He puesto fontanero como podía haber puesto cualquier otro gremio que realizase visitas a domicilio; el técnico de la TV me parecía menos representativo. Lo digo para que no comiencen a realizar asociaciones extrañas sobre finalidades recónditas ni parafilias inconfesables. No afirmo que Skoda sea una marca preferida en el colectivo de los fontaneros ni de ningún otro, ni que el nivel de honestidad de éstos sea inferior ni superior a la media de otras profesiones de atención domiciliaria ni nada parecido. Pero es que hay que fastidiarse con la era de la corrección política que siempre hay alguien que elige sentirse dolido por algo y se victimiza culpando de sus frustraciones al personal.
Dicho lo anterior.
He pasado unos días con este coche de la plataforma PQ24 del grupo VAG. Esa plataforma es compartida por el Polo Mk4, el Ibiza Mk3, y el Córdoba Mk2 entre otros. Coches distintos, orientados a distintos mercados (VW Gol, Fox, Voyage y Saveiro) con públicos objetivos diferentes y precios bien diversos.
Si partimos de la base de que este Skoda Fabia RS 1.4 TSI DSG compartía la misma plataforma que tenía el VW Polo Mk4 (ahora actualizado) y que a tarifa actual uno cuesta 19.000 EUR y otro 23.000 EUR, que ambos comparten motor y transmisión, ¿cómo se justifica un 22% de diferencia entre uno y otro?. Tratemos de averiguarlo.
INTERIOR
Bien presentado. Sobrio. Plásticos con acabado gomoso (ruberizado) símil cuero de buen aspecto general, y buen ajuste. Sencillos pero bien rematados. Un puesto de conducción bueno en el que sólo se reprocha que el volante, regulable en altura y profundidad, no baje todo lo que debería de bajar. Se queda un poco alto dando un poco sensación de furgoneta, pero se puede convivir con ello porque siendo un defecto, no tiene mucha incidencia práctica ni repercute demasiado una vez uno se ha habituado. Los mandos se encuentran bien situados, su pulsación es más correcta que gozosa pero transmiten solidez y durabilidad con algún matiz que luego expondré.
Los asientos, deportivos, no tienen ajuste lumbar pero tampoco lo eché de menos en una época en la que los coches tienen tanto soporte lumbar que te empujan la columna sacándole el estómago hasta a una modelo de esas con cara generalmente estreñida y triste que flirtea con la anorexia por las pasarelas de moda soñando con un bocatacalamares.
Desde el interior, en el marco de las puertas puede verse la chapa pintada del color de la carrocería -no está recubierto- y el ajuste no es perfecto, al menos no en esta unidad, porque hace unos días me encontré con mi pantalón Jacob Cohen manchado por el agua de la lluvia que por fin bendecía Madrid. Lo primero que hice fue, naturalmente, recurrir al mando del alzacristales de tacto mejorable pensando que no tenía bien subida la ventanilla.
Pues no.
Estaba bien subida y el agua entraba no obstante. Dije, coño, esto lo tengo que contar. (Córcholis para los que lo prefieran así). Aquí, foto de mis pantalones en el interior del coche.
MOTOR-TRANSMISIÓN
Sencillamente: muy buenos. Me ha encantado la contundencia de este motor, empuja a cualquier régimen, sin perezas apreciables, con un sonido tamizado, nada escandaloso, bien apartado de esos coches antisociales que anuncian su llegada. Poco a destacar sobre la caja DSG de doble embrague a estas alturas. Las primeras que yo probé hace años se atragantaban en retención cuando uno le pedía bajar dos o más marchas de golpe sin que ello entrañase una negativa por protección de sobrerrégimen (final de recta en circuito, apoyado por una frenada contundente). Ahora ya no se atragantan tanto en uso realmente exigente y los cambios en una caja DSG siguen sorprendiendo por su inmediatez sin que ello suponga la menor agitación. El refinamiento y la afinación de estos cambios es verdaderamente sensacional.
