El Lancia Voyager es un monovolumen de gran tamaño y siete plazas que está disponible desde 38 630 € (todos los precios). Cuesta más que un SsangYong Rodius, un Fiat Freemont o un Ford Galaxy y parecido a un SEAT Alhambra, un Renault Grand Espace y un Volkswagen Sharan. Un Mercedes-Benz Clase R es más caro (listado).
Imágenes Lancia Voyager:
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El Voyager deja de comercializarse con el motor Diesel de 163 CV. Ha sido sustituido por el nuevo cuatro cilindros en línea, 2,8 litros de cilindrada y 178 CV de potencia. Va asociado a una caja de cambios automática de 6 velocidades.
Además del nuevo motor, hay variaciones en cuanto al equipamiento:
- El control de estabilidad —de serie en toda la gama— incluye ahora una función específica para circular con remolques.
- El nivel de acceso a la gama denominado «Silver» mantiene el mismo precio que con el motor de 163 CV —38 630 €— porque está menos equipado. Ciertos elementos como la conexión Bluetooth para teléfonos móviles, el control de aparcamiento trasero, el ordenador de viaje y las barras longitudinales en el techo son ahora opcionales.
- El nivel de equipamiento «Gold» cuesta 2800 € más que en el modelo anterior —45 385 €—. Ahora, las versiones «Gold» están más equipadas ya que tienen navegador —con pantalla táctil de 6,5 pulgadas, disco duro de 20 Gb y manos libres «UConnect Phone» con Bluetooth—, cámara de visión trasera y faros de xenón de serie.
- El nivel de equipamiento «Platinum» tiene un precio y equipamiento similar al modelo anterior. Está disponible desde 48 326 €.
Por dios, ese peluco incrustado le queda como una guitarra eléctrica a la virgen María
JM
A mi me hace más daño la palanca de cambios!!! Pero vamos, que no tenemos ni idea, porque Lancia es una marca que hace coches con un diseño increible e interiores que compiten con las mejores marcas Premium, y tal y tal
@2
Punto 1: Esto no es un Lancia
Punto 2: Antes que Fiat decidiera cargársela Lancia era una de las marcas mas inovadoras y vanguardistas con coches excelentes
Punto 3: Los tan vanagloriados premium son en bastantes casos versiones pijas y caras de coches asequibles
Punto 4: Cuando los premium intentan hacer algo creativo e innovador (Clase A, A2,…) sus clientes simplemente la dan la espalda
Ferrer, no se me enoje!! Pero la realidad es que no se puede vivir del pasado y culpar a otros por el presente.
Si Lancia está como está es simplemente porque la clientela no le gusta su producto y prefieren los Premium alemanes a arriesgarse con marcas como Lancia.
Que esto no es un Lancia, es cierto, no deja de ser un Chrysler pero……eso no es culpa mía, lo es de Lancia y yo cuando veo este espanto de interior pienso, no puede Lancia hacer un diseño nuevo del interior……ah, es más cómodo dejarlo como está….error de Lancia no???
¿Me redefinen otra vez lo que es premium, por favor?. Hoy día un BMW es tan ordinario – a veces más- como un VW, un Audi es un Skoda, y Mercedes es el recuerdo de lo que fue.
Lancia se ha ido al garete porque no ha sabido ofrecer argumentos de compra. Si su producto no es atractivo, no se vende. Si no se vende, ya bastante es que le dejen poner su logo en algo que no hayan hecho ellos.
JM
¡Es que si me toca a Lancia nos las tenemos! 😉
El problema es que no es «culpa de Lancia». En todo caso es culpa de la gente que le han quitado todo lo que la hacía grande. Pero para esto tenemos que repasar su historia.
Lancia siempre fue una marca innovadora y vanguardista de coche pensados para el conductor (Vicenzo Lancia fue, de joven, piloto de competicion de Fiat). A pesar de esto siempre supieron enfocarlo desde un prisma del comfort y el refinamiento. Vicenzo murio y su hijo eventualmente tomó las riendas de la empresa familiar. Al joven Lancia le gustaba la competición y no tardó en montar un equipo de carreras de fábrica, un proyecto costoso y complejo. De ahí salieron los magnificos deportivos biplaza sport de la serie D y el bonito D50 de F1.
Pero la innovación y la competición son empresas muy caras y Lancia nunca fue una marca de volumen. La familia Lancia perdió el control en 1956 y finalmente fue vendida a Fiat en 1969. Fiat más o menos se comporto con Lancia, aunque claro poco a poco Lancia iba perdiendo sus rasgos más distintivos; pero de todas formas en los ochenta era una marca con un relativo buen prestigio (en gran parte gracias a los éxitos deportivos) y que tenía unos buenos volumenes de ventas.
Todo se torció cuando en 1986 Fiat compró Alfa Romeo. Lancia y Alfa Romeo estan enfocadas basicamente al mismo cliente, si bien llegan a él de formas distintas. Por otra parte Alfa Romeo siempre ha sido la niña de los ojos de Italia, mientras que Lancia, si bien reconocida, nunca a disfrutado de este trato de favor.
Fiat decidió que Alfa Romeo sería la marca deportiva y Lancia la de lujo, y a tal efecto despojaron de todo atisbo de deportividad a los Lancia y cesaron las actividades deportivas de la misma, mientras se inyectaron ingentes cantidades de dinero a Alfa Romeo y se potenció el equipo de carreras de la casa. Todo esto llevó a productos que no gozaron del favor del público y que no tenían los exitos deportivos para apoyarse en la imagen. La gama de Lancia se redujo cada vez más y el volumen tambien, hasta que se decidió que los Lancia serían los Chrysler europeos y hemos llegado a engendros como el de este artículo.
Lo irónico es que Alfa Romeo nunca ha alcanzado los volúmenes de venta que Lancia tuvo en los ochenta y principios de los noventa, y yo incluso me atrevería a afirmar que nunca ha ganado dinero bajo Fiat. En cambio con Lancia tenían una marca establecida y sana economicamente. Pero bueno decidieron cargarsela por las buenas.
Desafortunadamente para mi «nací demasiado tarde» para disfrutar del esplendor de Lancia en su momento, aunque supongo que siempre quedaran los clásicos.
Forza Lancia, y perdón por el ladrillo.