Era un viaje que comenzaba un sábado por la tarde en Madrid con destino Soria. Al día siguiente, también por la tarde, tenía que volver a Madrid. Entre medias, iba a utilizar el coche.
En cada trayecto (Madrid – Soria y Soria – Madrid) empleé casi cuatro horas con nuestro Tesla Model 3 Tracción Total Gran Autonomía (del que estamos haciendo una prueba de larga duración: enlace a todas las informaciones publicadas hasta la fecha).
El camino más natural para ir de Madrid a Soria (capital) es por la A2 hasta Medinaceli, para tomar desde ahí la autovía A15 (229 kilómetros en total). No pude hacerlo así por dos motivos:
- Uno, es que en el garaje particular donde ese sábado noche guardaba el Tesla no había toma de corriente. Tiene acometida de luz, pero no un enchufe válido. Podría poner uno de tipo Schuko, pero no lo he hecho porque normalmente no voy allí con vehículos eléctricos.
- El segundo motivo, y quizá el más importante, es que durante ese viaje no iba a dejar parado el Tesla desde el sábado por la noche hasta el domingo por la tarde, que era cuando volvería a Madrid, ya que mis planes incluían una excursión (de unos 100 kilómetros) por el norte de la provincia el domingo por la mañana.
Por lo tanto, para afrontar todo el fin de semana con garantías me parecía que la mejor alternativa era pasar (tanto a la ida como a la vuelta) por el súper cargador de Ariza (que no está en esa localidad, sino en una vía de servicio a las afueras).
Según Google Maps, ir de Madrid a Soria pasando por dicho cargador de alta potencia implica un recorrido total de 294 kilómetros y 3 horas y 2 minutos. Es decir, 65 kilómetros y 49 minutos más que por el recorrido «ideal». A eso habría que añadir el tiempo de recarga. Ese trayecto incluye peores carreteras que el «recorrido ideal», ya que para el tramo comprendido entre el punto de recarga de Ariza y Soria (de 94 kilómetros en total), hay que hacer 50 kilómetros por la A-116 y CL-116 hasta Almazán, una vía de segundo orden en buen estado pero que incluye un puerto de montaña (el puerto de Alentisque).
A la ida, en Ariza, cargué la batería del 12 al 90 por ciento, lo que supuso 41 minutos. Todo lo anterior implica que desde que salí de Madrid hasta que llegué a Soria tardé algo menos de cuatro horas. Podía haber recargado menos y ahorrar unos pocos minutos, pero prefería tener un excedente de energía para que al día siguiente, en mi excursión por el norte de la provincia, fuera yo el que decidiera el recorrido y las paradas. Después de recargar al 90% en Ariza llegué a Soria con un 60% de batería y un consumo medio de 21,4 kWh/100 kms en esos 94 kilómetros (el consumo fue alto porque la primera mitad del recorrido es ascendente, debido al mencionado puerto de Alentisque).
Al principio del viaje hablé con un amigo y le conté más o menos lo que me iba a suponer. Él es muy optimista con la movilidad eléctrica, pero nunca ha utilizado un coche eléctrico. No le parecía necesario parar de camino. Me dijo, y cito textualmente: «cargas en Soria y listo». No es tan sencillo.
En Soria hay un cargador en destino de Tesla (de 11 kW) en el Parador Nacional, que está a unos 15 minutos andando del centro de la ciudad y es para clientes. También hay otras opciones factibles: el aparcamiento del Paseo del Espolón (hay puestos de hasta 7,36 kW) o un punto público de recarga en el Hospital de Santa Bárbara. Este último me viene maravillosamente bien por ubicación, pero tenía dudas de que funcionara correctamente (en la página de Electromaps había un aviso que ponía «Malfunction on all sockets»). Aunque funcionara bien, el tiempo máximo de estancia son 3 horas y la potencia 7,2 kW, lo que tampoco arreglaría mi problema.
Antes de viajar valoré utilizar los tres puntos de recarga anteriormente citados. Sin embargo, estas opciones implicaban perder tiempo en «idas y venidas», pedir favores (que me dejaran cargar en el Parador) y dejar el coche inutilizado durante no pocas horas, pues en el mejor de los casos iba a cargar a 11 kW.
El domingo por la tarde, después de haber hecho la excursión de unos 100 kilómetros, comencé el viaje de vuelta a Madrid con una carga totalmente insuficiente (no recuerdo el dato) para llegar. Por lo tanto, deshice los pasos de la ida. Así, volví al súper cargador de Ariza con el 4% de la batería, después de haber recorrido 279 kilómetros desde la recarga al 90% en el mismo sitio el día anterior. En ese trayecto el consumo medio fue de 18,5 kWh/100 km con una temperatura externa de unos 10 grados centígrados. Fue un consumo relativamente bajo para la temperatura, ya que conduje con mucha suavidad en previsión de que, a lo mejor, no llegaba al único punto donde podía recargar de nuevo a gran potencia. Ahí recargué del 4% al 80% en 32 minutos.
En definitiva, para hacer este viaje recorrí unos 688 kilómetros con el Tesla, frente a los 558 que, aproximadamente, hubiera hecho con un coche de combustión por el camino más recto. En tiempo, con el eléctrico necesité una hora y cuarenta minutos más, a lo que habría que sumar el tiempo de las dos recargas (la primera fue de 41 minutos y la segunda, para llegar a Madrid desde Ariza, de 32 minutos). Llegué a Madrid con el 20% de batería y un consumo medio de 19,5 kWh/100 km desde la última recarga (un gasto relativamente alto dada la pendiente predominantemente descendente ya que conduje a ritmo rápido).
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La segunda parte sigue aquí