En 1978, Porsche creó el Sonderwunschprogramm (en español, «Programa de deseos especiales»), un servicio cuyo objetivo era cumplir con las peticiones de personalización de sus clientes. En 1986, con el fin de dar una mayor relevancia internacional a este servicio, pasó a denominarse Porsche Exclusive. En 2017, Porsche cambia de nuevo el nombre. Ahora se llama Porsche Exclusive Manufaktur. Añade la palabra Manufaktur (manufactura) para hacer más evidente el trabajo artesanal que llevan a cabo en este departamento.
Porsche Exclusive Manufaktur es la manera en que Porsche denomina el concepto de personalización del vehículo. Engloba una serie de opciones disponibles para todos sus modelos —son más de 600 y se pueden consultar y elegir en el mismo configurador de Porsche; por ejemplo, la opción «Cinturones en color Marrón Saddle» para el Cayenne está catalogada como Porsche Exclusive Manufaktur— y también un departamento encargado de cumplir con los deseos de los clientes que quieren una configuración especial de sus vehículos más allá del listado de opciones habituales.
Asimismo, de Porsche Exclusive Manufaktur salen ocasionalmente ediciones especiales limitadas de algunos de los modelos de producción. Ejemplos de ello son el Porsche 935 (930) Street de 1983 (1 unidad), el 911 (964) Turbo S Leichtbau de 1992-1993 (86 unidades) y el 911 (997) Speedster de 2010 (356 unidades).
El Porsche 911 (991.2) Turbo S Exclusive Series es la última creación de este departamento. Está basado en el 911 Turbo S de 581 CV y su producción está limitada a 500 unidades en todo el mundo. El precio de venta en España es 298 155 euros. Se diferencia porque su motor da 25 caballos más —en total son 606 CV— y porque tiene una serie de elementos en su carrocería e interior, así como una línea de accesorios, que solo están disponibles para esta versión. Porsche nos llevó recientemente a sus instalaciones del distrito de Zuffenhausen (Stuttgart, Alemania) para conducir esta versión y para explicarnos qué la hace diferente.
Lo primero fue conducir y la unidad que me asignaron no era una cualquiera. Había participado en el festival de velocidad de Goodwood (Reino Unido), tenía la pintura Golden Yellow Metallic (Amarillo Oro metalizado) y ya había recorrido casi 19 000 km. Estuve a sus mandos unos 30 minutos, principalmente por la Autobahn A81 dirección Wurzburg. Mucho tráfico, muchas obras. Quería sobrepasar los 300 km/h y no lo conseguí. Me quedé en 290. Mi gozo en un pozo.
Al volante, las sensaciones son las mismas que en el 911 Turbo S estándar. Esos 25 CV extra no se notan, o al menos yo no los he percibido. Tampoco se echan de menos. El 911 Turbo S no es precisamente un coche que ande falto de potencia. Con la unidad que probé el año pasado (aquí las impresiones de conducción) registré los siguientes tiempos de aceleración: 0 a 100 km/h en 2,8 segundos; 0 a 160 km/h en 6,0 s y 80 a 120 km/h en 1,7 s. Vamos, que el coche corre.
El 911 Turbo S Exclusive Series lleva de serie el paquete estético «Aerokit». Es una opción que en el resto de la gama 911 Turbo cuesta 6109 euros y que añade pequeños apéndices aerodinámicos en la parte inferior del parachoques frontal (imagen) y del alerón posterior (imagen) y unas molduras ligeramente diferentes en la zona inferior de las puertas y en la zona que rodea las salidas de escape. Son exclusivas de esta versión de 911 la forma de las salidas de escape (imagen) y determinadas partes en fibra de carbono de la carrocería, como la carcasa de los retrovisores (imagen), el pequeño triángulo que hay al comienzo de las ventanillas delanteras (imagen), el embellecedor de la entrada de aire que hay justo detrás de las puertas (imagen), las taloneras, las tres pequeñas lamas que hay en el capó (imagen) y la parte superior del alerón trasero (imagen).
