Desde hace dos semanas en mis líneas habituales de autobús urbano (32 y 26 de la EMT, de Madrid) para ir al trabajo he visto a tres o cuatro mujeres conductoras de autobús. Me ha hecho ilusión encontrarlas.
En toda mi vida, nunca he encontrado mujeres en España que lleven autobuses. Hace más de 30 años en Birmingham en todas las líneas de autobús había conductoras. Y en España, a saber por qué, yo no encontraba conductoras de autobús prácticamente nunca.
Me gusta que las mujeres hagan trabajos que, misteriosamente, hasta ahora, sólo hacíamos los hombres.
Y, además, me gusta porque cuando conduce una mujer uno puede encontrar, como me he encontrado hoy en la línea 32, una sonrisa abierta, franca, naturalmente amable, diría que contenta por hacer su trabajo (algo que también sucede con los hombres, pero que no es frecuente).
Al bajar del autobús me he despedido de la conductora (como hago con frecuencia):
—Adiós, muchas gracias.
—Adiós, de nada— me ha contestado y a la vez que contestaba se ha girado rápidamente, como sorprendida, con una amplia sonrisa. Mira que es difícil encontrar esa amabilidad en un conductor de autobús, a saber por qué.
(Sé que hay muchas mujeres antipatiquísimas, que en cuanto se acostumbran a su trabajo son inaguantables y tratan fatal a los clientes. Lo he visto en los ministerios a patadas y en restaurantes y en tiendas. Sí, lo sé. Y hombres amabilísimos. Y viceversa. Pero las mujeres que conducen autobuses ahora en Madrid parecen contentas. Quizá sea por la novedad. De momento, al menos, es un gusto, que debe conducir a la normalidad de que no importe el sexo de quien conduce)
Las mujeres hacen varias cosas mejor que los hombres, y mire usté por dónde, conducir buses es una de ellas. Servidor lo achaca a que son menos bruscas, más suaves que los hombres porque todos los mandos van más duros y les cuesta más moverlos. El volante es más grande que el de un turismo para que el giro sea más progresivo: imagínense la inercia de un bicho de 12 metros y 17 toneladas si girase como un coche, o los tirones de acelerar y frenar si el acelerador tuviera el tacto de un turismo. La palabra subviraje se antojaría escasa.
Conducir un autobús es como conducir un serie 7 con «antiFDC» o un California con «antimanetino» perpetuos;gracias a Dios, todo es más lento, hasta el giro del motor (en la marcha 12ª puedes encontrarte circulando a 100 km/h a 1.200 rpm).
La aspereza de carácter es lo que yo creo que no depende del sexo; tal vez ellas simplemente nos devuelven lo que les damos: la sonrisa de la sorpresa agradable.
Saludos desde Zgz.
Imagino que bregar a diario con el tráfico de una gran ciudad y con la mala educación de algunas personas (desgraciadamente las que más recordamos) con el tiempo agria el carácter de cualquiera. Un buen gesto como el que tú has tenido con esa conductora compensa muchas veces un roce desagradable con algún maleducado; lo podríamos considerar como el aplauso a los artistas, su «alimento». Ser amable es barato y agradecido.
Altro, estoy de acuerdo con todo lo que dice.
A mí también me ha parecido que conducen los autobuses con más suavidad que los hombres, con menos acelerones y menos frenazos. Pero tampoco esa forma de conducir me parece una cualidad intrínseca de las mujeres. Es muy fácil conducir con suavidad un autobús. Seguro. Basta con fijarse. Los conductores no suelen hacerlo, inexplicablemente.
También estoy de acuerdo en que la aspereza de carácter no depende del sexo.
En realidad, lo único relevante es que ¡por fin! las mujeres que lo deseen pueden incorporarse a un trabajo que tradicionalmente les estaba vedado. Eso me alegra. (Supongo que a ellas también. Quizá por ese motivo se muestran amables)
Eso también es cierto Antonio.
Hace más o menos una semana, una mujer de unos 30 años subió enfurecida al autobús, porque el conductor (que era muy amable. No puedo dejar de fijarme en los detalles, aunque vaya leyendo) había arrancado sin ella.
