por Prueba tu coche | 22 Oct 2010 | Prueba tu Coche |
Cuando recuerdo el primer coche que conduje con el carné de conducir, el Fiat Tipo, me vienen dos cosas a la memoria: su amplitud y su falta de agilidad en curvas.
Su carrocería tenía formas cuadradas, ángulos casi rectos. La famosa silueta de cuña, común años después, levantaba opiniones generalmente malas. Escuché de todo, como “Parece que a Fiat se le acabó el presupuesto cuando llegaron a la parte trasera y decidieron acabar la carrocería casi en vertical”.
La línea del Fiat Tipo luego demostró ser pionera y fue copiada por modelos más modernos; hoy en día podemos ver por las carreteras muchos coches con un portón trasero casi perpendicular al suelo. La razón: maximizar el espacio interior.
Atrás había sitio para tres ocupantes, algo prácticamente imposible en cualquier modelo moderno de su tamaño (unos 4,0 m). Se iba cómodo, aunque poco seguro, pues la unidad a la que se refiere este artículo no tenía cinturones de seguridad, ni reposacabezas en las plazas traseras. Impensable hoy, era habitual en los coches de la década de los 80. El Fiat Tipo de esta prueba fue matriculado en 1988.
Los asientos delanteros y traseros tenían un mullido muy blando y poca sujeción lateral. Eran cómodos en desplazamientos por autopista, y no tanto en curvas porque el cuerpo tendía a salirse por los lados.
No era un coche familiar en sentido estricto, pero sólo porque tenía poco maletero. Aun así en mi casa lo hemos usado para ir de vacaciones. Había que jugar al tetris para meterlo todo, pero lo cierto es que siempre podíamos transportar lo necesario. En esos años yo llevaba junto al equipaje una bicicleta de carretera. Para que cupiese en el maletero y dejara sitio al equipaje, quitaba las dos ruedas y la colocaba dada la vuelta y pegada sobre el respaldo trasero.
El motor era un 1.6 l de gasolina, creo recordar que de 86 CV. Tenía un tacto directo al acelerador y una respuesta en aumento a medida que llegaba a su régimen de potencia máxima, que era a 6.000 rpm creo recordar.
Usando bien el cambio de marchas (rápido y de buen tacto) era posible circular a buen ritmo por todo tipo de carreteras. Si no se usaba con frecuencia, al motor le faltaba algo de fuerza, especialmente en quinta velocidad ya que era muy larga. De hecho, la quinta era de desahogo, que valía para circular por carreteras poco empinadas. Tengo en el recuerdo viajes a ritmo tranquilo con un gasto aproximado de 6,5 l/100 km. Otra vez el buen diseño de la carrocería, con poca resistencia aerodinámica, permitía un consumo moderado.
Otra cosa poco vista en aquella época era la instrumentación digital (de ahí la denominación del coche «DGT»). Llamaba la atención a las personas que se montaban por primera vez en el coche. Era fácil de leer y suficientemente completa.
El Fiat Tipo 1.6 DGT (no conduje las variantes deportivas), para bien y para mal, era como un dardo. Tenía mucha capacidad para ir recto, estable, sin titubeos y muy poca facilidad para virar repentinamente. Al llegar rápidamente a una curva cerrada había que hacer un cálculo relativamente complejo a priori: girar el volante un rato antes de abordar el viraje. A más velocidad y a curva más cerrada, tanto más había que adelantarse. No he conducido otro coche con más tendencia al subviraje. Tengo entendido que las versiones deportivas de la gama Fiat Tipo, con una amortiguación más dura y ruedas más anchas, eran algo más ágiles aunque no tanto como los modelos de la competencia.
Este coche no tuvo una vejez exenta de problemas, ni mucho menos. Su motor daba tirones al acelerar a bajo régimen. Creo que era un problema electrónico, quizá de encendido. Además tuve que cambiar el alternador. La dirección (sin asistencia) era muy dura, problema que se agravó con el paso de los años. Parece que iba un poco bloqueada.
Cuando recuerdo el primer coche que conduje con el carné de conducir, el Fiat Tipo, me vienen dos cosas a la memoria: su amplitud y su falta de agilidad en curvas.
Su carrocería tenía formas cuadradas, ángulos casi rectos. La famosa silueta de cuña, común años después, levantaba opiniones generalmente malas. Escuché de todo, como “Parece que a Fiat se le acabó el presupuesto cuando llegaron a la parte trasera y decidieron acabar la carrocería casi en vertical”.
