Antes de hablar de cómo ha respondido en la maniobra de esquiva y el eslalon, voy a situar al Superb en el mercado, por si alguien no lo conoce. Es la berlina más grande de Škoda, va por la cuarta generación, y mide 4,91 metros de longitud. Es un modelo que se ha caracterizado siempre por el espacio longitudinal que tienen las plazas traseras. También por la capacidad de su maletero.
Para hacer la esquiva y es eslalon (y también para la prueba que publicaremos en la web) hemos contado con la versión de acceso, por potencia, a la gama: el Superb 1.5 TSI mHEV 150 CV DSG. Todas esas siglas hacen referencia al motor que tiene sobrealimentación (Turbocharged Stratified Injection), al sistema híbrido ligero (mild Hybrid Electric Vehicle) y al cambio automático de doble embrague (Direktschaltgetriebe o Direct Shift Gearbox).
El motor es una baza muy importante de esta versión. No solo es agradable por funcionamiento, también consigue mover con razonable agilidad al coche y, sobre todo, tiene unos consumos extraordinariamente bajos. Quien quiera saber más, puede encontrar información en las Impresiones de conducción de la prueba. También ahí hablamos con más detalle del motor, porque no funciona bajo el habitual ciclo Otto ni su turbo es el más común.
El eslalon y la esquiva
No voy a contar lo mismo que se ve y se oye en el vídeo de la maniobra de esquiva y el eslalon para no aburrirles. Tan solo adelanto que el Superb me ha sorprendido.