a enchufarlo 10 minutos. Hasta Valladolid puedo gastar sin miedo.
No tardo ni 45 minutos en llegar desde punto de carga a punto de carga. Me las prometo felices. A la hora de comer estoy en casa. Está claro que es otro ritmo de viaje. Con un coche de combustión hubiera llegado a dormir a casa la noche anterior. Pero Carlos V tardó 90 días en llegar de Laredo a Yuste. Y era Carlos V.
La media de volocidad ha subido y el consumo también. Se pueden hacer los cálculos de cuánto he consumido de Palencia a Valladolid, pero no lo necesito. Según el coche, hemos recorrido 64,6 kilómetros, poco más de lo que indicaba el navegador. Dentro de los márgenes aceptables.
En la estación de Repsol en Valladolid, situada a 690 metros de altitud, me paro en el punto de carga de Ibil.
Empiezo el proceso como en los dos postes de recarga anteriores. En la pantalla me aparecen dos cuadros para elegir «Estándar» y «Con opciones» que no recuerdo haber visto en los suministradores anteriores. No les hago caso.
Pongo la tarjeta obedientemente. Esa aspa que aparece en rojo tampoco recuerdo haberla visto.
La tarifa y el saldo los lee correctamente. La señal verde de «aprobado» tampoco me había aprecido antes. Aprieto el botón correspondiente.
Tal como me pide conecto el vehículo y le doy de nuevo al signo verde.
Y… no funciona.
Este proceso que aparece aquí en una sucesión de sólo cuatro fotografías, lo repito por lo menos 5 veces. Algunas veces no me reconoce ni la tarjeta, otras sí reconoce la tarjeta y parece que todo va a funcionar, pero al final da error. Entro en la gasolinera y uno de los trabajadores me confirma que en este poste la carga rápida no funciona desde hace tiempo. No me lo puedo creer aunque parece cierto. En la web de Ibil no dice nada. Si lleva tiempo sin funcionar, no debería aparecer este poste disponible en la aplicación y en la web. Llamo a mis amigos de Ibil. Me dan un rayo de esperanza. Hablan con los trabajadores de la estación. Resetean el poste. Le quitan el suministro eléctrico y se lo vuelven a dar. Nada. Vuelvo a probar todo el proceso. Esta vez sí reconoce la tarjeta. Me da alguna esperanza. Sigo todos los pasos. Acoplo el conector en el terminal del coche. Espero y… me da error.
Mientras busco una solución, pruebo también con la carga lenta, para que vaya haciendo algo. Tampoco funciona. ¡¡No funciona!! Por suerte tengo 100 kilómetros de autonomía. Puedo regresar a Palencia a cargar a tope e ir despacio hasta Galapagar. También puedo buscar otros puntos de recarga en Valladolid. Antes de mirar por el teléfono otras posibilidades como por ejemplo llegar hasta Segovia que me sugieren en Ibil para ir a un punto de carga lenta, llamo a Alfonso Herrero y le pido por teléfono que me ayude a buscar puntos de carga en Valladolid. Él tiene las contraseñas a mano. Me envia un Whatsapp con dos opciones en Valladolid. Una de ellas, del Grupo Cobra, «es trifásico con 32 A. Te lo activan ellos». estoy a menos de dos kilómetros de este lugar. La otra posibilidad es en un concesionario de Renault, pero me queda muy lejos, a 15 kilómetros. Me voy a buscar el Grupo Cobra.
No me resulta fácil encontrarlo. Busco un cartel o algo que ponga Grupo Cobra, pero no lo encuentro. Finalmente llamo a una puertecita en la dirección exacta. Me preguntan y por el interfono solicito cargar el coche eléctrico en un punto de carga rápida. Al cabo de pocos minutos aparece una mujer por la puerta para preguntarme qué es lo que necesito. Se lo vuelvo a contar. Me indica que a la vuelta de la esquina hay unos postes de recarga y que ahora saldrán a atenderme. Voy hasta los postes de recarga y veo que hay un BYD cargando. Soy incapaz de abrir el conector del otro lado para conectar mi cable. Además, con el cable que yo llevo no puedo conectarme a un trifásico. Por fin aparece un hombre muy amable y le cuento toda la situación. Era más de la una y temía que se fueran a comer y me dejaran con el cable en la mano.