La línea del Fiat Tipo luego demostró ser pionera y fue copiada por modelos más modernos; hoy en día podemos ver por las carreteras muchos coches con un portón trasero casi perpendicular al suelo. La razón: maximizar el espacio interior.
Atrás había sitio para tres ocupantes, algo prácticamente imposible en cualquier modelo moderno de su tamaño (unos 4,0 m). Se iba cómodo, aunque poco seguro, pues la unidad a la que se refiere este artículo no tenía cinturones de seguridad, ni reposacabezas en las plazas traseras. Impensable hoy, era habitual en los coches de la década de los 80. El Fiat Tipo de esta prueba fue matriculado en 1988.
Los asientos delanteros y traseros tenían un mullido muy blando y poca sujeción lateral. Eran cómodos en desplazamientos por autopista, y no tanto en curvas porque el cuerpo tendía a salirse por los lados.
No era un coche familiar en sentido estricto, pero sólo porque tenía poco maletero. Aun así en mi casa lo hemos usado para ir de vacaciones. Había que jugar al tetris para meterlo todo, pero lo cierto es que siempre podíamos transportar lo necesario. En esos años yo llevaba junto al equipaje una bicicleta de carretera. Para que cupiese en el maletero y dejara sitio al equipaje, quitaba las dos ruedas y la colocaba dada la vuelta y pegada sobre el respaldo trasero.
El motor era un 1.6 l de gasolina, creo recordar que de 86 CV. Tenía un tacto directo al acelerador y una respuesta en aumento a medida que llegaba a su régimen de potencia máxima, que era a 6.000 rpm creo recordar.
Usando bien el cambio de marchas (rápido y de buen tacto) era posible circular a buen ritmo por todo tipo de carreteras. Si no se usaba con frecuencia, al motor le faltaba algo de fuerza, especialmente en quinta velocidad ya que era muy larga. De hecho, la quinta era de desahogo, que valía para circular por carreteras poco empinadas. Tengo en el recuerdo viajes a ritmo tranquilo con un gasto aproximado de 6,5 l/100 km. Otra vez el buen diseño de la carrocería, con poca resistencia aerodinámica, permitía un consumo moderado.
Otra cosa poco vista en aquella época era la instrumentación digital (de ahí la denominación del coche «DGT»). Llamaba la atención a las personas que se montaban por primera vez en el coche. Era fácil de leer y suficientemente completa.
El Fiat Tipo 1.6 DGT (no conduje las variantes deportivas), para bien y para mal, era como un dardo. Tenía mucha capacidad para ir recto, estable, sin titubeos y muy poca facilidad para virar repentinamente. Al llegar rápidamente a una curva cerrada había que hacer un cálculo relativamente complejo a priori: girar el volante un rato antes de abordar el viraje. A más velocidad y a curva más cerrada, tanto más había que adelantarse. No he conducido otro coche con más tendencia al subviraje. Tengo entendido que las versiones deportivas de la gama Fiat Tipo, con una amortiguación más dura y ruedas más anchas, eran algo más ágiles aunque no tanto como los modelos de la competencia.
Este coche no tuvo una vejez exenta de problemas, ni mucho menos. Su motor daba tirones al acelerar a bajo régimen. Creo que era un problema electrónico, quizá de encendido. Además tuve que cambiar el alternador. La dirección (sin asistencia) era muy dura, problema que se agravó con el paso de los años. Parece que iba un poco bloqueada.
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Las fotografías son propiedad de FIAT
Gracias a coches como el tempra, el regata, el croma, o el que nos ocupa, Fiat se labró la temible reputación de la que apenas ahora empieza a sacudirse…
Y es que por aquella época existía una maldición entre los mecánicos, cuando querían echarse mal de ojo se decía: «Ojalá que el viernes, a última hora, justo antes de cerrar, te entren dos Fiat y tres Rover».
Un saludo.
Qué recuerdos! Nosotros teníamos un Tempra de taxi, jubilado en 2002! Era la versión básica S del motor 1.9D y el único extra que tenía era el climatizador automático, obligatorio para el taxi.
