Sí, ya sé que esperaban encontrar algún artefacto exótico o fuera de parámetros, pero es que se me presentó la oportunidad de subirme en el archifamoso Renault de la Redacción y claro, no es cuestión de desaprovechar la singular ocasión.
¿Cómo describir la experiencia?.
Cuando el mundo era como en las fotos de Instagram, en los años 70 y 80, la gente iba montada en cosas así, así , y así y la gente no se limitaba a transportarse limpia y eficientemente como ahora,no: la gente sudaba sangre y océanos para transportarse. Aquellos conductores de entonces, subidos en esos hierros se esforzaban en dar lo mejor de sí mismos para aprovechar cada famélico caballo de esos coches; bajaban una o dos marchas cuando venía un repecho, quitaban el aire acondicionado -los que lo tenían- para hacer un adelantamiento, ponían la calefacción en verano para bajar la temperatura del refrigerante, cargaban eficientemente el coche, sabían cuánto gas poner para que el coche y sus carburadores no se atragantasen y sobre todo, se peleaban con él porque los coches de antes no se conducían: se dominaban.
Hoy todo se ha vuelto más descafeinado, eficiente, limpio, impersonal, sencillo, asequible. En algunos aspectos el avance es sensacional siendo la mejor seguridad activa y pasiva lo más destacable. Pero hoy la gente conduce a ritmos cansinos coches que son mecedoras comparados con los de los coches de generaciones precedentes, y así la gente va dándole al Whatsapp porque conducir desde una poltrona a ritmo de caracol exige tanta actividad cerebral como ese pis que hacemos de madrugada sin poder despegar los ojos. Yo creo que hoy en día la gente se mata porque se aburre. Un SEAT 133 (lo he puesto antes en foto enorme para que asustase a los niños) no te daba tregua, un Renault 8 ni hablamos: estrecho como un tubo, con cuatro faros -uno más y parecía un OVNI- y ese característico sonido a micción en orinal. (No pregunten).
El motor condiciona su conducción.
Pero este Clio necesita ser conducido como los de antaño. Con mano firme. Con ese motorcillo exiguo que tiene, yo es que me veo cambiando a 5.500 rpm constantemente. Tiene menos bajos que un pitufo. (No conozco los bajos de un pitufo, pero llevo diez minutos pensando en un símil y ahí se queda a falta de una ocurrencia mejor). Y el motor tiene ese particular sonido Renault a cacatúa agónica en su último suspiro cuando uno lo estira, pero es que si no lo estiras, no se menea.
Subir de vueltas sube con más o menos alegría, pero lo que es perderlas, es una desesperación. Si las catedrales tuviesen volantes de inercia, éste Clio tricilíndrico tendría un volante de inercia de catedral: hay que esperar una anomalía temporal para poder cambiar a la marcha siguiente para evitar que el paso de una marcha a otra no se salde con un vaivén.
Por alguna cuestión misteriosa, pese a costarle un triunfo ganar velocidad, no la mantiene mal en llano, sea cual fuese la velocidad. Eso sí, si viene un repecho, pues eso, de quinta a cuarta y de cuarta a tercera, toma revival de los setenta.
Este coche presenta un acelerador que es más parecido a un interruptor dado que en él no parece tener mucho sentido por lo poco fructífero, dosificar lo poco que hay que dosificar. Un ritmo ligero necesita ir con el gas a fondo casi constantemente y el tacómetro en las 5.000-5.500 rpm alboreando (ole) el final de su recorrido. Para mi sorpresa, el coche cuenta con un botón ECO que incide sobre el acelerador y ayuda a dosificar la potencia. Esto ya convierte a un coche perezoso en un coche ñoño y pastoso.
Defectos, pero también virtudes
No es una crítica descarnada, porque son esas cosas precisamente las que le convierten en un coche de lo más idóneo para un misacantano del carnet de conducir. Es un coche de precio razonable, que hay que conducir, entender, que hay que anticiparse en su manejo: desconectar el aire acondicionado para adelantar, asumir que en algunas carreteras la segunda es muy corta y la tercera, sin bajos, muy larga. Es un coche para valorar la conducción. Ideal para aprender o ideal para la gente que busque un coche pequeño, no muy caro, de imagen desenfadada y no tenga capacidad de darse cuenta de sus peculiaridades, que ya es suerte.
