A finales de 2012 tomamos la decisión de hacer una nueva prueba de larga duración en km77.com. Es la cuarta. En el año 99 empezamos a hacerle 50.000 km a un SEAT León TDI 110 CV. En 2006 le tocó el turno a un Toyota Prius que probamos hasta el fin de la garantía, 160.000 kilómetros. Y en marzo de 2010, un año después de su compra,  finalizamos la prueba de un Volkswagen Golf 1.4 TSI tras completar los 100.000 km previstos.

En esta ocasión hemos elegido el Renault Clio en su versión de gasolina de 90 CV. Un modelo de reciente aparición y que, en el caso de esta versión, tiene un motor de tres cilindros, 0,9 litros de cilindrada y  turbocompresor. Los anteriores Clio de potencia parecida tenían un motor tetracilíndrico con mucha más cilindrada y sin sobrealimentación (ficha técnica comparativa de las últimas cuatro generaciones del Clio).

Lo queríamos con el nivel de equipamiento más abundante de los dos posibles, denominado «Dyamique». Y con las opciones del climatizador («paquete clima»), un paquete llamado «eléctrico» que, efectivamente, lleva incluidas cosas eléctricas —elevalunas traseros y plegado de retrovisores— pero también un elemento que nos parecía necesario, el tercer reposacabezas trasero. En el comparador de km77.com se pueden ver las diferencias entre los equipamientos «Expression» y «Dyamique».

comparativa-equipamiento

Durante unas semanas nos dedicamos a pedir presupuestos en concesionarios de Almagro, Ciudad Real, Huesca, Leioa, Madrid (3), Pinto, Segovia, Viator, Villacastín y Zaragoza. La valoración sobre el trato recibido ha sido desigual.

Todos nos dieron el presupuesto por escrito salvo el de Viator. Ahí dijimos que el coche era para un amigo y no nos lo dieron por  «si tu amigo va al concesionario de Murcia e igualan el precio y se llevan la venta». En el caso de Almagro, hemos tenido que “perseguir” al comercial para conseguir que nos lo enviase e incluso desistir al no conseguir respuesta al solicitarlo desglosado en vez de un importe final.

En esos, y algún otro caso, nos ha sorprendido el aparente escaso interés que ha mostrado el comercial por vendernos un coche, ahora que precisamente no se venden como hace unos años. Por el contrario, en la mayoría de los casos la atención ha sido correcta y el trato muy agradable.

La diferencia entre el presupuesto más favorable y el que menos ha sido de unos 500 euros (entre 14347 y 14843). A mediados de marzo dimos el paso final, comprar el coche. Hablamos con el concesionario de Leioa, que era el que nos había dado el precio más bajo, y nos dijeron que en esos momentos no había stock en España de un Clio con nuestros requisitos. Sí lo había renunciando al «paquete eléctrico».

Curiosamente, dos días después, pedimos precio en el concesionario de Huesca y ahí nos dijeron que sí había un coche como el que buscábamos. Incluso nos giraron la pantalla del ordenador indicando su existencia, aunque no llegamos a fijarnos exactamente en qué es lo que ponía.

Ante la extraña situación en la que nos encontrábamos, con un Clio que según un concesionario no existía y otro que decía que sí, enviamos un correo electrónico al comercial del concesionario de Zaragoza donde habíamos pedido precio semanas atrás. Nos confirmó que no había stock de lo que queríamos y que, en el caso de hacer un pedido a fábrica, no tendríamos el coche hasta la semana 25, que corresponde al mes de junio. Posteriormente nos ofreció dos alternativas, un Clio en color rojo pasión y otro negro, ambos con rueda de repuesto y sin los dos paquetes opcionales. Tras decidirnos por el rojo y preguntar por la forma en la que hacer la reserva nos indicó una nueva posibilidad, uno de color amarillo Sport (200 €), con «paquete eléctrico» (250 €), «paquete clima» (250 €), sin rueda de repuesto y con otros opcionales: las llantas de 17 pulgadas (200 €), el «pack look exterior negro» (200 €), «pack look interior Sport» (175 €) y «stripping de techo sport» (300 €). El precio final es 15 037,01 €, incluidos los gastos de matriculación.

Así era nuestro Clio según el configurador de Renault

Así era nuestro Clio según el configurador de Renault

Bajo el nombre de «stripping de techo sport» lo que Renault añade al coche es un conjunto de adhesivos decorativos. Era algo que no deseábamos pero tras averiguar que básicamente se trataba de un «7» negro en el techo tuvimos claro que era una señal. Además no queríamos demorar más el comienzo de la prueba y esta unidad llegaba a Zaragoza en una semana, el 2 de abril. Así que lo reservamos ese mismo día (26 de marzo). Para la reserva bastó con un correo electrónico y una transferencia bancaria desde Madrid, sin tener que ir al concesionario.

El 2 de abril, tal y como nos habían dicho, el coche llegó a Zaragoza. El comercial nos llamó por si queríamos ir a verlo, algo que hicimos. Como él estaba ocupado atendiendo a otros clientes, y tras interesarse por si teníamos prisa, pidió a otro empleado de la concesión que sacase el coche del taller y nos dejó la llave para que pudiésemos verlo y tocarlo. Estaba aún sin preparar, con los tapones de los bujes en el maletero, la antena sin poner y los plásticos de protección del habitáculo colocados. No lo decimos como queja, sino todo lo contrario: nos parece muy bien que nos permitan ver el coche nada más descargarlo del camión, sin el ¨maquillaje¨ final.

Plásticos de protección del habitáculo

Plásticos de protección del habitáculo

Al día siguiente formalizamos la compra y el lunes nos llamaron para decir que podíamos ir a por él. Los detalles de la entrega están en esta otra entrada.