No sé cuántos de ustedes habrán viajado a Marruecos, pero para los que no hayan tenido la oportunidad de hacerlo les dejo cuatro vídeos para que disfruten de los paisajes. Están grabados desde el Range Rover 5.0 V8 Supercharged (510 CV) en el caso de la arena y el agua, y desde un 3.0 TDV6 (258 CV) en las tomas por carretera. El vídeo de «Rocas» combina planos de los dos coches.
Son vídeos con poca emoción si lo que esperan es ver al Range dando saltos a lo Serguéi Bubka o en posiciones de equilibrio desequilibrado a dos patitas, pero sirven para que vean como organiza Land Rover sus presentaciones, en este caso tal vez con unas rutas algo más light de lo esperado. Y es que el listón estaba muy alto, Land Rover puede presumir de hacer unas presentaciones espectaculares aprovechando el potencial de sus coches fuera del asfalto y con una puesta en escena muy original (¿recuerdan al Evoque sobre las aguas?).
Bueno, poca emoción salvo cuando casi nos llevamos puesto un quad aparcado en el peor de los sitios posibles, ¡con lo grande que es el desierto!. O cuando cruzamos el rio por una pista y había más agua de la que el conductor pensaba, unos instantes a ciegas en los que no teniamos claro si ibamos a salir a otra dimensión o a chocarnos con las piedras que delimitaban el camino.
Es justo decir que el segundo día —estuvimos dos— las lluvias intensas obligaron a la organización a cambiar el recorrido. Por lo visto, el río que íbamos a vadear estaba «invadeable». Realmente, para terminar de probar el coche tal vez sólo faltó una zona trialera más complicada, sobre todo cuando viene a mi memoria la pared por la que subimos con el Range Rover Sport TDV8 en Marruecos hace unos años. La que hicimos era coser y cantar para el Range.
Por la arena:
Por las piedras:
Por el agua:
Por carretera:
Continuará…