Lo reconozco, me gustan los todoterrenos. Sé que es casi o del todo políticamente incorrecto confesarlo.
Me resulta más fácil entrar y salir del coche, son más espaciosos (o el espacio que tienen está mejor aprovechado) y el maletero suele ser más capaz porque la altura hasta el techo es grande.
No puedes hacerte un tramo de montaña al mismo ritmo que con un turismo, vale. Pero es que con la familia no es la conducción que hago. Además, ni la hago ni me la dejan hacer (y no me refiero a Pere Navarro…). Y para ir por una autovía, hoy en día casi da lo mismo ir en una Mercedes-Benz Vito, en un Renault Twingo, en un Lexus LS o en un Audi R8 porque a 120 km/h las curvas son casi rectas. Y a 140 km/h también. Obviamente no digo que una Vito sea igual de cómoda que el LS pero sí que te lleva al mismo destino a la misma velocidad con la misma facilidad.
Cierto es que ocupan más espacio en las ciudades, que consumen más y que generalmente son menos estables que un turismo. Pero todo eso lo perdono por lo divertido que puede ser quedarte atascado en un barrizal o pinchar en medio de la nada 🙂
Hace unos días he estado probado en nuevo Discovery 4. Me ha gustado el nuevo motor Diesel de 245 CV, en km77.com tenéis la información sobre la prueba. No es el todoterreno que yo me compraría: excesivamente grande para mi garaje, excesivamente torpón para mi gusto y excesivamente caro para mis ingresos. Pero coño, ¡qué maletero! Como no usaba la tercera fila de asientos (los llevaba recogidos en el piso) el cochecito del niño entraba sin plegar, de pie, tal cual; los que sean padres se imaginaran la gozada que supone no tener que estar plegando el dichoso carrito cada vez que hay que meterlo en el coche. También es comodísimo colocar al niño en su silla infantil porque no hay que agacharse ya que queda muy alta.
La cuestión es que aproveché para hacer una excursión por el Pirineo. Pedí el permiso pertinente para poder subir a Collarada con el coche. Es un pico precioso del Pirineo Aragonés, perteneciente al término municipal de Villanúa, y con unas vistas simplemente espectaculares gracias a sus casi 2.900 m.
Y allí que me presente el sábado. Al recoger el permiso me advirtieron que tal vez no pudiese subir: la nieve llevaba días en el camino y que estaba muy dura.
La pista es muy sencilla (o lo era, hace unos 15 años que no subía por ella) salvo por el barro (si lo hay) o la nieve (si la hay). Durante el ascenso encontramos mucho pino caído, alguno de ellos cruzado sobre la pista (alguien los había ido apartado lo suficiente para poder pasar con un coche). Empezamos a encontrar algo de nieve, una capa de muy pocos centímetros que al pisarla crujía como el hielo hasta que llegamos a un punto donde toda la pista era blanca y, apartados, estaban estacionados un BMW X3 y un Hyundai Matrix.
Como yo llevaba un Discovery 4 estaba claro que no me iba a dejar amedrentar por la escena :D. Gire el mando del Terrain Response a la posición de nieve y reinicie la marcha. Dos metros, cinco metros, diez metros, treinta metros y hasta ahí. Las ruedas no traccionaban. Había llegado al mismo punto que un Volkswagen Polo de la generación anterior que alguien había dejado ahí para continuar la marcha andando (supongo).
Bajé del coche para hacer alguna foto mientras que el demonio que llevo sobre el hombro derecho me decía «Alfoooonssooo, no seas cobaaaaarde». Así que le dije a mi mujer que hacíamos un último intento. Seleccione el programa para barro en vez del de nieve… y ¡voilà!, el Discovery empezó a avanzar a un ritmo lento pero con aparente facilidad.
Un poco más adelante la pista volvía a estar limpia de nieve. Pero, a los pocos metros, un desprendimiento había cubierto parte de la pista con rocas. Yo decía que el coche pasaba; mi mujer que me diese la vuelta. No recuerdo cómo le chantajee, pero un par de minutos después ella iba asomada por su ventanilla diciéndome el espacio que me quedaba para no golpear el coche :). Lo malo de avanzar sobre rocas sueltas es que se pueden mover. Si se mueven, el coche también se mueve y no tiene porque ser en sentido longitudinal. Así que tuve que pasar muy, muy despacito para corregir los posibles deslizamientos y no golpear con el lado derecho contra el pedrusco que se ve en la foto. Suspensión con la mayor altura al suelo posible, reductora y cariño, mucho cariño con el acelerador y el freno.
Pasamos ese desprendimiento y continuamos. Continuamos poco, unos 50 m, hasta que encontramos otro que dejaba menos sitio para pasar.
Y ahí sí que se acabó la excursión. Principalmente por tres motivos: uno, que el coche no es mío y no tiene sentido darle un golpe porque sí; otro, que no es nada recomendable meterse por zonas complicadas si no hay otro coche que pueda servirte de ayuda si las cosas se complican. Y el tercero y más importante: mi mujer es más sensata que yo.
Así que nos dimos media vuelta, descendimos por la pista dirección a la Fuente del Paco, y de ahí a comer. Aunque antes tuvimos que superar un último obstáculo. Menos mal que los 315 mm de altura libre al suelo que deja la suspensión neumática del Discovery 4 facilitan las cosas.