Peculiaridades
Aparcarlo sin un sistema de pitidos es un suplicio, no por grande, sino porque no veo ni coscojo.
El tacto del cambio, si bien es mejor que en algunos Renaults pasados en los que manejar el cambio era algo parecido a mover una cuchara en un bol de puré de patata, no es prodigioso y hay demasiada sensación de palanca, pero al menos, sin ser una maravilla, no es imprecisa.
El coche viene equipado con una pantalla grande, de funcionamiento rápido -varias veces más rápido que el del Range Rover de la semana pasada-, pero que dada su situación, está permanentemente afectada por los reflejos, así que usar el sistema con luz diurna exige usar una solución aftermarket dispositivo semejante a la de abajo, o bien sólo escuchar la radio por la noche, con la complicidad e intimidad de las estrellas, que hay que ser cursi y relamido para escribir algo así, es como de novela barata.
Sigo que me pierdo.
El motor tiene un sistema de esos que me irritan del tipo Stop&Go, o Stop&Fly o Arre&Só (que cada marca lo llama de una manera) y hasta ahí todo bien. Lo que sucede es que cuando el coche vuelve a arrancar emite un sonido que recuerda a máquina de palomitas de maíz y produce una vibración meneosa, perceptible pero no exagerada, que me añora todo al Citroën 2CV cuando próximo a calarse, agitaba los mofletes y las latas esas que llevaba cloclocloclocló.
El coche lleva una de esas tarjetas engorrosas para el acceso sin llave. En la imagen, la de un Laguna porque no pude hacerle una foto, al menos no entera. El Clio tiene un receptáculo para insertarla, pero puede ser insertada indistintamente boca arriba o boca abajo. Sólo una de esas formas de inserción es correcta, pero el sistema no impide que se inserte de la manera incorrecta. Así que, con 23.210 kilómetros, inserté la tarjeta erróneamente y se quedó clavada como la espada de Excalibur. Gran marrón. Si se queda insertada, cualquiera puede subirse al coche y llevárselo, así que hube de desincrustarla arriesgando la vida, fuese ello necesario. Como Rey Arturo, tiré de la dichosa tarjeta, empotrada y ella, reacia a salir como político profesional a ganarse la vida fuera del presupuesto público. Temí lo peor. Concentración Jedi mediante y tres ventosidades involuntarias después, la logré sacar, quedándose dentro parte de la tarjeta, en concreto la llamada «espada» y que viene tan a cuento con la preciosa analogía a propósito de la llave-Excalibur. Me parece un tormento la tarjeta esa, señores de Renault.
En resúmen
No he convivido mucho con el coche, pero me parece estéticamente fresco, chic, joven y macarra todo en un mismo pack. Es un coche ideal para aprender el negociado de la conducción, y para tener una sensación racing porque moverse con un mínimo de soltura implica manejar mucho el cambio, esperar el momento óptimo para cambio ascendente y calcular distancias al milímetro en los adelantamientos.
No me pronuncio sobre su rendimiento dinámico porque no tiene la menor pretensión deportiva más allá de que el motor exige que se le practique una conducción de este tipo para que se mueva; el chásis no me ha llamado la atención pero en apoyo franco me sigue dando esa sensación muy de Renault en esta gama de brazos poco consistentes, como de flaneo en el apoyo, como con chapa delgada que torsiona y retorna aunque menos acusada que lo que era habitual en los modelos de Renault.
Frases para el olvido
- – Fresco. Desenfadado
- – Desenvolverse con soltura implica usar mucho régimen de giro.
