La última carrera era la crónica de una muerte anunciada. Yaris + circuito rápido = la cagaste Burt Lancaster. Y como todo teorema matemático debe ser demostrado, ahí van los números:
En esta tabla hay cuatro columnas. Las dos primeras correspondientes a dos slalom llamémosles «de-slalom-poco»(con cuatro conos); los otros dos, son de slalom para machotes 😀 (con mucho cono). Aparecen los nueve primeros clasificados de cada carrera, con la potencia del coche. La conclusión, que a mi me parece evidente, es que en los slaloms rápidos la clasficación queda ordenada, básicamente y casos escepcionales al margen, por potencia. Obviamente el coche no lo es todo y la gente que queda en esas primeras plazas no es manca, que no parezca que digo que con un coche potente se gana. Esto es como lo de que el dinero no da la felicidad. Bueno, sí, no la da, pero ayuda.
ESTRATEGIA
Dicho esto y a la vista de que el último slalom presumiblemente iba a ser de los de poco cono, había dos opciones: ir con el Yaris a perder el campeonato —soy realista, dudo que hubiese hecho mejor de un octavo puesto; sí, ya lo sé: lo importante es participar, divertirse, bla, bla, bla— o aceptar la invitación que me había hecho otro participante para correr con su coche, un Alfa Romeo MiTo.
Tras unos días consultando con la almohada y con otros participantes del campeonato, acepté que esa alma caritativa me prestase el MiTo con el que él también participa. Esta decisión tenía, o yo le veía, una ventaja y un inconveniente. La ventaja, la evidente: el coche es más rápido, en curva y en recta, que el Yaris. El inconveniente, que iba a correr con un coche con el que no iba a practicar antes. A lo Alguersuari el año pasado.
Las ruedas parecen de distinto perfil en esta foto.
Dicho y hecho, el domingo llego al circuito y espero a que aparezca el propietario del MiTo. Siempre llega de los primeros, pues esta vez le quiso dar emoción y no le ví entrar al circuito hasta que por megafonía se oía «quedan tres minutos para el cierre de las verificaciones administrativas». ¡qué cabrón! 😀 Finalmente lo hicimos a tiempo, lo de pasar las verificaciones.
SUERTE
Me ha tocado el dorsal 2, es decir, soy el primer turismo en salir a pista tras el Demoncar de Verónica. Me coloco en el coche y ya noto la primera ventaja ¡¡quepo sin pegar contra el techo y el volante no me queda a la altura de los cataplines!!. Bien.
Salgo a pista. Primera, curva a derechas ahuecando, curva a izquierdas en segunda. Frenada. Curva muy cerrada a derechas. Tercera, curva parabólica, larga, a izquierdas —joder, esto va mejor que el Yaris, sí, sí—, lenta muy cerrada a derechas. Recta. Paso los cuatro conos. Frenazo. Curva cerrada a izquierdas, curva a derechas…uuuhhh, contravolante, ESP haciendo clonc, clonc….curva doble a derechas. ¡El desvio! Me lo encuentro de pronto, lo esperaba más lejos. Primera, segunda, y de ahí a la meta hacer en sentido contrario el trayecto ya recorrido.
Me bajo contento. No sé el tiempo, muy malo no puede ser porque el coche va muy bien. Laralá, laralé. Corren los 35 participantes restantes su pasada de entrenamiento. Vamos muy apretados de tiempo, así que la primera manga comienza nada más terminar el entrenamiento. Me dicen el resultado cuando ya estoy en el coche. Décimo. No, de la general, no. De mi categoría. Desastre, desastroso. Vigésimo de la general. Para liarla más, mi archienemigo 😀 Francho Echegoyen ha quedado primero. Y primero con un tiempazo, nada de unas centésimas, nos separa un mundo y muchos segundos.
Primera manga. Salgo a pista. La hago, algo, más rápido. Corre el resto. Salen los tiempos otra vez cuando ya estoy en el coche ¡¡ Me he superado!! He bajado 1 segundo el tiempo del entrenamiento y he caido tres puestos, vigésimo tercero. Guauu. De mal en peor.
