¿Se puede viajar en coche eléctrico? Sí, se puede. ¿Es igual de sencillo que con un coche de gasolina o de gasóleo? No lo es.
Desde que en 2017 se me ocurrió la aventura —locura diría yo, dado que tenía una batería de 41 kWh y no había estaciones rápidas, ni lentas, por el camino— de viajar en un Renault ZOE desde Madrid a Zaragoza (parte II del artículo) y volver (parte IV) la situación ha cambiado mucho y para bien. Los coches eléctricos tienen más autonomía y la infraestructura ha mejorado, en cantidad y calidad.
En estos siete años la evolución ha sido suficiente para que en mis viajes entre Zaragoza y Madrid sea yo quien elija en qué sitios quiero cargar. La oferta es relativamente amplia en número y de potencias elevadas. Hasta tal punto que tengo mis redes de recarga preferida (Wenea, por ejemplo) y otras que evito (Endesa X, sin duda). No es amor/odio al azar, las filias y fobias son el fruto de la experiencia acumulada, buena, mala o peor. Seguramente esta situación no sea la habitual, al final la A2 es la vía que pasa por la primera, segunda y quinta ciudad con más habitantes en España.
Los avances no tienen una correspondencia unívoca con la satisfacción, viajar con un coche eléctrico no siempre es un camino de rosas. Puede serlo y puede no serlo. Las dificultades existen, bien en forma de problemas inesperados o de «agujeros negros».
Los problemas inesperados durante un viaje pueden ser más o menos habituales (cargadores que no funcionan) o muy raros (que los puntos de recarga estén ocupados o incompatibilidad entre el coche y el punto de recarga). Los primeros los he sufrido unas cuantas veces, los segundos menos pero haberlos. haylos.
Los agujeros negros son esas zonas de España en los que la distribución de puntos de recarga tiende a cero, donde los mapas de cargadores parecen no mostrar la capa de los mismos. No es lo mismo moverse en la provincia de Barcelona que por Soria y la operativa puede ser más complicada.
Consejos para planificar el viaje en un eléctrico
Salvo que sea un trayecto conocido, conviene organizar y planear el viaje con un poquito de antelación. Así que vamos a dar unos consejos antes de salir de viaje. Son consejos universales y por lo tanto válidos para todos pero que no tienen en cuenta las excepciones. Quien viaje de su casa a su apartamento en la playa y tenga cargadores en ambas ubicaciones no necesitará la misma logística que quien no disponga de esas instalaciones.
- Uso de aplicaciones: En primer lugar conviene usar una aplicación para conocer de un vistazo rápido qué nos vamos a encontrar por el camino. Electromaps es la más popular en España y de tipo colaborativo, por lo que suele estar actualizada. Con esa información podemos acceder a la aplicación del punto de recarga que nos interesa para comprobar que está funcionando y confirmar la potencia que suministra. Ojo, que lo esté hoy no significa que lo esté mañana (sí, me ha pasado). Ojo, que lo esté ahora no significa que lo esté dentro de veinte minutos (sí, también me ha pasado).
- Confirmar antes de salir: Si el destino es un hotel, conviene llamar antes para confirmar que tienen puntos de recarga operativos y, sobre todo, saber de qué potencia son. En ocasiones pueden ser de muy poca potencia y podemos tardar dos o tres días en recargar una batería (a mí me han sacado una alargadera por una puerta para cargar el coche).
- Autonomía del vehículo: Nadie mejor que el usuario de un coche eléctrico para saber qué autonomía tiene su coche durante un viaje, dado que influye la forma de conducir. Pero para quien no tenga claro esa cifra: en un viaje por autovía la autonomía puede ser de unos dos tercios de la homologada. Es decir, hay que multiplicar por 0,66 la autonomía de nuestro coche en el ciclo WLTP (este dato aparece en las fichas técnicas que publicamos en km77; podéis encontrar vuestro coche usando el buscador o filtrando en este listado de coches eléctricos). En el caso de un Toyota bZ4X 200E 4×2 la autonomía WLTP es de 436 kilómetros, que multiplicada por 0,66 da 288 kilómetros.