- – No entiendo el botón ECO
- – El sistema de información a bordo sólo vale para la noche si hay mucho sol
- – Las llantas están sobreexpuestas a roces de aparcamiento
- – No hay quien lo aparque sin recurrir al oído de una u otra manera
- – Tiene ruidos de máquina de palomitas y contoneos con el Para&Vamos
- – Con menos rueda, iría mejor, con una llanta menos expuesta, el aparcamiento no sería un suplicio.
- – El testigo de motor frio se apaga en trescientos metros, no me lo creo.
- – Buen coche para empezar o para quien no necesite más, (qué suerte).
- – DIVERSIÓN **+++ 2/5. Puede ser tan divertido como hacerle el amor a una lámpara o inocuo, según quién lo lleve.
Veo en la foto del apaño con posits que no usa usted gemelos, este detalle emborrona la imaginaria estampa que tengo de usted.
Por lo menos saluda al coger la cámara, abriendo la mano que la sujeta al contrario del estilo garrapata del Sr. Moltó.
Divertida prueba del Clio, me entran ganas de comprar uno.
Siga así.
He usado gemelos hasta no hace mucho; acabé hasta el moño de andar girando los puños dobles para que reposasen mis brazos con naturalidad sobre la mesa del despacho.
Tampoco llevo reloj de bolsillo ni chalequito 😛
JM
Creo que con esto les tiras por tierra la prueba de los 120k.
Sin ofender creo y creo que no soy el unico que esta prueba tiene poco o ningun atractivo por el coche elegido y las pocas novedades que aporta.
Sinceramente este coche da para una prueba de una semana y creo que es mas que suficiente.
La proxima vez encuestita sobre que modelo comun elegir por favor, ganaremos todos.
«Pero hoy la gente conduce a ritmos cansinos coches que son mecedoras comparados con los de los coches de generaciones precedentes, y así la gente va dándole al Whatsapp porque conducir desde una poltrona a ritmo de caracol exige tanta actividad cerebral como ese pis que hacemos de madrugada sin poder despegar los ojos. Yo creo que hoy en día la gente se mata porque se aburre. »
Texto para enmarcar!
Por lo demás, desparpajada, amena y contundente exposición la suya, he disfrutado leyéndola 🙂
El sistena «antireflejante» aftermarket, supera con creces cualquier idea de I+D al respecto de Renault!, hahahaha!
Hacía tiempo que no me reía tanto en una artículo sobre coches. Sobre los Renault, tuve un supercinco 1.1 TL con platinos, no llevaba el encendido Renix, que el procedimiento de arranque en frío era muy peculiar. Tres manchadas a fondo del acelerador, estarter a fondo, apretar embrague y dar a contacto. O lo hacías a así o no arrancabas bien y te podías quedar sin batería. Despues el jueguecito de vamos a ir quitando estarter a que me calo. Aunque no era un gran coche lo tengo en gran aprecio.
Este Clio no se hizo una elección razonable de equipamientos, aún así el made in turkey se nota digan lo que digan.
Como conclusión de la prueba me queda que padece usted hiperplasia benigna de próstata.
Cordial saludo.
Hala. Oiga, no me asuste. Estoy seguro de que la inmensa mayoría de los de por aquí hacemos algún pis de madrugada, no voy yo a ser el único.
Llamamiento: ¿Les importaría retratarse?; agradecería dijesen si hacen a Relaxing pis of madrugada o no.
Agradecido de ustedes,
JM
«Querido Top Gear: A ver cuándo hacen pruebas de coches que pueda comprar la gente normal.»
JotaEme, se ha querido vd. adelantar a que le llegue una misiva de esas 😛
Por otra parte, ha desaprovechado la oportunidad del comentario #1 para desmentir la autoría de la foto (pudo ser su mayordomo, p. ej.).
De nuevo, un texto estupendo.
Comparto (en general, no he probado este Clio) el tema de la visibilidad, que parece muy descuidada en modelos que no son precisamente «Lambos» (y de la «utilísima» 3ª luna lateral, ¿que?). Y también lo de la tarjeta (no entiendo la «innovación» de los sistemas manos libre, salvo el de rellenar las notas de prensa ¿¿??). Y la falta de un INDICADOR de temperatura por común no deja de ser un crimen.