Este hombre me escucha, desconecta su coche, conecta el mío (le pido que lo hagamos con su cable) y me dice que a las dos se va a comer y que cuando se vaya a comer me lleva a mi a algún sitio a comer. No hay nada cerca para comer. Conectamos el coche, cierro las puertas y empieza la carga. Todo perfecto. El coche me dice que le quedan unas dos horas y media para cargarse completamente. El buen hombre se mete hacia su oficina y yo me quedo un rato pensando y husmeando por la zona por si me voy a comer o si me quedo en el coche a trabajar. Finalmente, al cabo de unos minutos abro el coche y se detiene la carga (pero yo no lo asocio). Entro al coche, cierro las puertas y la carga no reanuda. No soy consiente de que se ha interrumpido por mi causa. Lo sospecho, pero como no vuelve a arrancar cuando cierro las puertas pienso que el motivo es otro.
Por suerte me he quedado con el teléfono del buen hombre que me ha atendido y le pongo un mensaje para decirle que la carga se ha interrumpido.
Son las 13:40 de la tarde. El buen hombre me dice que viene dentro de un rato a probar de nuevo. Yo estoy convencido de que el fallo se reproducirá y que no voy a ser capaz de cargar aquí. Pienso que la mejor solución es volver a Palencia, esperar una hora completa para que el coche cargue al 100% e ir desde Palencia hasta Galapagar. Aviso a Alfonso. Por nada en especial. Principalmente por sentirme acompañado en mi incertidumbre.
El buen hombre vuelva a aparecer. Volvemos a probar. Me dice que cuando el coche detiene la carga, el sistema no reanuda nunca solo. Así que probemos de nuevo y que no abra las puertas. Cojo mi cartera y mi ordenador de dentro del coche, lo cerramos, lo ponemos a cargar y este buen hombre que se llama Jesús González Martín (en cuya tarjeta pone Delegado de Cobra) me lleva a un restaurante para que me den de comer mientras el coche se queda cargando. Antes de salir nos quedamos tres minutos al lado del coche para comprobar que la carga no se interrumpe, todo marcha bien y nos vamos. Le pregunto que cómo puedo pagarle (no sólo la electricidad) y me dice que no me va a cobrar nada.
Justo antes de subir al BYD de Jesús compruebo con la aplicación del BMW i3 que tengo el coche controlado y que sigue cargando. Todo bien.
Jesús también comprueba con su teléfono que la carga funciona y que «sólo carga a 10 kW», me dice. Le digo que me parece gloria bendita y que si me puede mandar un pantallazo. Tan amablemente como siempre, Jesús me lo manda.
A las 14:29, desde el lugar al que me ha traído Jesús para que coma, vigilo el coche. La carga sigue perfectamente su curso. ¡Bien!
Una hora más tarde, el coche está lleno de nuevo y ya tengo autonomía suficiente como para llegar hasta Madrid.
Jesús me viene a buscar al restaurante a la hora convenida, en el viaje de regreso a su oficina y a nuestro BMW i3 le cuento que soy periodista y que me gustaría hablar de él en mi blog y contar toda la peripecia. Accede una vez más con absoluta amabilidad. Esta es una de las cosas buenas del coche eléctrico, que conoces a gente encantadora.
* * *
Para acabar este relato de viaje de ida y vuelta de Madrid a Bilbao y regreso ya sólo me falta contar la última etapa. Una etapa placentera, con el aire acondicionado puesto y sin incidentes. Lo contaré muy pronto.
Y no se le paso por la cabeza recargar en una concesión BMW ? En todas tienen un wallbox de 7kw a disposición de quien lo pueda necesitar con un BMW.
Me está gustando mucho su viaje y es curioso este país , donde puedes ir desde el norte de Esta península hasta París sin problemas de cargadores , pero llegar a Madrid , tela…
Hola Torrens.
Llamé al servicio de asistencia de BMW, que me ofrecieron todo tipo de ayudas, pero que no me servían para el reportaje.
Quería que fuera un reportaje de un coche eléctrico cualquiera (no un BMW con su servicio de asistencia) en el que por ejemplo tienes problemas un domingo.
