Hace ya algunos unos meses pasaron por km77 estos dos modelos, de los cuales publicamos sus respectivas pruebas independientes aquí la del Hyundai y aquí la del Peugeot. Ahora los comparamos directamente, aunque después de tanto tiempo seguramente habrá muchos detalles que se quedarán en el olvido.
Los motores poco tienen que ver pues el Hyundai tenía uno Diesel de 90 caballos, mientras que el del Peugeot era gasolina y de 82.
El Peugeot 208 con este motor de gasolina está a la venta desde 11 760 euros, con un equipamiento muy básico. El Hyundai i20 tiene un precio en torno a 14 400 euros, mucho más alto en parte por el tipo de motor (Diesel significa más caro, por regla general) y porque tiene más equipamiento. Por ejemplo, el Hyundai tiene de serie aire acondicionado y alarma. De todas formas, aunque se iguale el equipamiento dentro de lo posible, sigue habiendo una importante ventaja para el modelo francés (ficha técnica comparativa y de equipamiento)
Si el dinero no fuese problema y tuviera que elegir uno, me quedaba con el Hyundai sobre todo por motor. Su motor tiene mucha más fuerza, es mucho más contundente en todo momento, y en consecuencia, hace al coche más utilizable fuera de la ciudad, especialmente con carga. Los datos de prestaciones respaldan estas impresiones. En la tradicional prueba de aceleración que hacemos en km77.com (que es entre 80 y 120 km/h en la marcha o marchas más adecuadas para conseguir la máxima aceleración, medición elegida porque simula una maniobra de adelantamiento) el Hyundai sale vencedor por algo menos de cuatro segundos (10,8 frente a 14,2). Ya sabemos que no tiene mucho sentido comparar motores tan distintos, o quizá sí, porque demuestra que la ventaja de aceleración del Hyundai es mucho mayor de la que podría caber esperar por los solo 8 caballos de ventaja que tiene (sobre el papel).
Además del motor, otra diferencia clave es el valor práctico de cada uno. El Hyundai me pareció un modelo de aspecto sencillo y muy práctico para conductor y acompañante. El Peugeot 208 por el contrario, creo que busca un cliente más interesado por el diseño y las nuevas tecnologías. Más moderno no tiene porqué ser siempre preferible. Por ejemplo, en el Hyundai se controlan mucho mejor las esquinas del coche y su carrocería deja mejor visibilidad en todas las direcciones (sin contar con que puede tener cámara de marcha atrás). Sus puertas son más altas y de proporciones más regulares, lo que favorece el acceso y la salida del habitáculo. Además, el puesto de conducción del Hyundai me gusta más porque hay que hacer menos ajustes para que toda la información de la instrumentación quede bien a la vista.
La consola del i20 es clásica, sencilla, organizada. Está hecha para manejarla de un vistazo rápido. Es como la de un coche “viejo”, en la que todo se encuentra con facilidad. La del Peugeot 208 tiene una pantalla (al menos en las versiones más equipadas) que no consigo manejar bien en marcha porque no es todo lo sencilla y concreta que podría. Las pantallas táctiles quizá no sean la solución idónea para los coches, pero hay un buen número de ejemplos que muestran que se pueden hacer más intuitivas.
He preguntado en la redacción sobre el Peugeot 208 y el Hyundai i20 a Pablo David González, que también tuvo oportunidad de conducirlos. Su recuerdos son, más o menos, que el Hyundai tenía el aspecto de ser un coche de una generación anterior al Peugeot, pero que se trata de un modelo plenamente funcional, en el que es más fácil sentirse en control de todas sus funciones. Añade además que el Hyundai tiene un puesto de conducción más natural y con mejor visibilidad. También reconoce que el 208 entra más por los ojos, gracias a un diseño muy moderno y a las peculiaridades de su interior.
Por maletero no hay un ganador claro. El Peugeot tiene 285 litros y el Hyundai solo diez más, 295 litros.
El Hyundai i20 puede tener una cámara de marcha atrás cuya imagen se muestra en una parte del espejo retrovisor. Es una opción que nunca viene mal, pero tampoco es imprescindible en un coche de estas dimensiones y con una carrocería que deja buena visibilidad.
En curvas vaya posiblemente mejor el Peugeot porque tiene menos balanceo y responde con más rapidez las órdenes del volante. Tiene un tacto de dirección mejor, de coche mejor puesto a punto. Peugeot lleva mucho tiempo haciendo coches con reacciones de calidad y este 208 sigue esa línea. El Hyundai se trata de un modelo más convencional en este sentido, pero perfectamente suficiente para un uso normal.
Cogolludo