Eso sí, esperaba algún comentario sobre la dirección (servidor aún no ha llevado una eléctrica) y la relación tamaño exterior/interior.
PD: No me tome por picajoso, mi intención es puramente constructiva.
Yo nunca me levanto por la noche a hacer pis, salvo que me acostara perjudicado en cuyo caso si que me levanto.
Supongo que lo del Sr. JM serán cosas de la edad. Uno abandona los gemelos, al poco la corbata, despues como quien no quiere la cosa desaparecen las chaquetas y finalmente se acaba en chandal echando migas de pan a las palomas y viendo el programa de media mañana en cualquier cadena de televisión patria. En el caso del Sr. JM supongo que será Antena3, puesto que hasta la incluye en el emblema del coche enfadado ese que acompaña al título de este rincón suyo.
Pd. Revísese la próstata, bueno mejor que se la revisen, mediante el procedimiento que seguro ya le han contado… 😉
Esa foto del 133 abollado color verde olivo de Jaen me va a traer varias noches de terrores nocturnos y orines involuntarios asociados.
D. JM, hace al menos cinco años que interrumpo todas mis plácidas noches para la meadita prostática. La hiperplasia benigna es eso, benigna. Cosas de la edad. Nada de lo que preocuparse pero un cogniazo, eso sí.
La prueba, descacharrante. Y los que nos criamos con esos chismes en que había que [cita] aprovechar cada famélico caballo [fin de la cita] no sabe lo bien que le entendemos.
Vale, vale. Visto lo visto, así como lo antevisto en otras pruebas, juro que jamás me compraré un 0.9 TCE.
Lo que se me escapa es que, sobre el papel, con su potencia y par, no debería ir mal. He mirado una comparativa con el MiTo 0.9 y, pesando algo más el italiano, andan a la par en aceleraciones. Y, sin embargo, el Alfa le barre en recuperación y adelantamiento.
A falta de datos de par para el Lombardo-por las aceleraciones, la potencia parece similar- parece que la diferencia está en los desarrollos: 30Km/hx1000 en 5ª frente a 38 que al Clio se le indigestan.
Lo peor es que empatan en consumos y el italiano es más silencioso (el francés debe parecer un mercado turco, por el ruido, quizir).
Al final, van a tener que recortar. Pero desarrollos, y no en acabados que eviten ingeniosos aftermarkets como el que propone (por cierto, los post-it conjuntan bien con el amarillo del coche).
Por cierto, me interesa sobremanera: ¿a qué edad han empezado Uds. con su micción nocturna y a ojos pegados?
Una pena, pasar de la polución a la micción. Tempus fugit.
@7 Jotaeme:
Yo también soy de los relaxing pis of madrugada, aunque no every noche. Some sí, y others, pues no. Depende de la cantidad de líquido ingerida before bed.
Le felicito por la prueba. Si tuviera que enmarcar una frase, sería «un Renault 8 ni hablamos: estrecho como un tubo, con cuatro faros -uno más y parecía un OVNI- y ese característico sonido a micción en orinal». No se me ocurre una definición mejor de ese coche. Sobre todo del sonido de su motor.
Saludos,
Gabriel.
Propongo que JM grabe un video imitando el sonido del R8 de esa manera que el sabe, y que lo cuelgue en Youtube… La verdad que lo ha clavado con ese simil, mucho mejor que el del pitufo, donde va a parar. Eso si, sepa que a mi personalmente me gusta como suenan los erreochos, y a partir de ahora asociare indisolublemente esa imagen chunga a ese sonido. Gracias.
Es un auténtico placer tener comentaristas como ustedes; tanto que les voy a hacer la pelota: son ustedes cultos, guapos, divertidos, y sensacionales. Si fuese Ministro de Hacienda, propondría una desgravación para los comentaristas de este blog.