El conductor fue tan amable que, después de cerrar la puerta y moverse más o menos un metro, cuando vio correr a esa mujer desagradable que se acercaba, paró y le abrió la puerta. (Lo habitual es que no se paren una vez han cerrado)
Ella subió despotricando. En lugar de darle las gracias le gritaba porque «la había visto desde el primer momento y pretendía largarse». O algo así. No paró de gritar hasta que se sentó en la última fila (más o menos)
Me acerqué al conductor para decirle que no se preocupara, que había sido muy amable con todos los pasajeros (era verdad). Que no hiciera caso de esa mujer. (Cuando alguien es amable me pide el cuerpo cuidarlo. Se llama trueque y es más antiguo que la humanidad.)
—Siempre tiene que haber algún cardo borriquero— me contestó todavía cabreado.
Pregunta total y absoultamente noble y de corazón…¿Por qué es tan dificil conducir un autobús?
Pues ese conductor es un santo, estan obligados a NO parar una vez iniciada la marcha. Si por un casual ese pasajero se escurre y cae en el escalón de acceso o algo similar, al conductor le pueden denunciar y encima perdería probablemente.
Por culpa de gente asi amargan a uno en su trabajo, espero que ese conductor lo tomará como una irracional más y siguiera con su vida feliz y amable.
Yo odio el autobús. Lo cojo todos los días porque me organizo muy mal por las mañanas y si voy andando llego muy tarde (vivo a dos quilómetros del trabajo). Lo odio porque me pongo de muy mala leche. Primero con las chavalas que no ceden sus asientos a los mayores. Con los ceporros y ceporras que se apoltronan en los asientos para discapacitados (se ve que las minusvalias mentales también tienen derecho a asiento). Con los que hablan con el móvil a grito pelao. Con los que aparcan en el carril bus. Con las maquinas canceladoras que no funcionan. Con los conductores que paran donde y cuando les sale de los bemoles si se trata de recoger a un companero pero que te cierran la puerta en las narices si llegas a la parada tres segundos más tarde que el último pasajero en subir. Con los relevos eternos y en hora punta. Con los retrasos. Con los pasajeros que llevan siete maletas. En fin. Odio el autobús.
PD. ¿donde se sienta Vd para poder despedirse de los conductores? ¿y no sabe que está prohibido hablar con el conductor :P?
Por cierto Yo también prefiero a las conductoras y las taxistas y a las ferroviarias. Como no.
Emilio ha preguntado que por qué es difícil conducir un autobús y me permitiré contestarle, porque quizá Javier no lo ha hecho nunca. Yo soy de los que odia maniobrar en un parking lleno de columnas, así que mover un aparato que no sabes muy bien dónde acaba es para mí una experiencia casi traumática, aunque por fortuna suelen tener muy buena visibilidad gracias a las ventanas.
Conduje uno habitualmente durante la mili por las atestadas calles de Sevilla, y aparte del detalle de que tienes que abrirte mucho al doblar las esquinas para no subirte en la acera (si no es articulado), lo peor es que su conducción es exactamente lo contrario de lo que en Km.77 se llama «deportiva»: todas las órdenes son obedecidas con un retardo excepcional. Una vez tuve que hacer una maniobra de esquiva muy brusca para evitar un coche que se había clavado en un semáforo en naranja oscuro y tuve una experiencia inolvidable, aunque todo salió bien. Por fortuna no llevaba ningún pasajero, porque no sé si me habrían aplaudido o linchado.
Gracias Antonio…He tenido que conducir furgonetas por motivos de mudanza y me imagino lo jodido que tiene que ser llevar un bicho tres veces más grande que una furgo.
Me refería más que nada al tema del motor, lo de los tirones y demás. por que ahora no lo puedo entender (me imagino que son automáticos)
Como dice Antonio, yo no lo he probado nunca. Conduje camiones en la mili, nunca autobuses. Por lo que viví en el camión, acelerar y frenar con suavidad un camión sólo requiere voluntad de hacerlo. No es ni más fácil ni más difícil que en un coche.
No me pareció difícil llevar el camión. Me gustaba. Con los espejos laterales se ve todo muy bien. El único problema que recuerdo era la dificultad de saber dónde acaba.
Un día contaré mis aventuras con los coches de la mili.
En Logroño hay muchas conductoras de autobús urbano. Bueno, al menos en la línea que yo cojo.
Algunas conducen de manera muy grata para los pasajeros, muy suave. Otras no (lo mismo ocurre con los conductores).
