Esta historia comenzó en marzo de 2015, en el momento en que frené a fondo, desde unos 135 km/h, con un Jeep Renegade 1.6 MultiJet 120 CV 4×2 de color naranja. La carrocería se inclinó hacia delante, nada extraño, era lo esperado. Pero continuó inclinándose y llegó un punto en que el cielo desapareció de mi horizonte. Todo lo que veía era asfalto y más asfalto, moviéndose rápido delante de mis ojos. A pesar de ello seguí pisando el pedal con todas mis fuerzas. Tuve la sensación de que las ruedas traseras estaban en el aire, lo que me extrañó al no sentir ningún golpe cuando estas regresaron a su sitio. Detuve el coche y me quedé pensando, desconcertado, si lo que había sentido era cierto.
Puse a grabar una cámara que llevaba conmigo y volví a repetir la acción de frenada. Efectivamente, las ruedas se despegaban del suelo. Y mucho. Enganché la cámara al parachoques trasero e hice la misma frenada por tercera vez. Como antes, las ruedas se levantaron, aunque no llegaron tan arriba, probablemente porque no dejé tiempo suficiente para que los frenos se enfriaran.
Devolví el vehículo a Jeep ese mismo día e informé a Alfonso Ortín, director de comunicación del Grupo Fiat España, de lo ocurrido. Pasados unos días, Alfonso me llamó para decirme que el equipo de mecánicos había localizado el problema y que estaba solucionado. Según me contó, esa unidad de Renegade, clasificada como pre-serie y no destinada a la venta, había recibido un golpe que dañó uno de los conductos del circuito hidráulico del sistema de frenos y, a causa de ello, la centralita del ABS, que también la dieron por defectuosa, no distribuía correctamente la fuerza entre los dos ejes de ruedas. También me dijo que habían reparado el circuito y que habían sustituido la centralita por una nueva.
Para demostrarme que esa unidad de Renegade había sido reparada correctamente, Alfonso me invitó a probarla de nuevo. Repetí las pruebas de frenada y ciertamente las ruedas traseras ya no se levantaban. El frontal de la carrocería seguía hundiéndose mucho (no tanto como la anterior vez), pero las ruedas permanecían siempre en contacto con el suelo. Aproveché la ocasión para probar otras dos unidades diferentes de Renegade y con ninguna de ellas tuve problemas de levantamiento de ruedas. En km77.com decidimos no publicar nada de este caso. Entendimos que era algo aislado, una avería que había sido subsanada.
En septiembre de 2016 volví a probar un Renegade, versión 2.0 MultiJet 140 CV con cambio automático de nueve velocidades y tracción a las cuatro ruedas (de color verde). Sus neumáticos eran de la misma marca, modelo y tamaño que los del Renegade naranja: Bridgestone Turanza T001, medida 225/55 R18.
De nuevo, las ruedas traseras se levantaron ante una frenada a fondo, en este caso partiendo de 100 km/h. Hice varias series de frenada y conseguí levantar las ruedas en las dos primeras ocasiones. En el tercer intento la fuerza de frenado decayó sensiblemente y desde ese momento me fue imposible conseguir elevar las ruedas. Un día después, probé a hacerlo desde 140 km/h, pero tampoco se levantaron. En todos los casos el frontal se hundió mucho y noté que el eje trasero se volvía muy ligero.
Llamé de nuevo a Alfonso Ortín, pero no para contarle que había vuelto a pasar el problema de «elevación de ruedas», sino para que me pusiera al día de la situación del primer Renegade (el de color naranja) y preguntar si en ese año y medio había sabido algo más que yo no supiera sobre el fallo que tuvo. Ninguna novedad en cuanto al diagnóstico del problema: sistema hidráulico de frenos y centralita de ABS. Alfonso me contó que hicieron pruebas con otros Renegade y que con ninguno tuvo un problema parecido. Aparentemente fue algo que únicamente afectó a la unidad que yo tuve. Por tanto, no fue necesario hacer una llamada a revisión de todos los Renegade que habían vendido hasta ese momento.
Alfonso Ortín también me contó en esta misma conversación que se equivocó al decirme que el Renegade naranja era un pre-serie, puesto que en realidad no lo era. Se trata de una unidad definitiva, de las primeras que se produjo, pero definitiva. También me dijo que la habían vendido a principios de 2016.
En el informe del registro general de vehículos de la Dirección General de Tráfico aparece que, tal y como me dijo Alfonso, el Renegade 1.6 MultiJet 120 CV de color naranja fue vendido en 2016. He contactado con el dueño actual del vehículo —al que a partir de ahora llamaré con el nombre ficticio de Garbo— para saber cómo fue el proceso de venta y su satisfacción con el coche. Garbo me ha contado que el Renegade se lo vendieron con unos 21 000 km en un concesionario oficial de Jeep en Valencia. En este concesionario le dijeron que el coche procedía de gerencia y que estaba en perfecto estado, que no tenía fallos, ni ninguna avería. El proceso de compra fue rápido. Como parte del trato, Garbo entregó un Jeep Grand Cherokee con 300 000 km y pagó poco menos de 19 000 euros por el Renegade.
Hace unas tres semanas, Garbo se quedó sin líquido de frenos (un testigo en la instrumentación le avisó de ello), aunque pudo llegar a un taller para rellenar el depósito (a un taller no de Jeep). En estos días ha observado que el nivel ha descendido un poco, pero antes de llevarlo a la casa para que resuelvan el posible problema, está haciendo un seguimiento del coche para ver si sigue fugando. Además, me ha dicho que cuando frena fuerte con las ruedas rectas nota que el vehículo tiene una ligera tendencia a desviarse, aunque esto se puede deber a múltiples factores, por ejemplo, a una presión de inflado desigual de los neumáticos.