Dicho esto, la única posibilidad que no existía es la de cargar el coche en la concesión de BMW de Valladolid, ni en Segovia. Ninguna de las dos es BMWi.
El concesionario BMWi más cercano a Valladolid está en… Madrid, según me aseguraron por teléfono.
Es que si encima de parar dos horas cada 200 km y tener problemas la mitad de las veces tuviera que tratar con energúmenos sería para cortarse las venas.
Esta claro que el I3 no sirve para quien viaje habitualmente. Uno puede pensar que no es para tanto, cada 200km para y carga y aprovecha para ver mundo pero el razonamiento falla porque los postes suelen estar en sitios feos y alejados de todo.
Si me gustaría que cuando hicieran el analisis de los costes por kilómetro, que no se si lo harán, calculasen el precio de hacer el viaje con un coche de motor térmico pero a la velocidad a la que viaja en el eléctrico, no se si se mantendrá la ventaja gigante que tienen para hacer trayectos cotidianos mas cortos.
También molaría que echasen una carrera entre un I3 y un tractor agrícola o algo así, no tengo nada claro quien ganaría en una distancia larga.
Hay que entender que está haciendo de pionero. Hay muy muy pocos eléctricos. Y cuando las cosas no se usan, se estropean. Dejan de funcionar, y nadie se entera.
Cuando vayan proliferando los eléctricos, los problemas de carga dejarán de ser tales.
Después vendrá otro problema y será cuando haya cientos de coches que quieran cargar a la vez en un área concreta.
Pero eso se resolverá de nuevo con muchísimos más cargadores y con una mejor planificación, reservas adelantadas de cargadores, etc.
En fin… que si tuviera bastante más dinero del que tengo, me habría convencido para comprar un coche como el i3, porque además es muy bonito.
El tema es que es carísimo. Y los eléctricos, me temo, seguirán siendo caros durante bastante tiempo.
Lástima.
Pero está claro que, precio de compra a parte, ya son una solución para muchísimos clientes potenciales.
Es una faena que ni siquiera funcionara el enchufe Schuko «normal», para poder ir añadiendo algo de carga mientras se busca otra solución.
Dr. Moltó, después de leer el relato de su ajetreado viaje, mi conclusión es que los coches eléctricos, actualmente, sólo son aptos para trayectos cortos por ciudad o para nostálgicos que quieran rememorar el encanto de los viajes en diligencia del siglo XIX. A mí, desde luengo, no se me ocurriría comprar uno, no resistiría la ansiedad que me ocasionaría un viaje con tanta incertidumbre.
Muchas gracias por sus artículos que son esclarecedores además de interesantes.
Qué estrés.
En su actual estado del arte, los coches eléctricos quizá sean idóneos como segundo coche de uso metropolitano.
Pero como primer coche, parece que hay que salir a la carretera con el espíritu early-adopter y pionero de Bertha Benz.
A todo ello se añade que la red de enchufes para carga rápida está aún en mantillas, en lugares recónditos -¿cuánto cuesta un punto de carga? ¿cómo es que no los hay en nuestra red de autopistas o en el centro de las ciudades?- y que además, por falta de uso, no siempre funcionan. ¿Pasa lo mismo en Francia, Italia o Alemania?
Todo esto de los eléctricos está aún muy verde. No entiendo cómo no se hace más hincapié en los eléctricos con un motor de gasolina a modo de generador, como llevan la propia versión «Extended Range» del I3 -pero con depósito algo más generoso, que aquí también tuvieron una experiencia desagradable con él- o algún modelo de GM.
La objetivo seria construir un vehículo capaz de recorrer 300 o 350 km. a 130 km./h. -velocidad autorizada en Francia o Italia- con clima y audio puestos empleando un 70% de la batería, recargable en la media hora que puede ocupar tomar un café, ir al baño y limpiar el parabrisas.
Hola Javier , como suele pasar , en bmw hay mucho descontrol en tema eléctrico , cuando hablas a través de la asistencia dé Bmw, es una genérica que atiende a térmicos , eléctricos y demás inventos , sin embargo hay un departamento i exclusivo que si que entienden de ello , 900 102 657 , y te atienden y resuelven todas las dudas sobres los i , en la otra «asistencia » igual te preguntan a ver qué cilindrada es .
