En la entrada anterior hablé y comparé las cualidades dinámicas del Tesla Model 3 Tracción total Gran autonomía y del BMW M340i xDrive (ficha comparativa). En esta voy a dar mi opinión sobre determinados aspectos relacionados con su carrocería e interior:

La carrocería presenta características bien distintas en uno y otro modelo. En el Tesla Model 3, la ausencia del tradicional motor de combustión de cilindros ha permitido a los diseñadores crear un capó delantero corto, bajo y muy inclinado. Precisamente por ello, el parabrisas empieza muy abajo y tiene una gran superficie. Desde las plazas delanteras del Tesla Model 3 se ve muy bien todo aquello que está delante y cerca, y eso ayuda mucho en la ciudad. Desde el exterior, la imagen frontal del Tesla es curiosa pues el gran parabrisas deja a los ocupantes mucho más a la vista de lo corriente.

En el BMW Serie 3 la visión hacia delante es más reducida porque el parabrisas es más pequeño y porque el frontal es largo y prominente. Un capó así es habitual en muchos coches con motor de combustión ubicado en posición longitudinal.

Por los espejos retrovisores del Tesla Model 3 se ve aceptablemente bien por el día y mal por la noche (o cuando las condiciones ambientales son malas). Lo ideal es que los retrovisores se puedan regular de tal forma que se vea una estrecha franja del costado de la carrocería. En el Tesla, la parte de los retrovisores más próxima a las puertas no acompaña la línea o el ángulo que describen los laterales de la carrocería. Por ello, se ven las aletas pero no las ventanillas y se crea una zona que no deja apreciar bien los vehículos pequeños (como una moto) que van detrás y relativamente pegados. Este problema no es normal en la mayor parte de las berlinas modernas (otra cosa son los deportivos de motor central trasero) y desde luego no ocurre en el Serie 3. La siguiente imagen puede ser un poco aclaratoria: a la izquierda está el retrovisor del Tesla Model 3 y, a la derecha, el de un Škoda Superb Combi.

En el Tesla, el borde derecho del retrovisor no acompaña la línea que sigue el lateral la carrocería.

Por el retrovisor interior tampoco se ve especialmente bien. El borde inferior de la luna trasera está demasiado elevado desde el punto de vista del conductor. Por ello, por la noche, que quedan ocultos para el conductor los faros de los vehículos que van por detrás y relativamente cerca. La sensación de viajar por la noche sin tener la certeza de si hay un vehículo por detrás es un poco extraña. Esto, al igual que otras cosas que aparecen señaladas en este texto, también lo destacó mi compañero Mario Garcés en su entrada.

La conducción nocturna del Tesla Model 3 me cansa más que la del BMW Serie 3. Para consultar cualquier dato, el ojo debe adaptarse constantemente de mirar lejos (la carretera), a mirar muy cerca y hacia un lado (a la pantalla). Aún no he escuchado un argumento convincente (salvo de puro diseño) para que toda la información vaya situada en el centro del salpicadero y en una posición baja. Como la pantalla está hecha para mostrar muchos datos de una sola vez, algunas letras y números tienen un tamaño excesivamente pequeño y no se ven bien de un vistazo. Si está en modo nocturno (con fondo negro), se complica un poco más porque algunos números y letras aparecen en un tono gris que no destacan bien ejemplo). Una tableta se maneja bien en el sofá de casa, pero es una mala solución para usar en un vehículo.

En el BMW la información también es muy abundante, pero está distribuida de una forma coherente. Si quieres consultar los datos básicos de conducción, quizá sea suficiente con el «Head Up Display» opcional (imagen), que apenas obliga a hacer un esfuerzo con la vista. Si necesitas consultar más información durante el viaje, puedes configurar la instrumentación que hay tras el volante (imagen).

En el BMW, con el «Head up Display» y la instrumentación de pantalla que hay detrás del volante bien configurados, debería ser suficiente para viajar sin más distracciones y sin mucha fatiga visual. Además, hay una hilera de botones justo por debajo de los controles de la climatización a los que se les puede asignar una función predeterminada (imagen) a elegir entre muchas. También se pueden controlar al tacto el grupo de mandos que están alrededor de la palanca selectora del cambio (imagen). En definitiva, con un poco de entrenamiento, se pueden manejar muchas cosas sin apenas retirar la vista de la carretera. En el Tesla, hay que dejar de mirar de la carretera hasta para cambiar la temperatura del climatizador.

Si en el BMW hubiera la necesidad de consultar menús muy concretos, entonces no queda más remedio que mirar a la pantalla central. La gran diferencia de la pantalla del BMW con la del Tesla (además de su tamaño) es que los números y letras están representados en un tamaño adecuado y con un buen contraste, de día y de noche.

Con soluciones acertadas o sin ellas, la influencia de Tesla está siendo enorme. Las marcas «de toda la vida» que quieren posicionarse como rivales de Tesla no sólo copian su concepto de vehículo eléctrico (grande, potente y de baterías de gran capacidad), sino también su diseño del interior. Está el ejemplo claro del Ford Mustang Mach-E (por lo visto se debe pronunciar Maki), cuyo salpicadero minimalista no tiene ninguna semejanza con el de cualquier otro Ford y sí mucho con el del Tesla Model 3. Sin embargo, Ford ha utilizado una segunda pantalla mucho más pequeña justo detrás del volante a modo de instrumentación (algo parecido va a hacer Fisker con el modelo Ocean) que seguramente sea muy útil.