Algunas cosas que han surgido, agradecidos todos y a vuelapluma:
pier nodoyuna.- La dirección no me gusta, es como de Playstation, muerta, pero no me llama la atención, la verdad es que da un poco igual; es un pecado menor en el conjunto. Si fuese que la dirección afease un conjunto irreprochable la habría mencionado, pero siendo la menor de las singularidades y orientándose el coche a quien probablemente le importe un pito mientras el coche gire, he preferido no comentar.
EJ25MT5.- Yo también le deseo lo mejor a su próstata, que no tiene culpa alguna de estar al servicio de usted.
JFKa.- El día que se levanta usted elevado dice unas cosas preciosas, pero al color del SEAT 133 que usted denomina «verde olivo de Jaén», los demás lo llamamos, más sencillamente, «verde moco».
Pragmático.- Hablo de oídas, soy insultantemente joven, hasta me piden el carnet para entrar en las discotecas. A veces, no salgo sin mi biberón ni mi chupete. Al tempus fugit le sigue el Urina Fugit, y es peor y varias veces más embarazoso.
Gabriel.- Quizás pudiese usted ilustrar a su comentarista precedente, me he quedado atrapado en el símil y yo pensé que la humanidad entera hacía pis before the rooster crows.
Muy divertido, vaya caña que damos al pobre Clio
Se nota que JM no es un periodista del motor. Si fuera un periodista de estos de verbo florido nos diria «la orientacion urbanita del motor hace necesario un manejo ocasional del cambio de marchas»… la de veces que he tenido que leer cosas como estas.
Lo mismo pasa con el sistema «tira¶», un secreto a voces es que la mayor parte de sistemas son una trampa para homologar menos consumo, y que son tan pedestres en la mayor parte de las marcas que nadie tiene paciencia para dejarlos conectados despues de la primera semana, pero no es habitual describirlos de forma tan realista.
Me temo que el manejo del cambio se ha olvidado definitivamente. El comun de los conductores usa el motor turbo-diesel como una especie de cambio automatico, pone 5ª o 6º y se acabo mover el palo hasta que se llega a destino.
@17
Creo que confluyen dos cosas: de un lado, la exigencia de prestaciones -recuperaciones- brillantes y de otro la pereza para usar el cambio. Es lo que nos lleva a los turbodiésel.
Porque si compara Ud. las prestaciones de ese Clío de m…. con las del 133, le aseguro que están a años luz, por mucho que en el 133 se estiraran las marchas. Se lo digo yo, que me solté con un Panda 35 y pasar de 90 a 110 en un levísimo repecho constituía toda aventura (también es verdad que no he conducido el Clío…).
Por lo demás es muy agradable eso de sentir el «tirón» turbodiésel, acelerando sin apenas subir de vueltas. Pero también hay turbodiéseles y turbodiéseles. No es lo mismo un sosísimo pero elástico -es su medida- TDCI/HDI de 90 caballos que unos más agradecido al subir de vueltas como el Multijet de 120 CV o el Dci de 150, por ejemplo. En uno, a partir de 3.000 vueltas no hay más que ruido, los otros dos suben de vueltas hasta las 4.500 -o incluso 5.000 en el Dci- con alegría aprovechable. Otra cosa es que sus conductores lo sepan.
Pero sí, con tanta autopista y tanto par se nos está olvidando adelantar y subir y bajar puertos de montaña.
He disfrutado mucho con el artículo, aunque pienso que a este coche le ha pedido más de lo que ya su nombre dice dar. Por lo demás, risas mil!
Claramente un coche con un motor aceptable por potencia (la durabilidad veremos a ver si es más que la de una pompa de jabón o una candela de papeles…) enturbiado por un desarrollo descomunal. Pero como dice @18 poco tiene que ver con el panda de 35cvs., pero como por otra parte no vivimos en los ’80, pues es bueno decirlo para que los potenciales compradores lo sepan, el coche en su última marcha y a poco que la carretera suba, se muere y hay que usar con decisión el cambio de marchas. Si has tenido antes un coche de poca potencia y par, pues más o menos sabes usarlo, de lo contrario pues le tocará habituarse a ello. Un saludo!