Para Recergarlo en una concesión BMW no hace falta que sea i , con ser una concesión Normal de bmw tienen esa deferencia con el cliente eléctrico, las concesiones i , son las unicas autorizadas por bmw para reparaciones , pero encima , también hay categorías , unas pueden solo vender , otras les dejan también tocar mecánica y por últimas unas pocas elegidas pueden tocar fibra de carbono y aluminio .Todo un mundo.
La palabra habitual cuando se habla con algún servicio de Bmw , excepto el i , es , es la primera vez que me ocurre.
Saludos
Hola Torrens.
Gracias por la información. Indagaré para saber más y para intentar que en BMW corrijan esas informaciones.
Gracias
No me puedo creer que aún no haya nada tan inteligente como lo que se muestra en el artículo que cito abajo, o que aún no sea industrializable a precio competitivo. Aviso de que ya hace diez años de la presentación del prototipo.
No necesito los 640 cv, con la cuarta parte ya me conformaba, y con la mitad daba palmas con las orejas.
http://newatlas.com/go/6104/
En resumen:
– Incertidumbre durante el propio uso del vehículo debido a la gran sensibilidad del consumo ante cambios en el estilo de conducción. Eventual necesidad de practicar una conducción exageradamente cuidadosa, con lo que eso implica en términos de estrés y disminución de la atención sobre lo que pasa en la carretera. Mi misión como conductor es estar atento a las condiciones de la carretera y del tráfico, y no tanto a las particularidades del funcionamiento de mi vehículo, especialmente con las baterías parcialmente descargadas.
– Incertidumbre ante la poca disponibilidad de puntos de recarga, y ante el estado de los mismos.
– Necesidad de llevar a cabo cargas lentas con la pérdida de tiempo que conllevan.
– Viajes cuya duración con respecto a aquellos realizados con un vehículo convencional se dispara al doble, al triple o más aún.
– Necesidad de contar con conectores diversos, almacenarlos y acarrearlos por todas partes. Conozco el i3, en el trabajo tenemos uno como coche de empresa, y tiene un maletero testimonial.
– Posibilidad (me ha ocurrido una vez) de que el poste en cuestión no realice el desenclavamiento del cable adecuadamente, teniendo que pedir asistencia ante la perspectiva de dejar el cable tirado, conectado al poste.
– Necesidad de andar pidiendo sopitas a diversas personas para que presten asistencia puntual cada vez que el sistema coche+poste falla estrepitosamente.
– Eventualidad de tener que pagar por todas esas ineficiencias y sucesos. Ahora hay almas caritativas que te ayudan cuando tienes un problema, pero esa asistencia eventualmente tiene un coste, que debería tenerse en cuenta.
– Necesidad de recurrir a una subvención o subsidio para acceder a la compra de un producto muy caro, teniendo en cuenta sus prestaciones, metiéndole una vez más la mano en el bolsillo al vecino para que contribuya a que yo tenga coche eléctrico. Respecto a este tema, es interesante lo que está pasando en Dinamarca con las ventas de eléctricos ante la caída en las ayudas públicas a la compra de estos productos. Resulta que al final, los daneses también priorizan el bolsillo (como por otra parte es lógico). Quién lo iba a decir de estos nórdicos…
– …
Me da igual cómo se pongan los adalides de la ecología (la contaminación se traslada de la ciudad a los centros de generación eléctrica, pero ahí está) o los de la eficiencia energética del motor eléctrico.
Para ustedes, señores. No quiero un eléctrico puro ni aunque me lo regalen.
Aceptaría un híbrido. A fin de cuentas, éstos últimos todavía son coches, no carromatos del siglo XVIII disfrazados de naves espaciales. A las caballerías también había que darles descanso, esa forma de viajar lleva siglos inventada.
Claro que depende de las prioridades de cada cual. Las mías son: alta disponibilidad, rapidez, ausencia de incidentes, y libertad en horarios y tiempo de tránsito por la carretera.
