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24 horas en Hungría

La foto del metro que puse ayer aquí la hice camino del aeropuerto, para volar hacia Budapest. Llegué a mediodía y antes de 24 horas ya estaba de nuevo en el avión de regreso.

He ido a Hungría a conducir un nuevo coche. Pongo un foto para que adivinen cuál es, que si se lo digo pierde parte del encanto. El esfuerzo es la sal de la vida, decía no sé quién. Y les pongo fotos de Hungría, hechas con mi camarita desde el coche, mientras iba de copiloto. También hay alguna hecha desde la acera.

Frente al hotel corre el Danubio. Sobre el Danubio, el Puente de las cadenas.

Un río majestuoso requiere muchos puentes. Alguno moderno.

El paisaje es verde constantemente. En algunos lugares amarillo.

En la Basílica Esztergom paramos a tomar un café. Las azafatas indican el camino y dan una pista de la marca del coche.

Más pistas sobre el coche da esta foto. También sobre el paisaje verde.

Porque el coche no era éste. Aunque estuviera aparcado delante del hotel.

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