El vehiculo que voy a analizar en un Renault Clio Williams del año 94. Pertenece a la segunda fase (1994-1995) de esta edición especial del Renault Clio que nació para ser homologado en Gr.A de rally para lo cual habían de salir al mercado 2500 unidades del modelo.
La segunda serie, unos 4000, tenían algunos cambios estéticos, así como la ausencia de la chapa de numeración a cambio de espejos eléctricos y elevalunas eléctricos.
Chasis
El chasis es básicamente el del conocido Clio16v, el cual es conocidamente subvirador. Para solventar este problema, en Renault Sport recurrieron a un tren delantero basado en el del Renault 19 16v (desplazando así el eje pivote de la dirección) el cual es 3,5 cm. mas ancho que el del clio16v. Junto con cambios en los muelles y los amortiguadores, esto erradico el problema de subviraje de forma mas que satisfactoria; y es que, a pesar de ser un tracción delantera, el Clio Williams rara vez resulta subvirador, cosa muy común en coches de su potencia.
Además, se trata de un coche extremadamente ágil; es muy sensible a los cambios en el pedal del acelerador cuando se encuentra en mitad de un apoyo. No obstante, se deja corregir con facilidad y no pone en aprietos al conductor. Se puede circular endiabladamente rápido por carreteras de montaña, cuanto más lentas y reviradas, mas eficaz resulta este pequeño francés.
A todo esto ayuda su precisa dirección, de asistencia hidráulica y con un grado de asistencia muy correcto en movimiento (maniobrando puede resultar un poco dura de mover), resultado agradable y comunicativa en cuanto al agarre disponible.
El equipo de frenos de serie, resulta insuficiente si le damos un uso continuado en carretera de montaña, sucumbiendo ante el fadding que provocan las constantes frenadas en conducción deportiva. Haciendo un uso racional, resultan más que suficientes.
Fuera de su terreno natural, es decir, en las autopistas, resulta un coche seguro hasta una velocidad de 140-150, mostrándose por encima de esas velocidades excesivamente nervioso como para inspirar confianza.
Motor
EL motor que mueve este pequeño bólido (F7R 710) es un 2.0 16v atmosférico que eroga 150cv a 6100rpm y 18,1 mkg a 4200 rpm. Es un motor de carrera larga (82.7×93), y como tal se comporta. Pese a ser atmosférico, consigue su potencia mas por un par relativamente elevado que por un giro rápido del motor (el corte se produce a 6600rpm).
Se trata de un motor puntiagudo que ofrece lo mejor de si entre las 4100 rpm (punto donde cambia el mapa de inyección) y hasta el corte de inyección el cual parece prematuro cuando se produce, ya que el coche aun mantiene cifras muy buenas de potencia. No obstante, se puede conducir perfectamente por debajo de este margen si no necesitamos obtener la máxima aceleración.
Este motor resulta ruidoso, lo cual también esta motivado por su relación de cambio extremadamente corta (5ª @ 120 = 3800rpm). Esto beneficia las prestaciones y penaliza en ruido, aunque no tanto como pudiera parecer en consumo.
Este último varía mucho según el uso; carreteras rápidas a medias de 130, se puede sacar un consumo de 7,5l con relativa facilidad si circulamos cuidando el acelerador. En tramos donde se aproveche al máximo lo que ofrece el motor, se pueden sobrepasar los 15l fácilmente.
Interior
Por dentro, este coche ofrece algunos detalles exclusivos con relación al resto de la gama, como puede ser sus asientos o el tapizado del suelo en azul. Incorpora también de forma exclusiva un tablier con fondo azul, el cual resulta muy completo (además de lo habitual, 3 relojes para saber nivel, temperatura y presión del aceite).
Delante, resulta cómodo para personas que no sobrepasen el 1,80m, detrás tiene poco espacio en todas las medidas. El acceso no obstante es cómodo, ya que se levanta el asiento delantero completo.
Sus asientos delanteros resultan cómodos y a la vez poseen un agarre excelente; si acaso se podría decir que su banqueta es algo corta y que podrían ofrecer algo más de agarre a la altura de los hombros.
Como contrapartida, se notan los años en ciertos detalles de ergonomía, como la palanca de cambios o el volante, los cuales quedan lejanos del conductor.