Independientemente del sexo del conductor sí he notado que a veces, en las paradas o en las zonas con tráfico un poco atascado no se llevan muy bien con el cambio automático que equipan hoy día todos los autobuses urbanos: aceleran un poco y en seguida la caja pasa de primera a segunda (tirón) y entonces tienen que frenar (tirón). Cuando te has recompuesto del meneo vuelven a acelerar fuerte (otro tirón)…
Supongo que, como dice Antonio,para realizar una conducción suave es necesaria una tremenda antelación, teniendo en cuenta al tráfico, a la caja de cambios, etc.
Por cierto, yo también odio a los autobuses.
Hola a todos.
Mi trabajo es hacer autobuses, con lo que pueden suponer que un poco conozco el tema.
Las cajas de cambio de los autobuses urbanos no están orientadas a la suavidad, sino a tener potencia para poder salir con el bicho en cuestion cuando va cargado; es difícil que el bus coja nunca la velocidad máxima permitida, e incluso los urbanos que salen al extrarradio tienen otros bastidores y otros motores diferentes de los que sólo callejean. Son automáticas por un tema de desentendimiento para el conductor (imagínense organizar un poco la mesa de cobro, conducir y cambiar de marcha a la vez), amén de la cantidad de discos de embrague que se ahorran. La mayoría montan una caja de cambios del fabricante ZF.
Emilio, un autobús no es difícil de conducir. Una vez que uno sabe conducir un coche, el problema del autobús es cambiar un poco alguna cosilla: los giros son mucho más cerrados, las inercias más exageradas, las dimensiones se convierten en infinitas… Ahora casi todos los clientes nos piden espejos exteriores que enfocan dos o más ángulos y cámara de marcha atrás, entre otros extras. Las cajas de cambio, sobretodo las de los interurbanos son automáticas secuenciales y tienen hasta 12 marchas, y son tan suaves como la de un coche, a pesar de mover un par motor como el de un Bugatti Veyron.
Saludos desde Zgz.
Altro, hay cosas que marcaron mi infancia y que tengo apuntados en un debe y que cumpliré algún día.
Los autobuses urbanos de los 90, los Pegaso rojos en Madrid, tenían una palanca de cambios de accionamiento eléctrico y cuyo mando estaba fabricado por FEMSA. La palanquita era pequeña y se movía por unos carriles que recordaban mucho a esa celebérrima rejilla de las cajas de cambio manuales de los Ferrari. La palanca estaba coronada por una bolita negra de plástico y los conductores de los autobuses la manejaban con displicencia.
¿Sabe usted si puedo hacerme con una unidad de mando como la descrita en algún lado?. Si sabe cómo puedo conseguirlo, habré puesto una X en mi lista de cosas que hacer antes de morirme.
JM
¡¡¡¡ANda!!!!….lo de la caja de cambio es justico justico lo que hace el DSG del Audi….entonces es de eso…¡¡¡Vaaaaya mierda de adelanto!!!!…donde esté un manual…
Jota Eme…entre lo del viaje al sur del no atos y lo de los recuedos de la bolita nega de los autobuses de madrid…me estás matando ehh
Saludos
Gracias por las explicaciones, Altro.
Una pregunta
Muchas veces los autobuses vibran mucho en parado. Supongo que ese par motor de Bugatti Veyron lucha contra el convertidor de par. El autobús está quieto porque el conductor pisa el freno, pero el par quiere poner el autobús en marcha todo vibra y parece que todos los cristales van a romperse. Es habitual y engorroso. ¿Es culpable el conductor por no poner el punto muerto?
En mi camión Pegaso de la mili el cambio era manual y no tenía estos problemas.
JotaEme,
Esa misma rejilla, tipo Ferrari, estaba en los autobuses que yo utilizaba de pequeño para ir en los autobuses urbanos a la playa (Tarragona). Todos eran Pegaso y es verdad que los conductores cambiaban de marcha de forma displicente.
Si consigue una, hágale una foto y la publicamos aquí.
Ya quisiera yo, Javier, llevo toda una vida buscando esa palanquita. Quiero una para tenerla en el salón, y accionarla de cuando en cuando, esas tardes-noches que llego cansado del despacho y me apetece tener algo con lo que relajarme.
Es que marcó mi infancia, de verdad, quería ser conductor de la EMT para poder accionar esa palanquita.
JM
Javier…la tienes en tu e-mail
Si no está en google, es que no existe
http://www.arca-bus.org/images/Joaq_pup6038_gran.jpg
AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH POR DIOOOOOOS…. ¡¡¡¡ES ESAAAAAAA!!!!!