Con todo, y por buena que es, y no digamos por incontestablemente rápida, hay dos magnitudes que salen al encuentro: la eficacia y la diversión, de las que ya hemos hablado en alguna otra ocasión. No hay duda de que es más eficaz (rápida) que una transmisión manual. Más suave también. Pero al precio de que me llamen jurásico, obsoleto, romántico o petardo, el placer de hacer un punta tacón calcando las vueltas, el oído pendiente del régimen de giro y sonriendo por la buena sincronización que uno ha conseguido sin debérsela a una máquina es imborrable.
COMPORTAMIENTO
La denominación RS sugeriría algo radical, duro, intransigente, y una opción de compra que no dejaría indiferente: o se ama o se odia. Pero no hay nada de RS en los ajustes de este coche. Y no es una crítica. Es cómodo. Suficientemente duro y contenido sin resultar una tortura. Si pecase de algo pecaría de blando, pero me parece bastante bien conseguido. Hay coches con menos potencia y menos potencial que van mucho más duros y no por ello son más deportivos sino sólo más incómodos y más desequilibrados.
Para la potencia del coche y las siglas que sugiere el coche tiene un enfoque estructural sencillito: Rueda tirada detrás con elemento torsional/resorte helicoidal detrás sin barra estabilizadora trasera e inevitable McPherson delante. No es que sea una solución de vanguardia ni es cara, hay coches que llevados al límite se siguen sosteniendo mejor porque siguen pudiendo apoyar bien en situaciones más comprometidas. Pero a cambio de la sofisticación, Skoda nos entrega un coche con una facilidad de conducción encomiable. Anda muy bien y no es para buscarle las cosquillas por mucha sigla RS que tenga. Es noblote, sencillo, y majetón y no para hacer muchas manos porque su configuración tampoco anima a meterse en líos; el coche pide que le saques jugo al motor y que no te compliques mucho la vida, o sea, que le valdrá al 95% de la gente.
La antítesis del Mini Cooper Roadster S de hace unos días, en el que alguien no acostumbrado a tener que hacer muchas manos, se sentiría abordo de un coche histérico. Éste Skoda es una madre comparado con aquel, y tiene un motor tanto o más capaz que el del Mini.
O sea que es un coche rápido en el que uno no tiene que colocar el San Cristóbal ni la esposa le pone un «Papá no corras» en el salpicadero para hacerle un chantaje emocional de libro.
YA. PERO A MÍ ME HA INTRIGADO LO DEL FONTANERO, ¿DE QUÉ VA LO DEL FONTANERO?.
A ver si lo explico. Le he pedido a mi amigo Jesús que me ayude a ilustrarlo.
GRAFICO DE JMV – Jesús Martínez del Vas
El Skoda es el fontanero honrado. Ese que viene a casa. Es cortés y educado, te arregla el problema, te cobra un precio razonable en una hoja amarillenta de un bloc sucio y se va a su casa en una Vanette abollada. Hay otro modelo de fontanero que viene, te habla en una jerga incomprensible narrándote tu avería y piensas que es mejor vender la casa. Pero no. Porque menos mal que ha venido él. Que te va a salvar la vida. Porque no llega a venir y cielo santo la que se lía. De la que te ha salvado. Que además él tiene una herramienta finlandesa costosísima que sólo la tienen él y la NASA por enchufe suyo. Te sopla un pastizal y te entrega una factura con un logo hecho por Mariscal en mil colores y se va a casa en una furgoneta con más vinilos promocionales que el F1 de Alonso. (Sí, abundo en tópicos, yo amo a los fontaneros, es esa la visión que tienen los demás, no yo, no se metan conmigo).
En realidad, los dos te han resuelto el mismo problema, posiblemente aplicando la misma solución y realizando la misma operación. ¿Entonces cómo se justifica que uno te haya cobrado más dinero que el otro?.
Pues trasladando el ejemplo a los coches:
– En uno te enciendes las luces tú y en otro modelo las luces se encienden automáticamente.
