El Renegade (prueba del Jeep Renegade en km77.com) está lleno de notas curiosas y detalles evocadores que no tienen otra función que la de decorar y dar un toque diferenciador al vehículo. La imagen que más se repite es la de los faros y la calandra del Willys. Ésta se puede ver en los altavoces, en el hueco que hay delante de la palanca del cambio, en los laterales de la carcasa de plástico que hay detrás del retrovisor central y en el respaldo de los asientos delanteros.
Pero hay más sitios, como en el interior de los faros (cuando son halógenos, no en los de xenón), en la cara interna del portón del maletero y en los menús de la instrumentación (como se puede ver en este vídeo).
Willys fue un todoterreno utilizado a partir de 1941 por el ejército americano durante la Segunda Guerra Mundial, pero, sobre todo, fue el origen de Jeep. No hay consenso sobre la historia de cómo surgió la palabra «jeep». La teoría más extendida dice que el ejército americano utilizaba esta palabra para referirse a los vehículos prototipos que probaban antes de dar el visto bueno y que el término jeep no es más que la asimilación fonética de la designación GP (Government Purposes) con la que oficialmente se hacía referencia a estos prototipos.
En cualquier caso, el Willys adquirió tan buena reputación por sus capacidades off-road, facilidad de mantenimiento y durabilidad que la palabra jeep pasó a asociarse directamente con él y Willys-Overland (la compañía que fabricaba el Willys) viendo el éxito decidió registrar Jeep como nombre comercial en 1943. Debajo de las salidas de aire centrales hay una inscripción que recuerda el año en que empezó todo, «since 1941».
El Willys llevaba unos bidones con gasolina de reserva en cuyos laterales había una «equis» en bajorrelieve. Pues bien, Jeep también hace referencia a esta peculiaridad con la reproducción de la citada «equis» en diferentes partes del vehículo, como por ejemplo, en los faros y los pilotos.
Otra referencia al Willys se halla en la esquina inferior derecha del parabrisas (visto desde el puesto de conducción). Este detalle también se ve en el Jeep Chreokee. En la luneta hay una imagen del mismo estilo, pero con la silueta del Yeti.
Jeep es una marca que se asocia automáticamente con todoterrenos y con aventura (esto último lo dice Jeep). Pero para que no se nos olvide, en la pieza de plástico que rodea el botón de arranque del motor, hay una frase que dice «to new adventures» (en esta imagen no se ve especialmente bien, pero se puede leer la mayoría de la frase). Otro detalle que también «incita a la aventura» son los mapas de curvas de nivel grabados en el hueco que hay delante del cambio y debajo de apoyabrazos delantero.
Un detalle curioso es la manera en que Jeep ha decidido marcar la zona roja del cuentarrevoluciones, con una especie de salpicadura de pintura, como si alguien jugando al «paintball» le hubiera sacudido accidentalmente en esa zona.
Dos cosas más para terminar. Primero, el mensaje «no step!» (¡no pisar!) que hay inscrito en el inferior del marco de las puertas traseras. Éste también está en el Fiat 500X, pero no sé si es un mensaje que hay que tener en cuenta o simplemente es más decoración (yo lo he pisado un poco y no parecía hundirse). Segundo, la araña que hay dibujada en la boca del depósito de combustible que dice «ciao baby!» y de la que no tengo foto.
Brazuka