Un placer releerle de nuevo, literalmente me descojono con sus comentarios.
Le noto algo blandito, ¿ tiene bien afilada su pluma ?
A sus pies
Gustavo
No solo informa sobre el modelo en particular, además lo hace ameno y documentado, un placer.
Buenas tardes querido amigo.
«Hoy todo se ha vuelto más descafeinado, eficiente, limpio, impersonal, sencillo, asequible.» La descafeinada espada legendaria de los perros ingleses demuestra precisamente lo contrario, en manos de los franceses saca lo peor que podemos llevar dentro de nosotros… y no me refiero a las ventosidades, luego sencillo no parece ser.
Tuve el «placer» de aprender a llevar estos cacharros en un R 8 de los de cuatro faros propiedad de mi progenitor y posteriormente siguiendo con la marca conocí el R 5 con el que los amigos teníamos el placer de «tocar los bajos» a su propietario poniendo una copa encima de su capó a lo que hoy en día supongo que se denominaría «up grade» entre los amantes de la tuna que practican el tuning, me temo que mezclo conceptos … pero renault con su R 5 Turbo al buscar sucesor y hacerlo en el clio también se perdió de mala manera, lo escribo por aquello de «racing»: «Es un coche ideal para aprender el negociado de la conducción, y para tener una sensación racing…», define sensación racing en un clio, la mía se ciñe a lo que yo llamé «ataúd volante» y fue el último rinol que conduje que me devolvió a la adolescencia, el clio de 255 cv a 7150 rpm, 25 años después del R 8, no me acuerdo de la fecha exacta ¿2003? pero creo que en eso podemos llegar al acuerdo de tildar de racing en un buga cuyo motor desarrolló Porsche y sonaba como un V6 de los de verdad y no de máquina de palomitas en un semáforo con el para y vamos ese que comentas, con su caja de cambios manual de seis velocidades a la que acortaron recorridos de la palanca y cambiando absolutamente la amortiguación trasera … lo de llevar una señora gorda atada a tu espalda mientras empujas un carrito de la compra en un supermercado casi se le podía aplicar a ese clio.
Diez años después te envidio de mala manera cuando escribes «este Clio necesita ser conducido como los de antaño.» …¿Cómo los clio V6 del 2003 o los R 8? ja, ja, ja… «Tiene menos bajos que un pitufo» me lo apunto como lo de la ínclita señora que nos enseñó a mejorar nuestra técnica con los carritos del supermercado.
Abrazos.
Gracias, ha estado usted simpático y ameno….
Respecto al uso del Post-it a veces lo combino con unas gafas de sol, de las que no cierran por los laterales, para evitar que el amanecer me deje «ciego lateral»… Se entienda el Post-it colocado para tapar el hueco entre la lente y la sien…. No vaya a ser que alguien de fuera nos lea y se pegue el papelito sobre la lente…. No quiero imaginar la cara del de atestados de la GC…
¡Áreas de Servicio, ofrezcan Post-it!
Saludos
Hola
Quiero comenzar diciendo que no me ha gustado la prueba. Me ha dado sensación de que se ha montado en el Clio con prejuicio y que este ha salido perjudicado.
Es un motor de 0.9 litros con 90 cv (100 cv por litro, si no me confundo -hora de siesta-, cifra muy buena), no puede tener bajos, «no se le puede criticar». He conducido TDI de tres cilindros y otros TDI 1.9 que no tenían bajos y sin embargo no ha sido mencionado por, casi, ningún periodista español del motor.
No creo que sea un defecto de Renault que usted se confunda al entrar la tarjeta, donde no es.
Respecto a la pantalla, tiene toda la razón del mundo, y pasa en muchisimos coches, por desgracia. Ahora conduzco un Toyota con Optitron y me pasa lo mismo en muchas situaciones.
Del comportamiento sí tiene razón respecto a esa sensación, también le digo que el clio anterior -un 1.5 85 cv lo he conducido durante dos años- es el primer coche al que he escuchado chirriar las cubiertas bajo un aguacero, sí, conduciendo «mal».
