Este texto corresponde a unas “primeras impresiones” que puedo sacar adelante del Ford Tourneo Custom. Conduje este vehículo durante 10 kilómetros y recorrí otros tantos como acompañante en la segunda y tercera fila de asientos. Supongo que más adelante publicaremos información más completa y válida, bien en estos blogs o en km77.com
————
Es uno de los últimos vehículos que ha lanzado Ford. Está pensado para el transporte de pasajeros (hasta 9) y en el configurador de Ford aparece dentro de la categoría de «turismo», al mismo nivel que, por ejemplo, un Ford Galaxy. La Ford Transit Tourneo, de tamaño más o menos equivalente al Tourneo Custom, está considerada por Ford como un «vehículo comercial» incluso en sus versiones con asientos.
El Ford Tourneo Custom se aleja del clásico vehículo de carga o de uso profesional por varios aspectos. Por ejemplo, por su equipamiento de serie y opcional. Las opciones que más me han llamado la atención son la alerta por cambio involuntario de carril o la cámara posterior de ayuda al aparcamiento (la imagen que recoge aparece en una parte del cristal del espejo retrovisor). También me sorprendieron sus cómodos asientos, el moderno salpicadero o que el interior tiene mucha superficie guarnecida, que deja poca chapa a la vista.
Ahora bien, tampoco hay que esperar del Tourneo Custom el mismo nivel de refinamiento que tiene por ejemplo un Galaxy. Algunos detalles técnicos dejan entrever que su desarrollo parte —de alguna forma— de una plataforma más propia de un vehículo de carga que de pasajeros: su eje posterior es rígido y lleva ballestas como elemento elástico. Este tipo de construcción desde luego no es un desdoro: como siempre digo, lo que importa (a mi juicio) es cómo va el coche, no cómo está hecho. Si no, pregunten a Celedonio y a su acompañante Themis lo cómodo y absorbente que era el Ford Ranger (también de eje posterior rígido y ballestas) sobrepasando las irregularidades del desierto marroquí en el Eco Desafío Burn.
Dada la altura de su carrocería, el Ford Tourneo Custom se puede matricular —creo— dentro de la categoría Vehículo Mixto Adaptable o como turismo normal. De la primera forma, sale más barato porque no paga el impuesto de matriculación. En el segundo caso, las ventajas más palpables son que puede circular legalmente hasta 120 km/h (en lugar de 100 km/h, si se utiliza la otra fórmula de matriculación) y que el paso por la ITV es menos frecuente.
Se puede elegir con motor Diesel de 125 ó 155 caballos y con carrocería larga o muy larga (4,97 metros y 5,34 metros). El nivel de equipamiento es único («Limited»). La Tourneo Custom en la que he montado era la más «gorda» por todo, también en precio. Esta unidad tope de gama supera por poco 37 000 euros (todos los precios del Tourneo Custom). Aunque esa cifra a priori suene elevada, hay que ponerlo todo en perspectiva: un Ford Galaxy de 163 caballos, que tiene siete plazas, cuesta 34 750 euros.
La principal ventaja del Tourneo Custom de mayor tamaño frente al de carrocería corta, es que tiene más espacio de carga tras la última fila de asientos. Además, no tiene un precio, peso o consumo muy desfavorables frente a la corta (es unos 500 euros más costosa, 75 kg más pesada y gasta 0,2 l/100 km). Visto así, parece que la grande es más apetecible, pero hay que tener en cuenta que maniobra claramente peor y que tiene unas dimensiones que empiezan a ser excesivas para pasar por según qué calles que abundan en el centro de las ciudades.
En algunos aspectos, el Ford Tourneo Custom no tiene nada que ver con un monovolumen grande (por ejemplo, un Ford Galaxy). Por ejemplo, se va sentado mucho más lejos del suelo; tanto que hay un peldaño para llegar hasta el puesto de conducción.
Esa posición tan elevada de conducción tiene ventajas que yo hasta el momento desconocía; una de ellas es que salir marcha atrás de aparcamientos en batería es muy fácil porque se ve perfectamente por encima del techo del resto de los coches.
También se va bien en los asientos de la segunda y tercera fila. Sujetan bien el cuerpo y tienen diversas posibilidades de configuración, que no he probado. Quizá falta un buen sitio para colocar los pies. En la segunda fila, van apoyados en un escalón que recorre la carrocería de lado a lado (se puede apreciar en la fotografía adjunta), y en la tercera fila, directamente en el suelo (plano)
Una de las razones de ser de este vehículo es su capacidad para pasajeros. De serie tiene ocho plazas en tres filas de asientos y opcionalmente puede tener nueve si se añade una de pequeño tamaño junto a la del conductor. Precisamente esa plaza me parece la peor. No tanto porque sea algo estrecha, sino porque puede limitar la libertad de movimientos del conductor.
Un punto mejorable de las cualidades dinámicas del Ford Tourneo Custum es, quizá, el motor. Me pareció que le falta un poco de fuerza justo en el momento de la arrancada. No resulta completamente insuficiente, pero en ese momento inicial responde con pereza. De la suspensión no tengo ningún recuerdo especial, lo cual creo que significa algo bueno.
Salvo por las precauciones necesarias por sus dimensiones, la conducción de este Ford no entraña dificultades. De hecho, me pareció que se maneja especialmente bien. Solo conduje por ciudad, pero creo que mantiene ese buen tacto de conducción que tienen muchos modelos de este fabricante. En particular me gustó la dirección.
Cogolludo