Según datos de ANFAC y ANIACAM, en septiembre de 2010, las ventas totales de turismos y todoterrenos han sufrido un notable ajuste, disminuyendo un 27,3 % respecto a septiembre de 2009, superando por poco las 55.000 matriculaciones.
Durante septiembre de 2010 se han matriculado un total de 56.280 vehículos (turismos y todoterrenos). Respecto a los nueve primeros meses de 2009, las ventas acumuladas de 2010 aumentan un 16,2 %.
Las marcas más vendidas durante septiembre han sido Volkswagen (5.722), SEAT (5.208) y Ford (4.717). SEAT lidera el ranking anual con 73.225 matriculaciones, seguido por Volkswagen (69.854) y Peugeot (67.496).
Los modelos más matriculados han sido el Mégane (2.698), el Golf (2.165) y el C4 (2.066).
Este deplome de las ventas coincide con el final del verano, la subida del IVA del 16 al 18 % y la finalización de las ayudas gubernamentales a la compra de vehículos (Plan 2000E).
En la sección Mercado de km77.com pueden observarse las ventas de España y Europa.
Aumentan el Iva y quitan las ayudas, tres hurras por el gobierno por sus «planes» de incentivar el consumo del país.
Las «ayudas» no se pueden alargar eternamente, son un pache y nunca una solución. Pretender vivir de ayudas es siempre un error. Generas una socidad poco competitiva, que además genera partidas de dinero que nunca satisfacen de verdad a todos los gremios. Puestos a derrochar, también deberían dar ayudas a la investigación, que en este país brilla por su más absoluta ausencia.
Totalmente de acuerdo con Ionium.
Por si alguien no ha reparado en ello, las ayuditas a la compra de coches (igual que otras ayudas lilneales por el estilo) quieren decir que una parte de los impuestos que pagan los mileuristas que no tienen coche porque no pueden pagárselo van a parar al que gana 5.000 € al mes y decide cambiar de coche cada 3 años.
¿No se os ha pasado por la cabeza enfocar las ayudas desde otro punto de vista? Me explico:
-Tenemos al «concesionario A» que vende 10 unidades en periodo de ayudas gubernamentales
-Por otro lado, tenemos al mismo «concesionario A» que vende 6 unidades en un periodo en el que ya no se aplican las ayudas gubernamentales.
Si tenemos en cuenta estas últimas ayudas que se han aplicado, las C.C.A.A. «aportaban» 500€ y el Gobierno 500€ (las marcas 1000€, en teoría). Desconozco los datos exactos sobre el porcentaje de vehículos matriculados con sus respectivos I.E.M., pero hay que tener en cuenta que el gobierno también cobra este impuesto en tramos de 0%, 4,75%, 9,75% y 14,75% (más alto cuanto mas consume/contamina el vehículo). Si a ello le sumamos en su momento el 16% de IVA que grababa… mi punto de vista es el siguiente:
Dado que las ayudas solo se aplicaban a vehículos de menos de 30.000€ (descartamos vehículos «caros») y cuyas emisiones de CO2 no superasen los 140g/Km (si no recuerdo mal), vamos apuntando hacia donde yo quiero llegar.
Pongamos que el precio medio (base imponible) del vehículo vendido por ese concesionario «A» es de 18.000€, con unas emisiones de 130 (4,75% de IEM), por lo tanto:
2880€ de IVA
855€ de IEM
Lo que nos da un total de 3735€ de impuestos que han ingresado. Todo esto sin contar con que los ayuntamientos también cobran su impuesto de vehículos con tracción a motor.
Ahora la cuenta final:
Concesionario A con ayudas -(Impuestos totales para el estado – ayudas) —>
(3735*10)-(500*10)= 37350 – 5000 = 32350€ OJO AL DATO.
Concesionario A sin ayudas -(Impuestos totales para el estado – ayudas) —>
(3735*6)= 22410€
No sé si me he explicado bien, pero mi punto de vista es que con las ayudas… tanto el gobierno como las marcas salen bastante beneficiados.
Aunque tus números son correctos, valvetronic, no funciona así.
Lo que estás haciendo, entre otras cosas, es destruir productos válidos (coches en funcionamiento), para estimular la venta de coches nuevos.
Estimulas de forma artificial la demanda, alteras el punto de equilibrio, y a medio plazo, se acaba corrigiendo de forma brusca.
Leete «la paradoja de la ventana rota». Verás que el sacar dinero de un sitio para gastarlo en otro, afecta negativamente al primero.
El estímulo de «ayudo con 500 y así me devuelven 5000 en impuestos», en realidad, es falso. Ese IVA se habría recogido de otros consumos, que no se han realizado, porque el usuario se ha gastado el dinero en el coche.