– Uno tiene un salpicadero correcto, bien realizado y otro tiene unos materiales más vistosos
– Uno tiene un retrovisor cuyo mecanismo antirreflejos se acciona manualmente y el otro se ajusta él solito
– Posiblemente, el serigrafiado de los botones se desgastará antes en uno que en otro
– Uno tiene un ajuste lumbar, otro no
– El marco de las ventanillas está recubierto y no se ve la chapa desde el interior en el otro todo está recubierto.
– Uno se vende con una marca, y otro con otra y el márketing hace el resto.
Y yo pregunto: más allá de las diferencias de equipamiento, aunque el actual Polo GTi esté basado sobre una evolución de la plataforma PQ24, lo cierto es que coexistió con este diferencial de precios con el Fabia RS.
19.209 EUR frente a 23.485 EUR
Ustedes, que seguro saben más que yo, podrán ilustrarme por qué el mismo bombón sabe tanto mejor según quien le ponga el envoltorio.
Frases para el olvido
– Gran motor, eficaz transmisión
– Dinámicamente sencillo, suficiente, sin líos
– Buena presentación interior
– Rumorosidad, viento.
– Cómodo
– Llantas demasiado expuestas.
Diversión: ***++ (3/5) No es una máquina rabiosa, pero es suficiente y sencilla.
JM
Seamos realistas. Un GTI no deja de ser un iman de nenas, para hablando claro conseguir copular con ellas en plan documental del Discovery Chanel.
Este modelo, para ligar, fracasa estrepitosamente es muy pepona. No parecerás un macho Alfa. Sino que parecerás para muchas feminas como el puto desgraciado que no se pudo comprar un GTI mejor.
El cambio DSG penoso, es vergonzoso que ya no se vendan muchos de estos modelos con cambio manual. Esto refuerza aún más mi teoria que estos, no son coches deportivos sino coches copulativos.
Si algo tiene Skoda es precisamente que hace coches honestos y muy prácticos. Uno de mis favoritos ha sido siempre el Octavia, por un precio razonable, el RS es muy buen producto.
Aun a riesgo de resultar pesado, Sr. JotaEme, ¿para cuándo una prueba de un 911 ? Deje usted de probar electrodomésticos y camionetas y escoja coches de verdad. 😛
Saludos cordiales,
James Marshall.
Pim Pam Pum.- Hombre, no sé. A mí siempre me ha parecido curiosa la teoría de que uno liga con su coche. Yo no sé cómo se hace eso porque como no me ponga a tocar el cláxon cuando veo a alguien de mi agrado para llamar su atención -con resultados imagino catastróficos-, o uno ligue en su aparcamiento, no sé cómo hacerlo.
James Marshall.- Estoy de acuerdo con usted, me gusta ese enfoque de esa marca, espero que no derive. Por lo que respecta al 911, dentro de unas semanas probaré el 911 (991) turbo en circuito, otros 911 de la gama actual ya los he probado, pero en su lanzamiento, y no tengo los recuerdos frescos. Lo que sucede, James, es que cada vez le veo más sentido a éstos coches menos capaces, porque, precisamente, son menos capaces. Exprimir el 997 turbo que conduzco es posible, pero el ritmo es aterrador considerando que el entorno por el que uno circula no es controlado, que puede haber un ciclista, una mancha de aceite. Ir tan rápido como puede irse con uno de esos coches es circular con tan poco margen que es irresponsable. En cambio, uno de estos cochecillos del entorno de 180Cv-220CV me hace mucho más sentido. No es que sean lentos, ni mucho menos, pero pueden exprimirse con una mayor alegría.
Yo no estoy a favor de la ultracapacidad, me parece que tiene poco sentido, por eso, siempre busqué la diversión por encima de la eficiencia (aunque comprase un 997 turbo). Pero ya les contaré cuando pruebe uno de la tipología que cita.
JM
Muy bueno el recortable… Aunque en este caso el «debate» no es demasiado nuevo… Todavía me acuerdo (no soy tan viejo) del primer Audi A3, y los minolles y minolles de comentarios del estilo «hay que ser tonto para comprarse un Golf, que ya es carísimo, y pagar un kilo más por los aritos…»
P.D. Deje de subrayar compulsivamente. Por favor. Casi mejor no escriba lo no subrayado, o lo pone todo en un tipo de letra inmenso, negrita y parpadeante… Me recuerda a mis apuntes de facultad ;D
He conducido el Fabia RS, pero no el Polo GTI. El Fabia me gustó. Curiosamente, en esa y otras unidades de Fabia que he conducido, también entraba agua por la puerta del conductor. Del RS recuerdo con espanto el ruido del control de tracción, como si alguien estuviera apedreando la carrocería desde fuera.
