El TATA Aria (más informacíon) es un monovolumen de 4,78 metros de longitud y siete plazas que desde finales de junio se beneficia de una campaña comercial de 3970 € para el modelo de tracción total. Con este descuento, el precio de venta al público es de 19 990 € —existe la posibilidad de acogerse al Plan PIMA Aire, descuento de 1000 €—.
También está disponible con tracción trasera por 17 900 € (ver listado de precios).
Imágenes exteriores TATA Aria (ver más):
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El Aria está disponible únicamente con un motor Diesel de 2,2 litros y 150 CV —el mismo que el del Xenon (pick up)—, con cambio manual de cinco velocidades.
Por la posibilidad de tener tracción total y la mayor altura libre al suelo que un turismo, puede ser una alternativa, además de a monovolúmenes de su tamaño como un Fiat Freemont o un Ford S-MAX, a algunos todoterrenos ligeros porque puede utilizarse para circular por caminos y pistas fáciles.
Utilizando el Buscador de precios de km77 podemos observar que el Aria es el monovolumen de siete plazas y motor Diesel de 140 a 170 CV más asequible, con diferencia. Por ejemplo, tiene un precio 11 060 € más bajo que el de un Fiat Freemont.
Imágenes interiores TATA Aria (ver más):
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El equipamiento del TATA Aria no puede personalizarse. La única opción disponible es la pintura metalizada (370 €).
La variante de tracción total lleva más elementos de serie que la de tracción trasera, como son la cámara de visión trasera para facilitar las maniobras, el encendido automático de luces y limpiaparabrisas, el climatizador, el navegador o la conexión manos libres Bluetooth para teléfonos móviles.
Ningún TATA Aria puede llevar faros de xenón, tapicería de cuero, volante con regulación en profundidad o sensor de presión en los neumáticos, entre otros elementos (fichas de equipamiento).
TATA Aria, ahora desde 19 990 € con tracción total
Han puesto los precios de las versiones al revés en el texto.
JFKa, a qué se refiere exactamente?
Con tracción trasera vale 17 900 € y con total 19 990 €
Un Tata si que hubiera dado lugar a una prueba de larga duración con carnaza. «Disfruté» del uso de un Telco Sport durante una buena temporada y los problemas fueron constantes: fallos de aforador de gasolina, en las correas de servicio, en los calentadores, en la caja de cambios, piezas que se soltaban solas, guarnecidos que se partían solos…
Y la conducción, cuando esta era posible, también tenía su encanto: motor agónico, frenos by Bob Esponja, eje trasero con querencia a convertirse en eje delantero al menor problema de tracción, volante con holguras. Recuerdo de un propietario de un Telco que vivía en zona de sierra, que cuanto la carretera estaba un poco mojada, dejaba su Tata en casa y cogía su viejo turismo.