Nos encontramos ante el modelo mas emblemático del fabricante alemán en su versión deportiva denominada R32, las siglas R y 32 tienen su significado, que explicamos a continuación. Volkswagen en la ultimas generaciones de su Golf había perdido esa deportividad que caracterizaba al mito en los ochenta, y con la aparición de la quinta generación en 2004, hizo resurgir ese espíritu con un GTI en toda regla, montaba un dos litros turbo de inyección directa que rendía 200cv acompañado éste de una suspensión y frenos a la altura, además de detalles estéticos como el ribete rojo de la parrilla y sus asientos de cuadritos “made GTI” que recordaban al de 1976; fue entonces cuando a alguien de Volkswagen se le ocurrió la maravillosa idea de mirar atrás, tiro de hemeroteca y recordó a sus ingenieros que el GTI no había sido el máximo exponente en cuanto a deportividad y prestaciones se refiere. En 1990 coincidiendo con el final de la segunda generación se lanzo al mercado el Golf Rallye, dotado aquel de un motor 1.8 animado por un compresor tipo G (denominado así por la forma que tenían estos) que alcanzaba los 160cv, transmitidos a través de su tracción total syncro.
Estéticamente tenia los faros alargados (tipo Jetta) y estaba ensanchado en pasos de rueda delanteros y traseros, lo que le hacia muy distinto de sus hermanos de gama, pues bien, ahora podemos entender el porque de un R32, R de Rallye y 32 en referencia a la cilindrada del modelo.
El Golf R32, es todo lo práctico que puede ser un Golf pero aporta en términos de diversión todo aquello que otro Golf no aporta, vamos a hacer unas aclaraciones sobre esto. Un GTI es mas ágil que un R32, de entrada, porque es menos pesado (motor de 4cilindros y tracción delantera frente a 6cilindros y tracción total), nos referimos a menos pesado en curva, mas ágil de reacciones, sobretodo en cambios de apoyo a gran velocidad pero la cosa cambia cuando se trata de ir rápido por un tramo sinuoso de curvas en 2ª y 3ª velocidad, aquí el R32 sale aventajado gracias a su tracción total 4motion, evitando las perdidas de motricidad sobretodo cuando la meteorología es adversa.
Lo principal y mas distinguido de este modelo es su mecánica, heredada no cabe duda de los VR6 de los noventa que montaba el fabricante desde el Golf hasta el familiar Sharan, entregaban entonces 174cv gracias a una cilindrada de 2,8 litros. Parece que Volkswagen, siempre se distingue del resto por sus nombres comerciales y creeremos que lo de VR6 es uno más, pues en realidad no, el motor VR6 tiene su explicación. Los motores de 6 cilindros suelen ir en disposición longitudinal tanto si son en línea como en forma de V, pero hay un problema, el espacio. Volkswagen quiso demostrar que sus modelos populares podían montar mecánicas de gama alta y para ello diseñó un bloque de seis cilindros compacto (la “R” de VR6 proviene del término alemán reihe o estrecho), y lo que hizo simplemente fue reducir el ángulo de la V de 60º o 90º (lo habitual) a tan sólo 15º, lo cual hace que casi sea en línea, siendo así mas suave que un V convencional y tan potente y lineal como uno en línea, lo monta transversalmente en sus modelos. El máximo exponente de esta filosofía lo hemos visto en sus modelos Passat W8 y Phaeton W12, verdaderas joyas mecánicas, que muy a mi pesar no volveremos a ver por los tiempos de restricción en los que vivimos, lastima no haber nacido un poco antes.
Esta misma tecnología, la emplea en nuestro modelo testado, eso sí, con un aumento de cilindrada hasta los 3,2 litros consiguiendo así 250cv. Han pasado 20años desde aquel Rallye y no sabría decir si la evolución ha sido grande, lo que si esta claro es que entonces y ahora las prestaciones del coche estaban y están por encima de la media. 6,2 segundos para pasar de 0 a 100km/h y una velocidad máxima de 250km/h son datos suficientes.
Aunque si algo echamos de menos en esta mecánica es que Volkswagen, ahora muy centrada en cuestiones de eficiencia, no la dotara de inyección directa FSI, lo que habría reducido el consumo en un 10% y sus emisiones de CO2.
Las prestaciones de las que hablamos, se consiguen como es lógico a base carburante, si dos dígitos te parecen mucho, no es tu coche. La gente que haya llevado coches de cierto carácter prestacional no se sorprenderá si hablamos de 10,4L/100kms a velocidad de crucero 140km/h, a esta velocidad, el régimen de giro es de 3200r.p.m., lo que unido a la acústica de sus dos escapes centrales, hace difícil no seguir pisando el acelerador; es cuando echamos un vistazo al marcador y nos encontramos ya a 180km/h, vamos realmente tranquilos, por el aplomo del conjunto, no olvidemos que vamos 10mm mas bajos que en un GTI y 25mm que en un Golf convencional, esto unido a un equipo de frenos sobredimensionado y a un calzado adecuado hace posible seguir pisando, lo que pasará factura, ya que antes de lo que creemos tendremos que repostar si mantenemos velocidades muy altas durante un viaje.
Podría decir que el consumo urbano se asemeja al de una conducción deportiva por carreteras secundarias o a alta velocidad por autopista. 16L/100kms será el precio a pagar, si te parece desmesurado echa cuentas, con la mitad de todo, es decir un 1.6 de 125cv ¿consumirías menos de 8litros cada 100kms en esas condiciones? Sinceramente, creo que no.
Deportividad y confort son las palabras que mejor definen al R32, pero no lo habría conseguido sin su gran aliada, la caja de cambios de doble embrague DSG. En modo Sport es capaz de reducir sin nosotros hacer nada nada, con un golpe de gas como si se tratase de una reducción deportiva con un cambio manual, además tiene un modo “salida desde parado o launch control” cuya secuencia es la siguiente:
Selectora en modo Parking [P]
Desconexión del ESP
Selectora en modo Sport [S]
Con el freno pisado, aceleramos al máximo y el motor limita a 3200r.p.m. (par máximo)
Soltamos el freno…
Sale desde 3200 r.p.m. sin perdida alguna de tracción gracias a su sistema de reparto a las cuatro ruedas por embrague haldex y en 1ª y 2ª velocidad llega hasta 7000rpm (cuando lo normal es que a 6.600 r.p.m. se produzca el corte de inyección).
La otra cara del cambio es que si nos lo proponemos podemos conducir como nuestra abuela, a 50km/h lo veremos en sexta, con el desahogo mecánico y el ahorro económico que esto supone, en ciudad y en directa no lo verás a mas de 2200r.p.m. ¿no vamos a ir todo el día de carreras por llevar unas banderas no?
Con esto quiero decir que es un modelo plenamente utilizable a diario, por su comodidad y espacio; y si ya te coges la versión de cinco puertas como hice yo, cuando mires por el retrovisor te creerás que tienes un familiar.
Puedes ir a trabajar con el, viajar con tus amigos o familia si ya la tienes, a ritmos legales con autonomías de 500kms y subir puertos de montaña disfrutando como un enano, solo por oír como suena merece la pena, os lo aseguro.
Si no había quedado claro, os lo digo yo, tener este Golf es no renunciar a nada, motor de coche grande, cambio automático y seguridad a tope y el equipamiento, el habitual de un Golf.
¿La pega? Que ya no le hacen, lo que a la vez le convierte en un clásico y es que por desgracia no volveremos a ver un Golf que monte un motor de 6 cilindros en esta era del downsizing que a nadie le es indiferente.
Carrera