Muy bien contado »Valvetronic» y añado q hace unos meses subieros 2 puntos el IVA justo cuando se estaban terminando las ayudas… No hay derecho con estas medidas tomadas…
#4. Valvetronic, se ha explicado bien, yo al menos le entiendo perfectamente. Lo que no sé qué decirle acerca de su teoría, estoy seguro que se le (nos) escapan muchas cosas, porque si realmente fuese beneficioso para ambas partes el Gobierno (salvo que sea un estúpido ignorante) volvería a implantarlas. Que es beneficioso para mundo del motor, sin duda, una subvención más de la que chupar del bote de papá Estado, además el Ejecutivo ha comprobado que las marcas -y concesionarios- han subido el valor de los vehículos claramente más que si no tuviesen ayudas.
Lo que el Gobierno está haciendo es esperar. Esperar a ver qué ocurre en la industria del automóvil en los siguientes meses. Seguro que si la hecatombe de ventas sigue así, volverán a tirar del pozo sin fondo del presupuesto. De momento, y como parece que nadie quema contenedores en las autovías protestando por la caída de ventas, el Gobierno se mantiene en lo que algunos llaman «impás».
Ionium, Juanpi, el fallo es el que he indicado.
Se está estimulando a que la gente, coja sus ahorros y se los gaste en el coche, en vez de en el restaurante, el hotel rural, el cine, el bar, el gimnasio, la bicicleta, etc.
Como veo que estais perezosos, os escribo muy brevemente la paradoja de la ventana rota (de 1850, ha llovido, ¿eh?).
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Dicen que una vez, el descuidado hijo del tendero rompió una cristalera. Completamente iracundo, se volcó sobre el hijo para reprenderlo. Todos los testigos defiendieron al hijo con palabras como «Son cosas que pasan… Si los cristales no se rompieran, ¿de qué vivirían los cristaleros?»
Imaginemos que el cristal cuesta 100€. El cristalero llega, hace su justo trabajo y recibe su compensación por ello. Ese dinero sale del bolsillo del tendero para llegar al del cristalero. De esta forma el dinero entra en circulación, ya que con esos 100€ el cristalero podrá pagar el cristal y comprar comida, o zapatos, o lo que él quiera. Ésto es lo que la gente ve.
De este modo, puedes llegar a la conclusión de que romper cosas está bien, ya que obliga a que sean reemplazadas, creando industria y puestos de trabajo.
Pero lo que la gente no ve es lo que no sucedió.
Si el hijo del tendero no hubiera roto el cristal, el tendero se podría haber gastado esos 100€ en otra cosa, como comprar comida, o zapatos, o lo que él quisiera…
Globalmente, lo único que ha pasado es que se ha perdido el precio de un cristal.
La destrucción nunca es beneficio.
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Pues así es exactamente como funciona el tema de destruir vehículos viejos, pero funcionales, para promocionar la compra de vehículos nuevos.
La sociedad no sale beneficiada… globalmente, lo único que ha pasado, es que se ha perdido el valor de unos coches que se han achatarrado cuando aún eran útiles.
Insisto por si no se entiende.
De los 20 mil euros del coche… 2 mil se quedan en el concesionario, en la grúa que lo ha transportado, etc… y 18 mil se van a la fábrica que está en Polonia, o en el Reino Unido, o en Alemania, o en Italia…. o en España, sí… que con parte de ese dinero habrá comprado componentes hechos en China, en Turquía, en Francia, en Japón, etc. etc.
Vamos, que si tiráis de la cuerda de dónde va cada euro gastado en el coche… y lo comparáis con lo que se podría haber comprado el usuario en vez del coche… veis que al final todo queda igual… salvo que el mercado se ha distorsionado, haciendo que vaya al fabricante del coche el dinero que de otra forma, habría ido al restaurante, al hotel al productor de jamones, etc.
No se preocupe Emprendeitor le he entendido desde el principio, lo que pasa es que mi entrada respondiendo a Valvetronic no me ha permitido leer justo la suya después, por eso parece que he ignorado sus explicaciones y la paradoja que explica 😉
emprendeitor, yo tampoco había tenido en cuenta tu punto de vista.
No conocía esa paradoja, muchas gracias por habérmela descubierto.
Creo que lo que explico es aún más valido en una situación como en la que estamos (crisis).
Lo que yo digo es que deberían de ser unas ayudas que dinamizasen el consumo, no unas ayudas que viniesen para quedarse. Lo ideal sería que se implantaran de una manera tan efectiva como eficiente, reduciéndose paulatinamente a medida que la situación económica se normalizase.
De nada sirve que tengamos X dinero debajo de la almuada, si por «miedo» no se gasta.
En resumidas, unas ayudas no de «dependencia» sino de dinamización y estimulación a la compra.
Ojo, que yo soy el primero que piensa que la situación que se estaba dando hasta ahora en la venta de coches… era insostenible. Veo más normales que se están dando estos últimos meses, a los que había hace 3 o 4 años.
Saludos.
Solo para corregir la última linea de mi texto anterior, me refiero a los datos de matriculaciones.
Para emprendeitor.
La historia que cuentas es una de las miles que circulan en economía y que da la razón a cualquiera cambiando dos o tres palabras.
