Como dice la canción, «mi» denota posesión. Y es que YA soy poseedor de mi primer coche de carreras. Bueno, el Yaris ha sido un buen coche para la competición de slalom pero es que éste tiene su baquet, sus arneses, su extintor, sus barras antivuelco… vamos, que es un coche de carreras.
Me acabo de comprar un Accent GT, de esos que corrían la Copa. En realidad me he comprado un tercio del coche, los otros dos tercios son de un amigo y de un desconocido. Mañana conoceré al desconocido. Sí, es un acto de valentía, casi tan grande como preguntarle a mi mujer si me «autorizaba» a comprarme el coche.
Primera foto. Minutos antes de montarlo en el remolque.
No es un bólido. No aspiramos a ganar nada. Es poco potente y por tanto no corre mucho. Además es viejo. Pero nos lo vamos a pasar muy bien, o eso es lo que esperamos los tres propietarios.
Por ahora, y dadas las limitaciones presupuestarias, nuestro objetivo es correr en los 500 km de Alcañiz, en el circuito de Motorland. Cuatro horas de carrera con relevos, tocamos a 1 hora y 20 minutos, más que suficiente —espero— para desfogarnos los tres.
El Accent en el remolque. Uno de mis mecánicos —además de ser Team Manager, el Director de Logística, piloto y co-propietario de la escudería— sujetando el bólido.
El coche está en buen estado. Roberto, su ya ex-propietario, parece un tipo majete y nos ha tratado muy bien, así que no creo que nos aparezca ningún problema raro. Además nos lo ha vendido con mucho repuesto, lo que nos viene genial para no tener que gastar ni un euro más de lo que (no) tenemos.
En el remolque, a punto de abandonar el centro peninsular destino al Reino de Aragón. En la foto, dos de los propietarios de la escudería.
Más adelante os contaré más detalles sobre el coche, la logística y las cosas que tenemos que ir haciendo en él. Seguimos aceptando patrocinadores 🙂
Alfonso Herrero