Aprovecho para pedir perdón a todas aquellos conductores a los que el asistente del cambio automático de luces cortas a largas y viceversa les molestó mientras lo probaba. He tenido otros coches con este mismo dispositivo y ya sabía que no siempre actúa como debería. Pero es que en el Discovery dejaba las largas con vehículos circulando delante a no más de 300 m. Lo reconozco, no me ha gustado nada. Como decía Pichardo de algunos dispositivos, este sistema está todavía por inventar.
Alfonso Herrero
Qué mal se lo has pasado, malandrín.
Hizo bien en dar la vuelta en el punto fotografiado. Un desplazamiento lateral al pasar el tanque por la zona arenosa y… sudores fríos.
En un sitio parecido hice caso a un idiota (yo, idiota al cuadrado) y seguí la marcha con un BMW X5. El sitio era aún más estrecho y no se atisbaba camino más allá. Era la ladera de una montaña, tal cual. El resultado, una rueda rajada por un tronco cortado en el suelo que no se venía que hizo de cuchillo, y el coche ladeado hasta bajar unos metros por el precipicio. Suerte que no volcamos.
El sistema de luz de cruce automático funciona muy bien en los BMW, siempre va al límite de lo razonable, pero funciona bien. La mejor prueba, hacerse 300 kms seguidos por una autovía abierta y no recibir ninguna ráfaga simpática de nadie, ni de frente, ni en el mismo sentido. Un tanque de esos, por altura, tiene que ser mucho más molesto para los conductores. Ya no te digo si además no sabe interpretar bien las situaciones.
¿Permiso? ¿Qué permiso? ¿Eso no era únicamente cuando la excursión la componían más de cuatro vehículos? La legislación para circular fuera de carretera es cada vez más rara… El Polo, el Matrix, el X3… ¿todos habían solicitado ese permiso?
En situaciones deslizantes, cuanto merjores (y más estrechas) ruedas y menos peso, más se avanza.
Cualquier modesto Jimny o Vitara pasa por sitios donde estos mastodontes de 3 toneladas se atrancan, por mucha electrónica que lleven.
Tito, todos pedirían permiso.
Esa pista es un poco particular, tiene una cadena, para pasar hay que pedir un permiso al ayto de Villanúa, que sólo permite el paso a un número limitado al día (aparte de pastores, guardas o gente con permiso perenne). En realidad se llama pista de la Trapa.
La utilizan mucho los montañeros que quieren ahorrarse una hora de caminata por el Camino viejo de la Trapa, para subir después al pico Collarada.
Don Alfonso, diga donde comió, no hay malos restaurantes en ese pueblo…
@dd: Gracias por la información, si es un caso así de particular lo entiendo. La verdad es que las distintas Leyes de Montes que surgieron al amparo de la legislación nacional en 2008 han hecho que el 4×4 se convierta en tema de abogados
Hay que tener en cuenta que iba con las ruedas de serie las Pirelli Scorpion Zero que son muy de carretera.Con unas ruedas mixtas hubiera subido mucho mejor.
Interesante esta entrada, me ha gustado leerlo. ¡Menuda piedrecita!
Una excursión genial, un relato interesante, y un vídeo estupendo.
@ Gladiator. Los neumáticos del Discovery eran Goodyear Wrangler 255/55 R19 (M+S), no Pirelli.
@ Tito. Como bien apunta dd, es una pista de uso restringido. Creo que dan 4 permisos al día.
Un saludo
@dd. Comimos en El Reno, más que nada porque teniamos antojo de migas y recordaba haberlas comido ahí cuando veraneaba de pequeño en Villanúa (también ibamos alguna vez a La Estrella, creo que se llamaba así). Como veo que controla la zona ¿sitios recomendables para comer migas? 😉
Gracias.
A mí también me encantan los 4×4, aunque más ligeritos (X-Trail, RAV4), son más asequibles, menos gastones e igual de cómodos.
Tienes razón Alfonso son los Goodyear Wrangler HP que equipan muchos todoterrenos actualmente como el Jeep Grand Cherokee o el Land Rover Discovery 3 (El D3 salía con los Goodyear Wrangler HP o los Pirelli Scorpion Zero).
Pese a que son M+S son muy muy de carretera,y pésimos para nieve.Te lo dice alguien que los ha sufrido en nieve y de hecho tienen muy mala fama en los foros de usuarios de 4×4.
Con unos neumáticos mixtos hubiera ido mucho mejor.El problema es que ese D4 lleva llanta 19 y con esa llanta hay muy pocos neumáticos all terrain.
Un saludo
«Lo reconozco, me gustan los todoterrenos»
Por fin se confirma lo que era un secreto a voces.
Migas, uhhmmmm. No se come mal en el Reno, no señor.
Le apunto alguno de mis favoritos por esa zona:
– La Borda Bisaltico, en Echo (un sitio maravilloso subiendo hacia el Refugio de Gabardito)
– Borda Chiquín, entre Ansó y Zuriza
– El albergue de Villanovilla (en la Garcipollera, un vallecito que sale de Castiello de Jaca)
– Me han hablado muy bien de otra borda por el valle de Aísa (subiendo hacia el circo), intentaré probarla la siguiente vez que vaya a la zona.
@gladiator: En llanta de 19″ las únicas AT, que yo conozca, son las Pirelli Scorpion ATR.
Exacto Tito.En 255/55R19 los únicos neumáticos mixtos o AT disponibles son los Pirelli Scorpion ATR y luego en Mud Terrain están los Goodyear Wrangler MT/R un gran neumático en campo pero pierdes bastante en carretera.
Un saludo