Hoy iba a hablarles de economía. Del panorama mundial sin crédito y de la historia de km77.com, que es la historia de una empresa sin crédito. En los primeros años, nunca conseguimos que los bancos nos dejaran ni un duro. Así que la ausencia de crédito no nos afecta directamente, sabemos cómo vivir sin préstamos. Lo iba a contar y a filosofar, pero está tan triste la cosa ahí fuera, que he decidido contar otras más divertidas.
En los viajes que hago, invitado por las marcas para probar sus novedades, nos llevan en muchas ocasiones a hoteles espectaculares. Casi todos tienen detalles que merece la pena compartir. Merece la pena compartirlos por lo bonitos, por las ideas ingeniosas, por lo espectaculares y en ocasiones por lo cutres.
Les hablaré de hoteles en este blog. Por si alguna vez les apetece darse un capricho. (Las fotos normalmente serán hechas con mi camarita)
En los últimos meses he estado en varios hoteles muy bonitos, cuidados. Apetecía pasar más de un día, disfrutar del SPA o de lo que sea. Normalmente están sobredimensionados para nuestras necesidades. Son muy chulos, pero uno tiene que trabajar y no puede relajarse y disfrutar. No me quejo. Al contrario. Son hoteles apetecibles, con camas muy cómodas, que aprovecho para dormir muy a gusto.
Uno de los hoteles más suntuosos en los que he estado últimamente es un hotel del que no estoy seguro ni en qué ciudad fue, ni tengo la más remota idea de su nombre. Estoy intentando encontrarlo y cuando tenga los detalles hablaré de él de nuevo. (Preguntaré a un colega, que seguro que se acuerda)
De momento, sólo voy a mostrar un detalle de este hotel. La televisión en el baño. Me pasa como con la “Siesta de la bicicleta”. Yo nunca había visto antes algo así. De hecho, no entendía lo que era.
Vayamos por partes. Al entrar en el baño esta es la vista.
El recuadro negro en mitad del espejo, justo a la altura de la cara, me molestaba para afeitarme. Yo estaba convencido de que se iluminaba de alguna forma, para mejorar la visión, como esos espejos que se utilizan para ampliar la imagen.
Cuando reparé en el mando situado en la repisa (foto superior) pensé que sería para oír la tele desde el baño, como pasa en un muchos hoteles. Soy un paleto. Le di al botón y apareció la luz. No la que yo buscaba.
El espejo que ayuda a afeitarse está guardado en el armario que se ve a la izquierda de la foto. Se nota que es un armario porque del espejo sale un tirador cromado. Un flexo permite acercarlo al lavabo. En la zona central del espejo está la pantalla de TV. Impresionante (para mí, claro)
Pues si a ti que estás acostumbrado a los buenos hoteles te impresiona, imagínate a los que nos hospedamos en hoteluchos cuando tenemos la suerte de viajar. He tenido la suerte de alojarme en un Westin un par de veces (invitado, claro, yo no puedo permitirme ese lujo) y alucinaba cada vez que entraba en la habitación y me encontraba la cama perfectamente estirada y un bombón en la almohada, aunque sólo me hubiera ausentado un par de horas. Incluso llegué a sentirme observado, porque parecían adivinar mis movimientos… En fin, la falta de costumbre.
¿Y que marca le invitó a éste hotel, señor Moltó?
Adrià,
No estoy seguro. Creo que en este hotel estuve durante la presentación del Mercedes GLK, pero no estoy seguro. Tengo que confirmarlo.
En los últimos meses he viajado muchísimo, he estado en muchos hoteles buenos (en el Westin de Valencia, recientemente con BMW, ya que Antonio menciona la marca de hoteles).
Creo que fue con Mercedes y creo que fue en Alemania. Lo confirmo.
De todas formas, eso no da mucha información. Pudo ser con cualquier marca. En la mayoría de ocasiones, todas nos llevan a hoteles de gran lujo.
Sí es más informativo, por ejemplo, que Mercedes paga los vuelos a los periodistas en clase turista y la mayoría del resto de las marcas en clase preferente. Me parece muy sensato que los vuelos sean en turista. Incluso me parece sensato que sean líneas de bajo coste, que son las que utilizamos en km77.com cuando nos tenemos que desplazar con nuestros recursos.
Antonio,
Por lo que yo sé, lo de las dos horas habrá sido casualidad (o un servicio excelente, que yo no he percibido habitualmente). En los hoteles suelen arreglar la habitación por la mañana y por la tarde, cuando abren la cama y ponen el bomboncito de buenas noches. Si además de por la tarde le han arreglado la cama en otro momento, es destacable por inusual.
¿Que Westin fue?
Lo de los hoteles es una fuente de curiosidades. A bote pronto, yo recuerdo:
– TV en el suelo del baño, para verla mientras uno está sentado en el «trono».
– Duchas de diseño con griferías de utilización imposible.
– Puertas de acceso al baño «camufladas» por completo en la decoración.
– Bañera en medio del dormitorio, en vez de en el baño.
– Habitaciones en las que es imposible apagar todas las luces desde los interruptores.
