SEAT tiene actualmente dos modelos que pueden funcionar con gas natural comprimido (GNC). Son el Mii 1.0 68 CV Ecofuel Stop&Start (precios, equipamiento y fichas técnicas) y el León 1.4 TGi 110 CV Stop&Start (precio, equipamiento y fichas técnicas). El primero se ofrece con carrocería de tres y cinco puertas; el Léon con la de cinco puertas y la familiar (ST). Algunos de los motivos por los que SEAT ha decidido usar el gas natural como carburante es porque su combustión emite menos dióxido de carbono que la gasolina y el gasóleo, dado que su molécula sólo tiene un átomo de carbono (y eso ayuda, entre otras cosas, a conseguir reducir las emisiones medias de toda la gama), porque la demanda es elevada en algunos países (como por ejemplo Italia) o porque el coste de utilización es más bajo que el de un coche de gasolina o gasóleo.
El precio del León 1.4 TGI es claramente superior al del León TSI de 110 CV y ligeramente superior al del TDI de 105 CV (ejemplo con equipamiento Reference y carrocería de cinco puertas). El precio del Mii es muy superior al de los modelos de gasolina (ejemplo con equipamiento Referencia y carrocería de tres puertas). Hablamos de precios de tarifa, sin las subvenciones estatales que hay (o puede haber) a este tipo de vehículos (próximamente saldrá el texto definitivo con todos los detalles del recién aprobado Plan PIMA Aire, que afectará, entre otros, a los coches que funcionan a gas) así como las distintas ayudas que puede haber en cada comunidad autónoma. Por eso, quizá los precios finales pueden ser interesantes. Al margen del precio, el coste por kilómetro de estos dos SEAT movidos por gas natural es bajo, como detallaremos más adelante.
El SEAT Mii tiene un depósito de gas de 11 kg y uno de gasolina de tan solo 10 litros. No se ha mantenido el de 35 litros que tienen otros Mii por cuestiones de espacio. El Léon, por su parte, un depósito de gas de 15 kg y se ha mantenido el depósito de gasolina de 50 litros. Los depósitos de gas son de acero y están preparados para soportar mayor presión que los 200 bar a los que se almacena el gas. SEAT repitió varias veces en la rueda de prensa que tanto el SEAT León TGI como el Mii Ecofuel se ensamblan en la misma línea de montaje que el resto de León y Mii, y que están sometidos a las mismas pruebas de choque.
Debido a la presencia del doble depósito, el volumen del maletero se ha reducido en ambos casos. El del Mii pasa de 251 a 213 litros de capacidad, el del León de cinco puertas de 380 a 275, mientras que en León ST, se reduce de 587 a 482. El espacio para ocupantes es idéntico en las versiones que funcionan con gas como carburante principal y las Diesel o gasolina.
Por dentro, las únicas diferencias respecto a los modelos “normales” están en la instrumentación. Hay un indicador adicional que señala el nivel de carga del depósito de gas, además de dar información sobre el consumo medio o instantáneo.
El conductor no puede elegir entre utilizar uno u otro carburante: estos coches siempre funcionan con gas hasta que se agota, y automáticamente, pasan a consumir gasolina. Durante toda la prueba de contacto, únicamente conduje en modo “gas”, con lo cual no puedo decir nada acerca del funcionamiento de los motores con gasolina. Lo que sí me ha parecido, pero no lo puedo comprobar y lo digo con mucho cuidado, es que tanto el León TGi como el Mii Ecofuel no tienen el «brío» de las versiones equivalentes con motor gasolina de similar potencia. Me da la impresión que la respuesta al acelerador es ligeramente menos intensa y suben con más dificultad de régimen Sin embargo, en las fichas técnicas se puede ver que las prestaciones del Léon 1.4 TGI 110 CV son muy parecidas a las del León 1.2 TSI 110 CV y a la del León 1.6 TDI 105 CV. En el Mii no se puede hacer la comparación, pues la potencia del Ecofuel -68 CV- es distinta a la de los modelos “normales” (60 y 75 CV).
El León TGi utiliza un motor 1.4 litros. Este motor está especialmente desarrollado para funcionar con gas. Debido a que el gas tiene menor capacidad lubricante que la gasolina, las válvulas son nuevas, así como sus asientos; los pistones y la culata están reforzados; el turbocompresor es distinto y la distribución ha sido modificada para permitir un mayor alzado de válvulas que beneficia el llenado de los cilindros. El motor del Mii es el mismo 1,0 litros que llevan otros Mii, pero con los cambios señalados anteriormente para el del León, a excepción del turbocompresor, que no lleva.
Como ya adelantábamos en el segundo párrafo, el coste por kilómetro tanto del Leon 1.4 TGi como del Mii 1.0 Ecofuel es más bajo que el de los modelos equivalentes, incluso que el Diesel en el caso del León. ¿Cuánto? Pues bastante.
Según el dato de homologación, el consumo medio de gas del SEAT León 1.4 TGi son 3,5 kg/100 km. Teniendo en cuenta que el precio actual de kg de gas natural comprimido para automoción es 0,989 €, recorrer esos cien kilómetros nos costaría 3,46 euros. Si tomamos como referencia el SEAT León 1.6 TDI 105 CV, con un consumo medio de 3,8 l/100km y un precio por litro de aproximadamente, 1,22 euros, el precio por recorrer esos 100 km sería aproximadamente 4,63 €. En el caso, del León TSI 110 CV, esta cantidad asciende hasta 6,37 euros (que salen de 4,9 l/100 km y 1,30 € litro), un 84% más que el León a gas natural.
Esos son datos oficiales. Durante la presentación obvié el recorrido organizado por la marca y realizé un recorrido de consumo por autopista de unos 80 km con un León. Este recorrido forma parte del que utilizamos como referencia en km77.com para medir el gasto de carburante de cada modelo que probamos, pero sólo pudimos completar 80 de los 143 kilómetros por falta de tiempo. En este recorrido (que fue de ida y vuelta, y a una media de 120 km/h), el consumo fue 4,2 kg/100 km (4,2 €). Calculo que un Diesel de buen rendimiento hubiera hecho aproximadamente 5,5 l/100 km (6,7 €).
Pero claro, la ventaja de coste por kilómetro que presenta el GNC se dará, obviamente, siempre que podamos funcionar utilizando gas. La escasa red de distribución es quizá uno de grandes escollos que puede presentar la compra de alguno de estos modelos (mapa de red de distribución). Actualmente, hay 39 estaciones abiertas al público (hay otras tantas propiedad de flotas o empresas, pero que son exclusivamente para su suministro). La intención es que esta cifra aumente en los próximos años, pero parece claro que, difícilmente, la distribución de gas natural vaya a ser masiva a medio plazo.
En la presentación a la prensa también tuvimos oportunidad de hacer una recarga de gas natural en una de las estaciones de Gas Natural Fenosa. Nunca había recargado un coche de gas natural; sí de gas licuado del petróleo. En ambos casos se trata de un procedimiento sometido a presión, por eso, tanto el boquerel como la conexión del propio depósito son especiales. En ningún momento he notado olor a gas.
Enrique Calle