La mañana que recogí el Ssangyong se había iniciado en una Notaría donde la señora de la placa, muy amable, me contó dos chistes neutros, dijo bien mi nombre, me informó de aquello que yo ya sabía y estampó, previo pago de un monto considerable, una firma de dos pisos muy lustrosa y como con mucho adorno y perifollo. El tiempo que se habrá tirado la tía con el boli para que le quede una firma tan como de sentenciar armisticios. Todos los notarios por los que he pasado para que protocolicen inútilmente mi vida, han presentado siempre firmas con tanta prestancia y pompa que podrían rubricar el final de la humanidad sin desentonar ni miajita.
Dios, seguro que firma como un notario.
La notaría hallábase que se hallaba junto al centro de estudios o deformación de un conocido bufete de abogados, a cuyas puertas, todos los juniors del mismo hacían un descanso.
Todos iguales. Vestidos con trajes iguales, preciosos, los trajes, corbatas parecidas con pinta de caras, coloridas, de estampados análogos, relojes aparatosos, que se vean bien, que se noten.
Sin excepción, cada uno de los juniors en deformación queriendo asimilarse, confundirse con su entorno, hacerlo suyo. Anhelando ser el estereotipo de lo que quieren llegar a ser, desdibujando lo que son y cediendo lo que podrían aportar para no rechinar, rindiendo su frescura y su valor a una homogeneidad que los anula.
Mal vamos cuando la gente fresca hace suyos los vicios de los que llevamos más tiempo en los escenarios de la mentira y la pretenciosidad.
Si ellos no aportan lo que tienen, el aire reciclado, viejo e irrespirable, seguirá siendo el que se inhale en los despachos de la decisión.
-Oiga, que se le va la pinza; ¿qué tiene que ver esto con el coche ese, que para eso me he metido aquí?.
El tiempo me ha hartado de promesas, de eslóganes huecos, me ha cansado de incongruencias. Me rechinan los vendedores del vacío, los que prometen aquello que no pueden dar, los que esconden la misma mediocridad bajo una pátina brillante y lujosa generando otro suspiro y enterrando otra ilusión. La verdad es que está bueno este whisky.
El tiempo es un maestro que enseña a descreer.
-Deje el whisky ya, ¿qué hay del Ssangyong este?. Que me cambio de blog, ¿eh?
El traje de lujo y el reloj aparatoso de los junior del bufete de relumbrón no hacen abogados mejores pero sí extienden facturas más abultadas. La vida me ha enseñado que uno de sus valores fundamentales, una de las cosas que con mayor ahínco busco en ella es la honestidad. Que las cosas sean lo que parecen, que no pretendan ser otra cosa, que se presenten tal cual son y que no haya un eslógan, una fanfarria ni un adorno que esconda una carencia. Un momento que voy a hacer pis, ahora vuelvo.
Ya.
El Ssangyong no es un abogado alto de traje caro, no recibe en un despacho con muebles de diseño sino en el tercer piso de una vivienda corriente y es regordete y calvo. No usa una pluma de oro sino un boli Bic mordisqueado al que le falta la tapa, pero sabe de lo que habla y escucha mientras se balancea en una silla con el brillo del desgaste.
Es honesto.
Y me gusta.
Se conduce bien, sin resultar tan aparatoso como podría pensarse dado su tamaño, no cuesta nada hacerse a él. La postura de conducción es ligeramente mejorable pero no incordiante; el motor turbodiésel de dos litros y 155 CV tiene buen andar, incluso alegre, y el escalonamiento del cambio manual, tirando a corto, mueve el conjunto con soltura. El manejo del cambio es un punto por debajo de bueno y dos por encima de correcto en una escala que me acabo de inventar ahora mismo.
En su interior no encontramos nada de lo que ahora identificamos con lujo y que últimamente parece fundamentarse en …… motorcitos. Motorcitos que al arrancar giran unos aireadores, o que voltean una pantalla oculta, que emergen un selector de cambio, o unos altavoces chiripitifláuticos … motorcitos. Motorcitos por aquí, por allá, el lujo es una sinfonía de motorcitos chinos haciendo idioteces para asombro de boquiabiertos con relojes aparatosos.
No, el Ssangyong no tiene motorcitos que menean cosas. Lo más fashion que tiene es una instrumentación central ¿por qué, señor, una instrumentación central para que tengas que apartar la vista de la carretera para consultar los relojes?.
Siete plazas. Cómodas. Una climatización tirando a ruidosa pero suficiente por caudal de aire y potencia de refrigeración. Una inevitable pantalla tras los asientos delanteros para que los que se suponen niños puedan lobotomizarse a gusto con algún dibujo animado de una esponja siniestra sin tener que interactuar con sus padres. La pantalla tiene un aire aftermarket, pero cumple su función. Acaso no encaja a la perfección pero el conjunto en el que va insertado cuesta 25.000 EUR. Veinticincomil.
