Dacia es la tercera marca con más ventas en el mercado español de turismos en 2022 (con los datos disponibles hasta septiembre) con 19 130 unidades, por detrás de Toyota y Citroën. Y el Sandero es el turismo más vendido (14 793 unidades). Esta marca que (re)nació para ofrecer un coche asequible en países «emergentes» se ha convertido en un éxito también en los que nos llamamos «ricos».
Durante el salón del automóvil de París he tenido la oportunidad de departir con Lionel Jaillet. Jaillet es el vicepresidente de Dacia Product Performance y, por tanto, conocedor del presente y del futuro inmediato de la marca. Conversación en la que también intervino Francisco Hidalgo, el director general de Dacia Iberia. Sus caras y su relajación durante la charla creo que reflejaban la confianza que ambos tienen en la marca, ante un futuro parece prometedor.
Jaillet comenzó comentado la nueva imagen de Dacia. Como ya publicamos en su día en km77.com, ha actualizado el logo y, ya que estaban, la parrilla de todos sus modelos. Un cambio que, creen, ninguna marca ha hecho nunca, así de golpe, en todos sus modelos. Cierto es que resulta más sencillo hacerlo con una gama más bien pequeña —Spring, Logan, Sandero, Jogger y Duster— que con un catálogo más amplio, con el de Renault.
Ha sido un cambio acertado. Jaillet reconoce que la relación entre la inversión y el impacto de está acción ha sido excelente. Sonríe cuando lo compara con las actualizaciones de media vida de algunos modelos, que suponen una inversión mayor y con un resultado final que, en ocasiones, es inapreciable (tiene razón: cuántas veces en km77, cuando sale un restyling, jugamos a encontrar las diferencias). Y debe estar en lo cierto, porque en España no hay stock del Sandero con la nueva parrilla, pero sí existe con la anterior.
Precisamente el diseño es uno de los cambios que Dacia ha experimentado en los últimos años. Creo que nadie me discutirá que el primer Logan —que no pasará a la historia por su diseño— es menos agradable a la vista que la gama actual de la marca. Esta diferencia es uno de los pilares de Dacia en sus planes de futuro según me cuenta Jaillet: quieren perder la vitola de coche barato por la de un coche con una relación excelente entre precio y producto, cambiar «barato» por otro adjetivo que no sea peyorativo. Como ejemplo habla otra vez de la nueva parrilla: ya no hay elementos cromados (que son más costosos de producir), pero luce más vistosa.
El futuro de Dacia
Tanto Jaillet como Hidalgo están orgullosos de las decisiones que ha tomado la marca. Ambos mencionan la de dar importancia (y uso) al móvil del usuario y evitar así la instalación de una pantalla propia, con la consiguiente repercusión en el precio. Además, esta jugada les ha salido redonda durante el periodo en el que estamos con escasez de componentes electrónicos, porque han podido seguir fabricando coches reemplazando la pantalla central por la configuración de una estación de acople al móvil. Dicen seguir trabajando en este aspecto y comentan una de las soluciones en las que Dacia está trabajando: emplear la cámara del móvil para la detección del cansancio del conductor y evitar tener que instalar una en el coche para ese fin.
En el futuro más inmediato de Dacia está la llegada en 2023 del Jogger híbrido —que mantendrá las siete plazas—. Comentan que este coche les ha sorprendido porque están teniendo clientes que vienen del segmento superior. Y también comentan que con el Spring —el pequeño coche eléctrico— les ha pasado algo que no esperaban: que sea el segundo coche en casas con un poder adquisitivo que no es el habitual del cliente de Dacia.
Tras el Jogger híbrido llegará el Bigster, un SUV de tamaño parecido al de un Ford Kuga o un Mazda CX-5 con el que van a entrar en un segmento nuevo para la marca. Sobre los motores disponibles en el lanzamiento Lionel no ha podido responderme. —Si lo haces, ¿tendrías que matarme a continuación, no?— he bromeado. Él responde riendo. Así que nos quedamos de momento con la información que dieron al presentar el prototipo: la gama de motores incluirá versiones híbridas o «con posibilidad de funcionar gracias a energías alternativas». Yo intuyo y ellos esperan que este modelo robe muchas ventas a la competencia, repitiendo el éxito de Duster.
Y precisamente, el Duster tiene su reemplazo previsto para 2024. Será la tercera generación de este modelo (aquí están todas las informaciones publicadas en km77 del Duster). Aún no hemos visto imágenes de él, pero Francisco Hidalgo me cuenta que cuando hicieron una preview para algunos concesionarios las caras fueron de alegría. Si los que lo van a vender quedaron satisfechos parece una buena señal.
Les pregunto por la repercusión que va a tener en su marca el incremento de los costes de fabricación debido a la electrificación. No les preocupa. Me argumentan que la brecha de precio entre Dacia y el resto de marcas es mayor cuanto mayor son los costes. Creen, por tanto, que van a seguir siendo la alternativa más asequible, independientemente de la tecnología.
Tras la conversación, muy amena y distendida, me voy con una idea clara: en Dacia quieren que sus propietarios también puedan presumir de coche.