Mi coche actual es un Octavia RS gasolina con DSG y estoy la mar de contento. Tiene toda la potencia que necesito, el espacio que me hace falta, un tamaño manejable y un chasis al que le gustan las curvas.
¿Y dónde dice usted que hay un fontanero honrado?
El tono del pantalón absolutamente inapropiado.
Por lo que vale el trapillo le puede montar un pack de opciones al Skoddy.
«Rueda tirada detrás con elemento torsional/resorte helicoidal detrás sin barra estabilizadora trasera «.
Vd. qué quitaría en esta frase?
El resto muy bien.
Pd-El día que pruebe un «Porche» tendrá que vestir el Monza de gala.
http://www.obrerol-monza.com
Haciendo de abogado del diablo, diré que el fontanero galáctico te tanga, pero al menos despues te aplica un descuento sobre el precio presupuestado mayor que el fontanero honrado. Eso si, hay otro fontanero que lleva gafas de sol blancas y una furgo con volante desplazado que lo hace mas barato todavía, y al menos igual de bien que cualquiera de los otros dos.
JotaEme, a mi me dan igual los Porsche turbo, lo que me gustaría es que probara un KTM de esos con cuatro ruedas, aunque se que no es facil conseguir uno.
Me uno a la petición de Ayatolah, y en nombre de los cristianos le ruego encarecidamente que deje de subrayar.
¡Ah! Y devuélvale los pantalones a Jacob, no sé qué le habrá hecho ese judío pero devuélvaselos.
En cuanto al coche: No entiendo la manía de poner a lo que los ingleses denominan hot hatch (¿porque nosotros no tenemos una expresión similar?) cambios automáticos. Para mi es claramente un no go.
En cuanto a la marca: a mí la filosofía de Skoda me gusta, lo encuentro honesto y sincero, cualidades que no abundan mucho en el mundo del automóvil actual que digamos. Y yo soy de los que pagar más por un automático esto o acolchado lo otro me parece una estupidez.
A lo de copular con coches: Creo que el comentarista número uno se refería a copular gracias al coche y no con el coche, que sería más complejo, difícil y malo para los sincros seguro.
@9 Ferrer. Totalmente de acuerdo. Tampoco entiendo la moda del automático en los segmento B tipo GTI (sería lo más parecido a Hot Hatch que usamos por aquí). Hasta el Clio ha caído. Entendería que fuese en opción, pero no como la única opción. Es algo que determina que no me plantee la compra de uno de esos modelos. Parece que, desgaciadamente, los manuales están en vías de extinción.
Pues yo tengo un ejemplo de que sí se liga con o por el coche. Cuando probé el Hispano-Alemán «Mallorca» (o sea, una copia del Lotus Seven realizada por el desaparecido Verne Ben Heiderich), allá por los 70s, lo dejé aparcado por un corto período de tiempo en la calle, y por supuesto abierto (no había capota); y al volver me encontré, muy discretamente semioculto, un papelito en el que una mano (quiero pensar que femenina) había escrito algo así como «Qué coche más chulo tienes. Mi nº de teléfono es el 91.xxxxxxx». Por precaución no llamé, claro; cobarde que es uno.
En cuanto al Fabia RS, en nuestro mercado tenemos cuatro coches que son «variaciones sobre el tema»: el citado Fabia, el Ibiza Cupra, el Polo GTI y el correspondiente Audi A-1. La dureza y eficacia (para ir rápido) de las suspensiones va en orden decreciente de Cupra a VW, Audi y casi por igual Skoda. La diferencia estriba en que los checos, no sé si por ahorrar, le ponen gomas 205/40-17, mientras que los otros tres llevan la 215/40-17; no es más que una medida menos, pero se nota: morrea más, y cuando se le pega a fondo, las degüellas, lisa y llanamente. Y es que 180 CV son muchos caballos, y con la 205 se llega al límite de adherencia con demasiada facilidad.