Yo «manejo» una versión más moderna que narra el caso de una prostituta que va al hotel y le cobra 50 € al carnicero, aquella paga la habitación del hotel y el gerente del hotel paga al carnicero. Como ves hay adaptaciones para todos los gustos (y esta está muy resumida).
Las paradojas en economía suelen tener sus pequeños trucos, y si los tenemos en cuenta la cosa cambia.
Por ejemplo.
Cuando achatarramos un coche con 20 años y ponemos en circulación uno nuevo, el cambio no es equivalente ni mucho menos y tu lo sabes tan bien como cualquiera.
Pones en circulación un «bien» con el valor añadido de la seguridad, el menor consumo, la fiabilidad y podríamos tener en cuenta hasta la parte subjetiva, esto es , la diferencia en agrado de uso y hasta lo bonito que es un coche nuevo, comparado con un viejo cacharro.
Cada uno valore como quiera.
Entregando un vehículo que muchas veces ya no funciona o apenas lo hace, obtienes uno completamente nuevo con el que seguramente viajarás a sitios donde con el otro no hubieras ido ( a ver a tu primo el del pueblo por ejemplo).
Por último el efecto sicológico de que te descuenten dinero que siempre funciona.
El mercado nada tiene que ver con la ciencia exacta, si no fuera así no funcionaría la publicidad tal y como la conocemos. Probablemente citroën no tendría sus campañas «hasta fin de mes» desde hace 30 años, ni Seat sus «Autoemoción» etc, etc. Se limitarían a dar un pregón con una gaitilla anunciando la salida del nuevo modelo «se hace saber..».
Y por último te daré la razón por otra causa.
Probablemente aunque se prolongara el plan prever o como lo llamemos tardaría un tiempo en volver afuncionar porque la demanda latente ha sido satisfecha en gran parte y ahora no actuaría tan claramente. Amén de que el gobierno no tiene ni los 500 para poner.
La propaganda siempre ha existido en sus variopintas formas no nos llamemos a engaño.
Saludos.
Habría que ver las características de los 250.000 coches que se achatarraron con motivo de las ayudas; me cuesta creer que la mayoría estuviera en tan mal estado.
Además, también existe una cosa llamada mantenimiento de la que casi no se benefician las marcas en los automóviles más antigüos.
La Economía es una ciencia inexacta, pero tampoco es una ciencia aleatoria, al menos, no completamente. Si ponemos (o elevamos) un impuesto sobre el consumo de un producto, esto afecta a la oferta y el resultado es que el consumo se reduce o, como mucho, se mantiene si la demanda es completamente inelástica (como pasa, prácticamente con los combustibles, al menos a corto plazo). Por contra, los ingresos fiscales derivados aumentan o, como poco, se mantienen. No es posible que disminuyan, salvo que el incremento del impuesto sea muy, muy elevado de forma que el producto acabe con un precio tan alto que a los consumidores no les compense pagarlo ni a los productores producirlo (aunque el precio sea alto, sus ingresos después de impuestos son bajos). Si bajamos el tipo de un impuesto al consumo el efecto es el contrario, el consumo final sube, el precio final baja y los ingresos fiscales se reducen. No es matemáticamente posible que bajes un impuesto y los ingresos fiscales aumenten o que lo subas y disminuyan (al menos, si lo haces de forma moderada). Es de 1º de Economía.
Las subvenciones funcionan de forma parecida a una bajada de impuestos, sólo que afectan a la demanda, no a la oferta. Si pones una subvención, sube el consumo, sube o puede subir el precio total (pagado+subvención, como se ha comprobado con los coches) aunque no el pagado por el comprador y sube el gasto público y con él, el déficit. El problema añadido de las subvenciones es que, para financiar una, tienes que poner o subir los impuestos por otro lado. Tarde o temprano, si lo haces tarde, generas un déficit.
El efecto combinado de una subida de impuestos y la eliminación de una subvención es el mismo y doble. Reducción del consumo, sube el precio pagado por el comprador, baja el recibido por el vendedor (el de mercado no se sabe, puede subir o bajar) pero los ingresos fiscales suben y los gastos bajan (y el déficit fiscal se reduce). A muy corto plazo puede no ser así, (por compras que se adelantan o que se retrasan) pero a medio plazo es inapelable. El problema es que el Estado no tiene un duro. Y los españoles, entre hipotecas y paro, tampoco. Es verdad que las subvenciones al consumo es un gasto poco productivo, es como subvencionar la compra de gominolas. Como dice Ionium mejor sería subvencionar una forma de producir las gominolas más baratas o de mayor calidad (esto es competitividad, innovación, y esas cosas); al menos se le saca rendimiento al dinero gastado. Es lo que quiere hacer el gobierno con la apuesta por el coche eléctrico, cosa que no han sabido explicar bien y que, como toda innovación, tiene el riesgo de que al final no salga bien. Aunque al final, yo soy de los que piensa que siempre se le saca partido al gasto en innovación, aunque a veces tarde y en cosas que no son las inicialmente previstas.