Hoy hemos salido a las 7:30 de la mañana hacia la zona de test. La temperatura es agradable, pero el día nos regala una temperatura un poco diferente a la que hemos teníamos en casa. Los 32°C fuera del coche son gloria comparados con los casi 60°C que tenemos dentro. Esta temperatura interior, unida a la nueva reglamentación, que nos obliga a utilizar ropa interior como la del lejano oeste (calzones y camiseta de manga larga, además del mono, sotocasco, casco, calcetines y botas de competición ignífugas) es comparable a las sensaciones que podemos encontrar al estar en una sauna finlandesa vestidos con ropa de esquí. Creo que ya hemos consumido parte de las calorías que almacenamos estas pasadas fiestas en las comidas y cenas navideñas.
El coche funciona como un reloj y nosotros estamos listos para empezar. Después de rodar en la pista nos hemos reunido con nuestro ingeniero, Gerard, para repasar algunos puntos de la mecánica del coche. Es importante poder refrescar la ubicación del recambio en el vehículo, el procedimiento a seguir en la reparación o sustitución de alguna pieza dañada, etc. Posteriormente él y yo hemos repasado una serie de puntos que tenía anotados en mi pequeña libreta. Son cosas que tenemos que verificar juntos para asegurarnos que está todo en su sitio.
Todo el equipo ha realizado un trabajo excepcional. Los coches tenían una pinta espectacular, limpios, brillantes, con olor a nuevo, pero… en pocos minutos ya estaban llenos de polvo. Los mecánicos tendrán que trabajar duro durante tres o cuatro de horas para poder dejarlos impolutos para las verificaciones y la entrada en el parque cerrado previo a la carrera.
Para poner a punto los coches existe un entramado de personas que trabajan duro para que esto funcione: el ingeniero del coche, el jefe de mecánicos, los mecánicos y el conductor del camión de recambios, que a su vez hace las funciones de responsable de almacén. Las funciones de los mecánicos y los ingenieros creo que todos las conocéis, pero la del responsable de los recambios os puede sorprender. Esta foto nos ilustra la distribución de las piezas de repuesto en el camión.
Una parte muy importante de la que no podemos prescindir es el recambio. Su distribución en el camión se realiza en cajas. El recambio más pesado se coloca en la parte inferior y el más ligero en la parte superior de las estanterías del camión. Cada caja está numerada para facilitar su localización y poder identificar su contenido. El responsable del camión tiene una lista y un lector de códigos de barras, con lo que si un mecánico realiza la petición de una pieza, el responsable la busca en el inventario, posteriormente localiza la caja que la contiene y finalmente la saca de la caja para dársela al mecánico.
Desde hace un par de años utilizamos un lector de códigos de barras que facilita el trabajo y agiliza la entrega del material. Un mecánico llega con la pieza vieja, el responsable del recambio coge el aparatito para leer el código y automáticamente le dice la ubicación en el camión y la cantidad de piezas que quedan. Si no hubiera stock, le informará en cuál de los otros camiones y en qué caja puede encontrarla. De esta manera se minimiza el tiempo de búsqueda y se reduce el tiempo de espera.