En cuanto al cambio DSG, yo también me precio de darle «a modo» al punta/tacón con doble embrague; pero estos coches son para uso diario, y en el atascado tráfico urbano, el DSG puesto en automático es una bendición. E incluso, puesto en automático Sport (cambios mucho más altos de vueltas), también permite meterse en una zona revirada y dedicarse a darle sólo al volante, al freno y al acelerador. Lo malo es que tiene que ser lo uno o lo otro: dentro del DSG se puede elegir entre automático o secuencial; pero en el concesionario no puedes pedir que el coche te permita elegir entre pedal de embrague o DSG.
@11
Que le había visto bajarse, el coche no era más que una excusa. 🙂
Es tan malo el cambio DSG a baja velocidad como dicen, o mas bien como no suelen decir? Tuvo Vd. la oportunidad de hacer maniobras o arrancar en cuesta? Cual es su opinion, como «no periodista del motor»?
No entro en si se liga o no, pero si que es verdad que España es un pais sumamente pijo con los coches y las marcas en general. Recuerdo una estudio europeo que hizo Peugeot hace unos años sobre factores para la compra de un coche, y frente a razones mas mundanas para la compra en otros paises, llegaron a la conclusion de que en España el factor de compra fundamental era «coche que proyecte imagen de exito economico». Ahi lo clavaron.
@13 Yo no he conducido el DSG, pero si otros cambios automáticos de doble embrague, y si que es verdad que en maniobras a baja velocidad son menos suaves que un cambio automático de convertidor de par. Además en ocasiones en una pendiente cuando sueltas el freno (sin acelerar) el coche se mueve hacia abajo o hacia arriba (depende de en que dirección tengas apuntando el morro ¡claro!) porque la gestión electrónica ha decidido embragar; no como en un cambio de convertidor de par donde siempre que sueltes el freno el coche se mueve hacia delante (o hacia atrás depende de la marcha seleccionada).
@11 A. de A.: La verdad es que no estoy de acuerdo en que el cliente objetivo de un RS o cupra valore la comodidad de uso en tráfico urbano. Es probable que le dé un uso diario, pero el objetivo último es disfrutar de la conducción del coche, bien sea en circuito o en una carretera revirada, y para mí y supongo que para mucha otra gente (ferrer por ejemplo) es incompatible con un cambio automático. Evidentemente, el grupo VW tendrá sus expertos que determinaron que un cambio DSG vendería o resultaría mas atractivo que uno convencional.
Observo que varios comentaristas tienden a calificar al cambio DSG (y a casi todos los de doble embrague, por extensión) como «automático». Y tiene dos utilizaciones: automático auténtico, y «secuencial», manejado mediante la propia palanca, mediante levas al volante o, como en el caso de los DSG, de cualquiera de ambas formas indistintamente. Y el mando secuencial de control manual es el que llevan hoy en día la inmensa mayoría de los coches de competición, de casi todas las categorías; darle al pedal de embrague es una cosa del pasado en competición. El mando secuencial es más rápido, y permite concentrarse en lo que cuenta: acelerar, frenar y tomar las curvas lo más rápido posible. Otra cosa es que a los más «clásicos» nos siga gustando patalear con el pie izquierdo, y disfrutar al hacer una reducción perfectamente coordinada de regímenes (que algunos cambios de doble embrague ya hacen por su cuenta), pero no neguemos la mayor: el manejo en secuencial no es «automático» sino manual, y permite conducir más rápido, con mayor eficacia y concentración; el disfrute y la satisfacción del «ego» son cuestión aparte.
Sin entrar en el caso de A. de A. que triunfo como la Coca Cola. Los catálogos promocionales de estos modelos tipo «GTI» siempre ponen señoritas muy disimuladamente pero dando a entender la relación entre tener ese coche y tener mujeres.