Y nos llevamos mucho a cambio, todo lo que otros ofrecen menos el reloj de dos pisos y los motorcitos para asombrables. Otras marcas nos ofrecen emblemas con empaque, como la firma de la notaria, y esos motorcitos y una apariencia mejor, no hay duda. Pero por ellos hay que desembolsar dos o tres veces más. Lo que no sé es si lo que nos llevamos a cambio vale la diferencia que piden por ellos.
Trayendo causa del titular, el Ssangyong es un rodaballo en un plato sencillo sobre un mantel sencillo. Otros con los que pudiera compararse son el mismo rodaballo en mejor vajilla y acompañados de patatitas, verduritas, salsas.
Y motorcitos.
Más o menos, esto viene a ser así.
Buenas noches, o lo que sea.
JM
Le ha quedado estupendo.
Hace bien en renegar de las instrumentaciones en el centro del salpicadero y del bipartidismo.
Por dioooooos!!! Como me gusta leerle, oh! Si.
Si por mí fuera, le sometía a un régimen de custodia que le obligara todos los días a probar un aparato y redactar el susodicho análisis, y en caso de no cumplir, correctivo.
Y digo aparato, porque si prueba una tostadora y nos da su análisis, seguro que lo hace igual de bien.
¿Alguno me ayuda?
El contenido de este blog se va deslizando hacia el relato corto naturalista interrumpido por la prueba de un coche. Por mí como si prueba un palillo de dientes, escriba sobre lo que quiera pero escriba.
… y póngalo aquí.
Gracias.
Hasta con aporte gráfico.
Por lo menos, esta generación del Rodius ha dejado de tener aspecto de rodaballo.
Como los Dacia, que ahora empiezan a ser medio bonitos. No sé por qué años atrás lo sencillo tenía que ser feo.
Buenas:
A mí me también me encanta cómo escribe, pero me gustaría que escribiera mucho más del coche en sí. Sí, ya sé que cada uno escribe de lo que quiere y como quiere y tal… pero es que al final, por lo menos con Javier Moltó, por el título ya se sabe que no va de coches, aquí ya me ha pasado un par de veces que al final… no sé muy bien cosas un poco más… tangibles del coche… ya sé que a lo mejor para eso ya está la información de km77, pero bueno por si le interesa.
Se lo digo con la mejor intención.
Y luego, una duda, es ¿honestidad u honradez? (no sé si es un anglicismo, quiero decir) ya lo usó, creo, en el skoda fabia súper turbo y a mí me chirría…
Saludos
Es que esos «Junior» que usted comenta no son abogados, son empleados de un bufete. Los abogados somos otra cosa.
Sí, mi sillón está ligeramente desgastado, los kilos me sobran, el pelo escasea, pero es un segundo piso no un tercero.
Ahora lo leo, pero ese título está entre Günter Grass y Foges, promete. 😀
Muchas gracias, muy ameno aunque algo falto de «chicha»; quizás del vehículo no se pueda decir mucho más.
Saludos
Joé, JM, ya le hemos alabado suficientemente el ego, y sí, tiene Vd. madera; si se lo curra, algún día podrá llegar a algo en un mundo distinto a este que nos une pero del gordo ese…..
¿Cómo se tiene?
¿Cómo se maneja en ciudad?
¿Qué dice su hermana?
¿Qué tal se aparca?
¿Visibilidad?
¿Frenos?
¿Cómo suena?
¿Qué tacto tienen los asientos?
¿Para que sirve?
Por lo demás, a mi también me gusta escucharle, casi no se nota que es letrado.
Siga!
El rodaballo, sin patatas, no es nada.
Las zanahorias y el brécol no son de ese mundo, las salsitas tampoco.
Un poco de oliva virgen, buena sal y un Alvariño son el complemento necesario.
Bon apetit!
El Rodaballo Premium deberia ser mas pequeño en un plato mas grande y adornado con salsas haciendo dibujitos.
Parece rebuscado pero deja claro lo que quiere decir. Chapeau.
En mi opinión, las salsitas estropean al redaballo (salvaje y no de crianza, si es posible). Basta una.
Lo que no implica que me guste el Rodius. Entre otras cosas porque no lo necesito. Pero también tengo un coche feo pero honesto. ¿O es honrado?
@11 Six blade knife.
La gracia estriba en quel pez ha deser el mismo pez qués.
Pd-Como Vd. le corrige adios del cielo.
Pues exactamente eso, vivimos en el mundo del rodaballo premium, solo que ultimamente el rodaballo premium es de piscifactoría y lo pagamos como salvaje, está rodeado de guarniciones de lata y colocado en un plato cuadrado con un Albariño (Alvarinho en Portugués) mediocre, y nos lo comemos el Sábado por la noche en un restaurante que aparece en las guías de fin de semana de los periódicos. El resto de la semana vamos a comer a casa de mamá que es gratis.
