Del lujo, del ruido, y de algunos Ferraris
Hace más años de los necesarios, cuando yo fui a encargar mi primer Porsche 911, tenía bien claro lo que quería; el equipamiento me resultaba fútil, innecesario, y aún no se había presentado el GT3 de la primera generación refrigerada por agua. Tampoco me lo habría comprado aunque se ofertase, porque un GT3 no era, […]
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