Ford Mustang Mach-E

La postura de conducción del Tesla Model 3 es particularmente baja. Se va más cerca del suelo que en un BMW Serie 3 (su banqueta va a un mínimo de 51 cm del piso, frente a los 54 del BMW). Aunque se vaya tan bajo, el acceso y salida del habitáculo no me parece incómodo porque la puerta deja un hueco razonablemente grande para pasar, porque el estrecho salpicadero apenas molesta para meter las piernas y porque los asientos van poco alejados del exterior (van a solo 23 centímetros de los umbrales, frente a los 25 del BMW). En este enlace comparamos muchas mediciones interiores del estos dos modelos.

Me gustan mucho los asientos delanteros del Tesla porque su relleno de espuma se adapta muy bien a mi espalda y a mis piernas. El volante me parece casi perfecto por el diámetro y grosor de su aro. El del BMW M340i xDrive tiene un aro que a mi juicio es demasiado grueso y está tapizado con un cuero esponjoso.

Aunque vaya muy cómodo a los mandos del Model 3 en el 80% de los casos, reconozco que los asientos sujetan poco en las curvas. Cuando hice la maniobra de esquiva (con el asfalto viejo y con el asfalto nuevo), el movimiento del cuerpo me impedía manejar el volante a mi gusto. En los coches de carreras, el piloto va perfectamente encajado en el asiento de competición y ligeramente presionado contra el respaldo gracias a los cinturones de seguridad de tipo arnés. Es lo ideal para controlar el volante y los pedales con total precisión. En un coche de calle con asientos de poca sujeción, el movimiento excesivo del cuerpo se puede combatir un poco empujando con el pie izquierdo en el reposapiés, pero no es una solución ideal. Tesla no ofrece otros asientos más deportivos en opción. Tampoco ofrece una tapicería mejor y la que tiene me parece muy mala. Tiene un tacto plasticoso y transpira poco. Incluso las mejores tapicerías de cuero que conozco (posiblemente sean las de Volvo; en general los asientos de Volvo son muy buenos) tienen más inconvenientes que ventajas respecto a las de tela.

En las plazas traseras del Tesla Model 3 se viaja bien y eso que hay una batería que ocupa casi toda la parte baja. En otros coches eléctricos (como ocurre, por ejemplo en un KIA e-Niro o un Nissan Leaf) la postura de los ocupantes de las plazas posteriores está claramente condicionada por la presencia de la batería en el piso. En el Model 3 no es así.

En el Tesla es muy fácil pasar de un lado a otro la banqueta trasera porque apenas hay nada que lo impida. En el BMW, en el centro del suelo está el clásico abultamiento que recorre longitudinalmente la carrocería (sirve para dar rigidez a la estructura y para albergar el sistema de escape y el cardan de transmisión) que molesta mucho y resta espacio.

El maletero del Tesla Model 3 tiene una boca de carga de buen tamaño (es ligeramente mayor que la de un BMW Serie 3). Yo he introducido a través de ella mi bicicleta de ruta (claro, que las de montaña son mucho más aparatosas) sin mayores problemas. El acabo del maletero no me parece gran cosa. El tapizado del fondo es sencillo, de coche barato. El de nuestra unidad se está empezando a despeluchar y eso que no cargamos equipaje todos los días (ni mucho menos). El guarnecido del BMW Serie 3 es claramente mejor, aunque no puedo decir nada de qué resultado dará tras los kilómetros y el uso que ya lleva encima nuestro Tesla Model 3.

El equipamiento que tiene de serie el Tesla Model 3 es muy abundante y apenas hay opciones. Es un equipamiento casi cerrado que da poco margen al cliente para elegir lo que desea. Yo, por ejemplo, nunca compraría un coche con techo solar o panorámico. En el Tesla Model 3, el techo panorámico de cristal es obligatorio, aunque debo decir que es uno de los mejores que he probado ya que cuando hace sol no entra mucha luz ni calor. Como he dicho antes, tampoco me gusta que no se pueda elegir una tapicería de tela. Sin embargo, me gustaría que el sistema de iluminación fuera mejor, que los asientos tuviesen ventilación (en verano este sistema marca la diferencia), que hubiera un «Head up Display» o que los frenos frenasen bien en caliente (si quieres esto en el Model 3, tienes que irte a la versión Performance). Todo esto, y muchas cosas más, se pueden elegir en el BMW Serie 3, aunque es cierto que su precio se dispara muy por encima del de Tesla. La ventaja del equipamiento cerrado es que simplifica mucho la fabricación y la distribución, y es posible conseguir precios bajos para el paquete completo de opciones.

Después de haber escrito y repasado tanto esta entrada como la anterior, no me parece que haya uno ganador claro. Creo que respecto a las cualidades dinámicas el Tesla es el ganador a los puntos (sin tener en cuenta la autonomía y la facilidad para rellenar el depósito de energía de cada uno). Si atendemos a la carrocería y al interior, el Model 3 me parece bien diseñado. Que sea un eléctrico con una batería grande no condiciona el espacio ni la posición de sus ocupantes. El BMW no es más grande por dentro ni sus ocupantes van sentados en una posición mejor. Sin embargo, sus materiales parecen más ricos y su diseño es más elegante y lujoso (esto es totalmente subjetivo).