Esta semana hemos acudido a la presentación del Volkswagen Polo R WRC (información de km77.com). Es un modelo relativamente exclusivo, pues solo se fabricarán 2500 unidades para todo el mundo y tiene un precio elevado (34 850 euros). A pesar de su imponente denominación «WRC», tiene poco que ver con un coche de carreras o con lo que entiendo que debe ser un coche competición de buen nivel. No es extremo de reacciones ni de suspensión. También tengo la impresión que no es especialmente efectivo en curva. Me impresionó más su aceleración en recta que en curva. Sea como sea, tiene una serie de detalles técnicos interesantes que lo desmarcan de cualquier otro Polo:
Uno de los aspectos más singulares está en el bastidor. Es similar al que tiene cualquier otro Polo, pero Volkswagen ha tenido que hacer algunos cambios en él. Estos cambios afectan, sobre todo, a la parte inferior del chasis, y en particular, a los largueros longitudinales. Estos largueros, que por un lado soportan al motor, cambian de forma. ¿El motivo?, pues porque para homologar el Volkswagen Polo de carreras, éste debe tener una serie de características comunes con 2500 unidades de un vehículo de serie, entre ellas, la posición de algunos elementos mecánicos. En la siguiente foto se ven esos largueros y otros detalles:
La estructura de la suspensión del Volkswagen Polo R WRC es similar a la de cualquier otro Polo de calle, solo cambian los muelles, amortiguadores, barras estabilizadoras y casquillos. En esta imagen se puede ver el esquema de la suspensión posterior, de rueda tirada unida por un eje torsional:
El capó no tiene nada que ver con el que llevan el resto de los Volkswagen Polo, pues —en lugar de estar hecho con una sola plancha de metal— lleva dos muy finas entre las cuales va una delgada capa de polímero. Según Volkswagen, este capó es 2 kg más ligero que el normal. A simple vista creo que no tiene nada especial, pero sí se nota que pesa menos:
Aquí hay un documento con información técnica del capó y otros detalles:
Las entradas de aire del paragolpes solo cumplen una función estética:
El número de unidad (del total de 2500 que se van a fabricar) está en la parte superior del alerón:
Las ruedas me llamaron la atención. Nada más llegar consulté el dossier de prensa. Vi que eran unas 215/35 R18. Pensé que no podía ser, que se trataba de un error. «Demasiado poco perfil», concluí para mis adentros. Pues no, esa medida es correcta. Unos neumáticos así exigen, sin duda, una conducción cuidadosa en superficies en mal estado o con baches, no digamos ya si son cortantes.
Después de rodar a buen ritmo por carreteras de curvas observé que aproximadamente la mitad del flanco había rozado contra el suelo. No estoy seguro que sea algo normal, pues los neumáticos de muy bajo perfil suelen llevan flancos muy rígidos que evitan una deformación excesiva de la carcasa en apoyos. Puede que estuviera un poco bajo de presión (algo que no comprobé con un manómetro, pero a ojímetro y a base de puntapiés no lo parecía).
Si pichamos o tenemos cualquier otro incidente con las ruedas que suponga su inutilización, habrá que poner una rueda de repuesto como ésta:
Y el corazón. Así entra un motor de 2,0 litros de cilindrada turboalimentado en el vano motor del Polo:
Cogolludo