Hola a todos.
Voy a aportar mi granito de arena con mi Ford Focus 1.8 TDCi de 115 CV. Realmente tiene 116 CV, lo aclaro porque es el caballo que marca la diferencia . Imagino que lo primero es contar por qué me lo compré. Tenía un Corsita de tercera o cuarta mano con el que estaba contenta. El problema era que tenía muchos años (y kilómetros) y todos los días hacía una media de 100 km. Estaría feo decir que comparé muchos precios porque es mentira. Un amigo tenía este coche, me monté, lo conduje y me gustó. Las opciones en cuanto a gusto estético tampoco eran muchas, tampoco había mucho dinero que gastar y encima, este era del banco.
Mis dudas se despejaron cuando, por cosas del destino, un conocido me consiguió lo que en Ford llamaban trato VIP o algo así. Vamos, le pongan el nombre que le pongan significa que te hacen un descuentazo. Desde aquí dar las gracias a todas las personas de Ford porque el buen trato que recibí no venía en el contrato.
El coche tiene carrocería cupé. Esto lo tenía bastante claro. Me gustan los coches de este estilo, probablemente va con la edad (28 primaveras) aunque, como dice mi padre, la edad con el tiempo se cura. Dudé entre comprarlo rojo, negro o azul eléctrico pero me decanté por este último. Cuando lo compré, allá por 2007, no había muchos coches como el mío. Ahora das una patada a una piedra y salen diez. El color me daba un poco de miedo por no cansarme pero con el paso del tiempo cada vez estoy más contenta.
El motor tiene la potencia necesaria para el uso que le doy. Lo que sí echo un poco en falta es que tenga algo más de potencia a bajas revoluciones. Hay un pequeño espacio de tiempo entre que se pisa el acelerador y salta el turbo en que es un pelín perezoso. No es muy evidente pero me gustan los coches con fuerza abajo ya que me dan seguridad en rotondas, cedas el paso y situaciones similares. También le falta algo de fuerza cuando está el motor está frío y se sube, por ejemplo, por una rampa. Esto pasa cada vez que lo cojo, al sacarlo del garaje. Si se pisa el pedal con suavidad sube bien pero si se hace de forma brusca parece que se va a calar, a veces pienso que voy en tercera. De hecho, es que a veces voy en tercera ;).
Hay que tener en cuenta que se trata de un coche grande y pesado. Comparte plataforma con el anterior Ford C-MAX, un pequeño monovolumen, y eso se nota. Es bastante ancho, concretamente 1,84 m. Pero lo que yo creo que más le lastra es su peso, 1.388 kilos. A veces da la sensación de que se arrastra.
En carretera va especialmente bien. Una vez que coge velocidad el coche va lanzado y puede alcanzar una velocidad razonable sin esfuerzos. Tiene un tacto de dirección muy agradable y es fácil sentir el coche. Quizás se transmiten al volante un poco las irregularidades del terreno pero nada del otro mundo. La peor de sus cualidades es quizás la insonorización y es que el motor hace mucho ruido, llega claramente al interior. Yo lo palio llevando la música a todo volumen.
En ciudad pierde algo de encanto por lo comentado anteriormente. Al salir de un ceda el paso hay que jugar bien con el acelerador y el embrague aunque he de decir que casi es una impresión más mía que algo real ya que, comparado con muchos de los coches Diesel que hay en el momento, sale muy bien. Creo que es más una cuestión de gustos.
Con todo, atiné con este coche. Es ágil y estable y tiene un tacto de conducción muy bueno si tenemos en cuenta que es un turismo normalito. Es fácil de llevar por donde se quiere aunque se circule por carreteras rápidas. Es difícil encontrarse en una situación complicada. En mi caso añadí como elemento opcional el control de estabilidad. Considero que es un elemento imprescindible que, de hecho, cada vez más forma parte del equipamiento de serie de coches de todos los precios. En mi caso sólo una vez lo he necesitado y obviamente se agradece. Venía rápido por una autopista lloviendo a mares cuando me topé con un atasco. Pisotón en el freno y el coche que se va de atrás. Salta el control de estabilidad y de un latigazo pone al coche en su sitio. Maravillas de la técnica.
Tiene un cambio manual de cinco velocidades que funciona correctamente. Las marchas entran con suavidad. ¿Sería conveniente una sexta marcha de desahogo? Puede que sí pero tampoco se echa en falta.
