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Comparativa: BMW Serie 5 Touring vs Mercedes-Benz Clase E Estate

Recientemente hemos publicado en km77.com las pruebas del BMW 520d Touring y del Mercedes-Benz E 250 CDI BlueEFFICIENCY Estate, por tanto esta entrada del blog no debe considerarse más allá de un resumen, más informal, de la información que ya está publicada.

Miden casi lo mismo, casi 5 metros, pero a simple vista el Mercedes-Benz parece más grande.

Los coches cada vez son mejores y, por tanto, cada vez hay que fijarse más en pequeños detalles para encontrar los puntos débiles o menos fuertes de cada uno. BMW y Mercedes-Benz tienen su público, sin duda. BMW ha vendido, con gran éxito sin duda, la deportividad. Los de Stuttgart, por su parte, dan quizás más una imagen de coche robusto y fiable. O eso creo.


Su suspensión, más suave que la del BMW, mima más a los pasajeros.

El Mercedes-Benz no nos ha sorprendido. Es el coche que esperábamos: cómodo, muy cómodo. Estable, muy estable. El BMW en cambio nos ha dejado casi boquiabiertos. Nuestra versión —que no tenía la opcional dirección en las ruedas traseras— era muy ágil. Demasiado diría yo. Sé, por ejemplo, que a mi padre no le gustaría un coche así.

El BMW entra algo mejor en las curvas pero tiene unas reacciones poco habituales en una berlina familiar.

En km77.com decimos que un coche es muy ágil cuando tiene mucha facilidad para cambiar de trayectoria, algo que normalmente está relacionado con un eje trasero capaz de redondear las curvas en mayor o menor medida. En los apoyos fuertes, el Serie5 Touring redondea y acaba sobrevirando si no se lleva el control de estabilidad conectado. El Clase E Estate es más de ir por el sitio y cuando pierde adherencia  lo hace de forma menos brusca, soliendo deslizar de las cuatro ruedas a la vez. Hay que tener en cuenta que BMW utiliza neumáticos Runflat, que tienen el flanco más duro y que producen reacciones más bruscas al límite. A pesar de esto les he dado un ocho a los dos, porque aunque el Mercedes-Benz gana en confort y es más fácil de conducir, la agilidad del BMW es una característica que tendrá sus defensores.

La comparación de los motores no se puede hacer de forma directa porque el 520d tiene 184 CV y el  250 CDI 204. La otra opción sería compararlo con el 220 CDI, de 170 V (Mercedes-Benz no tenía esa versión en el Parque de Prensa)

Sorprende lo poco que pueden llegar a gastar sus motores dado que ambos se acercan a las 2 toneladas de peso.

Para mí, el BMW es preferible por el excelente cambio de marchas automático de ocho relaciones (de ZF), por lo poco que gasta y por cómo empuja el motor desde muy bajo régimen. El cambio de cinco relaciones del Mercedes-Benz funciona bien pero no iguala en rapidez al del BMW y ofrece menos posibilidades de funcionamiento.

Pasamos al habitáculo. Son coches pensados para que los viajes largos se sucedan con la mayor comodidad posible y, por tanto, están muy bien aislados del exterior. Los asientos son cómodos y todos los recubrimientos son de calidad y están muy bien rematados. El tamaño de las carrocerías facilita que haya mucho espacio en el interior pero no tanto como el que tal vez cabria esperar de unos aparatos de cinco metros de largo. Un Skoda Octavia Combi, más pequeño y mucho más barato, no es mucho menos capaz.

El maniquí de plástico que hemos puesto en la foto mide 1,95 m. Así que por debajo de 1,85 m de estatura es difícil golpearse la cabeza con el portón.

Un aspecto importante es el maletero. Es de suponer que quien adquiere este tipo de coches lo hace para aprovechar las ventajas de que la carrocería acabe en un portón, más o menos vertical. Datos del fabricante en mano, el  del Mercedes-Benz es mucho más grande (695 litros frente 560). Pero he aquí donde nos topamos con el método de medición VDA, que es el que se usa como referencia en Europa. Para calcular la capacidad se emplean unos bloques con un volumen de 1 litro. Y parece ser que no hay ninguna norma más porque algunos fabricantes, como Mercedes-Benz en este caso, miden también el doble fondo (donde según la versión puede ir una rueda de repuesto o un kit de reparación). En la práctica, y a simple vista, el maletero de ambos es muy similar.

Y el último aspecto que he creido interesante comparar el equipamiento. No me refiero al que llevan de serie sino al que pueden tener. Y en esto el BMW arrasa. He estado un rato pensado que podía tener que no tenga y tan sólo se me ha ocurrido el asistente que controla el grado de atención del conductor porque, por tener, tiene cámaras laterales, cenitales, de infrarojos, de lectura de señales y líneas de la carretera, un sistema de aparcamiento semiautomático y otro de información proyectada sobre el parabrisas. Todos, salvo la lectura de señales y la cámara de infrarojos para la visión noctura, son algunos de los dispositivos que no puede tener el Clase E y eso que éste no que se queda corto en el equipamiento posible.

La mayor pega que he encontado a ambos, sus precios.

Celedonio

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