Si la memoria no nos falla, ni a mí ni a los miembros de la redacción de km77 que no estamos ahora de vacaciones, los Tesla son los únicos coches que conocemos que indican durante la carga cuántos kWh se han cargado desde el momento en que fueron enchufados.
Las indicaciones del Tesla durante la carga son muy ilustrativas porque indican la evolución del porcentaje utilizable de la batería, los kWh que se han añadido, la potencia a la que está cargando en cada momento y el aumento de la autonomía en kilómetros por hora que corresponden a esa potencia de carga, que calcula con un consumo medio estimado ligeramente superior a los 15 kWh cada 100 km.
Estos datos que se muestran durante la carga ayudan mucho a entender un coche eléctrico y ayudan a decidir si vale la pena seguir cargando o no. Por ejemplo, si estamos en un supercargador y el indicador señala que con esa potencia de carga se están añadiendo únicamente 15 km de autonomía cada hora de carga, lo más probable sea que no nos compense pasar más rato enchufados y que nos lancemos a la carretera. Conocer la velocidad a la que está cargando la batería es un dato utilísimo, al que en pocos coches es posible acceder.
Durante este mes de agosto, he cargado el Tesla Model 3 dos veces desde el 0% hasta el 100% y una vez desde el 49% hasta el 100% (imagen superior)
La primera vez que lo he cargado del 0 al 100% ha sido en el supercargador de Tordesillas (imagen inferior). En esa ocasión, desde que el indicador marcó 0% y hasta que llegué al punto de carga transcurrieron tres kilómetros que recorrí muy despacio. El consumo durante esos tres kilómetros debió de rondar los 10 kWh cada 100 kilómetros, por lo que seguro que en tres kilómetros no consumí ni medio kWh.
En esa ocasión, en Tordesillas, según el indicador del Tesla la capacidad cargada en la batería fue de 73 kWh.
En la segunda ocasión, la carga del 0 al 100%, justo dos días después, ha sido en el garaje de mi casa. En esta ocasión, he empezado la carga recién aparecido el 0% en el indicador. Inicié este recorrido en el que vacié completamente la batería con la capacidad al 100%, por lo que el consumo de 70 kWh que aparece en la pantalla (foto inferior) implica que en algún lado el indicador de Tesla se ha dejado 3 kWh, alrededor de un 4% de los 73 kWh que decía que habíamos cargado.
Justo al finalizar este recorrido, volví a cargar la batería desde el 0 hasta el 100%. Esta vez en mi casa, con un medidor externo al coche, que me dice cuánta energía se ha consumido, es decir, la que tendré que pagar.
Los 3 kWh de diferencia entre la capacidad de energía que indica al cargar y la consumida al conducir no me parece de enorme importancia, entre otras cosas porque la diferencia de consumo en cualquier viaje puede variar más que esos cuatro puntos porcentuales y nunca debiéramos planificar un viaje de forma tan ajustada. Pero es una curiosidad que me sorprende. ¿Cómo es posible que el mismo coche indique diferentes capacidades al cargar que al descargar? Es decir, ¿no es el coche capaz de saber la capacidad real exacta de su batería en cada momento durante el proceso de llenado y cuando está llena?
Todos los datos de consumo y de carga que se ofrecen en los coches eléctricos son aproximados y con criterios diferentes.
Algunos coches, como el Hyundai Ioniq, muestran el porcentaje de carga de un modo que aparentemente se ajusta más a la realidad teórica que en un Renault ZOE, por ejemplo. En el Ioniq, el indicador de que la batería está cargada al 100% dura muy pocos metros. Y es lógico que sea así. Pocos metros después de iniciar la marcha, la batería ya no puede estar completamente cargada. Tendrá un 99,99% de carga, que en el Ioniq rápidamente señalan como un 99%. Del mismo modo, cuando la batería llega al 0%, el Ioniq no permite apenas margen de maniobra y, en concreto, el ZOE permite circular más de 20 kilómetros con el indicador a cero, según me han contado diversos usuarios y propietarios (no lo he comprobado personalmente).
Los datos que ofrecen también son aproximados porque nunca se corresponden con el consumo real de electricidad en kWh que se utiliza para cargar las baterías. En todos los coches eléctricos que he conducido, hay una diferencia que va desde un 10% hasta un 30% y no siempre es constante ni siquiera en cada coche y en cada circunstancia. En ocasiones, en condiciones muy similares, al cargar un coche la cifra de consumo que indica en el cargador es sólo un diez por ciento superior a la cifra que indica el coche y, por ejemplo al día siguiente, con un porcentaje similar de carga de la batería y con una temperatura casi idéntica puede marcar un 15 o un 20% más. Desconozco los motivos de estas diferencias, pero las he comprobado en la mayoría de coches eléctricos que he probado, también en el Tesla que, dicho sea de paso, arroja normalmente una diferencia en porcentaje entre el 10 y el 15 por ciento.