Lástima que no haya tiempo para disfrutarlas.
«Bañera en medio del dormitorio, en vez de en el baño.»
Y ese hotel en el que vd. dice haber estado, ¿no estará decorado con neones, las señoritas de recepción son «demasiado amables» y posteriormente la factura es más elevada de lo habitual?
«Duchas de diseño con griferías de utilización imposible.»
«Puertas de acceso al baño “camufladas” por completo en la decoración.»
Si cuando yo digo que los diseñadores tienen demasiada libertad y tiempo libre es por algo.
Pues la verdad es que Mercedes como marca se enrolla bastante, sobretodo de cara al trabajador. Por ejemplo a los comerciales les dejan un Clase-A, a ciertos trabajadores como mi tío, les envian a Alemania a probar coches y a hacer jornadas de convivencia.
En cualquier caso, siempre envidiaré su profesión, señor Moltó.
Le entiendo, Adrià, mi profesión es bonita.
He sido periodista del motor muchos años. Con sueldos más o menos razonables. Hasta que monté km77.com, siempre por cuenta ajena. Hace muchos años dejé este trabajo para dedicarme el periodismo económico (cobrando la mitad, de becario, porque no tenía experiencia). Informar de economía es tan apasionante o más que informar sobre coches. Fui feliz en esa etapa, con compañeros de trabajo empeñados en hacerlo bien. Marta Soria y Susana Criado, en Radio Intereconomía, me ayudaron mucho a disfrutar. Le ponían tantas ganas como yo y fui muy feliz trabajando con ellas. (Marta está ahora en Cuatro y Susana sigue en la radio. Las dos son buenísimas)
Hace un año le pedí a un amigo que tiene un restaurante que me dejara trabajar de camarero un par de días. Me encantó hacerlo. Intenté que los clientes estuvieran felices. Intenté atenderles lo mejor que sabía. Y yo estaba feliz de verles tan contentos.
También disfrutaría haciendo de chófer (Es mi profesión frustrada. Ser chófer de alguien inteligente, del que aprender. Y que me deje tiempo libre para leer mientras le espero)
Es verdad que el trabajo de periodista de motor es muy aparente. Pero estoy seguro de que se puede disfrutar mucho con otros muchos trabajos. Para conseguirlo sólo hace falta tener un buen jefe. No es fácil, pero tener buenos jefes es responsabilidad de cada uno. Cuando mi jefe no me ha gustado, he dejado el trabajo y he buscado otro. (Yo prefiero un buen jefe que la estabilidad laboral)
Oiga, Slayer, ¿y usted cómo sabe que en las casas esas con neones las bañeras están en mitad de las habitaciones y que las señoritas de la recepción son demasiado amables?
¿Qué edad tiene usted?
Este blog está prohibido para mayores de 13 años (salvo yo)
Yo tengo alguna curiosidad ¿morbosa? sobre su trabajo.
Por ejemplo, una tontería, ¿cómo se viste uno para la presentación de un modelo: de traje, o de sport? Yo me imagino que todo el personal de la marca presentadora irá bien trajeado pero, supongo que, por facilitar la conducción, Vds. irán con ropa cómoda.
¿Los piscolabis son antes o después de las pruebas? Digo yo que lo ideal será hacerlos después, por aquello de la somnolencia digestiva.
¿Los respectivos jefes de prensa de las marcas son tan «mafiosos»* como en el mundo de la cultura* y la música (que es el más conozco*)? Es decir, ¿le amenazan* con quitarle la publicidad si ha puesto un coche a caer de un burro o le fiscalizan* de alguna manera las líneas que dedica a su marca frente a las que dedica a la competencia haciendo valer lo requetebién que le tratan (mucho mejor que al resto de sus compañeros, donde va a parar, que a Vd. le quieren mucho más que a los demás) y esas cosas? Supongo, en todo caso, que ese debe de ser su trabajo.
¿Hay presentaciones que le resulten aburridas (de esas de decir, ay la pucha que se acabe esto que me quiero ir casa yaaaaaaaaaaa)
Si cuando baja del coche alguien de la marca le pregunta cómo ha ido y Vd dice (o sugiere) que mal, ¿cómo se lo toman?
¿Los medios en papel le miran por encima por del hombro?
* Exageraciones
Me uno a la «morbosa» curiosidad de Q.
Cuente Sr Molto, cuente.
Me uno a la propuesta de «Q» y «Takeda».
No estaría mal que nos explicase como es su trabajo en el día a día, que nos enseñe la redacción y el garaje de Km77… Cosas que a los frikis como yo nos encantan.
Saludos, Adrià Garcia.
Hola a todos.
La última vez que Javier fue a una presentación, se guardó en el bolsillo unos sugus de sabores, y luego los repartió entre sus amigos del foro de km77 (no se crean que eran los típicos de piña, frambuesa y limón, no).
Hasta hubo uno que trincó una bolsa y se fue corriendo 😉
Yo lo más sorprendente que me ha ocurrido fue en Estambul, que a la vez que caía agua de la cisterna salía por un chorro con cierta presión enfocando directamente a mi recto.