Saludos
Olé y olé! Me ha encantado la forma en que está escrito esta entrada de blog, hacía mucho que no me gustaba tanto una lectura en km77 como hoy 🙂
La frase de la espada de excalibur, memorable!! me he hartado de reir.
Enhorabuena por la forma de escribir y de comunicarse que tienes, artista!
Gracias a todos por los comentarios. El coche es lo que es, desde luego no tiene un enfoque prestacional, pero es un coche que no me ha parecido que anduviese lo que tenía que andar para la potencia que tenía.
Cuando pruebo un coche, procuro transmitirles mis sensaciones, de la manera más gráfica que puedo; como si estuviesen ustedes al lado. Cuántas veces no se han sentado ustedes junto a alguien y probando un coche decían «jó qué bien anda, este coche no frena mucho, qué bien se tiene, ésta tapicería da mucho calor». Pues eso es lo que procuro hacer. Rigor pero informalidad y tratar de colocarles en el asiento de al lado; que sepan qué es lo que experimentarían si lo condujesen ustedes.
Y acepto que haya a quien no le guste el estilo de redacción y prefiera un lenguaje más almibarado, vago o más de folleto promocional. Acepto que haya quienes habiendo comprado el coche se sientan afeados por no respaldarles las sensaciones que ustedes tienen, pues son, al fin y al cabo las mías y no las suyas.
Pero tengan siempre claro que mi propósito es entretener, informar, divertir, pero no a costa del coche sino a propósito del coche que es lo que distingue mi enfoque del de otros con los que en algún momento me han comparado.
Gracias a todos,
JM
Pues yo recuerdo con mucho cariño el R-8. Recuerdo un viaje, a principios de los años 70 del pasado siglo, desde una provincia castellana hasta una ciudad italiana, pasando por todo el sur de Francia, a la ida, y por Cataluña, Andorra, Aragón (hijo de Arathorn) y la Rioja, hasta retornar al punto de origen, todo ello en menos de una semana, con cambio de aceite en la cuneta, allá por la Montaña Negra, pues había que hacerlo cada 2.500 Km, y añadiendo H2O+anticongelante al radiador con cierta frecuencia (el coche perdía un poco desde que nació, y nunca se pudo encontrar por dónde). Éramos tres los viajeros, y no nos pasó nada malo. He seguido viajando en coche desde entonces, incluyendo viajes turísticos de miles de Km en pocos días por Europa, y, en mi opinión, en las últimas décadas nada esencial, cualitativo, ha cambiado en el mundo de los coches: No se puede hacer ahora nada que no fuera igual de posible y fácil hace 40 años. Sí hay cambios cuantitativos: más Km entre cambios de aceite, más facilidad para aparcar en batería (por la dirección asistida), menos calor en verano (por el AA) y menos cerveza en las paradas a repostar (por la alcoholemia). De estas y otras cosas, más o menos cantidad; pero nada esencialmente distinto a lo de antes.
Y siguiendo con el R-8: Corría (cogía los 120 Km/h y quizá los 130 también); tenía un sonido estupendo (sobre todo el modelo TS, con su tubo de escape recto). Y ¿qué decir de aquel estupendo cabeceo?: cuando ibas deprisa el morro iba mirando a una y a otra cuneta, como si quisiera elegir por cuál escapar de la carretera; la sensación era indescriptible; algunos llegaban a poner planchas de plomo en el maletero, que estaba bajo el capó delantero, para intentar pegar las ruedas delanteras al asfalto… ¡unos cobardes!
En fin, sé que no tiene mucho que ver todo lo anterior con el Clio de tres cilindros, salvo que todos son coches y, más en concreto, Renault. Pero es que se ha mencionado el R-8, y yo quiero rendir un homenaje (que no un tributo, pues eso es un impuesto, al menos en castellano) a aquella maravilla.
Saludos.