Recuerdo que era muy ruidoso, vibraba bastante, la suspensión blandurria y malos frenos(lo notaba incluso siendo pasajero) y los plásticos eran durísimos. El coche mantenía 100-110 por hora con relativa facilidad pero tenía desarrollos cortos, a 120 por hora el motor iba a 3300 rpm (jeje aun de pequeño, me fijaba ya)
En lo bueno estaban la tapicería aterciopelada, los asientos, envolventes, blandos y grandes, y la potencia de la calefacción. En invierno en medio minuto salía aire muy caliente de la calefacción.
El Tipo fue mi coche favorito durante mucho tiempo. El diseño era espectacular, y la instrumentación ciencia-ficción.
Los fiat de los años 90 me traen gratos recuerdos. No en vano, hace un año jubilamos un Fiat Bravo del ’95, sucesor del Tipo mencionado en esta prueba. Aunque cierto es que su fiabilidad no era lo todo lo buena que uno deseaba, el coche no dió demasiados fallos en 14 años, y la mayoría de ellos causados por su vejez y las malas condiciones climatologicas del invierno asturiano, pues el coche dormia en la calle, y le tocaba sufrir todas las granizadas, heladas, comerse a diario la carreteras llenas de sal que provocaban bastante corrosion, etc, del invierno.
«El Fiat Tipo 1.6 DGT (no conduje las variantes deportivas), para bien y para mal, era como un dardo. Tenía mucha capacidad para ir recto, estable, sin titubeos y muy poca facilidad para virar repentinamente.»
Me ha gustado mucho el símil.
Realmente, sólo con el transcurrir del tiempo, se pueden apreciar los buenos diseños.
A mi el Tipo de pareció siempre un coche feo (salvo el 3ptas), pero 20 años después es innegable su modernidad y frescura.
Con unos faros de policarbonato, luces leds traseras y un interior remodelado, la misma VW lo podría hacer pasar por un modelo nuevo.
Al final al igual que al Multipla de espectacular diseño, nunca suficientemente reconocido, es en la ejecución final, donde falló Fiat durante muchos años y es en los pequeños detalles, donde se valora la calidad de un coche.
En mi juventud, un amigo de la cuadrilla tenía un Tipo y la verdad es que era amplio como él solo.
Ráfagas, GTO.
Tuve un Tipo 1.9 Tds.
Fue el primer diésel «barato» con un motor de más de 90cv. Era un tiro. Poco después aparecieron los TDI de VW. El mio lo jubiló mi hermano con 350000 km.
Opino como GTO: un gran diseño con una mala implementación.
Suerte que el motor 1.9 Tds fue bastante bueno en su momento.
El mío fué un 1.4 S, casi, lo más bajo que tenían en Tipo, lo solté con 7 años, despues lo tuvieron mi cuñado, mi otro cuñado y al final mi hermano que lo recicló con 15 años. Era un coche muy amplio y cómodo hasta que tenías que ir a la sierra, se movía un montón en las curvas. Le cambié amortiguadores y eso seguía igual, la electrónica fué también un punto negro. Me lo compré sin gustarme, era económico, y me encantó con el paso del tiempo, a pesar de todo.
Pues yo tuve un Fiat Tipo 1.8 16V y era una delicia. Tenía un motor 1.8 con culata de 16 valvulas y 138 Cv. Era un motor que tenía dos caras, hasta las 4000 vueltas era un motor tranquilo y dócil pero a partir de las 4000 empujaba con mucha fuerza hasta las 7000v y era una gozada realizar adelantamientos con él. En cuanto a estabilidad me sorprenden los comentarios sobre el Tipo 1.6 pero quizás no tenían mucho que ver el uno con el otro porque el mío era muy estable y en carreteras secundarios de curvas era una maravilla apoyar el coche contra una curva y enlazar con otra, era muy rápido. En autopista tampoco iba mal y yo le vi 220 de marcador (la velocidad máxima oficial era 207 Km/h)
Por dentro tenía una tapiceria alcantara muy buena, no era nada calurosa y a la vez agradable al tacto y la instrumentación era muy completa. La amplitud interior era muy buena para el tamaño del coche y muchísimo más agradable que el interior del Golf de la época.
Los inconvenientes que tenía el coche era que los materiales no eran de buena calidad y se desencajaban con facilidad, el tapón del depósito de aceite era de plástico y me dio problemas, el gato mejor no usarlo, parecía de juguete y fue de los primeros en llevar rueda de auxilio, cosa que ahora es bastante normal. También pecaba de gastar gasolina.