Pero es una batalla perdida, lo sé. Al final nos comeremos con patatas artefactos que suponen un paso atrás con lo que tenemos actualmente, en materia de usabilidad y disponibilidad. Nos obligarán, nos forzarán, tendremos que pasar por el aro. Y cuando haya masa crítica suficiente de usuarios del vehículo eléctrico puro (convencidos o cautivos), vendrá la correspondiente reencarnación del Excmo. Sr. Montoro, y tendremos un nuevo precio del kWh, en el que el Estado podrá meter la cuchara convenientemente, como ya hace ahora con los combustibles ordinarios.
Se ve que algunos hemos nacido demasiado tarde.
Xabier, si se preocupara menos del estado* y más de las empresas (eléctricas, automovilísiticas, etc.) tanto vd. como todos los demás, mejor nos iría.
Quienes nos roban cuanto pueden son las empresas que, por medio de los lobbies o la corrupción menos sofisticada (los lobbies corrupción son), son quienes obligan a los gobiernos a tomar las decisiones que toman; y si no lo hacen, el golpe de estado (militar o civil) lo tienen de su mano.
* que en sentido estricto somos todos los ciudadanos.
11 Xabier.
Clarito, Clarito…
Lo suscribo al 100 por 100.
#11 Xabier, es usted de los míos.
El coche eléctrico, mientras use baterías como las actuales, tiene poco futuro en los desplazamientos de larga distancia.
Pero sí cuando se retome la idea de no rellenar las baterías, sino cambiarlas por otras ya llenas. Les funcionaba a los asirios hace 4.000 años, les funcionó a los hermanos Taxi hace 500 y le funcionó al Poni Express hace 150.
Cambio automático, sin herramientas ni trabajo manual, mediante una máquina que desacople la batería del coche y acople otra nueva. Lo hacemos en los aparcamientos automáticos que mueven el coche sin conductor por su interior. Y lo podemos hacer con algo como la batería.
El problema es que eso solo se puede hacer estandarizando baterías y coches.
Y eso solo se puede hacer por acuerdo de los fabricantes o por imposición gubernamental. Es decir, por voluntad popular.
Por eso viene bien que personas como usted den una idea clara de cómo no puede seguir siendo el futuro.
Para ver claramente qué es lo que tenemos que hacer los consumidores europeos: Dejar de comprar cava catalán… Digo, dejar de comprar coches hechos en nuestro perjuicio solo porque a los fabricantes les viene bien.
Si la estupidez del cava (el de Plasencia y el catalán de bodegas Torres, que es empresa española) les convenció (que facilonas son ustedes) esto tendría que ser casi inmediato.
¿O no conocen ustedes a nadie que haya escrito al fabricante de su coche para quejarse de los errores de diseño de un modelo? Porque yo, que me muevo entre personas con voluntad y criterio propio, sé de quien abroncó por correo postal a la central de Lexus en Europa. Porque no todo el mundo quiere comprar versiones parcheadas de la misma vieja quincalla decimonónica, por más que le pongan WiFi, HUD y sensor de rayas en la calzada.
@14, hace tiempo que tuvimos un debate sobre las baterías intercambiables. El Sr. Elon Musk montó un numérito para demostrar que se podía realizar un cambio de batería en minutos. Lo hizo por supuesto para conseguir algún tipo de subvención.
El Tesla tiene la batería montada por debajo (creo recordar que son 24 tornillos) y se refrigera con aire.
Yo también pienso que el futuro va por ahí. Llegar a una gasolinera, deslizar la batería fuera del coche (mejor si esto se hace empujando con la batería de cambio) fijar, comprobar carga, pagar y seguir viaje.
Y por supuesto utilizar la energía solar para que se carguen las baterías de recambio.
Sería la mejor solución, pero la veo dificil cuando ni siquiera en algo tan sencillo como diametro de centrador y tornillos consiguen ponerse de acuerdo las marcas, y entre el mismo modelo de dos años diferentes hay piezas no estéticas que no son intercambiables. Mucho tendría que cambiar la industria y la legislación.
Veo mas posible que se haga esto con «pods» que te traigan y te lleven que con coches estupendos que diseñe la industria tradicional. Lo de Tesla creo recordar que fue un bluff por un oscuro asunto de subvenciones