Todo empezó una mañana gélida en Madrid, en la consulta del insigne Dr. Ñ (no, la inicial no se corresponde), reputado cirujano que fue y referente y autoridad en anti-aging. Fue el merecidamente afamado doctor quien me puso al corriente: los empastes en nuestro reciente pasado de advenedizos al primer mundo se realizaban con una amalgama que integraba en la receta el mercurio, metal pesado como político en campaña que se elimina de forma incierta por cada organismo en razón a condicionantes genéticos y que puede ser causa de enfermedades. Por ello mi bienamado Dr. Ñ encargó una prueba que habría de realizarse durante 24 horas.
Hacía frio en la capital, una mañana de escarcha, bufanda y deseos de cama y aquella noticia me había dejado aterido, a paso lento, hasta despejar la incógnita de mi incierto futuro.
Llamé a mi madre y comunicaba.
La leche, qué novelón.
Y en esto que me subo en el coche de la prueba -porque como siga aquí todo atribulado, me tiran huevos digitales-. Un Mercedes E 250 CDI. Cabrio.
Abro la puerta, la cierro. Bien, pero no transmite la solidez de aquellos Mercedes del siglo XX, no le falta calidad de ajuste pero no transmite la solidez de antaño, con todo, transmite la necesaria para seguir distinguiéndose aunque marginalmente. El asiento es cómodo, pero el reposacabezas me queda lejano, me habría gustado que estuviese más próximo y acariciase mi nuca pero entiendo que el sistema Air Scarf condiciona este punto.
El sistema Air Scarf consiste en una ventilación de aire caliente que te enchufa en el cogote y que hace más llevadera la conducción descapotada en tiempo frío. Es un aliento en la nuca, básicamente, un suspiro a tus seis, calor de orientación sur. Es efectivo, tiene hasta tres posiciones, pero no deja de ser un calor engañoso como amor de prostituta; como cuando haciendo deporte en verano recurrimos a remojarnos la nuca con agua fría para disminuir la sensación de calor.
Siguiendo con el asiento, veo una agrupación de mandos en el lateral del asiento. Quedan bonitos, pero no se iluminan por la noche. Esa agrupación de mandos hincha y deshincha en diferentes regiones el asiento para que acabe acoplándose a la medida del cuerpo de uno. Es muy recomendable la opción y no es demasiado costosa, funciona muy bien.
Ajusto el asiento pongo la llave en el contacto y arracataplán glan glan glan. Es que es un diesel. A pesar de la equívoca denominación que sugeriría que contamos con una mecánica de dos litros y medio, tenemos un dos litros y poco (2.2) con turbocompresor e intercooler de cuatro cilindros que rinde 204 CV. Suena áspero. Es un cuatro cilindros, es diesel y está frío. No lo digo como una crítica, me parece normal que esa configuración mecánica tenga ese carácter. Si queremos un arranque y un funcionamiento más refinado, pues habremos de poner en el punto de mira a los V6 o V8 de la gama.
Examino el interior.
Y aquí tenemos un interior bien realizado y muy transversal. Casi todo lo que vemos está presente en cada modelo del catálogo de Mercedes, así tenga el precio de 30.000 EUR como del triplo. ¿Es ello malo?. No. Sencillamente desacostumbrado. Encontrarme esa misma consola central en un A, en un E o en un CLS entre otros me habla de poca diferenciación de producto, me sugiere un despiece más sencillo, una mayor sinergia y eficiencia (o sea, abaratamiento). Está bien hecho y su implementación es buena en cada modelo, pero le resta desemejanza, singularidad. Ni bueno ni malo, pero hace al producto menos especial tanto más cuanto mayor sea el precio de adquisición allí donde se monten los elementos compartidos.
Acciono el intermitente para hacer alguna cursilada de catálogo de los de márketing de cualquier marca como iniciar el viaje rumbo a ninguna parte o fundirme con el paisaje, pero el tacto de la palanca me devuelve a la realidad. Recuerdo aquella piña de los Mercedes del siglo pasado, esa sensación de solidez, ese mecanizado legendario. No sé cuánto costaría el recambio de aquella piña, pero sé que el recambio de la que acabo de accionar costará la tercera parte.
El motor empuja y empuja bien; no tiene una aceleración explosiva, pero es alegre en el giro y responde rápido. La caja de 7 marchas no destaca, ni bien ni mal, resulta invisible y eso es un valor positivo. El sonido motor es aceptable, la rumorosidad también y me sorprende mucho lo plano que acelera, sin cabeceos ni en aceleración ni en frenada. Pero ninguno. Me encanta. No lo esperaba así.