La tapa del maletero (que está delante) y el techo también están hechos de fibra de carbono —en los otros 911 Turbo son de aluminio y magnesio respectivamente— y, además, van pintados. El proceso de pintado de estas partes dura 3 semanas, en las que entre otras cosas Porsche se esfuerza en lograr que la transición entre la capa de pintura y la de fibra de carbono sea imperceptible.
De serie, hay tres colores disponibles para la carrocería —Amarillo Oro metalizado (exclusivo para el 911 Turbo S Exclusive Series, imagen), Gris Ágata metalizado (imagen) y Blanco Carrara metalizado (imagen)— y en opción, sí, en opción, hay otros tres —Azul Grafito metalizado, en Negro o en Rojo Guardia—.
Las llantas de serie son de 20 pulgadas, como en el resto de 911 Turbo, pero tienen un diseño y una decoración única. El proceso para pintarlas dura 4 días. Primero se les da una capa a mano con un pulverizador con pintura Golden Yellow Metallic (el mismo de la carrocería). Una vez seca, se aplica a mano una segunda capa de color negro que cubre por completo la anterior. A continuación, la llanta se introduce en una cabina en la que un brazo láser movido por un ordenador quema ciertas partes de la pintura negra para que el dorado quede a la vista (esta parte toma 1 hora). Por último, un operario hace una inspección visual para comprobar que el trabajo se ha realizado con éxito. Estas llantas se pueden pedir como opción para las otras versiones del 911 Turbo, pero sin el detalle de las líneas de color Golden Yellow Metallic.
Las pinzas de freno son de color negro, con las letras de Porsche en color Golden Yellow. En los otros 911 Turbo las pinzas son de color amarillo con las letras de Porsche en negro. El diámetro de los discos carbocerámicos es 410 milímetros delante y 390 mm detrás, como en el 911 Turbo S.
El color Golden Yellow también está presente en el interior, por ejemplo, es el color del hilo de los pespuntes del cuero de los asientos, del salpicadero, del volante y de las puertas. En las piezas decorativas en fibra de carbono que hay en la consola central, encima de la guantera y en las puertas se ve un punteado de cobre con ese color Golden Yellow (imagen). En la tapicería de los asientos y en el techo hay dos franjas perforadas a través de las cuales se ve también una capa de color Golden Yellow (imagen). Un motivo decorativo similar está presente en la instrumentación. Por otro lado, enfrente del pasajero hay una placa metálica con la numeración del vehículo (imagen). El propietario puede elegir el número que quiera, entre 1 y 500, siempre y cuando no haya sido seleccionado antes por otro.
Es posible pedir que los pespuntes sean en color negro y que la tapicería de los asientos y del techo no tenga franjas. Lo que es inevitable es el punteado de las piezas de fibra de carbono y la decoración de la instrumentación.
Porsche pone a disposición de los clientes del 911 Turbo S Exclusive Series la posibilidad de adquirir un reloj de muñeca y un conjunto de maletas a juego con el vehículo.
El reloj de muñeca lo fabrica Porsche Design Timepieces, una empresa subsidiaria de Porsche ubicada en Suiza. Sólo se vende con el coche, no se puede adquirir por separado y su precio es de unos 10 000 euros. La caja está hecha de titanio, el dial en carbono (con una franja pintada en el mismo color del coche) y el cuero de la correa es el mismo que el utilizado en los asientos. El diseño del rotor está basado en el de las llantas del vehículo. El movimiento del cronógrafo es obra de Porsche (le llama Werk 01.200) y tiene función flyback.
El juego de maletas cuesta unos 6000 euros y está compuesto por cuatro unidades llamadas Weekender XL (grande), Weekender L (mediana), Handy Bag S (neceser de mano) y Garment carrier (portatraje). Weekender L y Handy Bag S se pueden unir mediante una solapa. Todas ellas están hechas con el mismo cuero del interior del vehículo y siguiendo el motivo decorativo predominante del 911 Turbo S Exclusive Series.