Toda una vida detrás de ella.
Ahora por fin podré tener un documento gráfico para poder buscarla (si alguien la encuentra, que me lo diga).
(Desde luego ahora mismo pasa a ser mi fondo de pantalla)
Gracias, un millón de gracias, Emilio *haciendo la ola*
Eternamente agradecido,
JM
Una vuelta en el No atos y en paz…pero tu de copi :-)))
De nada, no se merecen
La palanca pertenece a un Pegaso 6038, y estos señores http://www.aemtbus.org tienen uno que les cedió la EMT de Madrid…en algún desguace la tendrán
Por cierto JM….»Quiero una para tenerla en el salón, y accionarla de cuando en cuando, esas tardes-noches que llego cansado del despacho y me apetece tener algo con lo que relajarme.»
¡¡¡¿¿¿¿TU HAS VISTO LO QUE HAS ESCRITOOOOO!!!???????
Mi querido Emilio,
Soy todo inocencia y candor y observo no sin preocupación lo que su imaginación ha figurado de mi ingenua e inofensiva voluntad coleccionista de elementos mecánicos que forman parte del pasado común y cotidiano del transporte colectivo.
Yo no veo deshonor ni mancha alguna en ello, pues si otros invierten fortunas en tener piezas de un Renault, MacLaren o Ferrari de F1, no veo por qué habría de negarme una aspiración igualmente legítima de contar con un mando eléctrico de un Pegaso 6038, que me pone mucho más.
No veo que podrán hacer otros con una válvula de un Ferrari, pero yo sí sé, que querría rescatar el mando eléctrico del 6038 para accionarla con la dignidad que sus antiguos captores no le dieron.
(Mañana llamo al sitio ese) :p
JM
Ja ja, qué historia tan buena!
Curioseando por google en busca de algún 6038 me encuentro con esta página:
http://cv.uoc.edu/~jmora/modelos/6038.html
en la que encuentro dos fotos curiosas.
· Una, la de un 6038 pasando por mi delante de mi estimado Hotel Park, precioso edificio con un bar cuya barra de bar sale hasta el exterior:
http://cv.uoc.edu/~jmora/lineas/_bus/14_18.jpg
· Y otra la de una noticia de prensa que quizá pueda interesarle, JM, aunque ya esté desfasada:
http://cv.uoc.edu/~jmora/modelos/img/noti_sevende.jpg
Rescato de la segunda: «…otros coches tendrán destinos más variopintos, como chiringuitos para noche de verano, con gancho para clientes que pueden considerar exótico beber un mojito agarrados al estribo de un Pegaso con servodirección.»
Un saludo.
Ayer recordé esta entrada en el blog. Tras visitar el museo del aire en Madrid, decidí coger con un amigo el cercanías a Cotos. En el tren a Cercedilla coincidimos con un supervisor muy majo de mediana edad que nos explicó que no podríamos subir a Cotos por la afluencia de público, nos contó tranquilamente y con un tono afable el procedimiento de compra de billetes de la C-9 para los días de gran afluencia de público.
En el viaje de vuelta de Cercedilla volvimos a coincidir con el mismo supervisor, el cual nos preguntó que tal lo habíamos pasado por Cercedilla. Conversamos un rato y le preguntamos si era posible ver la cabina del tren (cosas de ingenieros frikis) a lo cual nos contestó que la del maquinista por seguridad no, pero que la de cola del tren si. Nos llevó a la cabina que en ese momento no era master y nos explicó todo el funcionamiento del sistema, cómo se conduce un tren, parte de los procedimientos, cómo se llega a ser maquinista de Renfe…
Ese señor convirtió un simple viaje en Cercanías en toda una experiencia que recordaré toda mi vida simplemente siendo amable con el público. Podría haberse quedado sentado en su sitio leyendo el periódico, pero dedicó 10 minutos en ayudar y compartir su trabajo con dos pasajeros curiosos. Mi admiración para el supervisor del Cercanías Chamartín-Cercedilla de ayer.
Un saludo
Gracias por contarlo, oalfonso.
Cuando la gente es amble se merece un homenaje, aunque sea pequeño. A partir de ahora les pediré el nombre y lo publicaré aquí. Podemos pensar una forma para que ustedes también lo hagan y cuenten las historias de las personas amables.
Que nos envíen un e-mail y lo publicamos, con su nombre.
Creo que puede ser un espacio curioso, de agradecimiento.
