Acompañando a la galería de fotos exteriores, publicamos en km77.com la sesión de fotos interiores que hizo Nacho Oller en el estudio.
Quitando la pieza decorativa del volante, el habitáculo es más discreto que la carrocería. Esa moldura no ajusta bien en el volante y, como ya dijo Javier Moltó tras conducir el coche el primer día «Si se mete la mano por los huecos del volante (no hay ningún motivo para meter las manos por ahí más que para comprobar la calidad del acabado) las rebabas rascan la piel». Una persona se ha quejado de que ese plástico resbala con el sudor.
Estética y funcionalidad muchas veces van reñidas. Es el caso del material negro brillante que hace de marco a la pantalla del navegador y el climatizador. Es imposible que no lleve polvo, marcas de los dedos o ambas cosas.
Un detalle bueno es la pieza de plástico que enmarca los anclajes isofix, así no hay que pelearse con la silla del niño cuando toca ponerla.
En cambio, el hueco que hay en el portón para meter la mano y hacer palanca para cerrarlo no sirve de nada. Tiene un diseño que impide que los dedos se agarren, así que al final hay que cerrarlo tirando directamente del portón, algo poco agradable si esta mojado o sucio.