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Un dolor agudo. Y es sólo deporte. ECO Rally de Bohemia. En un instante, por un dato corregido y no repasado, por un error absurdo, perdimos un rally que teníamos ganado. Y lo perdimos tanto, que pasamos del primero al séptimo puesto.
Previo al ECO Rally de Bohemia, escrito dos horas antes de la salida del Rally. Incertidumbres, incógnitas, expectativas. Los nervios y las ilusiones en directo.
Análisis tramo a tramo de las penalizaciones de los dos primeros equipos clasificados en el ECO-Rallye Villa de LLanes en la categoría de vehículos eléctricos.
A falta de una semana todavía no tenía equipo para participar. La incertidumbre había durado hasta el último momento. Sí. Pero ahora sí que sí, ya somos un equipo. No es que tengamos un equipo. Es que lo somos.
Un coche de más de 30 años que hay que preparar bien, 800 kilómetros por carreteras inundadas, una velocidad nunca superior a 50 km/h y a disfrutar. Un coche de hace 30 años es ligeramente más exigente para el conductor que un coche de hoy en día. Por eso también el disfrute es mayor. El volante, sin dirección asistida, es un buen sustituto del gimnasio.
La labor del copiloto en un rallye de regularidad es decisiva. También lo es en un rallye de velocidad y en uno de orientación, pero cada uno debe de tener sus matices. La diferencia en un rallye de regularidad es que el trabajo del piloto, a mi juicio, exige mucha más conentración y silencio que en un rallye de velocidad.
He escrito este texto porque espero que me sirva de terapia y asimilar que en los rallyes de regularidad luz verde significa frenar.
Los rallyes de regularidad son muy complicados, salvo si no tienes rivales, porque entonces son muy fáciles. Ir a 50 parece fácil, y lo es. Pero siempre hay algún rival que va más a 50 que tú, y entonces la cosa se complica mucho. Porque no se trata de ir a 50. Se trata de ir más a 50 que todos los demás.
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