Sobre sus prestaciones, según la ficha puede alcanzar 190 km/h, cosa que certifico, y salir desde parado hasta 100 km/h en 10,8 segundos, cosa de la que no tengo ni idea si es verdad o no. El consumo medio homologado es de 5,2 l/100 km y lo cierto es que por ahí debe andar la cosa. Recientemente he realizado un viaje de unos mil kilómetros sobre todo por carretera y el consumo ha estado en 5,2 l/100 km.
Mi Focus es cómodo, en parte gracias a sus asientos. Sujetan bien el cuerpo y hacen que el paso de los kilómetros no sea muy pesado. Igual la suspensión es un poco dura, al menos para un uso principalmente en ciudad. Pero lo notan más los que se montan de acompañantes que yo, me gustan los coches duros de suspensión y que permitan leer la carretera en condiciones.
Su anchura tiene un aspecto positivo, bueno más bien el aprovechamiento del espacio interior. En las plazas traseras pueden viajar tres personas relativamente cómodas. Hay que tener en cuenta que casi no hay turismos en los que se puedan acomodar tres personas con suficiente sitio. En el caso de este Focus dos personas viajarán muy holgadamente y tres lo harán más cómodas que en otras alternativas.
El maletero es suficiente para irse de viaje hasta cuatro personas bien equipadas. Tiene 385 litros con cinco plazas en posición y 1.245 litros con dos. La fila trasera tiene unos respaldos que se pueden abatir fácilmente.
El interior no está fabricado con materiales lujosos pero sí dan sensación de durabilidad. Los ajustes son correctos y el puesto de conducción adecuado. El volante puede regularse en profundidad lo que hace sencillo que un conductor de cualquier talla se acomode sin problemas. A mí me viene bien porque soy tirando a pequeña.
Los mandos quedan a mano del conductor y son fáciles de memorizar. Hay una pequeña pega, la toma auxiliar para conectar dispositivos como un iPod está dentro de la guantera. Esto presenta dos problemas. El primero que hay que comprarse un cable de los largos para que el aparato quede a mano del conductor. El segundo es que, como hay que llevar la guantera cerrada para que no se salga todo, el cable se queda pillado con el consiguiente riesgo de que se rompa.
La visibilidad es muy buena en todos los sentidos. Los montantes no son excesivamente gruesos y la luneta trasera es grande. Por el espejo interior se ve perfectamente. En mi caso llevo las lunas oscurecidas algo que estéticamente me gusta pero que en algunas ocasiones, como por la noche o en garajes, empeora la visibilidad.
No puedo aportar ningún tipo de información sobre lo cómodo o incómodo que es llevar una sillita de niño y todos sus bártulos. Lo que sí puedo contar es cómo se lleva un perro ya que de eso sí que tengo. La norma exige, según tengo entendido, que el perro vaya sujeto y que haya una red que le separe de los asientos delanteros para que no pueda entrar en el espacio físico del conductor. La red no sirve para nada pero ni en el Focus ni en ningún otro. Mucho la tienes que apretar para que si el chucho quiere pasarse delante no lo haga. Lo más sencillo es llevarlo con un arnés que se sujeta en donde se ponen los cinturones. Bastian, que es mi perro, va tan ricamente en el maletero, quitando la bandeja claro. El arnés le da lo justo para mirar por las ventanillas traseras. Eso sí, he tenido que comprar unas barras que separan la carga del resto del habitáculo porque a Bastian no le hace mucho ir en el maletero, prefiere ir en los asientos traseros con la cabeza en el reposabrazos y con la de pelos que suelta no puede ser.
Compré mi Focus con el nivel de equipamiento XR. Este incluía (ya no se comercializa, al menos con este nombre) una serie de elementos que le dan un aspecto un poco deportivo. El alerón no es de plástico y va pintado en color de la carrocería lo mismo que las carcasas de los espejos y las manetas de las puertas. Las llantas son de 17’’, un perfil un poco bajo que me ha dado algún disgusto. Eso lo más llamativo, luego había otra serie de cosas como el espejo interior electrocrómico o el climatizador bizona. Lo único que adquirí a parte fue un sistema de sonido Sony con el que estoy muy contenta y el ESP del que hablaba antes.
Concluyendo, estoy muy contenta con mi coche. No ha dado problemas y ya sé que el coches es relativamente nuevo pero sé de tanta gente con problemas que, tras terminarse la garantía, te los has comido que no puedo más que alegrarme. Habrá que ver si el nuevo Focus supera las expectativas que por lo que he leído en km77 parece que sí. Aún así creo que me quedo con el mío ya que, junto a mi perro, es la única posesión que tengo en este mundo .
Patty