El Range Rover Sport es un coche peculiar. No se me ocurre otro modelo que se pueda aparcar lleno de barro en la puerta de un restaurante caro  y que no desentone. Un Ferrari con barro sería cutre. Un Range Rover Sport con barro, mola. Y lo digo yo, Celedonio,  que ni tengo un Range ni voy a restaurantes caros. Pero es así. Si en vez de un coche fuese un hombre/mujer, diría que es un/una hombre/mujer muy elegante de dia, pero muy cochino/na de noche (ya me entienden).

Recorrido suspensión trasera

Recorrido suspensión trasera


Cuesta una pasta, ya que por el más «barato» hay que pagar 66.000 euros. Si quiere uno como el que han probado en km77.com —con unos 16.000 euros en extras y motor Diesel de 292 CV— deberá transferir más de 100.000 euros a la cuenta del concesionaro. Por ese dinero Usted tiene un coche que va bien en carretera (aunque no es un deportivo, ni se le parece, por mucho Sport que se apellide) y un habitáculo que por materiales y acabados está al mismo nivel que un coche de lujo.
Pero eso a mi no me importa. Yo lo que quería probar es cómo se desenvuelve fuera de la carretera. Porque resulta que todos los Range son animales trepadores. Así que me fui al típico sitio donde un conductor de este coche se va un sábado por la mañana: un circuito de todoterreno. El club MonegrosTT me dejó probarlo en el mismo lugar donde ese fin de semana se juntaban 150 todoterrenos, de los de verdad, los machotes, lo de sin zapatos de tacón, en una concentración anual que organiza ese club bajo el nombre Monegros TT 2013. Y, como ocurría en la puerta del restaurante, el Range no desentonó. De hecho, más de uno se quedó sorprendido al ver sus habilidades off-road.

El ángulo ventral es 27 grados

El ángulo ventral es 27 grados


En la primera vuelta al circuito perdí un trozo del coche: la parte inferior del paragolpes delantero (la que no se ve en las fotos de esta entrada pero sí en estas otras), que además sirve para ocultar la argolla de remolcaje, se cayó al suelo. No fue cosa del espiritu santo, se cayó porque en algún momento rozó en el suelo. Cuando la recogí (mejor dicho, cuando la encontró otro coche, porque yo ni me había enterado de que la había perdido) me llevé doble sorpresa: en primer lugar por el tamaño de la pieza, muy grande,  y en segundo lugar porque iba sujeta únicamente con unos tornillos de plástico de esos que se aprietan con un cuarto de vuelta girándolos con una moneda (o similar). Vaya mierda de sistema pensé al ver los tornillos rotos. Pero más tarde reculé: los tornillos rotos seguían funcionando a la perfección. Así que tan solo hay que acordarse de quitar esta pieza (y la trasera, que va sujeta de la misma forma) si se va a hacer un uso exigente del coche. Se tarda medio minuto y no necesitas más herramienta que una moneda.

Las siguientes vueltas al circuito (en el vídeo se ve parte del recorrido) transcurrieron sin problemas. La suspensión, además de dejar el coche muy lejos del suelo (¡hasta 348 mm de altura libre!) tiene unos recorridos muy largos, por lo que muchos obstáculos se pasan sin que las ruedas dejen de contactar con el suelo. Y el resto, poco hay que hacer: el sistema Terrain Response 2 selecciona automáticamente los programas de funcionamiento de la tracción, del cambio automático, del freno y del acelerador. Y lo que no puede hacer solo, te lo indica: subir la suspensión o activar la reductora.
En la imagen se ve el grado de bloqueo de los diferenciales, la posición de las ruedas respecto los topes superior e inferior, al altura seleciconada (nivel 2) y la reductora activada (Lo).

En la imagen se ve el grado de bloqueo de los diferenciales, la posición de las ruedas respecto los topes superior e inferior, al altura seleciconada (nivel 2) y la reductora activada (Lo).


El conductor también puede indicarle al Terrain Response 2 el tipo de terreno por el que va a circular, así se lo pone más fácil, pero poco más tiene que hacer: no hay mandos para bloquear los diferenciales (el central y el trasero lo son) ni para desacoplar las estabilizadoras activas. El Range Rover Sport lo hace solo.
Range Rover upskirt. Plancha para que "patine" y lo que no va tapado queda poco expuesto a los golpes

Range Rover upskirt. Plancha para que «patine» y lo que no va tapado queda poco expuesto a los golpes


"Que sí, que yo te hago la foto de los bajos..."

«Que sí, que yo te hago la foto de los bajos…»


Los bajos están protegidos por unas chapas lisas que «patinan» sobre el suelo al rozarlo. Y lo que no está cubierto por chapa no tiene elementos salientes que puedan engancharse. Una curiosisad de la suspensión del Range es que cuando detecta que el coche se ha empanzado, sube la suspensión automáticamente 35 mm por encima del nivel «todoterreno». Y si sigue atascado, le pregunta al conductor si desea subir otros 35 mm más. Ahí la suspensión ha llegado al limite, no es posible levantar el coche más.
Y del polvo, al lodo. Jaleado por mi insensato compañero de blog, Themis, me metí en un barrizal. Y claro, pasó lo que tenía que pasar cuando te metes en un sitio con una densidad similar a las natillas (de chocolate) con un coche con llantas de 21 y unos neumáticos que por mucho M+S que ponga en el flanco no están pensados para esos menesteres…
Entrando donde no se debe...

Entrando donde no se debe…


Y ahí estaba yo, con las ruedas bien hundidas en el barro, ya pensando en elegir piedra, papel o tijera (o lagarto o Spock….) para vencer a Themis y que fuese él quien enganchase la eslinga al coche para que nos sacasen de ahí.
...atascado...

…atascado…


Pero, por arte de magia, durante los 15 segundos que estuve meditando qué elegir (papel) el barro se recolocó y al dar gas el coche empezó a moverse. Así que acunándolo un poco para delante y atrás conseguí salir de ahí. Lo siento por aquellos que ya empezaban a salivar imaginando como un humilde KIA Sorento de Roberto sacaba a Sir Range del barro.
...¡¡saliendo!!

…¡¡saliendo!!


 
Por algún motivo no se ve nada de lo que grabó la cámara

Por algún motivo no se ve nada de lo que grabó la cámara.


Si tuviese que recomendar el coche, lo recomendaría sin duda al tipico usuario que por la mañana hace una travesía extrema por el monte y por la noche se va a la ópera. Bueno, si ese hipotético usuario no existe, se lo recomendaría también a quien quiera un coche para viajar y sueñe con hacer el bruto fuera del asfalto en algún momento, aunque nunca vaya a hacerlo. La verdad es que como este Range quedan pocos, algún Mercedes-Benz y el Volkwagen Touareg. El resto, o van mucho peor en carretera o van mucho peor fuera del asfalto. O las dos cosas.
Me guardo para otra entrada las fotos de los cacharros que vi en el circuito de MonegrosTT. Desde un Wrangler Unlimited a una Berlingo, pasado por infinidad de preparaciones más o menos extremas. Debajo de estas líneas, la galería de fotos de esta entrada. Pero antes de irme quiero compartir con ustedes un documento deslumbrante…
 
Un rayo de sol, oh, oh, oh,

Un rayo de sol, oh, oh, oh,



 
 

 Celedonio