Ayer, durante la presentación de la undécima generación del Honda Civic, estuve charlando con Albert Cavero, director de comunicación de Honda, sobre el anuncio que se hizo el 4 de marzo de una alianza entre Honda y Sony para crear una nueva compañía de movilidad.
Aún no tienen o no pueden dar información «jugosa» sobre este asunto. De este proyecto sabemos poco más que será una filial conjunta («joint venture») para el desarrollo de vehículos eléctricos de alto valor añadido. Honda «aportará todo su conocimiento y experiencia en la fabricación de modelos» y Sony «desarrollará la plataforma de servicios de movilidad (telecomunicaciones, redes, tecnologías de entretenimiento, etc.)».
2022 va a ser el de la creación de la nueva compañía, pero hasta 2025 no llegará el primer producto. Honda se encargará de fabricar el coche en sus plantas y del servicio post-venta.
El interés de Sony por entrar en el mundo del automóvil no ha sido una sorpresa. En enero de 2020 anunció un prototipo, el Sony Vision-S —una berlina grande de 544 CV— y en enero de este año un SUV de siete plazas, el Sony Vision-S 02. Del primero ya hay circulando unidades de pruebas camufladas, pero Honda no nos ha confirmado si la plataforma del coche es suya.
Sony no tiene experiencia fabricando automóviles, pero es un suministrador de componentes (sensores de cámaras). Empezó a hacerlo en 2014 con el sensor IMX390. Los sensores (cámaras, radar, lidar y ultrasonidos) son fundamentales para el funcionamiento de los diversos sistemas de ayuda a la conducción. O dicho de otro modo, son claves en la consecución del coche autónomo y, por consiguiente, en todos los posibles servicios de movilidad vinculados a este.
Galería de imágenes del Sony Vision-S
Galería de imágenes del Sony Vision-S 02