El freno es también particular; casi parecería el pisón de un Citroën DS21, tiene un tacto que no he encontrado en ningún otro coche, lo que no sé es si al único al que le gustará es a mí. Me explico. El pedal no tiene recorrido muerto, es duro, más duro de lo acostumbrado. Me recuerda al freno sin servoasistencia de un coche de carreras en el que sólo la fuerza ejercida por el pie determina cuánto ha de frenar el coche y, acostumbrados, la precisión se vuelve fenomenal al precio de un mayor esfuerzo. Pero la presión a ejercer es desacostumbrada -sin que sea tampoco una exageración- y estoy seguro de que así le parecerá a la inmensa mayoría de los que prueben el coche. Frena con suficiente contundencia para sus 1.800 kilos, con ninguna inclinación de carrocería y me gusta mucho.
El comportamiento también me resulta, honestamente, mucho mejor de lo que esperaba, porque esperaba un coupé burguesote (entendiendo por tal tirando a blandorro) y me he encontrado que sin ser un deportivo (lo que no pretende) tiene un dinamismo superior al esperado junto a unas características que no esperaba encontrar ni de broma: la ausencia de inclinación; aunque las curvas de trazado lento no son su elemento, el coche pisa bien, tiene una precisión de guiado y el eje trasero hace que las ruedas siempre pisen bien, la geometría de suspensión está muy bien hecha.
Y es por ello que sólo por ese comportamiento me atreví a llevar en el coche la prueba del Dr.Ñ.
Para saber cómo elimina mi organismo el mercurio -entre otras pruebas- me encomendó un análisis de orina de 24 horas.
Botellón de dos litros que debía acompañarme durante todo el día y en el que debía depositar mi propio y personal caldo durante todo un día.
Así que si unos ingeniosos periodistas le dieron la paliza a Mercedes con la prueba del alce en 1997, yo solemnemente declaro que gracias al comportamiento impecable del Clase E, éste me ayudó a cumplimentar la papeleta del Dr. Ñ quien me obligó a cargar mi propio consomé durante veinticuatro horas las que, no en su totalidad, se vivieron a bordo de este coche.
Lo que firmo en el lugar y fecha indicados en el encabezamiento.
Hala.
Ahí queda eso.
Se entiende que la ha gustado, pero «ya no es como antes».
¿la calidad justifica el precio? ¿llevaba algún tipo de suspensión opcional? ¿algún comentario de la palanca de cambio a la americana?
PD: Imagino que tendrá un traje de cuello Mao de color plata a juego con el gato 😛
Cáspita, no le hacía a usted tan mayor, necesitado de anti-aging treatment.
¿El merche este en que se parece a los antiguos SL500 R129?
¿Microcemento en el suelo del salon? Mola mazo.
El gato, bonito, pero revela que su alter ego se asemeja a Ernst Stavro Blofeld.
El pájaro supongo que está muerto, si no lo está tenga cuidado, le puede dejar un regalo que le desafine el piano. Este también mola ¿lo toca vd.?
Pd. Empiece el tratamiento anti vejez con una depilación de bajos. Lo digo por el pelo que se le ha quedado colgando por la parte izquierda el tapón de su micci-bote, probablemente se le quedó enganchado al depositar la muestra.
Se me olvidaba, ¿que tal anda de mercurio?
Muy evocadora la foto del tarro de pis iluminado por el sol de la mañana sobre su piano de cola. No le hacía pianista, especialmente después de ver sus dedazos aporreando el navegador del 500.
Espero que antes de arrancarse por Rachmaninov para recibir el nuevo día, pusiera el tarro en el suelo y espantara al ave de la caja de resonancia.
En cuanto a la prueba del coche, ni fu ni fa, prometía mucho más la historia del Dr. Ñ.
Ayer estuve en el despacho de la Sra. notaria de un pueblo de castilla.
Es un pueblo titrando a pequeño, de célebre caballero y regio pasado.
Su Range cabe por las calles y el entorno pinariego se presta a la escapada.
Se la recomiendo.
pier nodoyuna.- No es como antes, en varios sentidos; es verdad que la calidad percibida es inferior, el ajuste es impecable pero no parece que vaya a mantenerse en el tiempo tanto como lo hacían los de antes pero es asimismo innegable que dinámicamente va mucho mejor, por el paso del tiempo y por el reenfoque de los últimos años. Confirmaré lo de la suspensión, no recuerdo de memoria, pero sin duda lo de la palanca a la americana me parece una solución muy buena: no veo sentido que un selector de cambio ocupe un lugar preeminente ni importante en la consola central robando espacio para otros fines dado que su uso es importante pero marginal.
EJ25MT5.- El antiaging es para mantenerme en mi insultante juventud. A veces, cuando estoy en un centro comercial, me preguntan si me he perdido y que dónde está mi mamá y si hay que avisarla por megafonía. No le cuento como tengo mis abajos, si tuneados o no, pero el pájaro es otro elemento ornamental de la decoración de Navidad (es un peluche) y lo que usted llama pelo es un elemento de embalaje de las pelotas del árbol, éste año de colores plata y blanco. Mi mercurio bien, gracias.