Yo disfruté mucho de ese coche y como decían algunos fue un modelo rompedor en su momento pero imitado masivamente con posterioridad por muchos fabricantes y hoy día con un pequeño lavado de imagen no desmerecería demasiado.
Mi primer coche, 1.4 DGT (72 cv), amplio, cómodo y esa instrumentación, uf, no he visto nada igual hasta ahora (y eso que mi actual Civic tampoco es manco en esto). No tuve problemas con él en 7 años, gran coche, gran recuerdo….
Gran coche! qué buenos momentos, amplio, bonito, versátil y con ese check-panel alucinante del que todos se sorprendían!
en breve cuelgaré las fotos 🙂
COMO RELAJARSE EN LA CONDUCCION DIARIA
Conducción correcta y futura
La de los antiguos taxistas de hace 30 años atrás
Max. Comodidad
Max. Velocidad
Max. Seguridad
-Aceleraciones suaves y progresivas = Max. Comodidad y velocidad
-Frenadas las mínimas y suaves = Max. Seguridad
-Poner todos los intermitentes.
Hoy con los vehículos existentes la verdad que no se puede pedir mas.
Máxima relajación en tus manos y máxima suavidad en tus pies, con una circulación correcta, y ya esta
.
Cada traslado te relajarás automáticamente
MOTO SCOOTER CONDUCCION INTELIGENTE
Necesario:
-Las tres primeras paradas hacer lo máximo para frenar lo mínimo y suave posible.
-Ya estas en tu moto, tu eres el profesor y tu eres el alumno.
-En la sensibilidad de tu mano esta tu inteligencia.
-Conseguirás tus máximos conocimientos en el mínimo tiempo..
Hace 40 años la mano del hombre invento el vehiculo de su futuro, la primera scooter.
Hoy la tenéis en vuestra mano, y lo mejor vuestra inteligencia.
La perfección existe, no lo dudéis.
Que la Paz, el Amor y la Caridad, Reine en vuestro destino.
Atentamente
Joaquín 53 años
Ya les contaré mi experiencia con un DGT 1.6
Acabo de heredar uno matriculado en el 91 y que tiene en la actualidad 40.000 km. La verdad es que mi padre no lo movió demasiado. El coche ha dormitado toda su vida en garaje pero se va a estrenar con 1200 kilómetros y dos días embarcado. A ver como se porta.
Yo me compré un 1.6 DGT y lo recuerdo con mucho cariño
algun fallo electrico leve ( fusibles etc ) , el alternador murio muy pronto , pero es q era magneti mareli!! , le puse un Bosch y nunca mas
iba fino , en viajes largos nunca dio un problema
eso sí , nada mas comprarlo le cambie las ruedas (165) por unas 185 aun así tenia tendecia a subviraje en curvas
Yo tengo un fiat tipo 1.6 sx, en general les digo que este carro es lo más noble que hay, ya tiene 230000 kiómetros y nunca he tenido falllas de importancia, salvo el mantenimiento y las cosas que se van deteriorando por el uso, aquí en Colombia estos carros son muy escasos sin embargo son muy confiables máquinas…
yo tengo un DGT uno 1.4 dgt de 71 caballos
y necesito una caja de fusiblesahí alguien que me pueda conseguir una
En casa tenemos un Fiat tipo 1.6 s, tiene 21 años y 37000 km, y ha salido horroroso, al poco tiempo se le tuvo que cambiar 2 veces el tubo de escape entero, ya que se cayó mientras circulabamos con el, alternador, el techo y los plasticos de revestimiento interior se caen a cachos, al principio era metalizado ahora mate y con trozos blancos de que se le ha ido cayendo la pintura, el sistema eléctrico tiene un fallo y chupa la batería así que cada vez que lo aparcamos tenemos que desconectarla y conectarla cuando lo cogemos… Y muchas mas cosas que ha tenido, aun así le tenemos un cariño especial, y ahora que le vamos a jubilar nos da pena.
Como decís el espacio interior es bastante bueno, y cabe resaltar la buena visibilidad que tiene.
Ya se sabe lo que se dice, fiate de un Fiat
pues un 16 dgt con 108.000 km, solo problemas cuando llueve, pues tiene la mania de pararse con el agua. Problemas los tuve de nuevo, cambio de deposito pues perdia, cambio de culata pues tenia una valvula de escape en un cilindro que perdia y engrasaba la bujía, después de todo esto a funcionar durante muchos años, ahora se le presenta otra juventud después de 10 años parados.