El Volkwagen Up! Lite es un prototipo que anticipa cómo será un futuro utilitario que estará en venta en 2011. Tiene propulsión híbrida y un consumo medio de 2,44 l/100 km (que equivale a 65 g/km de CO2).
Para conseguir un consumo tan bajo, lleva un motor Diesel TDI de 0,8 l y 52 CV de potencia máxima. Va unido a un cambio automático DSG de siete velocidades.
Además, lleva un motor eléctrico de 13 CV, que se alimenta de la energía almacenada en un batería de litio. Tiene varias funciones: motor de arranque del motor Diesel, alternador y ayuda a propulsar el coche cuando se requiere adelantar o subir un repecho. También puede propulsar por sí solo al coche durante una distancia máxima de 2 km (a baja velocidad).
Con todo ello, tiene unas prestaciones buenas para su potencia: alcanza una velocidad máxima de 160 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 12,5 s.
Este pequeño prototipo de tres puertas y cuatro plazas tiene otras medidas para que el consumo sea bajo: un coeficiente de resistencia aerodinámico bajo (0,237 Cx), un peso contenido (695 kg), un sistema parada y arranque automáticos del motor y un modo «Eco» que reduce la potencia el motor a 36 CV.
Imágenes:
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695 Kg, menos de la mitad de un Opel Astra diesel 2010. Espero que la industria del automóvil vaya por ahí, porque si no, esto cada vez es más inaguantable. Pesa mucho.
Hay que ver cómo cambian los tiempos… Hace 15 años, grande tenía que ser el coche que sobrepasaba los 1000 Kg de peso; mi Citroën AX de 1996, sin ir más lejos, pesaba 695Kg. Lo mismo que este prototipo, engendro concebido para batir marcas de consumo, empleando supuestamente los últimos adelantos tecnológicos, y aún así la criatura a duras penas baja de 700Kg, y la cifra la muestran orgullosos sus padres, como si fuese todo un logro.
Entiendo que los coches cada vez incluyen más elementos de equipamiento y que cada vez son más exigentes las normativas de seguridad, lo cual hace aumentar el peso. Pero no menos cierto es que la tecnología avanza, proporcionándonos nuevas técnicas de fabricación, nuevos materiales más resistentes y livianos, lo cual debería equilibrar un poco la balanza. Pues no.
Lejos de mejorar, o de no empeorar, la cosa, efectivamente, empeora. Cojamos como ejemplo un Citroën Xantia de 1993, primera generación, coche correcto, modesto, cumplidor, para transportar a la familia, 4.5m de espacioso interior, maletero generoso, mecánica coherente sobre ruedas de 175mm. Su peso: 1200Kg escasos. Si quisiéramos hacernos con un producto teóricamente equivalente hoy en día, en buena lógica, buscaríamos un Citroën C5. Pues bien, este vehículo se acerca a los 4.8m, con ruedas de 225mm y la báscula nos indica unos 1600Kg.
Las necesidades de un comprador tipo de un Xantia y de un C5 no han cambiado en 15 años; seguimos hablando de un padre de familia que necesita un vehículo que le permita llevar de vacaciones a toda su familia. En los últimos 15 años las familias no han crecido en número de miembros –quizá al contrario- y tampoco ha aumentado la talla de las personas. A priori, las dimensiones del Xantia siguen siendo válidas en nuestros días, si embargo, y esto es lo que no entiendo, el C5 ha crecido 30cm y ha engordado 400Kg –un 33%- respecto a su hermano primogénito. ¿Por qué? ¿Qué se puede hacer con un C5 que no se podía hacer con un Xantia? ¿Caben más personas en su interior? ¿Los viajeros pueden llevar más equipaje? ¿Corre más? ¿Gasta menos? Entonces, ¿quién les dijo a Citroën que el Xantia se había quedado pequeño?
Quizá la respuesta sea que el Xantia de hoy no se llama C5, se llama C4 “con culo”, y Citroën nunca llegó a la conclusión de que el Xantia se había quedado pequeño, simplemente decidió crear una nueva categoría de coche. La pregunta es ¿para quién? No lo entiendo. Antes las marcas tenían 3 modelos en sus catálogos: coche pequeño, coche mediano y coche grande. Punto. Hoy, las mismas marcas tienen de media unos 11 vehículos en fabricación, llevándose el trofeo Mercedes con 18. ¿Cómo llega un alto ejecutivo de una gran marca a estar convencido de que existen 18 tipos distintos de compradores de coches? A este ritmo, el catálogo de Mercedes será pronto más extenso que el de Nokia…
No me hagan mucho caso, solo soy uno que se hace viejo. Tal vez la respuesta a estas reflexiones sea muy simple. El coche hace mucho que nadie lo toma como un medio de transporte sino como un objeto de consumo, tal que salir a cenar a un restaurante un sábado por la noche, ir de vacaciones a la República Dominicana o un teléfono con cámara de fotos. Prescindible, superfluo e incongruente la mayoría de las veces. Quizá nos merezcamos las multas con afán recaudatorio, las sobrecarga fiscal, los atascos, la contaminación, las revisiones periódicas obligatorias, la depreciación vertiginosa, etc.
Han pasado 6 años desde que vendí mi último coche, un Renault Megane de 2002, 17 entradas al taller en 2 años, manda huevos decía aquel… No lo echo en falta. Ahora me desplazo en transporte público. No se preocupen por mí, estoy bien.
P.D.: ¿qué hay que hacer para participar en el foro de ustedes para darles caña?
#Nano. PD: Con esa prosa no creo que tenga problemas, vaya redacción se ha marcado, muy interesante por contenido y calidad.
Nano, pásese Vd por el foro y envíe un e-mail a uno de los miembros que lo tienen publicado (yo mismo), pidiendo que lo recomienden.
Nano, los coches pesan más que hace 15 años porque no queda más remedio. Se podrían hacer más ligeros, claro que sí. La tecnología ha avanzado muchísimo en lo que se refiere a materiales, efectivamente. ¿Le ha mirado usted el precio a esos materiales tan ligeros?
Los coches están sometidos hoy a unas normas de seguridad mucho más estrictas que hace 15 años. No sólo eso, los consumidores esperan de sus coches que sean los más seguros del mercado… y los más silenciosos. Aislar el ruido y las vibraciones de un motor significa aumentar considerablemente el peso del vehículo.
Y, sin embargo, a igualdad de potencia, un coche de hoy consume menos que su equivalente de hace 15 años, a pesar de ir lastrado con 200 kg más de equipamiento de seguridad y confort. Es más, en términos relativos, un coche cuesta menos hoy que entonces.
Por lo demás ¿cuándo ha dejado el coche de ser un elemento de consumo? Cuando usted mira los mastodontes americanos de los años 60, con sus alerones y sus maravillosos colores ¿tiene la impresión de estar ante meros utilitarios, vehículos pensados para llevar a sus ocupantes de A a B en toda discreción y con la mayor eficiencia posible?