También puedes consultar la autonomía de cualquier coche eléctrico en este listado, ordenarla de menor a mayor o al contrario y ver el consumo medio homologado de cada uno.
A esa cifra habría que aplicarle el «factor de incertidumbre»: aconsejo dejar unos 30 kilómetros para poder desplazarse hasta otro punto de recarga si en el que nos detenemos hay algún problema. Por tanto, en nuestro ejemplo del Toyota bZ4X aconsejaría programar las paradas cada 250 kilómetros. Que tienes la certeza de que funciona o eres un intrépido de la movilidad eléctrica, entonces no apliques ese margen de seguridad.
¿Son fiables los navegadores de los coches eléctricos?
Otra opción para viajar en coche eléctrico es utilizar el navegador del propio automóvil. Pero los hay en los que puedes confiar mucho, poco o nada. Algunos tienen una base de datos actualizada con conexión en tiempo real, de la que más o menos te puedes fiar. Otros son realmente malos y les faltan un montón de puntos de recarga. Algunos te sugieren dónde y cuánto cargar por el camino; otros no cuentan con estas funciones. Ejemplos de los que funcionan bien: Tesla, BMW, Mercedes-Benz y también aquellos que usan Android Automotive (por ejemplo Polestar, Renault o Volvo, que cuentan con información de Google en tiempo real). Ejemplos con carencias: Hyundai, Kia o Volkswagen. Y hay una tercera categoría, los que son peores que los anteriores.
Hay otro consejo que recomiendo encarecidamente seguir: comprobar en la aplicación correspondiente si está operativo el punto de recarga en el que tenemos pensado parar. Si son redes importantes, dan información sobre la ocupación de los cargadores y te evitas sorpresas.
También es posible utilizar aplicaciones como ABRP (A Better Routeplanner) que calculan con cierta fiabilidad la autonomía y sugieren puntos de recarga en la ruta, con estimaciones de tiempos y nivel de batería en el destino.
¿Cargo una sola vez mucho o varias poco?
Una vez más, depende. Depende de si en el destino final vamos a poder cargar el coche o no. O de si vamos a necesitar llegar con carga para movernos inmediatamente después o no es necesario. Pero, en general, hay que tener en cuenta lo siguiente: el proceso de recarga rápida de un coche eléctrico no es constante. Las baterías se recargan con mayor potencia cuanta menos carga tienen. En la gráfica siguiente se ve con claridad:
La gráfica no es idéntica en todos los coches, pero sí es común a todos esa disminución de la potencia de recarga. Además, no merece la pena esperar a que cargue hasta el 100 por ciento dado que desde el 80 o el 90 % (ese punto depende de cada modelos) el proceso es mucho más lento y no compensa. Es decir, que en vez de hacer una carga del 10 al 100 por ciento es mejor hacer dos del 10 al 55 por ciento.
Aplicaciones esenciales para viajar en coche eléctrico
No hay nada más desesperante que llegar a un punto de recarga y no tener la aplicación correspondiente. Empezando por tener que descargarla en un lugar con poca cobertura (sí, es algo que me ha pasado) o directamente que no la tiene (efectivamente, también me ha pasado). Luego, a veces, hay que superar el farragoso proceso de registrarse y de dar de alta la tarjeta de crédito correspondiente. No siempre es sencillo, no siempre es rápido.
Quien sea usuario desde hace tiempo de un coche eléctrico ya sabe de lo que le hablo. Quien sea novato le diría que se entretuviera tranquilamente en casa en descargar las aplicaciones principales (yo llevo 14 instaladas). Tiempo y salud ganados.
Algunas de las principales son: Endesa X, Iberdrola, Ionity, Tesla, Waylet (Repsol), Wenea y Zunder, además de Electromaps y ABRP (que previo pago, se puede ver en la pantalla del coche si se tiene Apple Carplay). Las populares Google Maps y Waze también proporcionan información sobre puntos de recarga.
Y tú, ¿empleas alguna otra aplicación que sea de utilidad?