He recordado en otro comentario el maravilloso R-8 con el que hice, hace más de 40 años, un también maravilloso viaje por Europa de miles de Km en menos de una semana. Podría haber mencionado también algún R-4 (o 4 latas), Citroen 2 CV y Seat 600. El R-8 supuso un aumento de status: eso sí era ya un coche con el que viajar con rapidez y comodidad. En cuanto a la seguridad, en aquella época el coche no era determinante. Es decir, salvo que tuvieras un Volvo (para lo que era necesario ser Sueco o, el menos, notario) que fuera irrompible en caso de trastazo, era indiferente la marca y modelo de coche, porque, por ejemplo, todos se salían de la carretera con la gravilla que, por razones que ignoro, se acumulaba en las curvas en cantidad proporcional a lo cerrada que fuera la curva en cuestión; todos se espachurraban si encontraban un Pegaso o Ebro de frente en un «cambio de rasante», y tampoco podían esos camiones orillarse o echarse a su lado, porque como muchas carreteras sólo tenían uno (un lado), de lo estrechas que eran, éste tenía que ser compartido por los dos sentidos de la marcha (recuerdo que me enseñaron a tocar el pito -es decir, el claxon, la bocina, hacer señales sonoras…- al entrar en las curvas, a fin de que un eventual usuario concomitante del único lado de la carretera estuviera al tanto de mi llegada). Lo anterior por citar sólo un par de los motivos por los que el tipo de coche no se asociaba especialmente con la seguridad. Pero había alguna excepción: un coche que era capaz de potenciar los riesgos y peligros inherentes al simple hecho de vivir (que en este caso consistía en conducir por las carreteras de entonces); y ese coche era, concretamente, el R-8, con su maravilloso cabeceo buscando las cunetas en cuanto superaba los 70 Km/h (¡y era capaz de ello e, incluso, de llegar a 120 Km/h). Por ello, el R-8 tenía más emoción que ningún otro.
En fin, para terminar y para que nadie me acuse de parcialidad, diré que el R-8 fue precedido en su capacidad de dejar viudas por el mundo por un modelo previo de Renault, creo que se llamaba Dauphin (o Gordini u Ondini, no recuerdo muy bien) y la compartió con el R-10, un Renault contemporáneo al R-8 que corría y cabeceaba incluso más que el R-8. Pero el R-10 era ya otra cosa: era, como mínimo, para jueces y gente de similar estatus (de hecho, que yo sepa no hubo R-10 deportivo, mientras que del R-8 habúa una versión de carreras: el TS -si algo no ha cambiado desde aquella época es que a los jueces no les gusta correr-).
Saludos.
El problema que ha tenido con la tarjeta creo que se debe a un mal uso de la misma, derivado de una mala explicación (o falta de atención) cuando explicaron al usuario el funcionamiento de la misma.
Me gustaría saber para qué mete la tarjeta en la ranura, si esa tarjeta viene con sistema manos libres y es innecesario hacerlo. Con ese sistema solo con llevarla encima se puede entrar en el coche y arrancarlo, sin introducirla en ningún sitio.
Por otro lado, a todos los que critican ese sistema les recomiendo que lo prueben por que es algo adictivo, todos los que prueban uno de esos sistemas, pero de los buenos como el que tienen en Renault, repite.
También me he dado cuenta de un detalle, y es que menciona que el dos caballos hacía un ruido antes de calarse, y el 2CV precisamente debido a la peculiaridad de su embrague no se calaba.
Y referente al sonido de los R8 también soy de los que estoy enamorado de él, solo con oírlo ya se me ponen los pelos de punta.
«Yo creo que hoy en día la gente se mata porque se aburre»
Mejor no digo lo que pienso para que no me baneen el comentario.
Huy, no, diga usted lo que piensa libremente, no se corte, me parece igual de bien que esté de acuerdo como que no lo esté. Si aporta algo para la discusión, discutimos, si sólo manifiesta disconformidad pues sin más recorrido; pero la libertad no es que se la de, es que la tiene.
JM
«pero la libertad no es que se la de, es que la tiene.»
:*