Si me animan, lo abrimos. Para que todos podamos contar historias pequeñas, de personas desconocidas, que se merecen un segundo de atención, porque son amables.
¿Qué les parece? ¿Lo abrimos? Convendrá pedirles el nombre y preguntarles si no les importa que lo publiquemos. Podemos hacerlo entre todos, cada uno su pequeña historia.
Hay de todo, como en todas partes. Lo que no entiendo son esos pequeños frenazos que dan en los semáforos: como son automáticos, al soltar el pie del freno el autobús empieza a andar, pero como el semáforo aún está rojo, hay que parar otra vez… Y así constantemente. ¿Cuesta mucho trabajo mantener el freno pisado?
Ah, y otra cosa: ¿de qué va eso del «no atos»?
Hola don JotaEme.
He rebuscado en el departamento de post-venta y recambios de mi empresa y no hay nada interesante que contarle. Me han comentado que por ley y/o precaución sólo guardan referencias como máximo de 12 años de antigüedad. Seguiré indagando para satisfacer su rama fetichista; entre esto y su afición a los videojuegos me tiene algo descolocado.
Javier, el autobús vibra igual en punto muerto. Es una cuestión de que ni los silent-blocks amordazan tanto poderío. También aportan vibraciónes ocasionales otros elementos como el compresor o las turbinas del equipo de A.A. del techo. Cuando el vehículo tiene un tiempo, hay elementos que se inevitablemente se aflojan (tornillos sin aceite sellante o sin su correspondiente tuerca autoblocante por ej.) o que aumentan la holgura. También depende de los materiales empleados; Mercedes por ej. emplea abs y nosotros empleamos un composite (un sandwich) hecho de aluminio y polietileno -una resina-. También puedo informar de que mientras en el automóvil se habla de normas anticontaminantes Euro 4, en el mundo del autobús hace mucho tiempo que se aplica Euro 5 y más vieja aún es la inyección directa diesel.
Perdón por el ladrillo y un saludo.
Altro, no sabe cómo se lo agradezco. Jugón no soy mucho, puedo jugar a un juego o dos al año como mucho y por un corto espacio de tiempo porque cuando transcurren dos días sin jugar, ya no recuerdo quién era el malo, qué hacía yo en un desierto, ese joyón brillante para qué servía, la tronca ésta me pide plan o qué, ni si la espada era la más tuneada del lugar o no.
Fetichismos automovilísticos alguno que otro, todos rarísimos, pero este blog lo pueden leer menores y no le pienso contar cómo he conseguido el orinal de Fittipaldi ni lo que hago con él los días pares de los meses impares :p
Chandler, el no-Atos es otro coche que conduzco, sin la personalidad ni la honestidad del Atos, de ahí que ni merezca ser nombrado.
JM
Hola Altro, ¿cómo que perdón por el ladrillo? ha sido de lo más instructivo.
Abuso un poco más. ¿Hay alguna leguslación española que obligue a no utilizar autobuses con determinada antigüedad? En Madrid hay algunos autobuses nuevos que no contaminan mucho aparentemente, pero hay otros que parecen fábricas de carbonilla. (O alguna ITV para autobús que le obligue a no contaminar, o algo)
(Si es demasiado abuso, usted me lo dice, que le echo morro y en lugar de documentarme, me aprovecho de su presencia)
Gracias
Javier
Hola a todos.
Don JotaEme, puede que consiga un cambio de marchas tipo Wilson si se pone en contacto con http://www.arca-bus.org/indexC.htm ;esto me ha comentado mi amigo el responsable de protos ( gracias Jorge). A ver si hay suerte y allí le pueden ayudar porque parece ser que son la mejor asociación de España ( y Polonia, ja, ja.)
Don Javier, la única limitación de utilización temporal la tienen los buses que se dedican a «transporte escolar». El resto sólo está obligado a pasar las preceptivas ITV.
Un saludo.
Este año hubo cierto recambio de la flota montevideana de ómnibus. Los responsables se enorgullecen de que las flamantes unidades cumplen la norma… Euro III.
El gasóleo uruguayo tiene miles de partículas de azufre por millón. Se intentó licitar la instalación de una planta de desulfuración en la refinería de La Teja (hay monopolio estatal de combustibles: http://www.ancap.com.uy). Pero se trancó por denuncias varias. Sólo nos alivia los pulmones el fuerte viento que suele soplar desde cualquier dirección (Uruguay es chato como un plato).