Biela Picada.- Esa foto la presentaré a concurso con el título «Caldo de mis adentros sobre instrumento de larga cola». ARCO tiene un ganador. Les tendré informados del resto de las pruebas del Dr. Ñ 🙂
Jose.- La civilización empieza donde quepa un Range; ya me soplará el destino XD
JM
@5 ¿Qué le recomienda? ¿La Sra. notaria? ¿Estaba de buen ver?
JotaEme, no hay nada que pueda añadir que no hayan dicho ya los demás contertulios. Bueno, sí, que si algún día le hacen un coprocultivo del mismo tamaño, por favor, adjunte las fotografías también pero esta vez en la bodega, rodeado de buen Cabernet Sauvignon, por favor.
El avión. Que cuál es el avión ese que se ve al fondo. ¿Un Bristol Blenheim? No parece un B-17. Quizá un Avro Manchester, pero no veo la cola doble. Mi gustar aviones.
Por lo demás, es un coche que me da una pereza enorme. A mí los descapotables me gustan baratos y con motor pequeño. Los de lujo me parecen propios de desfiles y funerales de estado. Además, es un rollo vestirse bien para ir en coche. Yo visto regular, pero en un 205 descapotable doy el pego. En un Mercedes, no.
@JM You have christmas decoration? you’ve got to be kidding me, pal!
Se ha ganado usted una sabrosa felicitación de navidad este año. Se la mando a casa. 😛
¿el gato es de escayola, o por el contrario tiene vida?
Pida el 918 un rato!!!
Lo le hacía a Vd. con un gran cola. Ese colín le desemerece
Bonitos mininos.
No sólo mercurio. Para hacer una funda, y limpiar bien las miasmas de una caries demasiado profunda, antes nos hacían llevar durante un buen rato un tejido impregnado en productos con arsénico.
O sea, que ya sabe. Tras llenar su bote para lo del Mercurio, igual le toca otro para el Arsénico.
Si es que hemos crecido rodeados de porquerias. Y luego nos decían que comerse el plastidecor era malo…
JotaEme, disfruto leyéndole una barbaridad. Siga, se lo ruego 😀
Yo también dusfruto.
Ya van 2 Mercedes probados en menos de 10 entregas. A ver si alguien de otro blog se da por aludido.
Con respecto a lo de «ya no es como antes», yo tengo un C de 2008 y lo resumo así:
Un Mercedes del Siglo XXI tiene un tacto de conducción igual de bueno que un Mercedes del S.XX, pero se rompe con más frecuencia.
En mi caso, ya me ha tocado la china con la bomba de la dirección y la rueda del command.
Mi señora madre hace unos meses vendió su CLK de 2004 con 270.000 km y ha comprado un C coupe, a mi si me parece que esta bien acabado, teniendo en cuenta que teoricamente el C coupe esta por debajo del CLK.
Espero que cuando acabase su prueba de mercurio le pidiese la botella al Dr. como recuerdo. Pega tan bien con su salón, que si yo fuese usted me haría una lámpara con ella.
Del coche psssss, me resulta menos interesante que la futura lámpara.
Ha unas semanas viajé en un Clase E 220 CDI del 2006, con 500.000 km. a sus espaldas.
Salvo el volante, que acusaba desgaste, el coche estaba perfecto.
Única avería, y por desgaste, según el chófer, en convertidor de par.
Realmente impresionante. Quien tuvo, retuvo.
Pese al claclaclá castañuelero del motor, perfectamente audible al ralentí. Supongo que en homenaje a aquellos «Lola Flores».
Por lo demás, don JotaEme, cuide sus alifafes, que esas intoxicaciones mercuriales son largas de tratar y fastdiosas de vivir. Pero, al final, uno se desintoxica.
@16
Qué ocurrente!!
Llamarle salón a un rinconcito del cuarto de baño.
🙂
El reportaje muy ameno, gracias. Espero que su orina se encuentre mejor, menos pesada, o quizás más… según le convenga. ¿Es cierto que lo de detrás del “botellón” de orina, parecido a los minis de leche de pantera años ahhh… pero en plástico, es una lechuza… o ese de día comió de KFC y se le quedó una pata de ave pegada en la bocamanga que se soltó al dejar el botellón en el piano bar Toni?
Saludos
Respecto a la piña multifunción del modelo probado.
Las intermitencias ¿eran de un solo toque?¿ Cuantos destellos 3 o 5?
¿Es efectivo el deflector integrado en el marco del parabrisas?
Ráfagas, GTO.