Despues la realidad es otra, no todas son unas busconas peseteras…: ), pero la sabiduría popular bien dice la suya con el refran » el dinero no da la felicidad pero ayuda».
Los cambios DSG son muy complicados me he leído manuales de reparación oficiales, y señores dan miedo de lo delicados y sofisticados que son en su parte electro-hidraúlica. Eso sin entrar en los procedimientos de mantenimiento de la valvulina, cambio de filtros, remolcado por avería, desbloqueo cambio y otras lindeces.
Los de marketing han triumfado en endosar esta gran complicanción electrohidráulico mecánica, que realmente no ofrece tanto pero si que encarece el precio, y el posterior mantenimiento y aumenta la posibilidad de tener costosas averías.
Señor de Andres, todo eso que describe puede hacerse con un cambio de convertidor de par, que creo que nadie discute que es un tipo de cambio automático.
Creo que fue el señor Moltó quien dijo en alguna entrada que ellos en km77 consideran que un cambio es automático cuando selecciona las marchas por si mismo, independientemente del tipo de mecanismo que lleve. Creo que esta es una forma excelente de distinguir entre un cambio manual y uno automático.
Así pues al final del día, un cambio de doble embrague no deja de ser un cambio automático. Si, será el más rápido cambiando marchas, pero básicamente hace lo que hace cualquier otro cambio automático. Puede tener selección manual de las marchas, pero nunca te dará el control total que te da un cambio manual.
Por otra parte, no puedo evitar estar de acuerdo con cupraboy. Como ya he dicho en otra parte, para mi el cambio manual es una parte integral de la experiencia de conducción, y ningún cambio automático, por muy rápido que sea me hará cambiar de opinión. Porque disfrutar conduciendo no quiere decir necesariamente que lleves el coche con más rendimiento lo más rápido posible.
Por cierto, si realmente buscásemos la transmisión que nos diese el máximo rendimiento mejor olvidamos las de doble embrague y nos concentramos en las de variador.
Para mí, del mismo modo que escribe entrecomillado automático cuando habla del DSG, yo entrecomillaría manual al hablar del modo secuencial del mismo. Se seleccionan marchas al antojo del conductor, pero siempre dentro de los parámetros que marcan los límites del propio funcionamiento de la caja. Por otra parte, yo siempre he hablado de satisfacción en la conducción, nunca de efectividad. En eficacia pura, un cambio tipo DSG es indiscutiblemente imbatible.
@17 Pim Pam Pum; @18 Ferrer; @19 Cupraboy:
Como no me parece correcto utilizar un blog que no es el mío (si me permiten considerarlo como tal) para seguir con esta controversia acerca del DSG, y como además en el mío y en la entrada relativa al Alfa-Romeo 4C estamos en las mismas, les ruego que, si les parece bien, pasen a echarle una ojeada a los comentarios de dicha entrada, donde voy a intentar resumir mis ideas respecto a todo este asunto. Así que entremezclaré la respuesta a sus posturas y a las de los otros comunicantes que también están opinanado sobre el DSG en la entrada del 4C. Muchas gracias, y perdonen por hacerles ir saltando de blog en blog, pero ya sé que son seguidores habituales de ambos.
D. A. de A., este blog considérelo suyo, me parece muy acertada la disquisición acerca de los cambios de doble embrague. Meta en la ecuación a sus precursores en aspiración de eficacia, los manuales robotizados, y tendremos el cuadro resuelto. Aún recuerdo el Ferrari 360 Modena ese, cuyo cambio lo montaba también el primo pobre, el Maserati V8. Cuánto arrastre para la puesta en marcha, qué desagradables los cambios, como si un enano accionase el mecanismo por uno y con casi el mismo lag sólo que sin hacer nada más que esperar a que el enano encajase la marcha.
En el asunto en cuestión, me sitúo en la distinción entre diversión y eficacia. Si busco diversión, quiero un manual.
Ahora me acerco por su casa y debatimos de eso de Alfa Romeo que me gustaría que fuese lo que no creo que será.