Os presento a Paco, Pedro, Pili y Poco, los cuatro conos de este slalom…
Recapitulemos: Mi rival por el campeonato me estaba dando una paliza. PA-LI-ZA. Así, en mayúsculas. Y no era culpa del coche, no, era yo. El dueño del Alfa iba segundo y me habia metido 5 segundos. En ese momento ya estaba pensando un titular del estilo «No era el Yaris, son mis manos».
Salgo a pista otra vez. Segunda manga. Me fio de un par de recomendaciones que me ha dado el propietario de mi bólido. Entre ellas, «tú a fondo, rómpelo si hace falta». Paso a fondo por un par de curvas en las que antes levantaba el pie y en otra paso casi a fondo confiando en el buen hacer del ESP. Llego a meta. Creo que lo he hecho mejor que antes ¿cuánto mejor? pues ni idea. Sólo falta esperar algo más de una hora soportando el gélido Cierzo que nos acompañó toda la mañana.
Acaba el último participante. Me monto en el Yaris para ir desde la zona del paddok a la Oficina de Carrera, donde publican los tiempos. Arranco y veo que viene corriendo hacia mi a Francho Echegoyen. Mueve los brazos. Una de dos: o me viene a felicitar por mi desastrosa actuación o se me está quemando el coche. Me acerco hacia él, bajo la ventanilla: «Alfonso, vas hacia la oficina?» «Claro, sube». Recorrermos los 100 metros que habrá entre un punto y otro. Le felicito por ganar la carrera y el campeonato. Aparco y vamos a la oficina.
Ya hay gente con folios en las manos. Miro por cuánto he perdido el Campeonato y me marcho corriendo. Son las 15:15 y hoy es el cumpleaños de mi padre, hay comida familiar y están todos esperando. Consigo una hoja. Me busco. De abajo a arriba. MMMM. No me veo. Vuelvo a buscar. ¡¡Ahí!!. No estoy tan al final del papel como antes, soy decimocuarto. No sale la clasificación separada por categorias. Cuento los coches que hay de Serie por delante: uno, dos, tres, cuatro…soy quinto. Bueno, al menos quedo el segundo del campeonato. De pronto veo que el primero no es Francho. Ay, ay, ay. Uy, uy, uy. Está segundo. Repaso mental de puntos. A ver, al quinto le tocan…20…15….12…..10…..¡ocho!. Francho es segundo, entonces 15 menos 8…..mmmm…..¿son siete?. Joder Alfonso, aprobaste Álgebra, Cálculo y Operadores Tensoriales y Diferenciales, Ecuaciones Diferenciales y Transformadas Integrales y Cálculo Numérico en la universidad y ahora no sabes hacer esa resta ¡¡huevón!!. A ver, tú, el de al lado ¿15 menos 8 siguen siendo 7? Sí, claro, mambrú.
Si yo llegaba a esta última carrera con ocho puntos de ventaja sobre el segundo y el segundo me ha restado siete. Eso quiere decir que soy…¡PRIMERO!
THEMIS
Redbull podrá presumir de estrategía tras ganar el mundial cuando parecía que ellos mismos lo habían perdido. Yo puedo presumir de tener un amiguete que se llama Themis. Que me presta su coche —valiente que es— para correr la última carrera. Y que encima se marca un tiempazo, queda primero de la categoría, consigue que mi perseguidor no me gane el campeonato y, para más chulería, finaliza el tercero de la clasificación general. Massa, eso es un buen escudero y lo demás tonterías. Jajaja. Ah, y que encima corrió con las pegatinas de km77.com…
Bromas a parte, tengo que darle las gracias de verdad, por dejarme el coche. Salió de él, así que ¡¡inmensas gracias Themis!! Por que haya quedado primero restando puntos a los rivales, pues no le doy las gracias, que eso lo ha hecho por goce suyo personal (no lo de quitarles puntos, lo de acabar primero).
Themis López consiguiendo el primer puesto de Serie.
En un par de meses comenzará la temperada 2011. Pondré un post, aún no sé que hacer.
Alfonso Herrero