Umm si no me equivoco, el E cupé es en realidad un C disfrazado con otra carroceria, asi que este E descapotable es un C tambien, ¿no?
El motor diesel de 4 cilindros de Mercedes es un buen exponente de la segmentacion de mercados y productos. Basicamente es el mismo motor y les tiene que valer lo mismo producirlo desde la version 180 con 120 anemicos CV a esta 250 con 204 CV, pero amigo, la diferencia en precio son 10 000 aurelios (en el C).
Por lo demas, es un motor totalmente furgonetero, refinamiento mucho menor que en muchas marcas «generalistas». No ya es solo cuestion de si suena mucho o suena poco, es que tiene un sonido particularmente feo, por lo menos en mi opinion. En cualquier caso, las revistas «del reich» suelen pasar de puntillas por este apartado, lo mencionan pero sin hacer sangre. Como soy muy malo, sospecho que si fuera en un coche frances, lo llamarian inaceptable.
El tema de los frenos puede ser peliagudo. Yo lleve alguna vez un citroen GS de estos citroen pata negra, con su freno monolitico, y requiere adaptacion. La primera vez que tuve parar en un stop el coche no frenó y me lo salte sin querer (afortunadamente no venia nadie) Si ese tipo de frenos tienen peligro en un coche que tenia menos potencia que un caniche, en este puede ser letal.
Josemi estoy totalmente de acuerdo contigo, ese motor no es que sea furgonetero, es que ese bloque lleva en produccion mas de 30 años, con las mismas, cotas, lo cual es de sonrojo para una marca como Mercedes. Cualauier marca generalista, invierte mucho mas en.i+d de motores, que loa de la estrella. Por cierro , esto de escribir con el movil un texto serio , es una mierda.
Desde que dejaron de fabricar coches para dictadores Alemanes nacidos en Austria, la empresa no ha encontrado su linea. Hacen algun coche bueno pero les falta ese look de maldad elitista sociopática que los diferenciaba del proletariado automóbil corriente.
Tubieron un repunte cuando fabricaban limusinas para dictadores despóticos megalomanos centroafricanos, y otro con los jeques misoginos árabes.
Obviamente el mercado de criminales y empresaurios negreros siempre ha sido el nincho reducto de la compañía.
Tengo la esperanza que la empresa se reflote con el dictador de Korea del Norte, y vuelvan a fabricar los mejores autos para los mayores genocidas, explotadores de proletarios, criminales, asesinos y dictadores del mundo.
De la peor calidad de las piezas de los Mercedes tengo pruebas fehacientes en gente de mi entorno (fallos mecánicos aparte, que necesitan una muestra grande para sacar alguna conclusión, hay infinidad de piezas frágiles poco justificables en coches de más de 40.000 €, como botones que se atascan, cinturones de seguridad que no se recogen…).
Con todo, lo que peor me parece en este coche en concreto es el motor. Es infame su sonido y su tosquedad. Hay muchos motores diésel de 2 litros de marcas baratas que son muchísimo más agradables.
Confieso que es uno de los mayores misterios de la sicología el que alguien se gaste una pasta en un coche de los de fardar para luego elegir una versión con un motor que recuerda a un Perkins de hace 50 años. Ya hay que tener afición al gasoil (comprensible en los que somos de mirar la pela -que no nos compramos Mercedes ni hasta las cejas de vino- pero inexplicable en quien no tiene problemas en gastarse tanto dinero en un coche).
En fin, carrocería y chasis del siglo XXI con motor y acabados que parecen de mediados del XX.
Mi suegro tiene un Mercedes 320E «W124» con 21 años a sus espaldas, y tiene cero grillos. Lo he llevado al pueblo, lo he metido en un camino de cabras, y no hay ni un puñetero desajuste. La verdad es que impresiona ver una calidad de acabados así, no tanto por la vistosidad, sino por el remate tan acojonantemente bueno que tiene.
Saludos.
Sr. JotaEme, craso error el suyo. En un foro como el de estos blogs, donde los asistentes son capaces de distinguir los más mínimos detalles, de identificar un modelo de coche aún no comercializado tan sólo con una foto de su espejo exterior, va usted y pone una foto…
…del salón de su casa!!!
Le van a sacar punta hasta los volúmenes de la librería, ¡por Dios!
¡Tengo que venir más por aquí! Lleva vd. meses escribiendo, y yo me entero hoy…
Lleva razón Käfer, un error lo de la foto. Pero no se atribule: a mí me gustan sus volúmenes.
No así el mercedes de la prueba. Es que no me gustan los descapotables. Yo soy así, qué le voy a hacer. En esto coincido totalmente con un insigne forero de esta casa: no le encuentro la «sensación de libertad» por ningún lado, y sí muchas incomodidades que diluyen el «factor farde».
saludos
rafa