Mientras, en casa de la abuela el rodaballo es de la lonja, las patatas (en cachelos por favor) son de la huerta y el albariño es un regalo de un vecino de El Rosal, (Concello gallego a orillas del río Miño).
Un gusto leerle, estoy harto de leer cosas insulsas «politicamente correctas».
Pues dejando de un lado las apariencias culinarias, sobre gustos no hay nada escrito, para mi, personalmente, el anterior Rodius era un auténtico engendro, o el monovolumen mas feo del mundo, este nuevo «plato» del Rodius en el plano estético a mejorado muy poco, repito: para gustos los colores.
Si no recuerdo mal la raspa de este rodaballo es de alta alcurnia, es como uno de esos nobles arruinados que se han cambiado convertido en un honesto profesional. ¿Va mejor que la ñamper de la otra prueba? ¿Le gusta mas a su señora? ¿Recuerda en algo al MB que lleva dentro?
A estas horas ya no hace falta decirselo. Es genial.
Se parece un poco al estilo de Jeremy Clarkson cuando escribe (que para mí tiene mucha más gracia que cuando aparece en la tele) pero, entre nosotros, usted le da un repaso.
El periodismo del motor necesita artículos como este (pero no demasiados, se perdería la gracia y la frescura).
Sobre las características del coche: podremos leer en decenas de páginas sobre él. A mí no me sobra ni me falta ni una palabra en el artículo.
Me basta saber con que a usted le ha gustado.
A mí me parece un diseño muy interesante.
Lo consideraría como futurible si tuviera que sustituir mi Multiplá.
Que pese 2 toneladas, me echaría para atrás.
Su enorme espacio interior, me animaría a reconsiderarlo.
Le daría vueltas y vueltas, sí por esto, no por lo otro.
Y al final, no lo compraría.
Está demasiado gordo.
Slayer,
Vd. no sabe®
Pues vamos bien orientados para tener un blog de comidas, vinos y restaurantes.
A los que por supuesto habrá que llegar en coche.
Y por un trayecto interesante, con curvitas y paisaje.
Tal vez descapotados
Y mejor con pareja
Plato del dia (Rodaballo?)
Postre de la casa
Descuentos especiales para Km. 77
Slayer, fíjese que la salsa YA tiene dibujitos 🙂
Su target son familias que empiezan a tener un número elevado de niños (2), cuyos padres no han jugado jamás al Tetris y están deseando enseñarles al cuñao cómo meten el carro del niño sin plegarlo ni desmontarlo, del tirón.
Es útil y seguro para los viajes porque aparte de que los niños van entretenidos viendo Bob Esponja, están a una distancia similar a Júpiter, así que no martirizan a los pasajeros delanteros con sus patadas.
Lo de la instrumentación central tiene su función. Cuando te llevas de viaje a tu madre, «¿Ves mama? cabemos todos», ella podrá ver desde atrás el velocímetro, y te advertirá de que vas demasiado deprisa (>100 km/h). Una suerte de cruise control redundante.
Lo que no entiendo es lo de las 7 plazas. Me gustaría saber qué porcentaje de propietarios las utilizan un número significativo de veces.
Que lo vendan con 5 plazas, y con un maletero para meter las bicis, un frigorífico de 200 litros a 12 voltios y donde pueda meter la barbacoa ya montada con las chuletas. Ahora me parece hasta bonico.
¡Chapó! Un placer leerle, como siempre.
Lo de la instrumentación central, aparte de estética, facilita la producción de versiones con el volante a ambos lados.
Oiga JM, me ha gustado todo …. salvo lo de la esponja siniestra!, que Bob Esponja es un tío muy majo, …. ¡¡el siniestro es Calamardo!!
Por favor! escriba! pruebe! lo que sea pero no nos tenga tanto tiempo en este sin vivir entre articulo y articulo! Aire fresco entre las asepticas pruebas de KM77. Yo le busco novedades que probar si hace falta, pero por favor no pare!!!!
P.D. Su prueba con inicio en el dentista es antologica
¡¡Si señor!!
Hacía un par de pruebas que no le veía yo muy centrado, Sr. MojaEte.
Hasta ésta. ¡Lo celebro!
vaya, prueba vd. una buganeta en mayo, y yo voy y quedo para septiembre…
aún recuerdo cuando el rodius sólo tenía un defensor en el foro de esta casa. podría ser mi próximo vehículo, si decidiera comprar nuevo. pero tengo a tiro algo de tamaño y peso similares, con salsa y dibujitos, al mismo precio y en un horizonte temporal que me encaja.
la batalla será dura.