¿Qué espera uno cuando le van a entregar un Tesla Model 3? ¿Tiene sentido esperar algo especial? ¿Es lógico suponer que la entrega de un Tesla Model 3 será diferente a la de un Seat León, un Toyota Prius, un Volkswagen Golf o un Renault Clio, los coches que hemos adquirido para las anteriores pruebas de larga duración de km77?
Yo sí esperaba algo diferente. No sabía qué, pero sí. Esperaba algo diferente.
Un aviso de que iba a ser diferente es que tenía que ir con la lección aprendida. Alfonso Herrero, nuestro director de contenidos, me lo había avisado: “Me dicen que hay que ver estos vídeos antes de recoger el coche”.
¿Vídeos? ¿Por qué videos? Decidí no ver los vídeos. Aunque para no perder tiempo dije que sí, que los había visto.
Otro aviso de que iba a ser diferente es el lugar de la entrega. En la carretera de Andalucía, kilómetro 11,600, está el Tesla Service en el que nos han entregado el coche. El acceso no está bien indicado y en la puerta no está claro a dónde hay que llamar para que te abran. Una vez dentro, ninguna señal muestra hacia dónde hay que caminar y la puerta (se ve en la foto superior) está en el otro extremo del edificio por donde hay que entrar.
Fernando Fernández, nuestro realizador de vídeo, que llegó antes que yo porque se perdió menos que el conductor del coche que me acercó, me lo dijo sólo llegar: “Qué lugar más extraño para entregarte un Tesla. Parece un Tanatorio”.
Nos hicieron subir por las escaleras a una sala desangelada en la que sobre una mesa alta, tuve que rellenar a mano un impreso fotocopiado con datos míos y datos de la empresa. ¿No podían tenerlo ya preparado, con todos mis datos y los de la empresa, para que al llegar sólo tuviera que firmarlo?
No sé si nos ofrecieron un café o no. Creo que no, pero da igual. Nada en aquella sala invitaba a disfrutar del momento en el que te entregan un Tesla. Yo qué sé. Algo divertido. Un videojuego con un coche eléctrico, una pantalla de Model 3 para firmar, algo con aspecto tecnológico y no una hoja fotocopiada cutre que hay que rellenar con un rotulador grueso inadecuado para escribir. Estaba tan aturdido que no le hice fotos ni a la fotocopia (parecía un ciclostil de los exámenes del instituto de hace 40 años) ni al rotulador.
Después del papeleo (absurdo, porque no me explicaron para qué era), por fin llegamos al coche. El resto de la entrega, se ve mucho mejor en este vídeo:
La entrega me pareció correcta. Quizá un poco agresiva, como dice Fernando Fernández, nuestro realizador de vídeo. Juzguen ustedes. Yo me quedé contento. Les mentí. Les dije que había visto los vídeos para que no me riñeran. No tiene ningún sentido. Quizá Fernando tenga razón.
El coche nos ha costado casi 66.980 Euros. La factura incluye un epígrafe por el que nos cobran 800 euros en concepto de revisión y entrega final. Me parece una cantidad injustificada. El coche nos lo entregaron sucio. El asiento delantero derecho tenía marcas de una limpieza defectuosa, que no hemos conseguido eliminar completamente y que se ve perfectamente en el vídeo.
Ya tenemos el coche. Estamos felices por poder hacer la prueba. Las sensaciones de quienes los hemos conducido son diferentes. Todavía es pronto. Algunas sensaciones son favorables al coche y otras no. Iremos desgranando poco a poco la opinión de todos nosotros. A partir de ahora contaremos detalles de su respuesta y funcionamiento. Lástima que la entrega haya resultado poco acogedora y el estado de limpieza del coche decepcionante, porque la prueba promete ser divertida y con muchas cosas que contar.