Saludos desde Zgz.
Que conste que aquí el periodista soy yo. ¿Qué es eso de preguntarme a mí?
Soy un débil. Contesto una por una. (Queda largo)
1) La vestimenta varía mucho de unos periodistas a otros y de unas presentaciones a otras. En algunas marcas van trajeados y otras no. Depende del tipo de coche, de la marca, del día de la semana… de todo. Los periodistas no solemos ir trajeados, pero algunos sí van. Se puede conducir con traje sin mayor problema, pero yo prefiero no llevar traje y corbata para probar el coche. Por la noche, después de las pruebas, suele haber una cena que requiera traje. También puede ser sin traje. Depende. Hace unos años la cosa era más estricta y por la noche casi siempre era con traje. Ahora es menos formal.
2) Los piscolabis son a todas horas. Las presentaciones son una oportunidad maravillosa para comer para toda la semana. En el avión, al aterrizar, al parar para cambiar de coche, en el cóctel anterior a la rueda de prensa, en la cena de después de la rueda de prensa, al desayunar, a media mañana, antes de comer, con la comida, para merendar… Así me va, que me gana en karts hasta Donate (forero de km77.com). Él dice que me gana porque es mejor que yo, pero estoy seguro de que es por los kilos de las presentaciones.
Algunas marcas, alemanas fundamentalmente pero no únicamente, no permiten que se sirva alcohol, si después hay que conducir. No siempre es así. Cuando hay alcohol disponible, cada periodista hace lo que le parece.
3) Nunca he admitido presiones de nadie a la hora de publicar en km77.com. Al principio de km77.com lo intentaron varias veces. A algunos les costó, pero al final se dieron cuenta de que nosotros publicamos lo que nos parece. Si nos equivocamos en un dato lo corregimos. Pero no cambiamos ninguna información por presiones. Nuestra independencia está tan clara para todos que ya nadie pierde el tiempo en intentar modificar nuestra forma de informar.
A los responsables de las marcas siempre les digo lo mismo. ¿De qué os sirve que hablemos bien de vuestros coches si a la vez hablamos bien de todo el resto de coches? A vosotras (las marcas) os interesa un periodismo crítico, porque la mayoría tenéis algún producto competitivo, que encontrará mejor hueco en el mercado si informamos bien. En cambio, cuando todo el mundo habla bien de todos los coches, sean buenos o malos ¿De qué os sirve tener un buen producto? (Me miran con cara de «Buen intento»)
En este asunto no podemos relajarnos. Muchas personas de muchas marcas son amigos y esa relación estrecha pesa más que cualquier otra presión. Cuando escribimos debemos olvidarnos de la amistad o la cercanía. Tenemos que escribir sin olvidarnos nunca del lector, de darle la información más diáfana y clara posible, sin medias tintas. (Es mentira eso de que las cosas se pueden decir de muchas formas. Discrepo rotundamente). Tenemos que estar siempre alerta para no relajarnos en este asunto, porque entre tantos algodones, hotelazos, amistades y cariños, es fácil acomodarse y olvidarse de para quién escribimos.
Si ven que nos desviamos, ríñannos, porque nuestra supervivencia va en ello. Si nos acomodamos, estamos perdidos.
4) Nunca me ha parecido aburrida una presentación. Lo que sí son algunas es cansadas. Los aviones me cansan y luego hay que escribir con relativa celeridad. Para mí no son aburridas porque la tensión por contar lo mejor posible cómo va el coche la hacen siempre atractiva. Lo malo es que en ocasiones el recorrido para probar el coche coincide con una carretera atascada y no hay forma de probar nada, o la marca no da buena información y no hay forma de enterarse de cosas que uno quiere. Nunca me he aburrido, pero sí hay presentaciones poco útiles.
5) Pues que no hubiera preguntado :-). Yo suelo contestar poco cuando me pregunta alguien de una marca si me ha gustado su coche. A quien le tengo que contar cómo van los coches es a los lectores, no a los responsables de las marcas. Suelo contestar con vaguedades, más o menos educadas. Ya verán lo que opino cuando lean km77.com.
6) Yo diría que los periodistas de medios de papel nos respetan mucho en general. Para muchos somos muy útiles, por muchos motivos. Y con muchos de ellos tengo muy buena relación y a unos pocos los quiero mucho. He sido compañero de ellos durante muchos años. Dicho eso, me importa muy poco que nos respeten o no. Quien quiero que nos respete son los lectores en general y en particular me interesan quienes quieren comprarse un coche y buscan la información que damos para gastar el dinero de la mejor forma posible para sus intereses. Cuando escribo pienso en ellos.
(Hala, buenas noches. Me voy a dormir, que mañana tengo un evento, que no sé en qué consiste, con Peugeot. Ya se lo contaré. Supongo)
Muy agradecido. Ahora sólo falta que haga Vd. un post de anécdotas graciosas. Del estilo de ese periodista que la lió parda con el clase S. O al que paró la Guardia Civil. O el que se perdió durante la prueba y apareció al día siguiente. O más graciosas aún que no soy capaz ni de imaginar.