JM
@21 JotaEme:
Totalmente de acuerdo; los primeros cambios robotizados, con un único embrague, eran un «quiero y no puedo»: o muy lentos, o muy bruscos, o en el peor de los casos, ambas cosas. Los primitivos Renault ya eran clamorosos, aunque no los únicos: primero dabas un cabezazo adelante porque cortaban motor, luego abrían el embrague, luego cambiaban de marcha con parsimonia, luego cerraban el embrague y nuevo cabezazo, y finalmente daban gas. En la mayoría de los casos, eran más satisfactorios en las retenciones que en la subida de marchas.
En cuanto al CambioCorsa de Ferrari/Maserati, y el muy similar de los Lamborghini hasta que en el Gallardo se han pasado al de doble embrague, cuando los ponías en el programa deportivo o el de pista, me recordaban la gracieta de la película «Aeropuerto»: «Qué mal día para ser palier y cruceta de transmisión», por los estacazos tan brutales que pegaban.
Respecto a futurología sobre el 4C, desde luego que no apostaría demasiado; por supuesto que el coche tiene como objetivo elevar la imagen de marca, entrando incluso en el mercado americano. Ojalá les salga bien; siempre es bueno que las marcas con pedigree tiren para delante, como por fortuna está ocurriendo con sus queridas Jaguar y Range-Rover.
Para comentar este y otros temas, además de en estos mismos foros, no tiene más que ponerse en contacto con nuestro nexo común (aka Javier Moltó), que tiene todas mis bendiciones para facilitarle mi correo electrónico, mi número de teléfono, e incluso mi dirección (creo que la tiene) que de todos modos conoce por haber pasado por aquí. Saludos.
Lo que busco en un coche es diversión antes que tiempos, por lo que uno con cambio DSG o manual no me llama la atención, aunque he de reconocer que me ha sorprendido la valoración que ha hecho de este Skoda. Un placer leerle.
Hola JM,
Como información constructiva, los botones que comenta, no están serigrafiados, sino tampografiados y el nivel de exigencia en cuanto a resistencia a los rayados, desgaste, etc responde al mismo cuaderno de cargas que para los demás modelos del Grupo VW (VW, Seat, Audi).
Ráfagas, GTO.
Pues a mí, que uso (usaba) el cambio de marchas muchísimo, pero muchísimo muchísimo (también lo hago en la bici), me han seducido plenamente los cambios automáticos «modernos».
El «antiguo» de convertidor de par es de lejos el más cómodo de todos y creo (no he tenido el gusto de conducir ninguno últimamente) que ha mejorado bastante en rapidez y consumo.
El DSG me pareció una maravilla cuando lo probé, con la única pega de las maniobras de aparcamiento (algo brusco) y con la perplejidad de que no mejore los consumos del manual en casi ninguna circunstancia.
Al que más uso le he dado (más de 200.000 kms) es a un manual robotizado (el mm-t de Toyota en un Corolla 1.4 D). Y me ha resultado muy satisfactorio. No llega a la suavidad de un convertidor en maniobras de aparcamiento, pero hay muy pocos conductores con mejor tacto en tales situaciones. No es rápido (es más bien lento) en los cambios, pero es claramente más rápido que la media de conductores. Para batirlo en consumos hay que concentrarse bastante en ello sacrificando la atención a otros aspectos de la conducción. Interpreta bastante bien los cambios de estilo de conducción. Hace el punta-tacón en reduciones él solito (y muy bien).Y ha resultado muy fiable ( a los 210.000 kms ha tocado cambiar forro, con un coste de la mitad de lo que cuesta cambiar un «moderno» bimasa en un compacto similar).
Total, que por mí el pedal de embrague puede acompañar a los frenos de tambor, al estárter manual, a la tapa del delco y a las correas plásticas de distribución al purgatorio del motor.
Tu si que eres penoso… por algo se le dio el galardón a coche del año , y ha sido una gran sorpresa a todos lo probadores de coches profesionales, es todo un cohete he montado y hasta 190 doy fe de que no hay coche que te alcance, y por cierto no seas tan ignorante… que el dsg de sobra es el mejor cambio automático de la historia con vario premios año tras año.. que barato es hablar..